Feliciano Felisberto Hernández Silva (Montevideo, Uruguay; 20 de octubre de 1902 - Ibidem, 13 de enero de 1964) fue un escritor, compositor y pianista uruguayo. Uno de los cuentistas latinoamericanos más originales, es reconocido por sus extraños relatos en los que individuos tranquilamente desquiciados inyectan sus obsesiones en la vida cotidiana.
Se diferencian tres etapas en su producción literaria: desde 1925 a 1941 publica en diarios e imprentas del interior del país, como el “Libro sin tapas” (porque no tenía tapas); desde 1941 a 1946, define su estilo humorístico y fantástico en dos extensas narraciones; desde 1947 a 1960, muestra una mirada extravagante en libros como “Nadie encendía las lámparas” y “La casa inundada”.
Citaba dos nombres recurrentes en sus lecturas: Henri Bergson y Marcel Proust (también a Kafka). Sus cuentos y novelas cortas recrean el mundo de su infancia y juventud, evocan personas que conoció y barrios de Montevideo. Su narrativa se basa en el recuerdo como motor de la escritura, pero sin seguir la línea proustiana. Una magdalena, una calle, un tren, un piano, pueden encerrar recuerdos y hacer revivir sensaciones. La construcción de gran parte de sus cuentos se apoya en la reivindicación de lo lateral, como en "La cara de Ana". Una temática recurrente e interesante es el lugar primordial que le dio a los objetos inertes (como sucede en "El vestido blanco", "Las hortensias" o "El caballo perdido", entre otros).