Jesús Nazarenus Rex Judaeorum
Ésta
es oraçión qu'el arçipreste fizo a Dios quando començó este libro
suyo.
Señor Dios, que a los jodíos pueblo de
perdiçión
sacaste de cabtivo del poder de Faraón,
a Daniel sacaste del poço de Babilón,
saca a mi coytado d'esta mala presión.
Señor, tú diste graçia a Ester la reyna,
ant'el rey Asuero ovo tu graçia digna,
Señor, dame tu graçia e tu merçed ayna,
sácame d'esta laçeria, d'esta presión.
Señor, tú que sacaste al Profeta del lago,
de poder de gentiles sacaste a Santiago,
a Santa Marina libreste del vientre del drago,
libra a mí, Dios mío, d'esta presión do yago.
Señor, tú que libreste a santa Susaña,
del falso testimonio de la falsa compaña,
líbrame, mi Dios, d'esta y coyta tanmaña,
dame tu misericordia, tira de mí tu saña.
A Jonás, el Profeta, del vientre de la ballena
en que moró tres días dentro en la mar llena,
sacástelo tú sano así como de casa buena;
Mexías, tú me salva sin culpa e sin pena.
Señor, a los tres niños de muerte los libreste,
del forno del grand fuego sin lesión saqueste,
de las ondas del mar a sant Pedro tomeste:
Señor, de aquesta coyta saca al tu arçipreste.
Aun tú que dixiste a los tus servidores,
que con ellos serías ante reyes desidores,
et los darías palabras, que fabrasen mejores,
Señor, tú sey conmigo, guárdame de traydores.
El nombre profetizado fuer grande Hemanuel,
Fijo de Dios muy alto Salvador de Israel,
en la salutaçión el ángel Gabriel
te fizo çierta d'esto, tú fuiste çierta d'él.
Por esta profeçía e por la salutaçión
por el nombre tan alto Hemanuel salvaçión,
Señora, dame tu graçia, et dame consolaçión,
gáname del tu fijo graçia et bendiçión.
Dame graçia, señora de todos los señores,
tira de mí tu saña, tira de mí rencores:
faz que todo se torne sobre los mezcladores,
ayúdame, Gloriosa, Madre de pecadores.
Intellectum tibi dabo, et instruam te in via hac, qua gradieris:firmabo super te oculos meos
El profeta David, por Espíritu Santo fablando, a cada uno de nos diçe en el psalmo triçésimo primo del verso deçeno, que es el que primero suso escrebí. En el qual verso entiendo yo tres cosas, las quales diçen algunos doctores filósofos que son en el alma et propriamente suyas, que son éstas: entendimiento, voluntad, et memoria. Las quales digo, si buenas son, que trahen al alma consolaçión, e aluengan la vida al cuerpo, et danle honra con pro e bona fama: ca por el buen entendimiento entiende hombre el bien, et sabe d'ello el mal. Et por ende una de las petiçiones que demandó David a Dios, porque sopiese la su Ley, fuer ésta: Da mihi intellectum, etc. Ca el home entendiendo el bien, avrá de Dios temor; el qual es comienço de toda sabiduría, de que dise el dicho profeta: Initium Sapientiae timor Domini. Ca luego es el buen entendimiento en los que temen a Dios, et por ende sigue la raçón el dicho David en otro logar, en que dise: Intellectus bonus omnibus facientibus eum, etc. Otrosí dise Salomón en el libro de la Sapiençia: Qui timet Dominum, façiet bona. Et esto se entiende en la primera raçón del verso, que yo començé en lo que dise: Intellectum tibi dabo; et desque está informada et instruida el alma que se ha de salvar en el cuerpo limpio, e piensa, e ama, e desea omen el buen amor de Dios, e sus mandamientos: et esto a tal, dise el dicho profeta: Et meditabar in mandatis tuis quae dilexi: et otro si desecha, et aborresçe el alma el pecado del amor loco d'este mundo. Et d'esto dise el psalmista: Qui diligitis Dominum, odite malum, etc. Et por ende se sigue luego la segunda raçón del verso que dise: Et instruam te. Et desque el alma con el buen entendimiento e la buena voluntad con buena remembranza escoge, e toma el buen amor, que es el de Dios, et pónelo en la çela de la memoria, porque se acuerde d'ello, e determine al cuerpo a faser buenas obras, por las cuales se salva el ome. Et d'esto dise san Juan Apóstol en el Apocalypsi de los buenos que mueren bien obrando: Beati mortui, qui in Domino moriuntur: opera enim illorum sequuntur illos. Et dise otrosí el Profeta: Tu reddes unicuique juxta opera sua. Et d'esto concluye la terçera raçón del verso primero, que dise: In via hac qua gradieris: firmabo super te oculos meos. Et por ende debemos tener sin dubda, que obras siempre están en la buena memoria, que con buen entendimiento et buena voluntad escoge el alma, et ama el amor de Dios por se salvar por ellas. Ca Dios por las buenas obras que fase omen en la carrera de salvaçión, en que anda, firma sus ojos sobre él. Et ésta es la sentençia del verso, que empieça primero: Breves, como quier' que a las vegadas se acuerde pecado e lo quiera e lo obre; este desacuerdo non viene del buen entendimiento, nin tal querer non viene de la buena voluntad, nin de la buena obra viene tal obra; ante viene de la fraquesa de la natura humana, que es en el omen, que se non puede escapar de pecado. Ca dise Catón: Nemo sine crimine vivit. Et díselo Job: Quis potest facere mundum de inmundo conceptum semine? Quasi dicat: Ninguno, salvo Dios. Et viene otrosí de la mengua del buen entendimiento, que lo non ha entonçe, porque ome piensa vanidades de pecado. Et d'este tal pensamiento dise el psalmista: Cogitationes hominum vanae sunt. E dise otrosí a los tales, mucho disolutos et de mal entendimiento: Nolite fieri sicut equus et mulus, in quibus non est intellectus. Et aún digo, que viene de la pobledat de la memoria, que non está instructa de buen entendimiento; ansí que non puede amar el bien, nin acordarse d'ello para lo obrar. Et viene otrosí esto por raçón que la natura humana, que más aparejada e inclinada es al mal que al bien, e a pecado que a bien: esto dise el Decreto. Et éstas son algunas de las raçones, porque son fechos los libros de la ley et del derecho, e de castigos, et costumbres, et de otras çiençias: otrosí fueron la pintura et la escritura, e las imágenes primerament' falladas por raçón que la memoria del ome deslesnadera es: esto dise el Decreto: ca tener todas las cosas en la memoria, et non olvidar algo, más es de la Divinidad que de la humanidad: esto dise el Decreto. Et por esto es más apropiado a la memoria del alma, que es spíritu de Dios criado et perfecto, et vive siempre en Dios. Otrosí dise David: Anima mea illi vivet: quaerite Dominum, et vivet anima vestra. Et non es apropiada al cuerpo humano, que dura poco tiempo. Et dise Job: breves dies hominis sunt. Et otrosí dise: Homo natus de muliere: breves dies hominis sunt. Et dise sobre esto David: Anni nostri sicut aranea meditabuntur, etc. Onde yo de mi poquilla çiençia et de mucha et grand rudeza entiendo quántos bienes fasen perder el alma e el cuerpo, et los males muchos que les aparejan e dan el amor loco del pecado del mundo. Escogiendo et amando con buena voluntad salvaçión et gloria del paraíso para mi ánima, fis' esta chica escritura en memoria de bien: et compuse este nuevo libro, en que son escritas algunas maneras e maestrías et sotilesas engañosas del loco amor del mundo, que usan algunos para pecar. Las quales leyéndolas et oyéndolas omen o muger de buen entendimiento, que se quiera salvar, descogerá, et obrar lo ha: et podrá desir con el psalmista: Viam veritatis, etc. Otrosí los de poco entendimiento no se perderán: ca leyendo et coydando el mal que fasen o tienen en la voluntat de faser, et los porfiosos de sus malas maestrías e descobrimiento publicado de sus muchas engañosas maneras, que usan para pecar et engañar las mugeres, acordarán la memoria e non despreçiarán su fama: ca mucho es cruel quien su fama menospreçia: el Derecho lo dise; et querrán más amar a sí mesmos que al pecado: que la ordenada caridad de sí mesmo comienza; el Decreto lo dise: et desecharán et aborreçerán las maneras et maestrías malas del loco amor, que fase perder las almas et caer en saña de Dios, apocando la vida et dando mala fama, et desonra, et muchos daños a los cuerpos; en pero, porque es humanal cosa el pecar, si algunos (lo que non los consejo) quisieren usar del loco amor aquí fallarán algunas maneras para ello, e ansí este mi libro a todo omne e muger, al cuerdo e al non cuerdo, al que entendiere el bien et escojiere salvaçión, e obrare bien amando a Dios: otrosí al que quisiere el amor loco en la carrera que andubiere puede cada uno bien deçir: Intelleclum tibi dabo. Et ruego et consejo a quien lo viere et lo oyere, que guarde bien las tres cosas del alma, lo primero que quiera bien entender e bien judgar la mi intençión porque la fis', et la sentençia de lo que y dise, et non al son feo de las palabras, que, segund derecho, las palabras sirven a la intençión et non la intençión a las palabras. Et Dios sabe que la mi intençión no fuer de lo faser por dar manera de pecar ni por mal desir, más fuer por reduçir a toda persona a memoria buena de bien obrar et dar ensiempro de buenas costumbres e castigos de salvaçión: et porque sean todos aperçebidos, e se puedan mejor guardar de tantas maestrías como algunos usan por el loco amor. Ca dise sant Gregorio, que menos fieren al ome los dardos que ante son vistos, et mejor nos podemos guardar, de lo que ante hemos visto. Et compóselo otrosí a dar algunas lecçiones e muestra de metrificar et rimar, et de trobar: con trovas et notas, et rimas, et decades, et versos, que fis' complidamente segund que esta çiençia requiere. Et porque de toda buena obra es comienzo et fundamento Dios, e la fe católica, e díselo la primera decretal de las Crementinas, que comienza: Fidei Catholicae fundamento; a do éste no es çimiento, no se puede faser obra firme, ni firme edificio segund dise el Apóstol: por ende començé mi libro en el nombre de Dios, et tomé el verso primero del psalmo que es el de la Santa Trinidad, et de la fe católica, que es: Quicumque vult, el verso que dise: Ita Deus Pater, Deus Filius, etc.
Aquí diso de cómo el arçipreste rogó a Dios, que le diese graçia que podiese faser este libro
Dios Padre, Dios Fijo, Dios Spíritu Santo:
El que naçió de la Virgen, esfuerço nos dé tanto,
que siempre lo loemos en prosa et en canto,
sea de nuestras almas cobertura et manto.
El que fiso el çielo, la tierra, et el mar,
Él me done su graçia, e me quiera alumbrar,
que pueda de cantares un librete rimar,
que los que lo oyeren, puedan solás tomar.
Tú, Señor Dios mío, qu'el omen crieste,
enforma e ayuda a mí, el tu açipreste,
que pueda faser un libro de buen amor aqueste,
que los cuerpos alegre, e a las almas preste.
Si queredes, señores, oír un buen solás,
escuchad el romanse, sosegad vos en pas,
non vos diré mentira en quanto en él yas',
ca por todo el mundo se usa et se fas'.
Et porque mejor de todos sea escuchado,
fablarvos he por trobas e cuento rimado:
es un desir fermoso e saber sin pecado,
razón más plasentera, fablar más apostado.
Non tengades que es libro neçio de devaneo,
nin creades que es chufa algo que en él leo,
ca segund buen dinero yase en vil correo,
ansí en feo libro está saber non feo.
El axenús de fuera más negro es que caldera,
es de dentro muy blanco, más que la peñavera,
blanca farina está so negra cobertera,
azúcar negro e blanco está en vil cañavera.
Sobre la espina está la noble rosa flor,
en fea letra está saber de grand doctor;
como so mala capa yase buen bebedor,
ansí so el mal tabardo está buen amor.
Et porque de todo bien es comienço e raís
la Virgen Santa María, por ende yo, Juan Roís,
açipreste de Fita, d'ella primero fis'
cantar de los sus gosos siete que ansí dis'.
Gosos de Santa María I
Santa María
lus del día,
Tú me guía
todavía.
Gáname graçia et bendiçión
et de Jesús consolaçión
que pueda con devoçión.
cantar de tu alegría.
El primero goso que s' lea
en çibdad de Galilea
Nazaret creo que sea
oviste mensagería.
Del ángel que a ti vino
Gabriel santo et digno
tróxote mensag' divino
díxote «Ave María».
Tú, desque el mandado oíste
omilmente reçebiste;
luego, Virgen, conçebiste
al fijo que Dios en ti envía.
En Belén acaeçió
el segund' quando nasçió
e sin dolor aparesçió
de ti, Virgen, el Mexía.
El terçer cuenta las leyes,
quando vinieron los reyes,
e adoraron al que veyes
en tu brazo do yasçía.
Ofreçiol' mirra Gaspar,
Melchor fue ençienso dar,
oro ofreçió Baltasar
al que Dios e ome seya.
Alegría quarta e buena
fue quando la Magdalena
te dixo gozo sin pena
qu'el tu fijo vevía.
El quinto plaser oviste,
quando al tu fijo viste
sobir al çielo et diste
gracias a Dios o subía.
Madre, el tu goso sexto
quando en los discípulos presto
fue Spíritu Santo puesto
en tu santa compañía.
Del septeno, Madre Santa,
la iglesia toda canta,
sobiste con gloria tanta
al çielo e quanto y avía.
Reynas con tu fijo quisto
nuestro Señor Jesu Christo,
por ti sea de nos visto
en la gloria sin fallía.
Gosos de Santa María II
Tú, Virgen, del çielo Reyna,
e del mundo melesina,
quiérasme oír muy digna
que de tus gosos ayna
escriba yo prosa digna
por te servir.
Desir de tu alegría
rogándose todavía
yo pecador
que a la grand culpa mía
non pares mientes, María,
más al loor.
Tú siete gosos oviste,
el primero, quando resçebiste
salutaçión
del ángel, quando oíste
Ave María, conçebiste
Dios salvaçión.
El segundo fue complido,
quando fue de ti nasçido,
e sin dolor,
de los ángeles servido,
fue luego conosçido
por Salvador.
Fue el tu goso terçero,
quando vino el lusero
a demostrar
el camino verdadero
a los reyes compañero
fue en guiar.
Fue tu quarta alegría,
quando te dixo Magdalena María,
et Gabriel
que el tu fijo vevía,
e por señal te desía
que viera a él.
El quinto fue de grand dulzor,
quando al tu fijo Señor
viste sobir
al çielo a su Padre mayor,
et tú fincaste con amor
de a él ir.
Este sesto non es de dubdar,
los discípulos vino alumbrar
con espanto,
tú estabas en ese lugar,
del çielo viste y entrar
Spíritu Santo.
El septeno non ha par
quando por ti quiso enviar
Dios tu Padre,
al çielo te fiso pujar
con él te fiso asentar:
como a Madre.
Señora, oye al pecador,
que tu fijo el Salvador
por nos disçió
del çielo en ti morador
el que pariste blanca flor,
e por nos murió.
Por nosotros pecadores
non aborrescas
pues por no ser merescas
Madre de Dios,
ant'él connusco parescas
nuestras almas le ofrescas.
ruegal' por nos.
Aquí fabla de cómo todo ome entre los sus cuydados se deve alegrar: et de la disputación que los griegos et los romanos en uno ovieron.
Palabras son de sabio, e díxolo Catón,
que omen a sus coydados, que tiene en coraçón,
entreponga plaseres e alegre la raçón,
que la mucha tristeça mucho coydado pon';
et porque de buen seso non puede omen reír,
avré algunas burlas aquí a enxerir:
cada que las oyerdes non querades comedir,
salvo en la manera del trovar et del desir.
Entiende bien mis dichos, e piensa la sentençia,
non me contesca contigo como al doctor de Greçia
con 'l rivaldo romano e con su poca sabiençia,
quando demandó Roma a Greçia la sçiencia.
Ansí fuer, que romanos las leyes non avíen,
fueron las demandar a griegos que las teníen;
respondieron los griegos, que non los meresçíen,
nin las podrían entender, pues que tan poco sabíen.
Pero si las queríen para por ellas usar,
que ante les convenía con sus sabios disputar,
por ver si las entendíen, e meresçían levar:
esta respuesta fermosa daban por se escusar.
Respondieron romanos, que los plasía de grado;
para la disputaçión pusieron pleyto firmado:
mas porque non entendíen el lenguaje non usado,
que disputasen por señas, por señas de letrado.
Pusieron día sabido todos por contender,
fueron romanos en coyta, non sabían qué se faser,
porque non eran letrados, nin podrían entender
a los griegos doctores, nin al su mucho saber.
Estando en su coyta dixo un çibdadano,
que tomasen un ribaldo, un bellaco romano,
segund Dios le demostrase faser señas con la mano,
que tales las fisiese: fueles consejo sano.
Fueron a un bellaco muy grand et muy ardid:
dixiéronle: «Nos avemos con griegos nuestra convid'
»para disputar por señas: lo que tú quisieres pid',
»et nos dártelo hemos, escúsanos d'esta lid.»
Vistiéronlo muy bien paños de grand valía,
como si fuese doctor en la filosofía;
subió en alta cátedra, dixo con bavoquía;
«D'oy más vengan los griegos con toda su porfía.»
Vino ay un griego, doctor muy esmerado,
escogido de griegos, entre todos loado,
sobió en otra cátedra, todo el pueblo juntado,
et comenzó sus señas, como era tratado.
Levantose el griego, sosegado, de vagar,
et mostró sólo un dedo, que está çerca el pulgar;
luego se asentó en ese mismo lugar;
levantose el ribaldo, bravo, de mal pagar.
