No hay más información sobre el texto «Chucho».
No hay más información sobre el texto «Chucho».
—¿Sabe usted —murmuró Leiva reflexivo— que no he dicho verdad al afirmar que estaba solo? Tenía conmigo… va usted a ver… un perro. Y, justamente… aquel perro fue el origen de mi fortuna.
Nada de energía: el Chucho. Era un can feísimo, uno de esos canes golfos que vagan por las calles, famélicos y sucios, con las lanas envedijadas y las patas negruzcas de cieno. No hay perro, por ruin que sea, que no tenga el encanto de la mirada; mi Chucho ni aún eso tenía; era tuerto. ¿En qué riña callejera, en qué lance brutal había perdido el ojo izquierdo y parte de una oreja también? ¡Quién lo sabe!
Ya estaba lisiado cuando se pegó a mí, atrayéndome y confraternizando nuestras miserias. Debo añadir que la sordidez física de Chucho estaba compensada por un admirable desarrollo de inteligencia perruna. Si hay superperros, Chucho fue uno de ellos; pero la infelicidad de su condición impidió que brillasen sus altas dotes… excepto para mí, que las supe apreciar. De veras; yo quise a Chucho como se quiere a un amigo… Y por él, maldije la indigencia.
4 págs. / 7 minutos.
80 visitas.
Publicado el 12 de febrero de 2021 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «Chucho» es necesario identificarse en textos.info.
608 libros publicados.