José María Blanco y Crespo (Sevilla, 11 de julio de 1775-Liverpool, 20 de mayo de 1841), más conocido como José María Blanco White, fue un escritor, teólogo, periodista, crítico literario español, además de sacerdote católico secularizado y uno de los tres grandes heterodoxos españoles conversos al protestantismo del siglo XIX, hermano mayor del militar Fernando Blanco-White (1786-1849).
José María Blanco Crespo estudió con los dominicos en el Colegio de Santo Tomás y luego fue alumno de la Universidad de Sevilla. Voraz lector, ya en su infancia uno de sus libros favoritos, Las aventuras de Telémaco de Fénelon, como cuenta en su Autobiografía, le indujo a dudar sobre la religión.
En 1805 se fue a Madrid, en donde obtuvo una colocación sin retribuir en la Comisión de Literatos del Real Instituto Militar Pestalozziano y fue designado como preceptor del infante Francisco de Paula por un corto periodo de tiempo gracias al favor de Manuel Godoy. Escribe un ensayo sobre el poema La inocencia perdida de su amigo Reinoso y desde 1806 frecuenta la tertulia del poeta liberal Manuel José Quintana. En ese año hizo un viaje de unas semanas a Salamanca, donde conoció a Juan Meléndez Valdés y al obispo Tavira poco antes de que fallezca en enero de 1807. Escribe la Elegía a Quintana y otros poemas y en 1807 su Discurso sobre el método de enseñanza de Pestalozzi.
En 1808 lee en el Instituto Pestalozziano su oda La verdad y mantiene relaciones con Magdalena Esquaya. Estalla la guerra de la Independencia y vuelve a mediados de junio a Sevilla, donde se declara patriota; escribe su Oda a la Junta Central y su hermano Fernando es hecho prisionero por los franceses en Madrid, sufriendo cautiverio en Dijon durante seis años. Colabora con Isidoro de Antillón y Marzo en la redacción del Semanario Patriótico (1808-1809). Pero sus críticas hicieron considerarle persona non grata por la Junta Suprema de España. En 1809 nació su hijo Fernando, habido ilegítimamente con Magdalena Esquaya, mujer que morirá en 1816. Sin embargo, Blanco no se enteró de su existencia hasta 1812, cuando ya se encontraba en Inglaterra, y mandó recogerlo para reconocerlo y educarlo allí. El 29 de enero de 1810 se trasladó a Cádiz y el 23 de febrero embarca para Inglaterra; ya no volverá jamás. Llegó a Londres el 3 de marzo de 1810.