No hay más información sobre el texto «Rabeno».
No hay más información sobre el texto «Rabeno».
—¡Ea —ordenó el doctor, entre divertido e impaciente—, a recoger los que quedaron sanos, y a consolarse!… ¿Adónde ibas tú con esos huevos, mujer?
—Perto de don Agustín… Encargómelos la cocinera aiernoche…
—Yo también voy a casa de don Agustín. Soy el médico, que no soy ningún ladrón ni un pillo, ¿entiendes? Y te acompaño. Toma para la pérdida.
Sacó del bolsillo dos pesetas y las puso en la mano pequeña y dura. La rapaza se desató en bendiciones.
—Dios le regale… Viva mil años… De aquí en cien años me dé otras…
Remediado ya el desastre, en salvo los huevos no hechos cisco, en equilibrio el aligerado cesto en la cabeza rubia, el doctor preguntó, chancero:
—¿Y por qué me tenías tanto miedo tú, rapaza?
Tardó bastante la respuesta. Al fin, ante la insistencia del médico, la rapaza confesó:
—Cuidé que era el Rabeno.
—¿El Rabeno? ¿Y eso qué es?, sepamos.
4 págs. / 7 minutos.
50 visitas.
Publicado el 10 de mayo de 2021 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «Rabeno» es necesario identificarse en textos.info.
607 libros publicados.