Mostró luego tres dedos contra el griego tendidos,
el polgar con otros dos, que con él son contenidos
en manera de arpón, los otros dos encogidos,
asentose el nesçio, catando sus vestidos.
Levantose el griego, tendió la palma llana,
et asentose luego con su memoria sana
levantose el bellaco con fantasía vana,
mostró puño çerrado; de porfia avía gana.
A todos los de Greçia dixo el sabio griego:
«Meresçen los romanos las leyes, yo non gelas niego.»
Levantáronse todos con pas e con sosiego;
grand honra ovo Roma por un vil andariego.
Preguntaron al griego, qué fue lo que dixiera
por señas al romano, e qué le respondiera
dis: «Yo dixe, que es un Dios: el romano dixo, que era
verdad,
»uno et tres personas, e tal señal fesiera.
»Yo dixe, que era todo a la su voluntad;
»respondió, que en su poder teníe el mundo, et dis
»desque vi, que entendíen, e creíen la Trinidad,
»entendí que meresçíen de leyes çertenidad.»
Preguntaron al bellaco, quál fuera su antojo.
Dis': «Díxome, que con su dedo me quebrantaría el ojo,
»d'esto ove grand pesar, e tomé grand enojo,
»et respondile con saña, con ira e con cordojo:
»que yo l' quebrantaría ante todas las gentes
»con dos dedos los ojos, con el pulgar los dientes.
»Díxom' luego após esto, que le parase mientes,
»que me daría grand palmada en los oídos retinientes.
»Yo l' respondí, que l' daría una tal puñada,
»que en tiempo de su vida nunca la vies' vengada;
»desque vio la pelea teníe mal aparejada,
»dexos' de amenasar do non gelo presçian nada.»
Por esto dise la patraña de la vieja ardida,
non ha mala palabra, si non es a mal tenida;
verás, que bien es dicha, si bien fuese entendida,
entiende bien mi dicho, e avrás dueña garrida.
La bulra que oyeres, non la tengas en vil,
la manera del libro entiéndela sotil,
que saber bien e mal, desir encobierto e doñeguil
tú non fallarás uno de trovadores mil.
Fallarás muchas garças, non fallarás un uevo,
remendar bien non sabe todo alfayate nuevo,
a trobar con locura non creas que me muevo,
lo que buen amor dise, con raçón te lo pruebo.
En general a todos fabla la escritura,
los cuerdos con buen seso entenderán la cordura,
los mançebos livianos goárdense de locura,
escoja lo mejor el de buena ventura.
Las del buen amor son raçones encubiertas,
trabaja do fallares las sus señales çiertas,
si la raçón entiendes, o en el seso açiertas,
non dirás mal del libro, que agora refiertas.
Do coydares que miente, dise mayor verdat.
En las coplas pintadas yase la falsedat,
dicha buena o mala por puntos la jusgat,
las coplas con los puntos load o denostat.
De todos instrumentos yo libro só pariente,
bien o mal qual puntares, tal te dirá çiertamente,
qual tú desir quisieres, y fas punto y tente,
si me puntar sopieres, siempre me avrás en miente.
Aquí dise de cómo segund natura los omes e las otras animalias quieren aver compañía con las fembras
Como dise Aristóteles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabaja: la primera,
por aver mantenençia; la otra era
por aver juntamiento con fembra plasentera.
Si lo dixiese de mío, sería de culpar;
díselo grand filósofo, non só yo de rebtar;
de lo que dise el sabio non debemos dubdar,
que por obra se prueba el sabio e su fablar.
Que dis' verdat el sabio claramente se prueba
omes, aves, animalias, toda bestia de cueva
quieren, segund natura, compaña siempre nueva;
et quanto más el omen que a toda cosa se mueva.
Digo muy más del omen, que de toda criatura:
todos a tiempo çierto se juntan con natura,
el omen de mal seso todo tiempo sin mesura
cada que puede quiere faser esta locura.
El fuego siempre quiere estar en la senisa,
como quier' que más arde, quanto más se atisa,
el omen quando peca, bien ve que deslisa,
mas non se parte ende, ca natura lo entisa.
Et yo como soy omen como otro pecador,
ove de las mugeres a veses grand amor;
probar omen las cosas non es por ende peor,
e saber bien, e mal, e usar lo mejor.
De cómo el arcipreste fuer enamorado
Así fuer que un tiempo una dueña me priso,
de su amor non fuy en ese tiempo repiso,
siempre avía d'ella buena fabla e buen riso,
nunca ál fiso por mí, ni creo que faser quiso.
Era dueña en todo, e de dueñas señora,
non podía estar solo con ella una hora,
mucho de omen se guardan allí do ella mora;
más mucho que non guardan los jodíos la Tora.
Sabe toda noblesa de oro e de seda,
complida de muchos bienes anda mansa e leda,
es de buenas costumbres, sosegada, e queda,
non se podría vençer por pintada moneda.
Enviel' esta cantiga que es deyuso puesta
con la mi mensagera, que tenía empuesta;
dise verdad la fabla, que la dueña compuesta,
si non quier'el mandado, non da buena respuesta.
Dixo la dueña cuerda a la mi mensagera:
«Yo veo otras muchas creer a ti, parlera,
»et fállanse ende mal: castigo en su manera,
»bien como la raposa en agena mollera.»
Enxiemplo de cómo el león estava doliente, e las otras animalias lo venían a ver
Dis' que yasíe doliente el león, de dolor:
todas las animalias viníen ver su señor,
tomó plaser con ellas, e sintiose mejor,
alegráronse todas mucho por su amor.
Por le faser plaser, et más le alegrar,
convidáronle todas que l' daríen a yantar,
dixeron que mandase los que quisies' matar:
mandó matar al toro, que podríe abastar.
Fis' partidor al lobo, mandó, que a todos diese,
él apartó lo menudo para el león que comiese,
et para sí la canal, la mejor que omen viese:
al león dixo el lobo, que la mesa bendixiese.
«Señor», dis', «tú estás flaco, esta vianda liviana
»cómela tú, señor, que t' será buena e sana,
»para mí et los otros la canal que es vana.»
El león fuer sañudo, que de comer avíe gana.
Alçó el león la mano por la mesa santiguar,
dio grand golpe en la cabeza al lobo por lo castigar:
el cuero con la oreja del casco le fuer arrancar:
el león a la raposa mandó la vianda dar.
La gulpeja, con el miedo e como es artera,
toda la canal del toro al león dio entera,
para sí e los otros tod' lo menudo era:
maravillose el león de tan buena egoaladera.
El león dixo: «Comadre ¿quién vos mostró a faser partisión
»tan buena, tan aguisada, tan drecha con raçón?»
Ella dixo: «En la cabeza del lobo tomé yo esta liçión;
»en el lobo castigué qué fesiese o qué non.»
«Por ende yo te digo, vieja e non mi amiga,
»que jamás a mí non vengas, nin me digas tal enemiga
»si non, yo te mostraré cómo el león castiga,
»que el cuerdo et la cuerda en mal ageno castiga.»
Et segund dis' Jesu Christo, non ay cosa escondida,
que acabo de tiempo non sea bien sabida,
fuer la mi poridad luego a la plaça salida,
la dueña muy guardada fuer luego de mi partida.
Nunca desde esa hora yo más la pude ver:
enviome mandar, que punase en faser
algún triste ditado, que podiese ella saber,
que cantas' con tristeza, pues la non podíe aver.
Por complir su mandado de aquesta, mi señor,
fise cantar tan triste como este triste amor:
cantábalo la dueña, creo que con dolor,
más que yo podría ser d'ello trovador.
Dise el proverbio viejo: «Quien matar quier' su can
achaque le levanta, porque no l' den del pan.»
Los que quieren partirnos como fecho lo han,
mescláronme con ella, e dixiéronle del plan.
Que me loava d'ella como de buena caça,
et que probava d'ella como si fuese caraça:
dis' la dueña sañuda: «Non ay paño sin raça,
»nin el leal amigo non es en toda plaça.»
Como dise la fabla, quando a otro someten,
quál palabra te disen, tal coraçón te meten:
posiéronle grand saña, d'esto se entremeten:
dis' la dueña: «Los novios non dan quanto prometen.»
Como la buena dueña era mucho letrada,
sotil, entendida, cuerda, bien mesurada,
dixo a la mi vieja, que le avía embiada,
esta fabla compuesta de Isopete sacada.
Dis: «Quando quier' casar ome con dueña onrada,
»promete e manda mucho; desque la ha cobrada,
»de quanto le prometió, o le da poco, o nada;
»fase como la tierra, quando estava finchada.»
Enxiemplo de quando la tierra bramava
«Ainsí fuer que la tierra començó a bramar
estava tan finchada, que quería quebrar;
a quantos la oíen, podíe mal espantar,
como dueña en parto començose de coytar.
La gente que tan grandes bramidos oía,
coydaban que era preñada: a tanto se dolía.
Pensaban, que era grand sierpe, o grand bestia paría,
que a todo el mundo combríe e estragaría.
Quando ella bramava, pensava de foír,
et desque vino el día que ovo de parir,
parió un mur topo, escarnio fue de reír,
sus bramuras e espantos en burla fueron salir.
Et bien ansí acaesçió, a muchas e a tu amo.
primeramente mucho trigo dan, poca paja, tamo,
çiegan muchos con el viento, vanse perder con mal ramo;
vete, dil' que me non quiera, que no l' quiero, ni l'amo.»
Ome, que mucho fabla, fase menos a veses,
pone muy grant espanto, chica cosa es dos nueses:
las cosas mucho caras alguna hora son rafeses,
las viles e las rafeses son caras a las de veses.
Como por chica cosa aborreçía en grand saña,
arredrose de mí, físome el juego mañana,
aquél es engañado quien coyda que engaña,
d'esto, fise trova de tristesa tan maña.
Fis' luego estas cántigas de verdadera salva.
mandé que gelas diesen de noche o al alva:
no las quiso tomar; dixe yo: «Muy mal va,
»al tiempo se encoge mejor la yerba malva.»
De cómo todas las cosas del mundo son vanidat, sino amar a Dios
Como dise Salomón, e dise la verdat,
que las cosas del mundo todas son vanidat,
todas son pasaderas, vanse con la edat;
salvo amor de Dios, todas son liviandat.
Et yo desque vi la dueña partida e mudada,
dixe: «Querer do non me quieren, faría una nada:
»responder do non me llaman, es vanidat probada.»
Partime de su pleyto, pues de mí es redrada.
Sabe Dios, que aquesta dueña e quantas yo vi,
siempre quise guardarlas, et siempre las serví,
si servir non las pude, nunca las deserví,
de dueña mesurada siempre bien escrebí.
Mucho sería villano e torpe pajés,
si de la mujer noble dixiese cosa refés;
ca en muger loçana, fermosa e cortés
todo bien del mundo e todo plaser es.
Si Dios, quando formó el ome entendiera
que era mala cosa la mujer, non la diera
al ome por compañera, nin d'él non la fesiera,
si para bien non fuera, tan noble non saliera.
Si omen a la mujer non la quisiese bien,
non ternía tantos presos el amor quantos tien',
por santo nin santa que seya, non sé quién,
non codiçie compaña, si solo se mantien'.
Una fabla lo dise, que vos digo agora:
que una ave sola nin bien canta, nin bien llora,
el mástel sin la vela non puede estar toda hora,
nin las verças non se crían tan bien sin la noria.
Et yo como estava solo sin compañía,
codiçiaba tener lo que otro para sí tenía,
puse el ojo en otra non santa, más sentía,
yo cruisiava por ella, otro la avíe valdía.
Et porque yo non podía con ella ansí fablar,
puse por mí mensagero, coydando recabdar
a un mi compañero, sópome el clavo echar,
él comió la vianda, e a mí fiso rumiar.
Fis' con el grand pesar esta trova cazurra,
la dueña que la oyere, por ella non me aburra,
ca debríen me desir neçio, et más que bestia burra,
si de tan grand escarnio yo non trovase burla.
De lo que contesçió al arçipreste con Fernand Garçía, su mensajero.
Mis ojos no verán lus
pues perdido he a Crus.
Crus crusada, panadera,
tomé por entendedera,
tomé senda por carrera
como andalús.
Coydando que la avría,
díxelo a Fernand Garçía
que troxiese la pletesía
et fuese pleytés e dus.
Díxome que l' plasía de grado
e físose de la crus privado,
a mí dio rumiar salvado
él comió el pan más dus.
Prometiol' por mi consejo
trigo que tenía añejo,
et presentol' un conejo
el traidor falso marfús.
Dios confonda mensajero
tan presto e tan ligero:
non medre Dios tal conejero,
que la caça ansí adús.
Quando la crus veía, yo siempre me omillava,
santiguábame a ella do quier que la fallava,
el compaño de çerca en la crus adorava,
del mal de la crusada yo non me reguardava.
Del escolar goloso compañero de cucaña
fise esta otra trova, non vos sea estraña,
ca de ante nin después non fallé en España
quien ansí me fesiese de escarnio magadaña.
Aquí fabla de la constelaçión, et de la planeta, en que los omes nasçen, el del juiçio del hora quando sabios naturales dieron en el nasçimiento del fijo del rey Alcarás
Los antiguos astrólogos disen en la sçiençia
de la astrología una buena sabiençia,
qu'el omen quando nasçe luego en su nasçençia
el signo en que nasçe le jusgan por sentençia.
Esto dis' Tholomeo, e díselo Platón,
otros muchos maestros en este acuerdo son:
quál es el asçendente e la costelaçión
del que nasçe, tal es su fado et su don.
Muchos ay que trabajan siempre por cleresía,
deprenden grandes tiempos, espienden grant quantía,
en cabo saben poco, que su fado les guía:
non pueden desmentir a la astrología.
Otros entran en orden por salvar las sus almas,
otros toman esfuerzo en querer usar armas,
otros sirven señores con las sus manos ambas,
pero muchos de aquestos dan en tierra de palmas.
Non acaban en orden, nin son más caballeros,
nin han merçed de señores, nin han de sus dineros:
porque puede ser esto, creo ser verdaderos,
segund natural curso, los dichos estrelleros.
Porque creas el curso, d'estos signos atales,
desirt'he un juisio de cinco naturales,
que judgaron un niño por sus çiertas señales,
dieron juisios fuertes de acabados males.
Era un rey de moros, Alcarás nombre avía:
nasçiole un fijo bello, más de aquél non tenía,
embió por sus sabios, d'ellos saber querría
el signo e la planeta del fijo que l' nasçía.
Entre los estrelleros que l' vinieron a ver,
vinieron çinco d'ellos de más cumplido saber;
desque vieron el punto en que ovo de nasçer,
dixo el un maestro: «Apedreado a de ser.»
Judgó el otro e dixo: «Éste a de ser quemado.»
El terçero dise « El niño a de ser despeñado.»
El quarto dixo «El infante a de ser colgado.»
Dixo el quinto maestro: «Morrá en agua afogado.»
Quando oyó el rey juisios desacordados,
mandó que los maestros fuesen muy bien guardos;
físolos tener presos en logares apartados,
dio todos sus juisios por mintrosos probados.
Desque fue el infante a buena edat llegado,
pidió al rey su padre, que le fuese otorgado
de ir a correr monte, caçar algún venado;
respondiole el rey, que le plasía de grado.
Cataron día claro para ir a caçar;
desque fueron en el monte, óvose a levantar
un rebatado nublo, comenzó a graniçar,
e a poca de hora comenzó de apedrear.
Acordose su ayo, de cómo lo judgaron
los sabios naturales, que su signo acataron:
dis: «Vayámosnos, señor, que los que a vos fadaron
»non sean verdaderos en lo que adevinaron.»
Pensaron mucho ayna todos de se acoger,
mas como es verdat, e non puede fallesçer
en lo que Dios ordena en cómo ha de ser,
segund natural curso non se puede estorçer.
Fasiendo la grand piedra el infante aguijó,
pasando por la puente un grand rayo le dio,
foradose la puente, por allí se despeñó,
en un árbol del río de sus faldas se colgó.
Estando ansí colgado a do todos lo vieron,
afogose en el agua; acorrer non lo podieron:
los çinco fados dichos todos bien se complieron.
Los sabios naturales verdaderos salieron.
Desque vido el rey complido su pesar,
mandó los estrelleros de la presión soltar:
físoles mucho bien, e mandoles usar
de su astrología, en que non avíe que dubdar.
Yo creo los astrólogos verdad naturalmente;
pero Dios que crió natura e acidente,
puédelos demudar, et faser otramente:
segund la fe católica, yo d'esto só creyente.
En creer lo de natura non es mal estança:
e creer muy más en Dios con firme esperança;
por que creas mis dichos e non tomes dubdança,
pruébotelo brevemente con esta semejança.
Yo creo que el rey en su regno ha poder
de dar fueros et leyes, e derechos faser:
d'esto manda faser libros, e quadernos componer:
para quien fase el yerro qué pena debe haber.
Acaesçe, que alguno fase grant traición,
ansí que por el fuero debe morir con raçón,
pero por los privados, que en su ayuda son,
si piden merçed al rey, dal' complido perdón.
O si por aventura aqueste que lo erró,
al rey en algund tiempo atanto le servió,
que piedat e serviçio mucho al rey movió,
porque del yerro fecho complido perdón le dio.
Et ansí como por fuero avía de morir,
el fasedor del fuero non lo quier' consentir,
dispensa contra el fuero e déxalo vevir;
quien puede faser leyes, puede contra ellas ir.
Otrosí puede el papa sus decretales far,
en que a sus súbditos manda çierta pena dar;
pero pude muy bien contra ellas dispensar,
por graçia o por serviçio toda la pena soltar.
Vemos cada día pasar esto de fecho,
pero por todo eso las leyes y el derecho,
et el fuero escrito non es por ende desfecho,
ante es çierta çiencia e de mucho provecho.
Bien ansí nuestro señor Dios, quando el çielo crió,
puso en él sus signos, et planetas ordenó,
sus poderíos çiertos et juisios otorgó,
pero mayor poder retuvo en sí que les non dio.
