Explicación sobre el origen de la leyenda de los gigantes de Santa Elena
Razonado artículo en el que se explica con datos científicos el origen de las diferentes leyendas sobre gigantes en Santa Elena y la realidad de las mismas.
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La Tenencia de Portoviejo tenía por capital a Portoviejo, fundada probablemente a fines del mismo año que Guayaquil, por Francisco Pacheco, a las orillas del río de su nombre y hacia su desembocadura. Pero habiendo sufrido la invasión del holandés Clerk, en 1624, fue trasladada cuatro leguas adentro en 1628 siempre a orillas del río de su nombre.
Los principales artículos de comercio de Portoviejo, y de casi toda la Tenencia, consistían en cera de abeja, tabaco, zarzaparrilla, algodón, ajonjolí, lana de ceibo y de quirigua, cabuya, hamacas, alforjas y almidón.
Entre las islas comprendidas en el recinto de Santa Elena, se contaban las de la Plata y Salango. La primera tiene seis millas de superficie y se halla situada a 1°14' de latitud Sur y 74°42' de longitud. No estaba poblada durante la Colonia, como tampoco lo está hoy, pero en los tiempos de los Shiris, contenía una numerosa población. En su recinto se había elevado un templo al sol, célebre en toda la Costa y durante el «solsticio hiemal», tenía lugar una gran fiesta, donde se hacían al sol, ofrendas preciosas de oro, piedras de esmeralda, tejidos finísimos, corderos y niños. El inca Huaina-Cápac abolió la costumbre bárbara de sacrificar niños, pero quedó la de las demás ofrendas.
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Publicado el 18 de febrero de 2024 por Edu Robsy.
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