La integridad es una categoría fundamental en la educación y sólo a través de una visión holista se puede alcanzar, de tal forma que en la práctica educativa debe estar en armonía su contexto y la propia personalidad del educador. Es decir, un educador tradicional, tecnócrata, crítico, constructivo, complejo tendría una visión parcializada, se necesita un educador holista que entre en interdependencia con la sociedad y con su nivel de consciencia de segundo grado porque de esta manera su desarrollo profesional y personal sería más incluyente, ayudando entonces a guiar, formar y desarrollar a sus alumnos dentro de esta perspectiva integral.
Fragmento de «Educación holista, camino de inteligencia espiritual»
v El
tercer nivel de inteligencia es el más importante, es el nivel superior y se
corresponde con la inteligencia espiritual, también es exclusivamente humana y
está basada en la sabiduría, nuestra capacidad de visión holista de la realidad
profunda, de comprensión de contextos y de realidades significativas. Opera con
el ojo de la contemplación, es una inteligencia transpersonal porque se sitúa
más allá del ego narcisista. Opera con visión universal, es transracional y
tiene la capacidad de relacionarnos armónicamente con la totalidad.
Es sin duda alguna que
este orden holárquico para los docentes que nos ubicamos en una práctica
racionalista y fundamentalista, es novedoso y que requiere de un nuevo
entendimiento para empezar a romper paradigmas existencialistas que ahora nos
damos cuenta que se encuentran en un plano de capacidades de bajo nivel. Urge
entonces, empezar a revisar este tercer nivel de inteligencia espiritual para
darle mayor significado y sentido en una primer instancia a nivel personal y
después en lo profesional, ya que es trascendental empezar a superar los
grandes encargos sociales que la labor docente define y determina en este siglo
XXI y así superar todas aquéllas creencias que ha encerrado la calidad
educativa en el estancamiento de cumplir con la formación y el desarrollo de un
ser humano integral y armonioso tal como lo señala el artículo 3ro
constitucional. Es necesario pues, que el docente supere los grandes conflictos
entre el proceso de la enseñanza y aprendizaje y comprenda los nuevos dilemas
para alcanzar de manera integral el desarrollo espiritual de los alumnos, pero
esto solamente se podrá llevar a cabo siempre y cuando el docente empiece a
generar los cambios significativos desde el autoconocimiento para después
hacerlo transpersonal y transracional dentro de la práctica docente.
16 págs. / 28 minutos.
90 visitas.
Publicado el 16 de mayo de 2018 por Fundación Ramón Gallegos.
Valoraciones
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «Educación holista, camino de inteligencia espiritual» es necesario identificarse en textos.info.