Ansí que por ayuno, e limosna, e oraçión,
et por servir a Dios con mucha contriçión
non ha poder mal signo nin su costelaçión.
El poderío de Dios tuelle la tribulaçión.
Non son por todo aquesto los estrelleros mintrosos,
que judgan segund natura por sus cuentos fermosos,
ellos e la çiençia son çiertos et non dubdosos,
mas no pueden contra Dios ir, nin son poderosos.
Non sé astrología, nin só ende maestro,
nin sé astrolabio más que buey de cabestro;
mas porque cada día veo pasar esto,
por aqueso lo digo, otrosí veo aquesto.
Muchos naçen en Venus; que lo más de su vida
es amar las mugeres; nunca se les olvida;
trabajan et afanan mucho sin medida,
e los más non recabdan la cosa más querida.
En este signo atal creo que yo nasçí,
siempre puñé en servir dueñas que conoçí,
el bien que me feçieron, non lo desgradeçí,
a muchas serví mucho, que nada acabesçí.
Como quier' que he probado mi signo ser atal
en servir a las dueñas puñar e non en ál;
pero aunque ome non goste la pera del peral,
en estar a la sombra es plaser comunal.
Muchas noblesas ha el que a las dueñas sirve,
loçano fablador en ser franco se avive,
en servir a las dueñas el bueno non se esquive,
que si mucho trabaja, en mucho plaser vive.
El amor fas' sotil al ome que es rudo,
fásele fabrar fermoso al que antes era mudo,
al omen que es cobarde, fáselo muy atrevudo,
al peresoso fase ser presto et agudo.
Al mançebo mantiene mucho en mançebés,
e al viejo fas' perder mucho la vejés,
fase blanco e fermoso del negro como pes,
lo que non vale una nues, amor le da grand pres.
El que es enamorado, por muy feo que sea,
otrosí su amiga magüer que sea muy fea,
el uno et el otro non ha cosa que vea,
que tan bien le paresca, nin que tanto desea.
El babieca, el torpe, el neçio, et el pobre
a su amiga bueno paresçe, et rico hombre;
más noble que los otros, por ende todo cubre,
como un amor pierde, luego otro cobre.
Ca puesto que su signo sea de tal natura:
como es este mío, dise una escritura,
que buen esfuerzo vençe a la mala ventura,
et a toda pera dura grand tiempo la madura.
Una tacha le fallo al amor poderoso,
la qual a vos, dueñas, yo descobrir non oso,
mas porque non me tengades por desidor medroso,
es ésta: que el amor siempre fabla meteroso.
Ca segund vos he dicho en la otra conseja,
lo que en sí es torpe, con amor bien semeja,
tiene por noble cosa lo que non vale una arveja,
lo que semeja non es, oya bien tu oreja.
Si las mançanas siempre oviesen tal sabor
de dentro qual de fuera dan vista et color
non avríe de las plantas fruta de tal valor,
más ante pudríe que otra; pero dan buen olor.
Bien atal es el amor, que da palabra llena,
toda cosa que dise, paresçe mucho buena,
non es todo cantar quanto ruido suena,
por vos descobrir esto, dueña, non aya pena.
Dis', por las verdades se pierden los amigos,
et por las non desir se fasen desamigos,
ansí entiende sano los proverbios antiguos,
et nunca vos creades loores de enemigos.
De cómo el arçipreste fue enamorado: et del enxiemplo del ladrón e del mastín
Como dise el sabio, cosa dura e fuerte
es dexar la costumbre, el fado, et la suerte;
la costumbre es otra natura, çiertamente,
apenas non se pierde fasta que viene la muerte.
Et porque es costumbre de mançebos usada
querer siempre tener alguna enamorada:
por aver solás bueno del amor con amada,
tomé amiga nueva, una dueña ençerrada.
Dueña de buen linaje e de mucha noblesa,
todo saber de dueña sabe con sotilesa,
cuerda et de buen seso, non sabe de vilesa,
muchas dueñas e otras de buen saber las besa.
De talla muy apuesta, et de gesto amorosa,
loçana, doñeguil, plasentera, fermosa,
cortés, e mesurada, falaguera, donosa,
graçiosa, et donable de amor en toda cosa.
Por amor d'esta dueña fis' trovas e cantares,
sembré avena loca ribera de Enares;
verdat es lo que disen los antiguos retraeres,
quien en 'l arenal siembra non trilla pegujares.
Coydando la yo aver entre las benditas,
dávale de mis donas non paños, et non çintas,
non cuentas, nin sartal, nin sortijas, nin mitas,
con ello estas cántigas que son deyuso escritas.
Non quiso reçebirlo, bien fuyó de avolesa,
fiso de mí babieca, dis': «Non muestran peresa
»los omes en dar poco por tomar grand riquesa
»levadlo e desidle, que mal mercar non es franquesa.
Et non perderé yo a Dios, nin al su paraíso
por pecado del mundo, que es sombra de aliso:
non soy yo tan sin seso, si algo he priso;
quien toma, dar debe, díselo sabio enviso.
Ansí contesçió a mí con la dueña de prestar,
como contesçió al ladrón, que entraba a furtar;
que falló un grand mastín, començole de ladrar,
el ladrón por furtar algo, començole a falagar.
Lançó medio pan al perro, que traía en la mano,
dentro iban las garaças, barruntolo el alano;
dis': «Non quiero mal bocado, non seríe para mí sano,
»por el pan de una noche, non perderé quanto gano.
Por poca vianda que esta noche çenaría
non perderé los manjares, nin el pan de cada día,
si yo tu mal pan comiese, con ello me afogaría,
tú furtarías lo que guardo, et yo grand traiçión
al señor que me crió, non faré tal falsedat,
que tú furtes su tesoro, que dexó en mi lealdat,
tú levarís el algo, yo faría grand maldat:
vete de aquí, ladrón, non quiero tu poridat.
Començó de ladrar mucho, el mastín era masillero
tanto seguió al ladrón, que fuyó de aquel çillero:
así conteçió a mí, et al mi buen mensagero
con aquesta dueña cuerda, e con la otra primero.
Fueron dares baldíos, de que ove mansilla:
dixo: «Uno coyda el bayo, et otro lo ensilla.»
Redreme de la dueña, et creí la fabrilla,
que dis': «Por lo perdido non estés mano en megilla.»
Ca segund vos he dicho, de tal venturo seo,
que si lo fas' mi signo, o si mi mal aseo,
nunca puedo acabtar lo medio que deseo,
por esto a las vegadas con el amor peleo.
De cómo el amor vino al arçipreste, et de la pelea que con él ovo el dicho arçipreste.
Direvos una pelea, que una noche me vino,
pensando en mi ventura sañudo et non con vino:
un omen grande, fermoso, mesurado a mí vino:
yo le pregunté quién era, dixo: «Amor, tu vesino.»
Con saña que tenía, fuilo a denostar:
díxel': «Si Amor eres, no puedes aquí estar,
eres mentiroso, falso en muchos enartar,
salvar non puedes uno, puedes çient mil matar.
Con engaños et lisonjas, et sotiles mentiras
emponçoñas las lenguas, enerbolas tus viras,
el que mejor te sirve, a él fieres, quando tiras,
párteslo del amiga al omen que aíras.
Traes enloqueçidos a muchos con tu saber,
fáseslos perder el sueño, el comer, e el beber,
fases a muchos omes tanto se atrever
en ti, fasta que el cuerpo e el alma van perder.
Non tienes regla çierta, ni tienes en ti tiento,
a las vegadas prendes con gran arrebatamiento,
a veses poco a poco con maestrías çiento;
de quanto yo te digo, tú sabes que non miento.
Desque los omes prendes, non das por ellos nada,
tráeslos de hoy en cras en vida muy penada,
fases al que te cree lastar en tu mesnada,
et por plaser poquillo andar luenga jornada.
Eres tan enconado, que do fieres de golpe,
non lo sana mengía, emplasto, nin jarope,
non sé fuerte nin reçio que se contigo tope,
que no l' debatas luego por mucho que se enforçe.
De cómo enflaqueses las gentes e las dañas,
muchos libros ay d'esto, de cómo las engañas
con tus muchos doñeos e con tus malas mañas
siempre tiras la fuerça, dísenlo en fasañas.
Enxiemplo del garçón que quería casar con tres mujeres
Era un garçón loco, mançebo bien valiente,
non quería casarse con una solamente,
si non con tres mugeres; tal era su talente;
porfiaron en cabo con él toda la gente.
Su padre e su madre, et su hermano mayor
afincáronle mucho, que ya por su amor
con dos que se casase, primero con la menor,
et dende a un mes complido casase con la mayor.
Fiso su casamiento con aquesta condiçión:
el primer mes ya pasado dixiéronle tal raçón,
que al otro su hermano con una e con más non
quisiese que le casasen a ley e a bendiçión.
Respondió el casado, que esto non fesiesen,
que él tenía muger, en que ambos a dos oviesen
compaña mucho buena, e d'esto le dixiesen,
de casarlo con otra non se entremetiesen.
Aqueste omen bueno padre de aqueste neçio
tenía un molino de grand muela de preçio,
ante que fuese casado el garçón atán reçio,
andando mucho la muela teníala con el pie quedo.
Aquesta fuerza grande e aquesta valentía,
ante que fuese casado ligero la fasía.
El un mes ya pasado que casado avía,
quiso probar como ante e vino allí un día:
probó tener la muela como avía usado,
levantole las piernas, echolo por mal cabo,
levantose el neçio, maldíxole con mal fado,
dis: '¡Ay molino resio! Aun te vea casado.'
A la muger primera él tanto la amó,
que a la otra donsella nunca más la miró,
non probó más tener la muela, sol' non lo asmó,
ansí tu devaneo al garçón loco domó.
Eres padre del fuego, pariente de la llama,
más arde e más se quema qualquier que te más ama
Amor, quien te más sigue, quémasle cuerpo et alma
destrúyeslo del todo, como el fuego a la rama.
Los que te non probaron, en buen día nasçieron,
folgaron sin coydado, nunca entristeçieron,
desque a ti fallaron, todos su bien perdieron,
fueles como a las ranas, quando el rey pidieron.
Enxiemplo de las ranas, en cómo demandavan rey a don Júpiter
Las ranas en un lago cantavan et jugavan,
cosa non las nusía, bien solteras andavan,
creyeron al diablo, que d'el mal se pagavan,
pidieron rey a don Júpiter, mucho gelo rogavan.
Embioles don Júpiter una biga de lagar
la mayor qu'é1 pudo; cayó en ese lugar,
el grand golpe del fuste fiso las ranas callar,
mas vieron que non era rey para las castigar.
Suben sobre la biga quantas podían sobir,
dixieron: 'Non es este rey para lo nos servir.'
Pidieron rey a don Júpiter, como lo solían pedir:
don Júpiter con saña óvolas de oír.
Embioles por su rey cigüeña mansillera,
cercava todo el lago, ansí fas' la ribera,
andando pico abierta, como era ventenera,
de dos en dos las ranas comía bien ligera.
Querellando a don Júpiter, dieron voçes las ranas:
'Señor, señor, acórrenos, tú que matas et sanas,
'el rey, que tú nos diste por nuestras voses vanas,
'danos muy malas tardes, et peores mañanas,
'su vientre nos sotierra, su pico nos estraga,
'de dos en dos nos come, nos abarca, et nos astraga;
'señor, tú nos defiende, señor, tú ya nos paga,
'danos la tu ayuda, tira de nos tu plaga.'
Respondioles don Júpiter: 'Tened lo que pidistes,
'el rey tan demandado por quantas voses distes,
'vengue vuestra locura, ca en poco tovistes
'ser libres et sin premia: reñid, pues lo quisistes.'
Quien tiene lo que l' cumple, con ello sea pagado,
quien puede ser suyo, non sea enagenado,
el que non toviere premia, non quiera ser premiado
libertad e soltura non es por oro complado.
Bien ansí acaesçe a todos tus contrallos
do son de sí señores, tórnanse tus vasallos;
tú después nunca piensas si non por astragallos,
en cuerpos e en almas así todos tragallos.
Queréllanse de ti, mas non les vales nada,
que tan presos los tienes en tu cadena doblada,
que non pueden partirse de tu vida penada,
responde a quien te llama, vete de mi posada
non quiero tu compaña, vete de aquí, varón:
das al cuerpo laseria, trabajo sin raçón,
de día et de noche eres fino ladrón,
quando omen está seguro, fúrtasle el coraçón.
En punto que lo furtas, luego lo enagenas,
dasle a quien non le ama, torméntasle con penas,
anda el coraçón sin cuerpo en tus cadenas,
pensando e sospirando por las cosas agenas.
Fáseslo andar volando, como la golondrina,
revuélveslo a menudo, tu mal non adevina,
oras coyda en su saña, oras en merselina,
de diversas maneras tu queja lo espina.
En un punto lo pones a jornadas tresientas,
anda todo el mundo, quando tú lo retientas,
déxasle solo et triste con muchas sobervientas,
a quien no l' quiere ni l' ama, siempre gela mientas.
Varón ¿qué has conmigo? ¿quál fue aquel mal debdo,
que tanto me persigues? Viénesme manso e quedo,
nunca me aperçibes de tu ojo nin del dedo,
dasme en el coraçón, triste fases del ledo.
Non te puedo prender; tanta es tu maestría
et magüer te presiese, creí que te non mataría,
tú cada que a mí prendes, tanta es tu orgullía,
sin piedad me matas de noche et de día.
Responde: ¿qué te fis', ¿por qué me non diste dicha?
En quantas que amé nin de la dueña bendicha
de quanto me prometíe, luego era desdicha,
en fuerte punto te vi, la hora fue maldicha.
Quanto más aquí estás, tanto más me asaño;
más fallo que te diga, veyendo quanto daño
siempre de ti me vino, con tu sotil engaño,
andas urdiendo siempre cobierto so mal paño.
Aquí fabla del pecado de la cobdiçia
Contigo siempre traes los mortales pecados,
con mucha cobdiçia, los omes engañados,
fáseles cobdiçiar, mucho ser denodados,
pasar los mandamientos, que de Dios fueron dados.
De todos los pecados es raís la cobdiçia:
ésta es tu fija mayor, tu mayordoma ambiçia,
ésta es tu alferes, et tu casa ofiçia,
ésta destruye el mundo, sostienta la justiçia.
La soberbia et ira que non falla do quepa,
avarisia e loxuria que arden más que estepa,
gula, embidia, açidia, que s' pegan como lepra,
de la cobdiçia nasçen, es d'ella raís et çepa.
En ti fasen morada, alevoso traydor.
Con palabras muy dulses, con gesto engañador,
prometen e mandan mucho los omes con amor,
por complir lo que mandan, cobdiçian lo peor.
Cobdiçian los averes, que ellos non ganaron,
por complir las promesas, que con amor mandaron,
muchos por tal cobdiçia lo ageno furtaron,
porque penan sus almas, e los cuerpos lasraron.
Murieron por los furtos de muerte sopitaña,
arrastrados et enforcados de manera estraña,
en todo eres encuentro, e de mala picaña,
quien tu cobdiçia tiene el pecado lo engaña.
Por cobdiçia feçiste a Troya destroyr,
por la manzana escrita que non debiera escrebir
quando la dio a Venus Paris por le indusir,
que troxo a Elena que cobdiçiaba servir.
Por tu mala cobdiçia los de Egipto morieron,
los cuerpos enfamaron, las ánimas perdieron,
fueron e son airados de Dios los que te creyeron,
de mucho que cobdiçiaron, poca parte ovieron.
Por la cobdiçia pierde el omen el bien que tiene,
coyda aver más mucho de quanto le conviene,
non a lo que cobdiçia, lo suyo non mantiene,
lo que contesçió al perro, a éstos tal les viene.
Enxiemplo del alano que llevava la pieça de carne en la boca
Alano carniçero en un río andava,
una pieça de carne en la boca pasava,
con la sombra del agua dos tanto l' semejava,
cobdiçiola abarcar, cayósele la que levava.
Por la sombra mentirosa et por su coydar vano
la carne que tenía, perdiola el alano,
non ovo lo que quiso, non l' fue cobdiçiar sano,
coydó ganar, et perdió lo que tenía en su mano.
Cada día contesçe al cobdiçioso atal,
coyda ganar contigo, et pierde su cabdal,
de aquesta raís mala nasçe todo el mal,
es la mala cobdiçia un pecado mortal.
Lo más e lo mejor, lo qu'es más preçiado,
desque lo tiene omen çierto et ya ganado,
nunca debe dexarlo por un vano coydado:
quien dexa lo que tiene fase grand mal recabdo.
Aquí fabla del pecado de la soberbia
Soberbia mucha tienes a do miedo non as,
piensas pues non as miedo tú de qué pasarás,
las joyas para tu amiga de qué las complarás,
por esto robas et furtas, porque tú penarás.
Fases con tu soberbia acometer malas cosas,
robar a camineros las joyas preçiosas,
forçar muchas mugeres casadas e esposas,
vírgenes et solteras, viudas et religiosas.
Por tales malefiçios mándalos la ley matar,
mueren de malas muertes, non los puedes tú quitar.
Liévalos el diablo por el tu grand abeytar,
fuego infernal arde do uvías asentar.
Por tu mucha soberbia feçiste mucho perder,
primero muchos ángeles, con ellos Luçifer,
que por su gran soberbia e su desagradeçer
de las sillas del çielo ovieron de caer.
Magüer de su natura buenos fueron criados,
por la su grand soberbia fueron e son dañados;
quantos por la soberbia fueron e son dañados,
non se podrán escrebir en mil priegos contados.
Quantos fueron e son, batallas et peleas,
injurias e barajas et contiendas muy feas,
Amor, por tu soberbia se fasen, bien lo creas,
toda maldat del mundo es do quier que tú seas.
