Última novela escrita por Gertrudis Gómez de Avellaneda, y, por lo tanto, una obra creada en madurez literaria.
Fue además la única novela escrita en suelo cubano, al coincidir su elaboración con el breve período en el que visitó su país natal junto con su marido Domingo Verdugo, el parlamentario y militar español.
Pese a su ambientación en la Francia del siglo XVIII, la autora consigue añadir elementos muy personales a la obra, a incluir personajes relacionados con Cuba, como "la niña", de padre francés y madre del país, o el ama de cría, Niná, una mulata criolla.
Sobre la detallada reconstrucción histórica, la escritora apoya toda la trama y destaca, como siempre, en su maestría al desplegar situaciones y personajes.
La carta que tan terrible efecto había causado, no encerraba, sin embargo, sino las siguientes sencillas y sinceras palabras:
«Me exigís noticias de mi vida y posición, Josefina, y llenando un
deber—que reconozco—me habría anticipado a vuestros deseos, si antes de
ahora hubiese tenido ocasión de hablaros o autorización de escribiros.
»¡Oh, sí! mi delicadeza me apremiaba a revelaros lo poco que vale,
según apreciaciones del mundo, el hombre a quien honráis con vuestra
preferencia, y a cuyo destino quizá os halláis pronta a unir el vuestro.
»No esperéis, sin embargo, una historia; no esperéis la narración de
sucesos que os llevarían insensiblemente de un pasado del que no queda
nada, a un presente que sólo desventuras encierra.
»Todo lo sabréis cuando os diga que el motivo de no veros sino los
días festivos, es que paso el resto de la semana trabajando a salario en
el obrador de un artesano; que si aun en los días de descanso sólo os
dedico algunas horas de la noche, es porque empleo la tarde manejando el
remo en la bahía.... Últimamente, que si cuando leéis esta carta no os
halláis expuesta a que lleguen a vuestras puertas mi madre y mis
hermanas—pidiendo por caridad un rincón de vuestras caballerizas para
guarecerse de la intemperie—es porque para conservarles su humildísimo
asilo, he resuelto vender por algunos cientos de francos un año más de
mi libertad al lapidario que me tiene a sueldo, y del que podría, sin
eso, emanciparme en breve para trabajar por mi cuenta, proporcionándome
tal vez el rescatar a mi padre, que arrastra las cadenas del esclavo.
218 págs. / 6 horas, 22 minutos.
133 visitas.
Publicado el 3 de octubre de 2021 por Edu Robsy.
Valoraciones
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «El Artista Barquero» es necesario identificarse en textos.info.