No hay más información sobre el texto «La Dorada y los Esposos».
No hay más información sobre el texto «La Dorada y los Esposos».
Edición física «La Dorada y los Esposos»
Al escuchar aquellas palabras, el hombre agarró un bastón y se puso a buscar por todos los rincones de la casa. Sus esfuerzos resultaron inútiles. Al día siguiente, cuando volvía a su casa, pasó por delante de una pescadería en la que había una dorada exactamente idéntica a su pretendida cena. Murmuró: «¡Ya te tengo, granuja!», la agarró y se la llevó hacia su casa. La vendedora se puso a perseguirlo, gritando e insultándolo. Todos los habitantes de la calle se retorcían de risa… Para calmar los ánimos, un señor le pagó el pescado a la vendedora.
Una vez en su casa, Pierre se puso a preparar la comida con mucho cuidado. Colocó el pescado en una gran olla llena de agua, puso ésta sobre el fuego y se sentó frente al hogar con el bastón en la mano para asegurarse de que el pez no se escapaba de nuevo. Pronto el agua comenzó a hervir. Creyendo que la dorada intentaba escaparse de nuevo, propinó furiosos bastonazos a la olla que se rompió en mil pedazos. La mendaz esposa era otra vez la causa de aquella nueva desgracia.
1 pág. / 1 minuto.
102 visitas.
Publicado el 22 de octubre de 2016 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «La Dorada y los Esposos» es necesario identificarse en textos.info.
10 libros publicados.