El omen muy soberbio et muy denodado,
que non a de Dios miedo, nin cata aguisado,
ante muere que otro más fraco et más lasrado,
contésçel' como al asno con el caballo armado.
Enxiemplo del caballo e del asno
Iva lidiar en campo el caballo fasiente,
porque forçó la dueña el su señor valiente,
lorigas bien levadas, muy valiente se siente:
mucho delante l'iba el asno mal doliente.
Con los pies, et con las manos, et con el noble freno.
El caballo soberbio fasía tan grand sueno,
que a las otras bestias espanta como trueno:
el asno con el miedo quedó, et no l' fue bueno.
Estava refusando el asno con la grand carga,
andava mal e poco, al caballo embarga:
derribole el caballo en medio de la varga;
dis': 'Don villano nesçio, buscad carrera larga.'
Dio salto en el campo ligero, aperçebido,
coydó ser vençedor, et fincó él vençido.
En el cuerpo muy fuerte de lança fue ferido,
las entrañas le salen, estava muy perdido.
Desque salió del campo, non valía una çermeña;
a arar lo pusieron, et a traer la leña,
a veses a la noria, a veses a la aceña:
escota el soberbio el amor de la dueña.
Tenía del grand yugo desolladas las çerviçes,
del finojar a veses finchadas las narises,
rodillas desolladas fasiendo muchas prises,
ojos fondos, bermejos, como pies de perdises.
Los quadriles salidos, somidas las ijadas,
el espinaso agudo, las orejas colgadas:
vídolo el asno nesçio: rijó bien tres vegadas,
dis': 'Compañero soberbio ¿dó son tu empelladas?
'¿dó es tu noble freno, et tu dorada silla?
'¿dó es tu soberbia, dó es la tu rensilla?
'Siempre vivrás mesquino, e con mucha mansilla,
'vengue la tu soberbia tanta mala postilla.'
Aquí tomen enxiemplo, et liçón cada día
los que son muy soberbios con su grand orgullía,
que fuerza e edat e onra, salud e valentía
non pueden durar siempre, vanse con mançebía.
Aquí fabla del pecado de la avarisia
Tú eres avarisia, eres escaso mucho,
al tomar te alegras, al dar non lo as ducho,
non te fartaría Duero con el su aguaducho,
siempre te fallo mal cada que te escucho.
Por la grand escasesa fue perdido el rico,
que al poble Sant Láçaro non dio solo un çatico,
non quieres ver nin amas poble grand nin chico,
nin de los tus tesoros non le quieres dar un pico.
Magüer que te es mandado por santo mandamiento
que vistas al desnudo, et fartes al fambriento,
et des al poble posada, tanto eres avariento,
que nunca lo diste a uno, pidiéndotelo çiento.
Mesquino: ¿tú qué farás el día de la afruenta
quando de tus haberes et de tu mucha renta
te demandare Dios de la despensa cuenta?
Non te valdrán tesoros, nin reynos çincuenta.
Quando tú eras poble, que tenías grand dolençia,
entonçes sospiravas, et fasías penitençia,
pidías a Dios que te diese salud e mantenençia,
et que partirías con pobles, et non farías fallençia.
Oyó Dios tus querellas, et diote buen consejo,
salud, e grand riquesa, et tesoro sobejo,
quando ves el poble, cáesete el çejo,
fases como el lobo doliente en el vallejo.
Enxiemplo del lobo, e de la cabra, e de la grilla
El lobo a la cabra comíala por merienda,
atravesósele un hueso, estaba en contienda,
afogarse quería, demandava corrienda
físicos et maestros, que quería faser emienda.
Prometió al que lo sacase, tesoros e grand riquesa,
vino la grulla de somo del altesa,
sacole con el pico el hueso con sotilesa,
el lobo fincó sano para comer sin peresa.
Dixo la grulla al lobo, que l' quisiese pagar,
el lobo dixo: '¡Cómo! ¿yo non te pudiera tragar,
'el cuello con mis dientes, si quisiera apertar?
'Pues séate soldada, pues non te quise matar.'
Bien ansí tú lo fases: aora que estás lleno
de pan e de dineros que forçaste de lo ageno,
non quieres dar al poble un poco de çenteno,
mas ansí te secarás como roçío et feno.
En faser bien al malo cosa non l'aprovecha,
omen desagradeçido bien fecho nunca pecha,
el buen conosçimiento mal omen lo desecha,
el bien que omen le fase, dis' que es por su derecha.
Aquí fabla del pecado de la luxuria
Siempre está loxuria a do quier que tú seas,
adulterio et forniçio todavía deseas,
luego quieres pecar con qualquier que tú veas,
por complir la loxuria en guiñando las oteas.
Fesiste por loxuria al profeta David,
que mató a Urías, quando le mandó en la lid
poner en los primeros, quando le dixo: 'Id,
'levad esta mi carta a Joab et venid.'
Por amor de Bersabee la muger de Urías
fue el rey David omeçida, e fiso a Dios fallías:
por ende non fiso el tempro en todos los sus días,
fiso grand penitençia por las tus maestrías.
Fueron por la loxuria çinco nobles çibdades
quemadas e destroídas; las tres por sus maldades,
las dos non por su culpa, mas por las veçindad
por malas veçindades se pierden eredades.
Non te quiero por vesino, nin me vengas tan presto:
al sabidor Virgilio, como dise en el testo,
engañole la dueña quando lo colgó en el çesto,
coydando que lo sobía a su torre por esto.
Porque le fiso desonra, et escarnio del ruego,
el grand encantador físole muy mal juego,
la lumbre de la candela encantó et el fuego,
que quanto era en Roma en punto morió luego.
Ansí que los romanos fasta la criatura
non podíen ayer fuego por su desaventura,
si non lo ençendían dentro en la natura
de la muger mesquina, otro non les atura.
Si dava uno a otro fuego o la candela,
amatávase luego, e veníen todos a ella,
ençendíen allí todos como en grand çentella,
ansí vengó Virgilio su desonra e querella.
Después d'esta desonra et de tanta vergüeña,
por faser su loxuria Virgilio en la dueña
descantó el fuego que ardiese en la leña,
fiso otra maravilla qu'el omen nunca ensueña.
Todo el suelo del río de la çibdad de Roma
Tiberio agua cabdal que muchas aguas toma,
físole suelo de cobre, reluse más que goma,
a dueñas tu loxuria d'esta guisa las doma.
Desque pecó con ella, sentiose escarnida,
mandó faser escalera de torno enjerida
de navajas agudas, por que a la sobida
que sobiese Virgilio, acavase su vida.
Él sopo que era fecho por su escantamente,
nunca más fue a ella, nin la ovo talente,
ansí por la loxuria es verdaderamente
el mundo escarnido, et muy triste la gente.
De muchos ha que matas, non sé uno que sanes:
quantos en tu loxuria son grandes barraganes,
mátanse asimesmos los locos albardanes,
contésçeles como al águila con los neçios truanes.
Enxiemplo del águila et del caçador
El águila cabdal canta sobre la faya,
todas las otras aves de allí las atalaya,
non ay péndola d'ella, que en tierra caya,
si ballestero la falla, préçiala más que saya.
Saetas e quadrillos, que trae amolados,
con péndolas de águila los ha empendolados,
fue como había usado a ferir los venados,
al águila cabdal diole por los costados.
Cató contra sus pechos el águila ferida,
e vido, que sus péndolas la habían escarnida,
dixo contra sí misma una raçón temida:
'De mí salió quien me mató, et me tiró la vida.'
El loco, el mesquino que su alma non cata,
usando tu locura e tu mala barata,
destruye a su cuerpo e a su alma mata,
que de sí mesmo sale quien su vida desata.
Omen, ave, o bestia, a que amor retiente,
desque cumple loxuria, luego se arrepiente,
entristese en punto, luego flaquesa siente,
acórtase la vida: quien lo dixo non miente.
¿Quién podríe desir quántos tu loxuria mata?
¿Quién diríe tu forniçio et tu mala barata?
Al que tu entendimiento e tu locura cata
el diablo lo lieva, quando non se recata.
Aquí fabla del pecado de la invidia
Eres pura envidia, en el mundo non ha tanta,
con grand çelo que tienes omen de ti se espanta,
si el tu amigo te dise: 'Fabla ya quánta
'tristesa e sospecha tu coraçón quebranta.'
El çelo siempre nasçe de tu envidia pura,
temiendo que a tu amiga otro le fabla en locura,
por esto eres çeloso, e triste con rencura,
siempre coydas en çelos, de otro bien non as cura.
Desque avía el çelo en ti arraygar,
sospiros e corajes quiérente afogar,
de ti mesmo nin de otro non te puedes pagar,
el coraçón te salta, nunca estás de vagar.
Con çelo e sospecha a todos aborresçes,
levántasles baraja, con çelo enfraquesçes,
buscas malas contiendas, fallas lo que meresçes,
contésçete como acaesçe en la red a los peçes.
Entras en la pelea, non puedes d'ella salir,
estás fraco e sin fuerza, non te puedes refertir,
nin la puedes vençer, nin puedes ende foír,
estórvate tu pecado, fásete allí morrir.
Por envidia Caín a su hermano Abel
matolo, porque yase dentro en Mongibel;
Jacob a Esaú por la envidia d'él,
furtole la bendiçión, porque fue rebtado d'él.
Fue por la envidia mala traído Jesu Christo
Dios verdadero e omen, fijo de Dios muy quisto,
por envidia fue preso, et muerto et conquistado,
en ti non es un bien nin fallado, nin visto.
Cada día los omes por cobdiçia porfían,
con envidia e çelo omes e bestias lidian,
a do quier que tú seas, los çelos allí herían,
la envidia los parte, envidiosos los crían.
Porque tiene tu vesino más trigo que tú paja,
con tu mucha envidia levántasle baraja,
ansí te acaesçe por le levar ventaja
como con los pavesnos contesçió a la graja.
Enxiemplo del pavón e de la corneja
Al pavón la corneja vídol' faser la rueda,
dixo con grand envidia: 'Yo faré quanto pueda,
'por ser atán fermosa' -esta locura coeda:
la negra por ser blanca contra sí se denueda.
Peló todo su cuerpo, su cara et su çeja;
de péndolas de pavón vistió nueva pelleja,
fermosa et non de suyo fuese para la iglesa:
algunas fasen esto que fiso la corneja.
Graja empavonada como pavón vestida
vídose bien pintada, e fuese enloqueçida,
a mejores que non ella era desagradeçida,
con los pavesnos anda la tan desconoçida.
El pavón de tal fijo espantado se fiso,
vido el mal engaño, et el color apostiso,
pelole toda la pluma, et echola en el carriso,
más negra paresía la graja que el eriso.
Ansí con tu envidia fases a muchos sobrar,
pierden lo que ganaron por lo ageno cobrar,
con la envidia quieren por los cuerpos quebrar,
non fallarán en ti si non todo mal obrar.
Quien quiere lo que non es suyo, et quiere otro paresçer
con algo de lo ageno ahora resplandesçer,
lo suyo e lo ageno todo se va a perder,
quien se tiene por lo que non es, loco es, va a perder.
Aquí fabla del pecado de la gula
La golosina tienes, goloso laminero,
querríes a quantas veçes gostarlas tú primero,
enfrasquesçes, pecado, eres grand venternero,
por cobrar la tu fuerza, eres lobo carniçero.
Desque te conoçí, nunca te vi ayunar,
almuerças de mañana, non pierdas la yantar,
sin mesura meriendas, mejor quieres çenar,
si tienes qué, o puedes, a la noche çaherar.
Con la mucha vianda e vino creçe la frema,
duermes con tu amiga, afógate postema,
liévate el diablo, en el infierno te quema,
tú dises al garçón, que coma bien y non tema.
Adán el nuestro padre por gula e tragonía,
porque comió del fruto que comer non debía,
echole del paraíso Dios en aquese día,
por ello en el infierno desque morió yasía.
Mató la golosina muchos en el desierto
de los más mejores que y eran por çierto,
el profeta lo dise esto que te refierto:
por comer e tragar siempre estás boca abierto.
Feçiste por la gula a Lot, noble burgués,
beber tanto que yogó con sus fijas; pues ves
a faser tu forniçio; ca do mucho vino es,
luego es la loxuria, et todo mal después.
Muerte muy rebatada trahe la golosina
al cuerpo muy goloso e al alma mesquina;
d'esto ay muchas fablas e estorias paladina;
desírtelo he más breve por te enviar ayna.
Enxiemplo del león et del caballo
Un caballo muy gordo pasçía en la defesa,
veníe el león de caza, pero con él non pesa,
el león tan goloso al caballo sopesa,
'Vasallo', dixo, 'mío, la mano tú me besa.'
Al león gargantero respondió el caballo,
dis': 'Tú eres mi señor, e yo tu vasallo,
en te besar la mano yo en eso me fallo,
mas ir a ti non puedo, que tengo un grand contrallo.
Ayer do me ferrava un ferrero maldito,
echome en este pie un clavo tan fito,
enclavome; ven, señor, con tu diente bendito
sácamelo, et fas de mí como de tuyo quito.'
Abaxose el león por le dar algún confuerto,
el caballo ferrado contra sí fiso tuerto,
las coçes el caballo lançó fuerte en çierto,
diole entre los ojos, echole frío muerto.
El caballo con el miedo fuyó aguas vivas,
avía mucho comido de yerbas muy esquivas,
iva mucho cansado, tomáronlo adivas:
ansí mueren los locos golosos do tú ivas.
El comedor sin mesura, et la grand venternía,
otrosí mucho vino con mucha beberría,
más mata que cuchillo, Ypocrás lo desía;
tú dises que quien bien come, bien fase garçonía.
Aquí fabla del pecado de la vanagloria
Ira e vanagloria tienes; en el mundo non ay tamaña,
más orgullo e más brío tienes, que toda España,
si non se fase lo tuyo, tomas ira et saña,
enojo et mal querençia anda en tu compaña.
Por la grand vanagloria Nabucodonosor,
donde era poderoso, et de Babilonia señor,
poco a Dios preçiaba nin avía d'é1 temor.
Tirole Dios su poderío, e todo su honor.
Él fue muy vil tornado et de las bestias egual,
comía yerbas montesas, como buey paja et ál,
de cabellos cobierto, como bestia atal,
uñas crió mayores que águila cabdal.
Rencor et omeçida criados de ti son,
vos ved que yo soy fulano, de los garçones garçón.
Dises muchos baldones así que de rondón,
mátanse los babiecas desque tú estás, follón.
Con la grand ira Sansón, que la su fuerça perdió,
cuando su mujer Dalila los cabellos le cortó,
en que avía la fuerça, et desque la bien cobró,
así mesmo con ira, e a otros muchos mató.
Con grand ira e saña Saúl, que fue rey
el primero que los jodíos ovieron en su ley.
Él mesmo se mató con su espada; pues vey,
si debo fiar en ti, a la fe non ansí lo crey.
Quien bien te conosçiere, de ti non fiará,
el que tus obras viere, de ti se arredrará,
quanto más te usare, menos te preçiará,
quanto más te probare, menos te amará.
Enxiemplo del león que se mató con ira
Ira et vanalgoria al león orgulloso,
que fue a todas bestias cruel e muy dañoso,
mató a sí mesmo irado, et muy sañoso,
desirte he el enxiemplo; séate provechoso.
El león orgulloso con ira e valentía,
quando era mançebo, todas las bestias corría,
a las unas matava, a las otras fería,
vínole grand vegedat, flaquesa e peoría.
Fueron aquestas nuevas a las bestias coseras,
fueron muy alegres, porque andaban solteras,
contra él vinieron todas por vengar sus denteras,
aun el asno nesçio veníe en las delanteras.
Todos en el león feríen et non poquillo,
el javalín sañudo, dávale del colmillo,
feríanlo de los cuernos el toro e el novillo,
el asno perezoso en él poníe su sillo.
Diole grand par de coçes, en la frente gelas pon':
el león con grand ira travó de su coraçón,
con sus uñas mesmas murió et con ál non,
ira e vanagloria diéronle mal gualardón.
El omen, que tiene estado, honra et grant poder
lo que para sí non quiere, non lo debe a otros faser
que mucho ayna, se puede todo su poder perder.
Et lo qu'él fiso a otros, d'ellos tal puede aver.
Aquí diçe del pecado de la açidia
De la açidia eres mesonero et posada,
nunca quieres que de bondat faça nada,
desque lo ves valdío, dasle vida penada,
en pecado comiença, en tristesa acavada.
Nunca estás valdío; aquél que una ves atas,
fáselos pensar engaños, muchas malas baratas,
deléytase en pecados et en malas baratas,
con tus malas maestrías almas e cuerpos matas.
Otrosí con açidia traes ipocresía,
andas con grand simplesa pensando pletesía,
pensando estás triste, tu ojo non se ersía,
do ves la fermosa, oteas con raposía.
De quanto bien podrías, non fases de ello cosa,
engañas todo el mundo con palabra fermosa,
quieres lo que el lobo quiere de la raposa;
abogado de fuero: oy' fabla provechosa.
Aquí fabla del pleyto qu'el lobo e la raposa ovieron ante don Gimio alcalde de Buxía
Furtava la raposa a su vesina el gallo:
veíalo el lobo, mandávale dexallo:
desía que non devía lo ageno furtarllo;
él non veía la hora, que estoviese en tragallo.
Lo que él más fasía, a otros lo acusava,
a otros retraía lo qu'él en sí loava,
lo que él más amava, aquello denostava,
desíe que non fesiesen lo qu'él más usava.
Emplasola por fuero el lobo a la comadre,
fueron ver su juisio ante un sabidor grande,
don Gimio avía por nomble, de Buxía alcalde,
era sotil e sabio, nunca seía de valde.
Fiso el lobo demanda en muy buena manera,
cierta et bien formada, clara e bien çertera,
teníe buen abogado, ligero e sotil era,
galgo, que de la raposa es grand abarredera.
