Invectiva contra el amor mundano
Esta obra pretende prevenir contra las tentaciones del mundo y recomienda el ascetismo, empleando recursos que generalmente se utilizaban desde el púlpito. La historia en su conjunto es considerada como una ilustración de las verdades que el autor desea comunicar. Relacionado con la literatura misógina medieval, el Corbacho se detiene a analizar los defectos de las mujeres y establece conexiones entre la astrología y la medicina de la época (presidida por la teoría de los cuatro humores) y el pecado capital de la lujuria.
La discusión sobre la condición femenina es un lugar común en la religión, la filosofía y la literatura medievales, y por ello aparecen escritos voluminosos y particulares, además de numerosas obras de todo género, desde sermonarios y colecciones de cuentos a la poesía de cancioneros.
Existen antecedentes literarios muy antiguos como los conocidos en la Biblia en el Ars amatoria y en las Sátiras de Juvenal, en las obras contrapuestas de Bocaccio o en los escritos profeministas de Christine de Pisan. La controversia que se tiene en la España del siglo XV fue fruto de un amplio tratamiento literario.
La dura reprobación misógina de Alfonso Martínez de Toledo en el Corbacho produjo una oleada de réplicas en defensa de las mujeres, sobre todo en torno a la reina doña María, la esposa de Juan II, a quien los escritores rinden sus elogios. Entre otros autores se encontraron Juan de Mena quien alaba a otras reinas en su Laberinto de Fortuna en “la orden de Diana” y Diego Valera, quien le dedica a doña María su Tratado en defensa de las virtuosas mujeres.
El debate continuaría a lo largo del siglo XV en densos tratados, penetrando incluso en obras de ficción como Cárcel de amor de Diego de San Pedro o la misma Celestina.