No hay más información sobre el texto «A Flor de Piel».
No hay más información sobre el texto «A Flor de Piel».
Leer en línea «A Flor de Piel»
Descargar PDF «A Flor de Piel»
Descargar ePub «A Flor de Piel»
Descargar Kindle «A Flor de Piel»
Edición dislexia «A Flor de Piel»
Enviar a Kindle «A Flor de Piel»
Enviar a Pocketbook «A Flor de Piel»
Regalar ebook «A Flor de Piel»
Edición física «A Flor de Piel»
Denunciar libro «A Flor de Piel»
Era en lo físico un muchacho de complexión delicada, enfermiza nerviosidad —tal vez heredada de su madre— e imaginación espléndida. Y en cuanto a su espíritu se refiere, como formado en la escuela del florentino, que vivía en su padre, informábale una carencia absoluta de sentido moral. Todas esas bellas utopías por que luchan los hombres eran para él monsergas. Deseó desde muy joven ser escultor. Los dioses y diosas que viera surgir ante sus ojos en los museos italianos, le fascinaban como fragmentos de una bella vida remota que imposible cataclismo hubiese petrificado. Amaba la escultura por cima de todo. Era su arte. Él no comprendía el alma que puede palpitar en el fondo de las cosas, y tenía, en cambio, prodigioso instinto de percepción para la forma. No comprendía que un matiz provocara un sentimiento, y percibía, en cambio, la belleza, de una mueca dolorosa o la magnificencia de un gesto trágico. Bajo sus dedos hábiles el barro se moldeaba en suaves líneas, y el mármol se caldeaba con un soplo de vida. Pero la abulia, aquella fatal herencia, pesaba, sobre él, esterilizando sus esfuerzos. Apenas en su imaginación, soberbia fragua forjadora de quimeras, concebía una obra, y antes que el cincel y el buril diesen remate a ella, un ensueño de gloria se cernía sobre la innata maravilla. Escapábase su pensar por campos de irrealizables esperanzas; sus manos quedaban inertes, y poco a poco la abulia descendía sobre él, le envolvía en su velo gris. La concepción se esfumaba hasta borrarse, y la obra quedaba inacabada. Así, en su estudio dormían el sueño piadoso del olvido en los grandes bloques de mármol la crispación lasciva de un torso femenil o el enigma de unos labios sádicos.
197 págs. / 5 horas, 45 minutos.
923 visitas.
Publicado el 17 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «A Flor de Piel» es necesario identificarse en textos.info.
12 libros publicados.