Ante vos el mucho honrado e de grand sabidoría
don Gimio, ordinario alcalde de Buxía,
yo el lobo me querello de la comadre mía,
en juisio propongo contra su malfetría(38).
Et digo que agora en el que pasó de feblero,
era de mil e tresientos en el año primero,
regnante nuestro señor el león masillero,
que vino a nuestra çibdat por nomble de monedero.
En casa de don Cabrón, mi vasallo et mi quintero,
entró a furtar de noche por çima del fumero,
sacó furtando el gallo, el nuestro pregonero,
levolo et comiolo a mi pesar en tal ero.
De aquesto la acuso ante vos, el buen varón,
pido que la condenedes por sentençia et por ál non,
que sea enforcada e muerta como ladrón;
esto me ofresco probar so pena del talión.'
Seyendo la demanda en juisio leída,
fue sabia la gulpeja, et bien aperçebida;
Señor, dis yo só siempre de poco mal sabida,
dadme un abogado que fable por mi vida.
Respondió el alcalde: 'Yo vengo nuevamente
a esta vuestra çibdat, non conosço la gente;
pero yo te dó de plazo, que fasta días veinte
ayas tu abogado, luego al plazo vente.
Levantose el alcalde esa hora de judgar,
las partes cada una pensaron de buscar
quál dineros, quál prendas para el abogado dar,
ya sabía la raposa quién le había de ayudar.
El día era venido del plazo asignado,
vino doña Marfusa con un grand abogado,
un mastín ovejero de carrancas çercado:
el lobo quando lo vio, fue luego espantado.
Este grand abogado propuso por su parte:
Alcalde, señor don Gimio, quanto el lobo departe,
quanto demanda et pide, todo lo fas' con arte,
que él es fino ladrón, et non falla que l' farte.
Et por ende yo propongo contra él esençión
legítima et buena, porque su petiçión
non deve ser oída, nin tal acusación:
el faser non la puede, ca es fino ladrón.
A mí acaesçió con él muchas noches e días,
que levava furtadas de las ovejas mías,
vi que las degollava en aquellas erías,
ante que las comiese, yo gelas tomé frías.
Muchas veses de furto es de jues condenado,
por sentençia et por derecho es muy enfamado,
por ende non deve ser d'él ninguno acusado,
nin en vuestra audiençia oído, nin escuchado.
Otrosí le opongo, que es descomulgado
de mayor descomunión por costituçión de legado,
porque tiene barragana pública, e es casado
con su muger doña loba, que mora en vil forado.
Su mançeba es la mastina, que guarda las ovejas:
por ende los sus dichos non valen dos arvejas,
nin le deven dar respuesta a sus malas consejas;
asolved a mi comadre, váyase de las callejas.
El galgo e el lobo estaban encogidos,
otorgáronlo todo con miedo e amidos
dis luego la Marfusa: 'Señor, sean tenidos
en reconvençión, pido que mueran et non sean oídos.
Ençerraron raçones de toda su porfía,
pidieron al alcalde, que les asignase día
en que diese sentençia, qual él por bien tenía;
et asignoles plazo después de Epifanía.
Don Gimio fue a su casa, con él mucha compaña,
con él fueron las partes, conçejo de cucaña,
ay van los abogados de la mala picaña,
por volver al alcalde, ninguno non lo engaña.
Las partes cada una a su abogado escucha,
presentan al alcalde quál salmón, e quál trucha,
quál copa, quál tasa en poridad aducha,
ármanse sancadilla en esta falsa lucha.
Venido es el día para dar la sentençia,
ante el jues las partes estavan en presençia
dixo el buen alcalde: 'Aved buena avenençia,
ante que yo pronunçie, e vos dé la sentençia.
Pugnan los abogados, et fasen su poder,
por saber del alcalde lo que quiere faser,
qué sentençia daría, o quál podría ser,
mas non podieron d'él cosa saber nin entender.
De leyes le fablavan por le faser desir
algo de la sentençia por su coraçón descobrir;
él mostrava los dientes, mas non era reír,
coydavan que jugava, et todo era reñir.
Dixieron las partes a los sus abogados,
que non podrían ser en uno acordados,
nin querrían avenençia para ser despachados,
pidíen que por sentençia fuesen de allí librados.
El alcalde letrado et de buena çiençia
usó bien de su oficio et guardó su conçiençia:
estando asentado en la su abdiençia
resó él por sí mismo escrita tal sentençia
En l' nomble de Dios', el judgador desía,
yo, don Gimio, ordinario alcalde de Buxía,
vista la demanda que el lobo fasía,
en que a la marfusa furto le aponía:
et vistas las escusas e las defensiones,
que puso la gulhara en sus esenpçiones,
e vista la respuesta e las replicaçiones,
que propuso el lobo en todas sus raçones:
et visto lo que pide en su reconvençión
la comadre contra el lobo çerca la conclusión:
visto todo el proçeso, et quantas raçones en él son,
et las partes que piden sentençia et ál non:
por mí examinado todo el proçeso fecho,
avido mi consejo, que me fiso provecho,
con omes sabidores en fuero e en derecho
Dios ante mis ojos nin ruego nin pecho:
fallo, que la demanda del lobo es bien çierta,
bien acta e bien formada, bien clara e bien abierta:
fallo que la raposa es en parte bien çierta
en sus defensiones et escusa et refierta.
La exempçión primera es en sí perentoria,
mas la descomunión es aquí dilatoria:
diré un poco d'ella, que es grand estoria;
¡abogado de romançe esto ten en memoria!
La exempçión primera muy bien fue llegada,
mas la descomunión fue un poco errada,
que la constituçión deviera ser nomblada,
et fasta nueve días deviera ser probada.
Por caso o por testigos o por buen instrumente
de público notorio debiera sin fallimente
esta tal dilatoria probarse claramente,
si por perentoria esto otra mente.
Quando la descomunión por dilatoria se pone,
nueve días de plazo para el que se opone
por perentoria esto guarda, non te encone,
que a muchos abogados se olvida e se pospone.
Es toda perentoria la escomunión atal,
quando se pon' contra testigos en pleyto criminal,
contra jues publicado que su proceso non val',
quien de otra guisa lo pone, yérralo, et fase mal.
Fallo más, que la gulpeja pide más, que non debe pedir,
que de egual en criminal non puede reconvenir
por excepçión non puedo yo condepnar, nin puñir,
nin debe el abogado tal preçio comedir.
Magüer contra la parte o contra el mal testigo,
sea excepción probada, non l' fará otro castigo,
desecharán su demanda, su dicho non val' un figo,
la pena ordinaria non avrá, yo vos lo digo.
Si non fuere testigo falso, o si lo vieren variar,
ca entonçe el alcalde puédele atormentar,
non por la excepçión, mas por lo que puede far,
en los pleytos criminales su ofiçio ha grand lugar.
Por exepçión se puede la demanda desechar,
et puédense los testigos tachar et retachar,
por exepçión non puedo yo condepnar, nin matar,
nin puede el alcalde más que el derecho mandar.
Por quanto yo fallo por la su confesión
del lobo ante mi dicha, et por otra cosa non,
fallo que es probado lo que la marfusa pon':
por ende pongo silençio al lobo en esta saçón.
Pues por su confesión e su costumbre e uso
es manifiesto e çierto lo que la marfusa puso:
pronunçio que la demanda qu'él fiso e propuso,
non le sea resçebida segund dicho he de suso.
Pues el lobo confiesa, que fiso lo que acusa,
et es manifiesto e çierto, que él por ello usa,
non lo debe responder en juisio la marfusa;
resçibo sus defensiones a la buena escusa.
Non le preste lo que dixo que con miedo e quejura
fiso la confesión cogido en angostura,
ca su miedo era vano, et non dixo cordura,
que a do buen alcalde juzga toda cosa es segura.
Dó liçençia a la raposa, vaya a la salvajina;
porque non la asuelvo del furto tan ayna;
pero mando, que non furte el gallo a su vesina.'
Ella dis' que non lo tiene más que le furtará la gallina.
Non apelaron las partes, del juisio son pagados,
porque non pagaron costas nin fueron condenados,
esto fue porque non fueron de las partes demandados
nin fue el pleyto contestado, porque fueron escusados.
Allí los abogados dixieron contra el jues,
que avía mucho errado, et perdido el su buen pres,
por lo que avía dicho et suplido esta ves:
non gelo preçió don Gimio quanto vale una nues.
Díxoles, que bien podía él en su pronunçiaçión
complir lo que es derecho et de costituçión.
Que él de fecho ageno non fasía mensión;
tomaron los abogados del Gimio buena liçión.
Dixiéronle otrosí una derecha raçón,
que fecha la conclusión en criminal acusaçión,
non podía dar liçençia para aver compusiçión,
menester la sentençia çerca la conclusión.
A esto dixo el alcalde una sola responsión,
que él avíe poder del rey en su comisión
espeçial para todo esto et complida jurisdiçión
aprendieron los abogados en esta disputaçión.
Aquí fabla de la pelea qu'el arçipreste ovo con don Amor
Tal eres, como el lobo, retrahes lo que fases,
estrañas lo que ves, et non el lodo en que yases,
eres mal enemigo; a todos quantos plases
fablas con grant simplesa, porque muchos engañes.
A obla de piedad nunca paras mientes,
nin visitas los presos, nin quieres ver dolientes,
si non solteros, sanos, mançebos e valientes:
si loçanas encuentras, fáblaslas entre dientes.
Reças muy bien las oras con garçones folguynes
Cum his qui oderunt paçem fasta que el salterio afines.
Diçes ecce quem bonum, con sonajas, et baçines,
in noctibus stolite, después vas a maitines.
Do tu amiga mora comienças a levantar
domine labia mea en alta voz a cantar,
primo dierum ortu los estormentos tocar
nostras preçes ut audiat, et fáçeslos despertar.
Desque sientes a ella tu coraçón espaçias
con la maitinada cántate en las frurias laçias
laudes aurora luçe dasles grandes graçias
con miserere mei mucho te lo engraçias.
Et saliendo el sol comienças luego prima
debe in notem tuo ruegas a tu saquima
que la lieve por agua e que dé a toda çima
va en achaque de agua a verte la mala esquima.
Et si es tal que non usa andar por las callexas
que la lieve a las huertas por las rosas vermejas
si cree la babieca sus dichos e consejas
cueva tristis trae de quicumque vult redruexas.
Et si es dueña tu amiga que d'esto non se compone
tú católica e ella, cata manera que la trastorne
os, linga, mens le añade seso con ardor pospone
va la dueña a terçia caridat a longe pone.
Tú vas luego a la iglesia por le deçir tu raçón
más que por oír la misa, nin ganar de Dios perdón,
quieres la misa de los novios sin gloria, e sin son,
caxqueas al dar ofrenda, bien trotas el comendón.
Acabada la misa reças tú bien la sexta
que la vieja que tiene a tu amiga presta
comienças in verbum tuum, e diçes tú de aquésta
Sed sanctus sant' licor por la grand misa de fiesta.
Diçes quomodo dilexi nuestra fabla varona
susçipe me secundum, que para la mi corona
lucerna pedibus meis es la vuestra persona,
ella te diçe quam dulçia que recabdas a la nona.
Vas a reçar la nona con la dueña loçana
Mirabilia comienças, diçes de aquesta plana
Gresus meos dirige, responde doña fulana
Iustus es Domine tañer a nona la campana.
Nunca vi sancristán que a vísperas mexor tanga
todos los instierros toca con la chica manga
la que viene a tus vísperas por bien que se remanga
con virga virtutis tue faces, que de ay retanga.
Sede a destris meis diçes a la que viene;
cantas letatus sum, si allí se detiene;
illic enim asçenderunt a qualquier que allí se atiene.
La fiesta de seis capas contigo la Pascua tiene.
Nunca vi cura de almas que tan bien diga completas.
Vengan fermosas, o feas, quier' blancas, quier'prietas
digan te conoscas nos se grado abres las puertas
después custodinos te ruegan las encubiertas.
Fasta el quod parasti non la quieres dexar
ante façiem eius sabes las alxar
in gloria plebis tuae façes las aveitar
salve regina, diçes, si de ti se va quexar.
Con açidia traes estos males atantos
muchos otros pecados, antojos e espantos;
non te pagas de omes castos nin dignos santos,
a los tuyos das oblas de males e quebrantos.
El que tu obla trae, es mintroso perjuro,
por complir tus deseos fásesle herege duro
más cree tus lisonjas el nesçio fadeduro,
que non la fe de Dios, vete, yo te conjuro.
Non te quiero, Amor, nin cobdiçio tu fijo,
fásesme andar de valde, dísesme 'digo, digo',
tanto más me aquejas quanto yo más aguijo,
non me val' tu vanagloria un vil grano de mijo.
Non as miedo, nin vergüença de rey nin reyna,
múdaste do te pagan cada día ayna,
huésped eres de muchos, non duras so cortina,
como el fuego andas de vesina en vesina.
Con tus muchas promesas a muchos embeliñas,
en cabo son muy pocos a quien bien adeliñas
non te menguan lisonjas más que fojas en viñas:
más traes neçios locos que hay piñones en piñas.
Fases como folguín en tu mesma manera,
atalayas de lexos, e caças la primera,
al que quieres matar, sácasle de carrera,
de logar encobierto sacas çelada fiera.
Tiene omen su fija de coraçón amada,
loçana e fermosa, de muchos deseada,
encerrada e guardada, e con viçios criada,
do coyda tener algo, en ella tiene nada.
Cóydanse la casar como las otras gentes,
porque se onren d'ella su padre e sus parientes,
como mula camursia agusa rostros e dientes,
remeçe la cabeza, a mal seso tiene mientes.
Tú la ruyes a la oreja, e dasle mal consejo,
que faga tu mandado, et sigua tu trebejo,
los cabellos en rueda, el peyne et el espejo,
que aquel amigo oveja non es d'ella parejo.
El coraçón le tornas de mil guisas a la hora,
si oy casar la quieren, cras de otro se enamora,
a las veses en saya, a las veses en alcandora,
remítase la loca a do tu locura mora.
El que más a ti cree, anda más por mal cabo
a ellos e a ellas a todos das mal ramo,
de pecado dañoso de ál non te alabo,
tristesa e flaquesa, ál de ti non recabdo.
Das muerte perdurable a las almas que fieres,
das muchos enemigos al cuerpo que requieres,
fases perder la fama al que más amor dieres,
a Dios pierde e al mundo, Amor, el que más quieres.
Estruyes las personas, los averes estragas,
almas, cuerpos et algos como huerco las tragas,
de todos tus vasallos fases neçios fadragas,
prometes grandes cosas, poco et tarde pagas.
Eres muy grand gigante al tiempo del mandar,
eres enano chico quando lo as de dar,
luego de grado mandas, bien te sabes mudar,
tarde das e amidos, bien quieres demandar.
De la loçana fases muy loca et muy boba,
fases con tu grand fuego, como fase la loba,
el más astroso lobo al eñodio ajoba,
aquél da de la mano, e de aquél se encoba.
Ansí muchas fermosas contigo se enartan,
con quien se les antoja con aquel se apartan,
quier' feo, quier' natio aguisado non catan,
quanto más a ti creen, tanto peor baratan.
Fases por muger fea perder omen apuesto,
piérdese por omen torpe dueña de grand repuesto,
plásete con cualquier do el ojo as puesto,
bien te pueden desir antojo por denuesto.
Natura as de diablo, a do quier que tú mores
fases temblar los omes, e mudar sus colores,
perder seso e fabla, sentir muchos dolores,
traes los omes çiegos, que creen en tus loores.
Al bletador semejas, quando teñe su brete,
que canta dulçe con engaño, al ave pone aveite
fasta que le echa el laso, quando el pie dentro mete,
asegurando matas, quítate de mí, vete.
Ensiemplo del mur topo et de la rana
Contesçe cada día a tus amigos contigo,
como contesçió al topo, que quiso ser amigo
de la rana pintada, quando lo levó consigo:
entiende bien la fabla, et por qué te lo digo.
Tenía el mur topo cueva en la ribera,
creçió tanto el río, que maravilla era,
cercó toda su cueva, que non salía de fuera,
vino a él cantando la rana cantadera.
Señor enamorado, dixo al mur la rana,
quiero ser tu amiga, tu muger, et tu cercana,
yo te sacaré a salvo agora por la mañana,
ponerte he en el otero, cosa para ti sana.
Yo sé nadar muy bien, ya lo ves por el ojo:
ata tu pie al mío, sube en mi finojo;
sacarte he bien a salvo, non te faré enojo,
ponerte he en el otero o en aquel rastrojo.
Bien cantava la rana con fermosa raçón,
mas ál tiene pensado en el su coraçón,
creóselo el topo, en uno atados son,
atan los pies en uno, las voluntades non.
Non guardando la rana la postura que puso,
dio salto en el agua, somiose fasia yuso,
el topo cuanto podía, tiraba fasia suso,
qual de yuso, qual suso andavan a mal uso.
Andava y un milano volando desfambrido,
buscando qué comiese, esta pelea vido,
abatiose por ellos, subió en apellido,
al topo e a la rana levolos a su nido.
Comiolos a entrambos, non le quitaron la fambre,
así fase a los locos tu falsa vedegambre;
quantos tienes atados con tu mala estambre,
todos por ti peresçen por tu mala enxambre.
A los neçios e neçias, que una ves enlaças,
en tal guisa los trabas con tus fuertes mordaças,
que non an de Dios miedo, nin de sus amenaças;
el diablo los lieva presos en sus tenaças.
Al uno e al otro eres destroydor,
también al engañado como al engañador,
como el topo e la rana peresçen, o peor:
eres mal enemigo, fáseste amador.
Toda maldad del mundo e toda pestilençia
sobre la falsa lengua mintrosa aparesçençia,
desir palabras dulses que traen avenençia,
et faser malas obras, et tener mal querençia.
