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Cuento infantil, fábula.
90 págs. / 2 horas, 38 minutos / 277 KB.
4 de agosto de 2017.
A excepción de un corto número de argumentos sacados de Esopo, Fedro y La Fontaine, todos los asuntos contenidos en los apólogos de los libros VI, VII y VIII, pertenecen al fabulista inglés Gay. El libro IX es original.
Á LOS CABALLEROS ALUMNOS
DEL REAL SEMINARIO PATRIÓTICO VASCONGADO
Oh jóvenes amables
Que, en vuestros tiernos años,
Al templo de Minerva
Dirigís vuestros pasos;
Seguid, seguid la senda
En que marcháis, guiados
Á la luz de las ciencias
Por profesores sabios.
Aunque el camino sea
Ya difícil, ya largo,
Lo allana y facilita
El tiempo y el trabajo.
Rompiendo el duro suelo,
Con la esteva agobiado,
El labrador sus bueyes
Guía con paso tardo;
Mas al fin llega á verse
En medio del verano
De doradas espigas,
Como Ceres, rodeado.
Á mayores tareas,
Á más graves cuidados
Es mayor y más dulce
El premio y el descanso.
Tras penosas fatigas,
La labradora mano
¡Con qué gusto recoge
Los racimos de Baco!
Ea, jóvenes, ea,
Seguid, seguid marchando
Al templo de Minerva
Á recibir el lauro.
Mas yo sé, caballeros,
Que un joven entre tantos
Responderá á mis voces:
No puedo, que me canso.
Descanse en hora buena,
¿Digo yo lo contrario?
Tan lejos estoy de eso,
Que en estos versos trato
De daros un asunto
Que instruya deleitando.
Los perros y los lobos,
Los ratones y gatos,
Las zorras y las monas,
Los ciervos y caballos
Os han de hablar en verso,
Pero con juicio tanto,
Que sus máximas sean
Los consejos más sanos.
Deleitaos en ello,
Y con este descanso
Á las serias tareas
Volved más alentados.
Ea, jóvenes, ea,
Seguid, seguid marchando
Al templo de Minerva
Á recibir el lauro.
Pero ¡qué! ¿os detiene
El ocio y el regalo?
Pues escuchad á Esopo,
Mis jóvenes amados.
Envidiando la suerte del Cochino
Un Asno maldecía su destino.
Yo, decía, trabajo y como paja;
Él come harina y berza, y no trabaja.
Á mí me dan de palos cada día;
Á él le rascan y halagan á porfía.
Así se lamentaba de su suerte;
Pero luego que advierte
Que á la pocilga alguna gente avanza
En guisa de matanza,
Armada de cuchillo y de caldera,
Y que con maña fiera
Dan al gordo Cochino fin sangriento,
Dijo entre sí el Jumento:
Si en esto para el ocio y los regalos,
Al trabajo me atengo y á los palos.