Del bien que omen dise, si a sabiendas mengua,
es el coraçón falso e mintrosa la lengua,
confunda Dios al cuerpo, do tal coraçón fuelga,
lengua tan enconada Dios del mundo la tuelga.
Non es para buen omen creer de ligero,
todo lo que l' dixieren piénselo bien primero,
non le conviene al bueno que sea lisongero,
en el buen desir sea omen firme e verdadero.
So la piel ovejuna traes dientes de lobo,
al que una ves travas, liévastelo en robo,
matas al que más quieres, del bien eres encovo,
echas en flacas cuestas grand peso e grand ajovo.
Pláseme bien, te digo, que algo non te debo,
eres de cada día logrero, e das a renuevo,
tomas la grand ballena con el tu poco çebo:
mucho más te diría, salvo que non me atrevo.
Porque de muchas dueñas mal querido sería,
et mucho garçón loco de mí profaçaría,
por tanto non te digo el diesmo que podría:
pues cállate e callemos, Amor, vete tu vía.»
Aquí fabla de la respuesta que don Amor dio al arçipreste
El Amor con mesura diome respuesta luego:
dis': «Arçipreste, sañudo non seyas, yo te ruego,
non digas mal de amor en verdat nin en juego,
que a las veses poca agua fase abajar grand fuego.
Por poco mal desir se pierde grand' amor,
de pequeña pelea nasçe muy grand' rencor,
por mala dicha pierde vasallo su señor,
la buena fabla siempre fas' de bueno mejor.
Escucha la mesura, pues dixiste baldón,
non debe amenazar el que atiende perdón,
do bien eres oído escucha mi raçón,
si mis dichos fases, non te dirá muger non.
Si tú fasta agora cosa non recabdeste
de dueñas et de otras que dises que ameste,
tórnate a tu culpa, pues por ti lo erreste,
porque a mí non veniste, nin oíste, nin prometiste.
Quesiste ser maestro ante que disçípulo ser,
et non sabes la manera como es deprender,
oye e leye mis castigos, e sábelos bien faser,
recabdarás la dueña, e sabrás otras tener.
Para todas mugeres tu amor non conviene,
non quieras amar dueñas, que a ti non aviene,
es un amor valdío, de grand locura viene,
siempre será mesquino quien amor vano tiene.
Si leyeres Ovidio el que fue mi criado,
en él fallarás fablas que le ove yo mostrado,
muchas buenas maneras para enamorado
Pánfilo et Nasón yo los ove castigado.
Si quisieres amar dueñas o otra qualquier muger,
muchas cosas habrás primero de aprender;
para que ella te quiera en su amor querer,
sabe primeramente la muger escoger.
Cata muger fermosa, donosa, et loçana,
que non sea mucho luenga, otrosí nin enana;
si podieres, non quieras amar muger villana
que de amor non sabe, es como bausana.
Busca muger de talla, de cabeça pequeña,
cabellos amarillos, non sean de alheña,
las çejas apartadas, luengas, altas en peña,
ancheta de caderas: ésta es talla de dueña.
Ojos grandes, fermosos, pintados, relusçientes,
et de luengas pestañas bien claras e reyentes,
las orejas pequeñas, delgadas, para ál mientes,
si ha el cuello alto, atal quieren las gentes.
La narís afilada, los dientes menudillos,
egoales, e bien blancos, un poco apretadillos,
las ensivas bermejas, los dientes agudillos,
los labros de la boca vermejos, angostillos.
La su boca pequeña así de buena guisa,
la su fas sea blanca, sin pelos, clara, e lisa,
puña de aver muger, que la veas de prisa
que la talla del cuerpo te dirá esto a guisa.
A la muger que enviares de ti sea parienta,
que bien leal te sea, non sea tu servienta,
non lo sepa la dueña porque la otra non mienta
non puede ser quien mal casa que non se arrepienta.
Puña en quanto puedas que la tu mensajera
sea bien rasonada, sotil e costumera
sepa mentir fermoso e siga la carrera,
ca más fierve la olla con la su cobertera
si parienta non tienes atal, toma viejas,
que andan las iglesias e saben las callejas,
grandes cuentas al cuello, saben muchas consejas,
con lágrimas de Moysén escantan las orejas.
Son grandes maestras aquestas paviotas,
andan por todo el mundo, por plaças e cotas,
a Dios alçan las cuentas, querellando sus coytas,
¡ay! ¡quánto mal saben estas viejas arlotas!
Toma de unas viejas que se fasen erveras,
andan de casa en casa e llámanse parteras;
con polvos e afeytes e con alcoholeras,
echan la moça en ojo e ciegan bien de veras.
E busca mesajera de unas negras pecas
que usan muncho frayres, monjas e beatas;
son mucho andariegas e meresçen las çapatas;
estas trotaconventos fasen muchas baratas.
Do estas mujeres están muncho se alegran
pocas mugeres pueden d'ellas se despagar,
porque a ti non mienta sábelas falagar,
ca tal escanto usan que saben bien çegar.
De aquestas viejas todas ésta es la mejor;
ruégal' que te non mienta, muéstral' buen amor,
que muncha mala bestia vende buen corredor,
e muncha mala ropa cubre buen cobertor.
Si dexier' que la dueña non tiene miembros muy grandes
nin los braços delgados, tú luego lo demandes
si ha los pechos chicos; si dise sí, demandes
contra la segura toda, porque más cierto andes.
Si dis' que los sobacos tiene un poco mojados
e que ha chicas piernas e luengos los costados,
ancheta de caderas, pies chicos, socavados,
tal muger non la fallan en todos los mercados.
En la cama muy loca, en casa muy cuerda;
non olvides tal dueña, mas d'ella te enamora;
esto que te castigo con Ovidio concuerda;
e para aquesta cata la fina avancuerda.
Tres cosas non te oso agora descobrir;
son todas encobiertas de mucho mal desir;
pocas son las mugeres que d'ellas pueden salir;
si yo las dexiese començaríen a reyr.
Guarte que non sea bellosa nin barbuda;
¡atal media pecada et huerco la saguda!
Si ha la mano chica, delgada, bos aguda,
atal muger, si puedes, de buen seso la muda.
En fin de las raçones fasle una pregunta:
si es muger alegre, de amor se respunta,
si afueras frías, si demanda quanto barrunta,
al ome si drise sí, atal muger te ayunta.
Atal es de servir e atal es de amar,
es muy más plasentera que otras en doñear
si tal saber podieres e la quesieres cobrar,
fas mucho por servirla en desir e en obrar;
de tus joyas fermosas cada que dar podieres,
quando dar non quesieres o quando non tovieres,
promete e manda muncho magüer non gelo dieres,
luego estará afusiada, fasta lo que quesieres.
Sírvela, non te enojes, sirviendo el amor crece;
el serviçio en el bueno nunca muere sin peresçe;
si se tarda, non se pierde, el amor nunca fallesçe,
que el grand trabajo todas las cosas vençe.
Gradésçegelo mucho lo que por ti fesiere,
póngelo en mayor de quanto ello valiere,
non le seas refertero en lo que te pediere,
nin le seas porfioso contra lo que te dixiere.
Requiere a menudo a la que bien quisieres
non ayas miedo d'ella quanto tiempo tovieres,
vergüença non te embargue quando con ella estovieres
peresoso non seas a do buena asina vieres.
Quando la muger ve al peresoso cobardo,
dise luego entre sus dientes: '¡Oy éste tomará mi dardo!'
Con muger non empereses nin te envuelvas en tabardo,
del vestido más chico sea tu ardit alardo.
Son en la grand peresa miedo e cobardía,
torpedat e vilesa, susiedat e astrosía;
por la peresa pierden muchos la mi compañía,
por peresa se pierde muger de grand valía.
Enxiemplo de los dos peresosos que querían casar con una dueña
Desir t'he la fasaña de los dos peresosos
que querían casamiento e andavan acusiosos;
amos por una dueña estavan codiçiosos
eran muy bien apuestos e verás quán fermosos.
El uno era tuerto del su ojo derecho,
ronco era el otro, de la pierna contrecho,
el uno del otro avía muy grand despecho.
Coydando que tenían su casamiento fecho.
Díxoles la dueña que ella quería casar
con el más peresoso e aquel quería tomar;
esto desíe la dueña queriéndolos abeitar.
Fabró luego el coxo, coydose adelantar.
Dixo: Señora, oíd primero la mi raçón:
Yo soy más peresoso que este mi compañón:
por peresa de tender el pie fasta el escalón
caí de la escalera, finqué con esta lisión.
Otrosí, yo pasava nadando por el río,
fasía la siesta grande, mayor que ome non vido;
perdíame de sed; tal peresa yo crío,
que por no abrir la boca de sed perdí el fablar mío.
Desque calló el coxo, dixo el tuerto: 'Señora,
chica es la peresa que éste dixo agora,
desir vos he la mía, non vistes tal ningund hora,
nin ver tal la puede ome que en Dios adora.
Yo era enamorado de una dueña en abril;
estando delante ella, sosegado e muy omil,
vínome desçendimiento a las narises muy vil,
por peresa de alimpiarme perdí la dueña gentil.
Mas vos diré, señora, una noche yasía
en la cama despierto, e muy fuerte llovía,
dávame una gotera del agua que fasía,
en el mi ojo muy resia, a menudo fería.
Yo ove grand peresa de la cabeça redrar,
la gotera que vos digo, con su mucho resio dar
el ojo, de que soy tuerto, óvomelo de quebrar;
devedes por más peresa, dueña, conmigo casar.'
Non sé,' dixo la dueña, 'd'estas peresas grandes,
quál es la mayor, d'ellas ambos pares estades,
véovos, torpe cojo, de quál pie cogeades,
veo, tuerto suçio, que siempre mal catades.
Buscad con quien casedes, que la dueña non se paga
de peresoso torpe, nin que vilesa faga.
Por ende, mi amigo, en tu coraçón non yaga,
nin tacha nin vilesa, de que dueña se despaga.
Fazle una vegada la vergüença perder
porque aquesto faz' mucho si la podieres aver;
desque una vez pierde vergüença la muger
más diabluras façe de quantas ome quier'.
¡Talente de mugeres quién lo podría entender
sus malas maestrías e su mucho mal saber!
Quando son ençendidas et mal quieren façer,
alma, e cuerpo, e fama, todo lo dexan perder.
Desque la vergüença pierde el tafur al tablero
si el pellote juga, jugará el braguero;
desque la cantadera dise el cantar primero
siempre le bullen los pies, et mal para el pandero.
Texedor e cantadera nunca tienen los pies quedos
en el telar e en la dança siempre bullen los tres dedos,
la muger sin vergüença por darle diez Toledos
non dexaría de façer sus antojos aredos.
Non olvides la dueña díchotelo e de suso,
muger, molino et huerta, siempre quieren grand uso,
non se pagan de disanto emporidat nin a escuso
nunca quieren olvido, probador lo compuso.
Cierta cosa es esta qu'el molino andando gana
huerta mexor labrada da la mexor mançana
muger mucho seguida, siempre anda loçana:
do estas tres guardares non es tu obra vana.
Enxiemplo de la propiedat que el dinero ha
Mucho fas el dinero, et mucho es de amar,
al torpe fase bueno, et omen de prestar,
fase correr al cojo, et al mudo fabrar,
el que non tiene manos, dineros quiere tomar.
Sea un ome nesçio et rudo labrador,
los dineros le fasen fidalgo e sabidor,
quanto más algo tiene, tanto es más de valor,
el que non ha dineros, non es de sí señor.
Si tovieres dineros, avrás consolaçión,
plaser e alegría, del papa raçión,
comprarás paraíso, ganarás salvaçión,
do son muchos dineros, es mucha bendiçión.
Yo vi en corte de Roma, do es la santidat,
que todos al dinero fasen grand' homilidat,
grand' honra le fasçían con grand' solenidat,
todos a él se homillan como a la magestat.
Fasíe muchos priores, obispos, et abades,
arçobispos, doctores, patriarcas, potestades,
a muchos clérigos nesçios dávales dinidades,
fasíe de verdat mentiras, et de mentiras verdades.
Fasía muchos clérigos e muchos ordenados,
muchos monges e monjas, religiosos sagrados,
el dinero los dava por bien examinados,
a los pobres desían, que non eran letrados.
Dava muchos juisios, mucha mala sentençia,
con muchos abogados era su mantenençia,
en tener pleytos malos et faser avenençia,
en cabo por dineros avía penitençia.
El dinero quebranta las cadenas dañosas,
tira çepos e grillos, et cadenas plagosas,
el que non tiene dineros, échanle las posas:
por todo el mundo fase cosas maravillosas.
Yo vi fer maravilla do él mucho usava,
muchos meresçían muerte que la vida les dava,
otros eran sin culpa, et luego los matava,
muchas almas perdía, et muchas salvava.
Fasía perder al pobre su casa e su viña,
sus muebles e raíçes todo los desaliña,
por todo el mundo anda su sarna e su tiña
do el dinero juega, allí el ojo guiña.
Él fase caballeros de neçios aldeanos,
condes, e ricos omes de algunos villanos:
con el dinero andan todos los omes loçanos,
quantos son en el mundo, le besan hoy las manos.
Vi tener al dinero las mejores moradas,
altas e muy costosas, fermosas, e pintadas,
castillos, eredades, et villas entorreadas:
todas al dinero sirven, et suyas son compladas.
Comía muchos manjares de diversas naturas,
vistía los nobles paños, doradas vestiduras,
traía joyas preçiosas en viçios et folguras,
guarnimientos estraños, nobles cabalgaduras.
Yo vi a muchos monges en sus predicaçiones
denostar al dinero et a sus tentaçiones,
en cabo, por dinero, otorgan los perdones,
asuelven el ayuno, ansí fasen oraçiones.
Pero que le denuestan los monges por las plaças,
guárdanlo en convento en vasos et en taças:
con el dinero cumplen sus menguas, e sus raças,
más condesignos tienen que tordos nin picaças.
Como quier que los frayles et clérigos disen, que aman a Dios
servir,
si barruntan que el rico está para morir;
quando oyen sus dineros que comienzan a retenir,
quál de ellos lo levarán, comienzan luego a reñir.
Monges, frayles, clérigos non toman los dineros,
bien les dan de la çeja do son sus parçioneros,
luego les toman prestos sus omes despenseros;
pues que se disen pobles, ¿qué quieren tesoreros?
Allí están esperando, quál avrá más rico tuero.
Non es muerto, ya disen pater noster, mal agüero,
como los cuervos al asno, quando le desuellan el cuero,
cras, cras, nos lo avremos, que nuestro es ya por fuero.
Toda muger del mundo, et dueña de altesa
págase del dinero et de mucha riquesa,
yo nunca vi fermosa, que quisiese poblesa,
do son muchos dineros y es mucha noblesa.
El dinero es alcalde et jues mucho loado,
éste es consejero et sotil abogado,
alguaçil et merino bien ardit esforzado:
de todos los ofiçios es muy apoderado.
En suma te lo digo, tómalo tú mejor,
el dinero del mundo es grand revolvedor:
señor fase del siervo, de señor servidor,
toda cosa del signo se fase por su amor.
Por dineros se muda el mundo e su manera
toda muger cobdiçiosa de algo es falaguera.
Por joyas et dineros salirá de carrera:
el dar quebranta peñas, fiende dura madera.
Derrueca fuerte muro, et derriba grant torre
a coyta, et a gran priesa el mucho dar acorre,
non a siervo captivo, que el dinero non le aforre:
el que non tiene que dar, su caballo non corre.
Las cosas que son graves, fáselas de ligero,
por ende a tu talante sé franco e llenero,
que poco o que mucho non vaya sin logrero,
non me pago de juguetes, do non anda el dinero.
Si algo non le dieres cosa mucha o poca,
sey franco de palabra, non le digas raçón loca,
quien no tiene miel en la orça, téngala en la boca:
mercader que esto fase, bien vende, et bien troca.
Si sabes estromentos bien tañer o templar,
si sabes o avienes en fermoso cantar,
a las vegadas poco en honesto lugar,
do la muger te oya, non dexes de trobar.
Si una cosa sola a la muger non muda,
muchas cosas juntadas façerte han ayuda,
desque lo oye la dueña mucho en ello coyda,
non puede ser que a tiempo a bien non te recubda.
Con una flaca cuerda non alzarás grand tranca,
nin por un solo '¡farre!' non anda bestia manca,
a la peña pesada non la mueve una palanca,
con cueros et almádanas poco a poco se arranca.
Prueba façer ligereças e façer valentía,
quier lo vea o non, saberlo a algund día,
non será tan esquiva que non aya mejoría,
non canses de seguirla, vençerás su porfía.
El que la mucho sigue, e el que la mucho usa
en el corazón la tiene magüer se le escusa,
pero que todo el mundo por esto le acusa,
en esto coyda siempre, por éste far la musa.
Quanto es más sosañada, quanto es más corrida,
quanto por ome es majada e ferida,
tanto más por él anda loca muerta et perdida,
non coyda ver la ora que con él seya ida.
Coyda su madre que por la sosañar,
por corrella et ferilla, et por la denostar,
que por ende será casta, et la fará estar:
éstos son aguijones que la façen saltar.
Debía pensar su madre de quando era donçella,
que su madre non quedava de ferirla e corrella,
que más la ençendía, et pues debía por ella
juzgar todas las otras, e a su fija bella.
Toda muger nasçida es fecha de tal masa,
lo que más la defiende aquello ante pasa,
aquello la ençiende, et aquello la traspasa,
do non es tan seguida anda más flaxa laxa.
A toda cosa brava grand uso la amansa,
la çierva montesina mucho corrida cansa,
caçador que la sigue tómala quando descansa:
la dueña mucho brava usándose faz' mansa.
Por una vez al día que ome gelo pida,
cient vegadas de noche de amor es requerida,
doña Venus gelo pide por él toda su vida,
de lo qu'él mucho pide, anda muy ençendida.
Muy blanda es el agua, mas dando en piedra dura,
muchas vegadas dando façe grand cavadura,
por grand' uso el rudo sabe grand letura,
muger mucho seguida olvida la cordura.
Guárdate non te abuelvas a la casamentera,
donear non la quieras, ca es una manera
porque te faría perder a la entendera,
ca una congrueça de otro siempre tiene dentera.
De cómo el Amor enseña al arçipreste, que aya en sí buenas costumbres, e sobre todo que se guarde de beber mucho vino blanco e tinto
Buenas costumbres debes en ti siempre aver.
guárdate, sobre todo, mucho vino beber,
que el vino fiso a Lot con sus fijas volver
en vergüenza del mundo, en saña de Dios caer.
Fiso cuerpo e alma perder a un hermitaño,
que nunca lo bebiera; probolo por su daño;
retentolo el diablo con su sotil engaño
físole beber el vino, oye enxiemplo estraño:
Era un hermitaño quarenta años avía,
que en todas sus oblas en yermo a Dios servía
en tiempo de su vida nunca el vino bebía,
en santidad e en ayuno et en oraçión vevía.
Tomava grand pesar el diablo con esto
pensó cómo podiese partirle de aquesto,
vino a él un día con sotileça presto:
'Dios te salve, buen omen,' dixo con simple gesto.
Maravillado el monge, dis': 'A Dios me acomiendo
'dime qué cosa eres, que yo non te entiendo.
'Grand tiempo ha, que está aquí a Dios serviendo,
'nunca vi aquí omen, con la crus me defiendo.'
Non pudo el diablo a su persona llegar,
seyendo arredrado comenzolo a retentar
dis: 'Aquel cuerpo de Dios, que tú deseas gustar,
'yo te mostraré manera, que lo puedas tomar.
'Non debes tener dubda, que del vino se fase
'la sangre verdadera de Dios, en ello yase
'sacramento muy sano, prueba, si te plase.'
El diablo al monje armado lo enlase.
Dixo el hermitaño: 'Non sé qué es vino.'
Respondió el diablo, presto por lo que vino,
dis: 'Aquellos taberneros, que van por el camino,
'te darán asás d'ello, ve por ello festino.'
Físole ir por el vino, et desque fue venido,
dixo: 'Saca d'ello, e bebe, pues lo as traído,
'prueba un poco d'ello, et desque ayas bebido,
'verás que mi consejo te será por bien avido.'
Bebió el hermitaño mucho vino sin tiento,
como era fuerte puro, sacol' de entendimiento;
desque vido el diablo que ya echava çimiento,
armó sotil su casa et su aparejamiento.
'Amigo,' dis, 'non sabes de noche, nin de día
'quál es la hora çierta, nin el mundo cómo se guía,
'toma gallo que te muestre las horas cada día,
'con él alguna fembra, que con ellas mejor cría.'
Creyó su mal consejo, ya el vino usava,
él estando con vino, vido cómo se juntava
el gallo a las fembras, con ellas se deleytava,
cobdiçió faser forniçio desque con vino estava.
Fue con él la cobdiçia raís de todos males,
luxuria e soberbia tres pecados mortales,
luego el omeçida: estos pecados tales
trae el mucho vino a los descomunales.
Desçendió de la hermita, forçó una muger,
ella dando muchas voçes non se pudo defender,
desque pecó con ella temió mesturado ser,
matola el mesquino, e óvose de perder.
Como diçe el proverbio, palabra es bien çierta,
que no hay encobierta que a mal non rebierta,
fue la su mala obra en punto descobierta,
esa hora fue el monge preso et en refierta.
Descobrió con el vino quánto mal había fecho,
fue luego justiçiado, como era derecho,
perdió cuerpo e alma el cuitado mal trecho:
en el beber demás y ay todo el mal provecho.
Fase perder la vista, et acortar la vida,
tira la fuerça toda, si s' toma sin medida,
fase tembrar los miembros, todo seso olvida:
a do es el mucho vino, toda cosa es perdida.
Fase oler el fuelgo, que es tacha muy mala,
huele muy mal la boca, non ay cosa que l' vala,
quema las asaduras, el fígado trascala:
si amar quieres dueña, del vino bien te guarda.
Los omes embriagos ayna envegesçen,
fasen muchas vilesas, todos los aborresçen,
en su color non andan, sécanse et enmagresçen,
a Dios lo yerran mucho, del mundo desfallesçen.
A do más puja el vino qu'el seso dos meajas,
fasen roído los beodos como puercos et grajas:
por ende vienen muertes, contiendas e barajas:
el mucho vino es bueno en cubas e en tinajas.
Es el vino muy bueno en su mesma natura,
muchas bondades tiene, si se toma con mesura,
al que demás lo bebe, sácalo de cordura,
toda maldat del mundo fase et toda locura.
Por ende fuye del vino, et fas buenos gestos
quando fablares con dueñas, diles doneos apuestos,
los fermosos retraheres tien' para desir apuestos,
sospirando la fabla, con deçires honestos.
Non fables muy apriesa, nin otro si muy paso,
non seas rebatado, nin vagaroso laso,
de quanto que pidiere non le seas escaso,
de lo que le prometieres non la trayas a traspaso.
Quien muy ayna fabla, ninguno non le entiende,
quien fabla muy paso, enójase quien le atiende
el grant arrebatamiento con locura contiende,
el mucho vagaroso de torpe non se defiende.
Nunca ome escaso recabda de ligero,
nin acava quanto quiere si le veyen costumero,
a quien de oy en cras fabla, non dan por verdadero,
al que manda e da luego a éste lo an primero.
En todos los tus fechos, en fablar et en ál
escoge la mesura, et lo que es comunal:
como en todas cosas poner mesura val',
así, sin la mesura, todo parece mal.
Non quieras jugar dados, nin seas tablagero:
ca es mala ganancia, peor que de logrero;
el judío al año da tres por cuatro; pero
el tablag' de un día dobla el su mal dinero.
Desque los omes están en juegos ençendidos,
despójanse por dados, los dineros perdidos.
Al tablagero fincan dineros et vestidos,
do non les come, se rascan los tahures amidos.
Los males de los dados dislos maestre Roldán,
todas sus maestrías et las tachas que an,
más alholís rematan, pero non comen pan,
que corderos la Pasqua, nin ansarones San Juan.
Non uses con bellacos, nin seas peleador,
non quieras ser caçurro, nin seas escarnidor,
nin seas de ti mismo, e de tus fechos loador
ca el que muncho se alava, de sí mismo es denostador.
Non seas maldesçiente, nin seas envidioso,
a tu muger si es cuerda, non le seas çeloso,
si algo no l' probares, no l' seas despechoso
non seas de su algo pedidor codiçioso.
Ante ella non alabes otra de paresçer,
ca en punto la farás luego entristeçer,
cuydará que a la otra querías ante vençer,
poderte ya tal achaque tu pleyto empesçer.
De otra muger non le digas, más a ella alava,
et trebejo, dueña non lo quiere en otra aljava,
raçón de fermosura en ella la alava:
quien contra esto fase, tarda e non recabda.
Non le seas mintroso, seyle muy verdadero,
quando fables con ella, non seas tú parlero,
do te fablare de amor, sey tú plasentero,
ca el que calla et aprende, éste es mansellero.
Ante otros de açerca tú muncho non la cates
nin la fagas señales, a sí mismo non mates,
ca muchos lo entienden que lo probaron antes
de lexos algarea, quedo non te arrebates.
Sey como la paloma, limpio et mesurado,
sey como el pavón, loçano sosegado,
sey cuerdo e non sañudo, nin triste, nin ayrado,
en esto se esmera el que es enamorado.
De una cosa te guarda quando amares a una:
non se sepa que amas otra muger alguna;
si non, todo su afán es sombra de luna,
et es como quien siembra en río o en laguna.
Piensa si consintrá tu caballo tal freno,
que tu entendedora amase a fray Moreno;
pues piensa por ti mesmo, e cata bien tu seno,
et por tu coraçón juzgarás el ageno.
Sobre todas las cosas fabla de su bondat,
non te alabes d'ella, que es grand torpedad,
muchos pierden la dueña por desir neçedat,
que quier' que por ti faga, tenlo en poridat.
Si mucho le ençelares, mucho fará por ti,
do fallé poridat, de grado departí,
de omen mesturero nunca me entremetí,
a muchos de las dueñas por esto los partí.
Como tiene el estómago en sí mucha vianda,
tenga la poridat que es mucho más blanda
Catón, sabio romano, en su libro lo manda,
dis' que la buena poridat en buen amigo anda.
Tirando con sus dientes descúbrese la çarça,
échanla de la viña, de la huerta e de la haça,
alçando el cuello suyo descóbrese la garça,
buen callar cient sueldos val' en toda plaça.
A muchos fase mal el omen mesturero,
a muchos desayuda, e a sí primero,
reselan d'él las dueñas, e danle por fasañero,
por mala dicha de uno pierde todo el tablero.
Por un mur pequeño que poco queso preso
disen luego: 'Los mures han comido el queso.'
Sea el mal andante, sea el mal apreso,
quien a sí e a otros estorva con mal seso.
De tres cosas que pidas a la muger falaguera,
deçirte ha la segunda si le guardas la primera:
si las dos bien guardares, deçirte ha la terçera:
Non pierdas a la dueña por tu lengua parlera.
Si tú guardar sopieres esto que te castigo,
cras te dará la puerta quien te hoy çierra el postigo
la que te hoy desama, cras te querrá amigo:
fas' consejo de amigo, fuye loor de enemigo.
Mucho más te diría, si podiese aquí estar,
mas tengo por el mundo otros muchos de pagar,
pésales por mi tardanza, a mí pesa del vagar,
castígate castigando, e sabrás a otros castigar.»
Yo Joan Ruis, el sobredicho arçipreste de Hita,
porque mi coraçón de trovar non se quita,
nunca fallé tal dueña como a vos Amor pinta,
nin creo que la falle en toda esta coyta.
De cómo Amor se partió del arçipreste, et de cómo doña Venus lo castigó
Partiose Amor de mí, e dexome dormir:
desque vino el alba començé de comedir
en lo que me castigó; et por verdat desir,
fallé que en sus castigos siempre usé vevir.
Maravilleme mucho desque en ello pensé,
de cómo en servir dueñas todo tiempo non cansé,
mucho las guardé siempre, nunca me alabé,
¿quál fue la raçón negra porque non recabdé?
Contra mi coraçón yo mismo me torné,
porfiando le dixe: «Agora yo te porné
»con dueña falaguera: e d'esta ves terné,
»que si bien non avengo, nunca más averné.»
Mi coraçón me dixo: «Faslo e recabdarás,
si hó non recabdares, torna y luego cras,
lo que muchos días acabado non as,
quando non coydares, a otra ora lo avrás.
Fasaña es usada, proverbio non mintroso,
más val' rato acuçioso que día perezoso:
partime de tristeza de cuydado dañoso,
busqué et fallé dueña de qual só deseoso.
De talle muy apuesta, de gestos amorosa
doñeguil, muy loçana, plasentera et fermosa,
cortés et mesurada, falaguera, donosa,
graçiosa et risueña, amor de toda cosa.
La más noble figura de quantas yo aver pud',
viuda rica es mucho, et moça de juventud
et bien acostumbrada, es de Calataúd,
de mí era vesina, mi muerte e mi salud.
Fija de algo en todo et de alto linage,
poco salía de casa, segunt lo an de usage:
fuime a doña Venus que le levase mensage,
ca ella es comienzo et fin d'este viaje.
Ella es nuestra vida et ella es nuestra muerte,
enflaqueçe et mata al resio et al fuerte,
por todo el mundo tiene grant poder et fuerte,
todo por su consejo se fará a do apuerte.
Señora doña Venus, muger de don Amor,
noble dueña, omíllome yo, vuestro servidor
de todas cosas sodes vos el amor señor:
todos vos obedesçen como a su fasedor.
Reyes, duques e condes e toda criatura
vos temen e vos sirven como a vuestra fechura,
complit los míos deseos et datme dicha e ventura,
non me seades escasa, nin esquiva, nin dura.
Non vos pidré grant cosa para vos me la dar,
pero a mí cuitado es me grave de far:
sin vos yo non la puedo començar nin acabar:
yo seré bien andante por lo vos otorgar.
Só ferido e llagado, de un dardo só perdido,
en el coraçón lo traye ençerrado et ascondido,
non oso mostrar la laga, matarme a si la olvido,
et aun desir non oso el nombre de quien me ha ferido.
La llaga non se me dexa a mí catar nin ver,
onde mayores peligros espera que an de ser:
reçelo que mayores dapnos me podrán recreçer
físico nin melesina non me puede pro tener.
¿Quál carrera tomaré que me non vaya matar?
¡Cuytado yo me faré que non la puedo catar!
Derecha es mi querella, raçón me fase acuytar,
pues que non fallo nin qué me pueda prestar.
Et porque munchas cosas me embargan e empeçen,
he de buscar munchos cobros segunt que me pertenesçen:
las artes muchas vegadas ayudan, otras fallesçen,
por las artes viven munchos, por las artes peresçen.
Si se descubre mi llaga quál es, dónde fue venir,
si digo quién me ferió, puedo tanto descobrir
que perderé melesina so esperança de guarir:
la esperança con conorte sabe a las veses fallir.
E si encubre del todo su ferida e su dolor,
si ayuda non demanda por aver salut mijor,
por ventura me vernía otro peligro peor;
morría de todo en todo, nunca vi cuyta mayor.
Mejor es mostrar el ome su dolençia e su quejura
al menge et al buen amigo que l' darán por aventura
melesina e consejo por do pueda aver folgura,
que non el morir sin dubda, et vevir en grant secura.
El fuego más fuerte quexa ascondido, encobierto,
que non quando se derrama esparçido e descobierto;
pues éste es camino más seguro e más çierto,
en vuestras manos pongo el mi coraçón abierto.
Doña Endrina que mora aquí en mi vesindat
de fermosura e donayre, et de talla e de beldat
sobra e vençe a todas quantas ay en la çibdat.
Si el amor no me engaña, yo vos digo la verdat.
Esta dueña me ferió de saeta enerbolada
atraviésame el coraçón, en él la tengo fincada
toda mi fuerça pierdo, et del todo me es tirada,
la llaga va cresçiendo, del dolor non mengua nada.
A persona de este mundo yo non la oso fablar,
porque es de grand linage, et dueña de grand solar,
es de mejores parientes que yo e es de mejor lugar,
en le desir mi deseo non me oso aventurar.
Con arras e con donas ruéganla casamientos,
menos los preçia todos que dos viles sarmientos,
a do es el grand linage aí son los alçamientos,
a do es mucho algo son los desdeñamientos.
Rica muger e fija de un porqueriso vil
escogerá marido qual quisiere entre dos mil:
pues así aver non puedo a la dueña gentil,
averla he por trabajo et por arte sotil.
Todas aquestas noblesas me fasen querer,
por aquesto a ella non me oso atrever,
otro cobro non fallo que me pueda acorrer
si non vos, doña Venus, que lo podedes faser.
Atrevime con locura et con amor afincado,
muchas veses gelo dixe, que finqué mal denostado,
non preçia nada, muerto me trae, coytado:
si non fuese tal mi vesina, non sería tan penado.
Quanto más se está omen al grand fuego llegado,
tanto mucho más se quema que quando está alongado,
esto me trae muerto perdido et penado:
así, señora doña Venus, sea de vos ayudado.
Ya sabedes nuestros males et nuestras penas parejas,
sabedes nuestros peligros, sabedes nuestras consejas,
non me dades respuesta, nin me oyen vuestras orejas,
oítme vos mansamente las mis coytas sobejas.
Non ven los vuestros ojos la mi triste catadura,
tira de mi coraçón tal saeta e tal ardura,
conortadme esta llaga con juegos e folgura,
que non vaya sin conorte mi llaga e mi quejura.
¿Quál es la dueña tan brava et tan dura,
que al su servidor non le faga mesura?
Afinco vos pidiendo con dolor et tristura,
el grand amor me fase perder salud e cura.
El color he perdido, mis sesos desfallesçen,
la fuerza non la tengo, mis ojos non paresçen,
si vos non me valedes, mis membrios desfalleçen.»
Respondió doña Venus: «Servidores vençen.
Ya fueste consejado del Amor, mi marido,
d'él en muchas maneras fuste aperçebido,
porque le fuste sañudo, contigo poco estido,
de lo qu'él non te dixo, de mí te será repetido.
Si algo por ventura de mí te fuere mandado
de lo que mi marido te ovo aconsejado,
serás d'ello más çierto, irás más segurado,
mejor es el consejo de muchos acordado.
Toda muger que mucho otea, o es risueña,
dil' sin miedo tus coytas, non te embargue vergüeña,
a penas de mil una te despreçie, más desdeña,
amarte ha la dueña, que en ello piensa e sueña.
Sírvela, non te enojes, sirviendo el amor creçe,
serviçio en el bueno nunca muere, nin peresçe,
si se tarda, non se pierde, el amor non fallesçe,
el grand trabajo todas las cosas vençe.
El amor leó a Ovidio en la escuela,
que non ha muger en el mundo, nin grande nin moçuela,
que trabajo e serviçio non la traya al espuela
que tarde o que ayna creye que de ti se duela.
Non te espantes d'ella por su mala respuesta,
con arte o con serviçio ella la dará apuesta
que siguiendo e serviendo en este cuidado es puesta
el omen mucho cavando la grand peña acuesta.
Si la primera onda del mar airada
espantase al marinero, quando viene turbada,
nunca en la mar entraríe con su nave ferrada:
non te espante la dueña la primera vegada.
Jura muy muchas veses el caro vendedor,
que non dará la mercadoría si non por grand valor,
afincándolo mucho el artero complador
lieva la mercadoría por el buen corredor.
Sírvela con arte et mucho te achaca,
el can que mucho lame, sin dubda sangre saca,
maestría e arte de fuerte fase flaca,
el conejo por maña doñea a la vaca.
A la muela pesada de la peña mayor
maestría e arte la arrancan mejor;
anda por maestría ligera en derredor,
moverse ha la dueña por artero servidor.
Con arte se quebrantan los coraçones duros,
tómanse las çibdades, derríbanse los muros,
caen las torres altas, álzanse pesos duros,
por arte juran muchos, por arte son perjuros.
Por arte los pescados se toman só las ondas,
et los pies enjutos corren por mares fondas,
con arte e con serviçio muchas cosas abondas,
por arte non ha cosa a que tú non respondas.
Ome poble con arte pasa con chico ofiçio,
et la arte al culpado sálvalo del malefiçio,
el que lloraba poble canta rico en viçio,
fase andar de caballo al peón el serviçio.
Los señores irados de manera estraña
por el mucho serviçio pierden la mucha saña,
con buen servicio vençen caballeros de España,
pues vençerse la dueña non es cosa tamaña.
Non pueden dar los parientes al pariente por herençia
el mester e el ofiçio, el arte e la sabiençia,
nin pueden dar a la dueña el amor a la querençia,
todo esto da el trabajo, el uso, e la femençia.
Magüer te diga de non, et aunque se ensañe,
non canses de seguirla, tu obra non se dañe,
fasiéndola serviçio, tu coraçón se bañe:
non puede ser que non se mueva campana que se tañe.
Con aquesto podrás a tu amiga cobrar,
la que te era enemiga, mucho te querrá amar;
los logares a do suele cada día usar,
aquellos debes mucho a menudo andar.
Si vieres que ay lugar, dile juguetes fermosos,
palabras afeytadas con gestos amorosos,
con palabras muy dulçes, con desires sabrosos,
creçen mucho amores, e son deseosos.
Quiere la mançebía mucho plaser consigo,
quiere la muger al ome alegre por amigo,
al sañudo e al torpe non lo preçia un figo,
tristesa e rensilla paren mal enemigo.
El alegría al omen faslo apuesto e fermoso,
más sotil e más ardit, más franco e más donoso:
non olvides los sospiros, en esto sey engañoso,
non seas mucho parlero, non te tenga por mintroso.
Por una pequeña cosa pierde amor la muger,
et por pequeña tacha, que en ti podría aver,
tomará tan grand enojo, que te querrá aborresçer;
a ti mesmo contesçió, et a otros podría acaesçer.
A do fablares con ella, si vieres que ay lugar,
un poquillo como a miedo no dexes de cantar:
muchas veses cobdiçia lo que te va a negar,
darte a lo que non coydas, si non te das vagar.
Toda muger los ama omes aperçebidos,
más desea tal omen que todos bienes complidos,
an muy flacas las manos, los calcañares podridos
lo poco e lo mucho fásenlo como amidos,
Por mejor tiene la dueña de ser un poco forçada,
que desir: 'fas tu talente', como desvergonçada,
con poquilla de fuerça finca más desculpada:
en todas las animalias esta es cosa probada.
Todas las fembras an en sí estas maneras:
al comienço del fecho siempre son referteras,
muestran que tienen saña, e son regateras,
amenasan, mas no fieren, en çelo son arteras.
Magüer que fase bramuras la dueña que se doñea,
nunca el buen doñeador por esto enfaronea;
la muger bien sañuda, qu'el omen bien guerrea,
los doñeos la vençen, por muy brava que sea.
El miedo e la vergüença fase a las mugeres
non faser lo que quieren bien como tú lo quieres,
non finca por non querer, cada que podieres,
toma de la dueña lo que d'ella quisieres.
De tuyo o de ageno vele bien apostado,
guarda, non lo entienda que lo llevas prestado
que non sabe tu vesino lo que tienes condesado,
encubre tu poblesa con mentir colorado.
El pobre con buen seso et con cara pagada
encubre su pobresa e su vida lasrada,
coge sus muchas lágrimas en su boca çerrada,
más val' que faserse pobre a quien non l' dará nada.
La mentira a las de veses a muchos aprovecha,
la verdad a las veses muchos en daño echa,
muchos caminos ataja desviada estrecha,
ante salen a la peña que por carrera derecha.
Quando vieres algunos de los de su compaña,
fasles muchos plaseres, fáblalos bien con maña,
quando esto la dueña, su coraçón se baña,
servidor lisonjero a su señor engaña.
A do son muchos tisones e muchos tisonadores,
mayor será el fuego e mayores los ardores:
a do muchos le dixieren tus bienes e tus loores,
mayor será tu quexa, et tus deseos mayores.
En quando están ellos de tus bienes fablando,
luego está la dueña en su coraçón pensando,
si lo fará o non, en esto está dubdando,
desque vieres que dubda, vela tú afincando.
Si no l' dan de las espuelas al caballo farón,
nunca pierde faronía, nin vale un pepión;
asno cojo, quando dubda, corre con el aguijón,
a muger que está dubdando, afínquela el varón.
Desque están dubdando los omes que han de faser,
poco trabajo puede sus coraçones vençer;
torre alta desque tiembla non ay si non caer,
la muger que está dubdando, ligera es de aver.
Si tiene madre vieja tu amiga de beldad,
non la consintirá fablar contigo en poridad,
es de la mançebía zelosa la vejedad,
sábelo et entiéndelo por la antigüedad.
Mucho son mal sabidas estas viejas risoñas,
mucho son de las mozas guardaderas çelosas,
sospechan et barruntan todas aquestas cosas,
bien saben las paranças, quien pasó por las losas.
Por ende busca una buena medianera,
que sepa sabiamente andar esta carrera,
que entienda de vos ambos bien la vuestra manera,
qual don Amor te dixo, tal sea la trotera.
Guárdate, non la tengas la primera vegada,
non acometas cosa porque finque espantada,
sin su plaser non sea tañida nin trexnada,
una ves échale çebo que venga segurada.
Asás te e ya dicho, non puedo más aquí estar,
luego que tú la vieres, comienza l' de fablar,
mil tiempos e maneras podrás después fallar,
el tiempo todas cosas trae a su lugar.
Amigo mío, con este fecho, ¿qué quieres más que te diga?
Sey sotil e acuçioso, e avrás tu amiga,
non quiero aquí estar, quiérome ir mi vía.»
Fuese doña Venus, a mí dexó en fadigna.
Si le conortan no lo sanan al doliente los joglares,
el dolor cresçe, e non mengua, oyendo dulçes cantares,
consejo me da doña Venus, mas non me tira pesares,
ayuda otra non me queda, si non lengua e parlares.
Amigos, vo a grand pena, et só puesto en la fonda,
vo a fablar con la dueña, quiera Dios que bien me responda,
púsome el marinero ayna en la mar fonda,
dexome solo e señero sin remos con la blava onda.
¡Coytado! ¿si escaparé? grand miedo e de ser muerto,
oteo a todas partes, e non puedo fallar puerto,
toda la mi esperanza e todo el mi confuerto
está en aquella sola, que me trae penado e muerto.
Ya vo rasonar con ella, quiero l' desir mi quejura,
porque por la mi fabla venga a faser mesura,
disiéndole de mis coytas entenderá mi rencura,
a veses de chica fabla viene mucha folgura.
Aquí dise de cómo fue fablar con doña Endrina el arçipreste
¡Ay Dios, y quán fermosa viene doña Endrina por la plaça!
¡Qué talle, qué donayre, qué alto cuello de garça!
¡Qué cabellos, qué boquilla, qué color, que buenandança!
Con saetas de amor fiere quando los sus ojos alça.
Pero tal lugar non era para fablar en amores,
a mí luego me vinieron muchos miedos e temblores,
los mis pies e las mis manos non eran de sí señores,
perdí seso, perdí fuerza, mudáronse mis colores.
Unas palabras tenía pensadas para le desir,
el miedo de las compañas me fasíen al departir,
apenas me conosçía nin sabía por dó ir,
con mi voluntat mis dichos non se podían seguir.
Fablar con muger en plaça es cosa muy descobierta,
a veses mal perro anda tras mala puerta abierta,
bueno es jugar fermoso, echar alguna cobierta,
a do es lugar seguro es bien fablar cosa çierta.
Señora, la mi sobrina que en Toledo seía
se vos encomienda mucho, mil saludes vos envía:
si avies' lugar e tiempo por quanto de vos oía,
deseavos mucho ver, et conoçer vos querría.
Querían allá mis parientes casarme en esta saçón
con una donçella rica, fija de don Pepión,
a todos di por respuesta que la non quería, non,
de aquella sería mi cuerpo que tiene mi coraçón.»
Abajé más la palabra, díxel' que en juego fablava,
porque toda aquella gente de la plasa nos mirava,
desde vi que eran idos, que omen aí non fincava,
començel' desir mi quejura del amor que me afincava.
Otro non sepa la fabla, d'esto fagamos,
do se çelan los amigos, son más fieles entramos.
En el mundo non es cosa que yo ame a par de vos,
tiempo es ya pasado de los años más de dos
que por vuestro amor me pena, ámovos más que a Dios.
Non oso poner persona que lo fable entre nos.
Con la grant pena que paso vengo a vos desir mi quexa.
Vuestro amor he d'esto que me afinca e me aquexa
non me tira, non me parte, non me suelta, non me dexa:
tanto me da la muerte, quanto más se me alexa.
Reçelo he que non me oídes esto que vos he fablado,
fablar muncho con el sordo es mal seso e mal recabdo
cret que vos amo tanto que non ey mayor cuydado
esto sobre todas cosas me traye más afincado.
Señora, yo non me trevo a desir vos más rasones
fasta que me respondades a estos pocos sermones,
Desitme vuestro talant, veremos los coraçones.»
Ella dixo: «Vuestros dichos non los preçio dos piñones.
Bien así engañan munchos a otras munchas Endrinas,
el ome tan engañoso así engaña a sus vesinas,
non cuydedes que só loca por oyr vuestras parlinas
buscat a quien engañedes con vuestras falsas espinas.»
Yo le dixe: «Ya, sañuda, anden fermosos trebejos,
son los dedos en las manos, pero non son todos parejos,
todos los omes non somos de unos fechos nin consejos,
la peña tiene blanco et prieto, pero todos son conejos.
A las vegadas lastan justos por pecadores,
a munchos empeesçen los agenos errores
fas' mal culpa de malo a buenos e a mejores,
deven tener la pena a los sus fasedores.
El yerro que otro fiso a mí non faga mal,
avet por bien que vos fable allí so aquel portal.
Non vos vean aquí todos los que andan por la cal,
aquí vos fablaré uno, allí vos fablaré ál.»
Paso a paso doñ' Endrina so el portal es entrada,
bien loçana e orgullosa, bien mansa e sosegada,
los ojos bayo por tierra en el poyo asentada,
yo torné en la mi fabla que tenía comenzada:
Escúcheme, señora, la vuestra cortesía,
un poquillo que vos diga la muerte mía:
cuydades que vos fablo en engaño et en folía,
e non sé qué me faga contra vuestra porfía.
A Dios juro, señora, por aquesta tierra
que tanto vos he dicho de la verdat non yerra:
estades enfriada más que la nief de la sierra,
e sodes tan moça que esto me atierra.
Fablo en aventura con la vuestra moçedat,
cuydades que vos fablo lisonja et vanidat,
non me puedo entender en vuestra chica edat,
querriedes jugar con la pella más que estar en poridat.
Pero sea más noble para plasentería
et para estos juegos edat de mançebía,
la verdat en seso lieva la mejoría,
a entender las cosas el grant tiempo las guía.
A todas las cosas fase el grand uso entender
el arte et el uso muestra todo el saber.
Sin el uso et arte ya se va pereser,
do se usan los omes puédense conoçer.
Yt et venit a la fabla otro día por mesura,
pues que oy non me creedes, o non es mi ventura:
yt et venit a la fabla esa creençia atán dura:
usando oyr mi pena, entenderedes mi quexura.
Otorgatme ya, señora, aquesto de buena miente
que vengades otro día a la fabla solamiente:
yo pensaré en la fabla et sabré vuestro talente,
ál non oso demandar, vos venid seguramiente.
Por la fabla se conosçen los más de los coraçones,
yo entenderé de vos algo, et oyredes las mis rasones,
yt, et venit a la fabla que mugeres et varones
por las palabras se conosçen et son amigos et compañones.
Porque omen non coma nin comienza la mançana
es la color et la vista alegría palançiana,
es la fabla et la vista de la dueña tan loçana
al ome conorte grande et plasentería bien sana.»
Esto dixo doña Endrina, esta dueña de prestar:
Onra et non desonra es cuerdamiente fablar,
las dueñas et mugeres deven su respuesta dar
a qualquier que las fablare o con ellas raçonar.
Quanto esto vos otorgo a vos o a otro cualquier,
fablat vos, salva mi honra, quanto fablar vos quixéredes,
de palabras en juego direlas si las oyer',
non vos consintré engaño cada que lo entendier'.
Estar sola con vos solo esto yo non lo faría,
non deve la muger estar sola en tal compañía,
naçe dende mala fama, mi desonra sería
ante testigos que nos veyan fablar vos he algún día.»
Señora, por la mesura que agora prometedes,
non sé graçias que lo valan quantas vos mereçedes;
a la merçed que agora de palabra fasedes
egualar non se podrían ningunas otras merçedes.
Pero fío de Dios que aun tiempo verná
que qual es el buen amigo por las obras paresçerá,
querría fablar, non oso, tengo que vos pesará.»
Ella dixo: «Pues desildo, et veré qué tal será.»
Señora, que me prometedes de lo que de amor queremos
que si oviere logar et tiempo cuando en uno estemos,
segund que yo deseo, vos e yo nos abraçemos:
para vos non pido mucho et con esto pasaremos.»
Esto dixo doña Endrina: «Es cosa muy probada
que por sus besos la dueña finca muy engañada,
ençendimiento grande pone el abrazar al amada,
toda muger es vençida desqu'esta joya es dada.
Esto yo no vos otorgo salvo la fabla de mano,
mi madre verná de misa, quiérome ir de aquí temprano,
non sospeche contra mí que ando con seso vano,
tiempo verná que podremos fablar vos et yo este verano.»
Fuese mi señora de la fabla su vía
desque yo fui naçido nunca vi mejor día,
solás tan plasentero et tan grande alegría
quiso me Dios bien guiar et la ventura mía.
Cuydados munchos me aquexan a que non fallo consejo,
si muncho usó la dueña con palabras de trebejo,
puede ser tanta la fama que saliría a conçejo:
así perdería la dueña que sería pesar sobejo.
Si la non digo non uso el amor se perderá,
si veye que la olvido, ella otro amará,
el amor con uso creçe, desusando menguará,
do la muger olvidares, ella te olvidará.
Do añadieres la leña creçe sin dubda el fuego,
si la leña se tirare el fuego menguará luego,
el amor et la bien querençia creçe con usar juego,
si la muger olvidares poco preçiará tu ruego.
Cuidados tan departidos créçenme de cada parte,
con pensamientos contrarios el mi coraçón se parte,
et a la mi muncha cuyta non sé consejo nin arte:
el amor do está firme todos los miedos departe.
Muchas veçes la ventura con su fuerza e poder
a muchos omes dexa su propósito faser:
por esto anda el mundo en levantar e en caer:
Dios e el trabajo grande pueden los fados vençer.
Ayuda la ventura al que bien quiere guiar,
et a muchos es contraria, puédeles mal estorbar,
el trabajo e el fado suélense acompañar;
pero sin Dios todo esto non puede aprovechar.
Pues que sin Dios non puede prestar cosa que sea,
Él guíe la mi obra, Él mi trabajo provea,
porque el mi coraçón vea lo que desea:
el que amén dixiere, lo que cobdiçia vea.
Hermano nin sobrino non quiero por ayuda,
quando aquel fuego viníe todo coraçón muda,
una a otro non guarda lealtat, nin la cuda,
amigança, deudo e sangre la muger lo muda.
El cuerdo con buen seso pensar deve las cosas
escoja las mejores et dexe las dañosas:
para mensagería personas sospechosas
nunca son a los omes buenas nin provechosas.
Busqué trotaconventos qual me mandó el Amor,
de todas las maestrías escogí la mejor,
Dios e la mi ventura que me fue guiador,
açerté en la tienda del sabio corredor.
Fallé una vieja qual avía menester,
artera e maestra e de mucho saber,
doña Venus por Pánfilo non pudo más faser
de quanto fiso aquésta por me faser plaser.
Era vieja buhona destas que venden joyas:
éstas echan el lazo, éstas cavan las foyas,
non hay tales maestras como éstas viejas troyas,
éstas dan la maçada: si as orejas, oyas.
Como lo an de uso estas tales buhonas,
andan de casa en casa vendiendo muchas donas,
non se reguardan d'ellas, están con las personas,
fasen con el mucho viento andar las ataonas.
Desque fue en mi casa esta vieja sabida,
díxele: «Madre señora, tan bien seades venida,
en vuestras manos pongo mi salud e mi vida,
si vos non me acorredes, mi vida es perdida.
Oí desir siempre de vos mucho bien e aguisado,
de quantos bienes fasedes al que a vos viene coytado
como a bien e ayuda quien de vos es ayudado
por la vuestra buena fama et por vos enviado.
Quiero fablar convusco bien como en penitençia,
toda cosa que vos diga, oídla en paciençia,
si non vos, otro non sepa mi quexa e mi dolençia.»
Dis' la vieja: «Pues desidlo, e aved en mí creençia.
Conmigo seguramente vuestro coraçón fablad,
faré por vos quanto pueda, guardar e vos lealtad.
Ofiçio de corredores es de mucha poridat,
más encobiertas cobrimos que mesón de vesindat.
Si a quantas d'esta villa nos vendemos las alfajas,
sopiesen unos de otros, muchas serían las barajas,
muchas bodas ayuntamos que viene arrepantajas,
muchos panderos vendemos, que non suenan las sonajas.»
Yo le dixe: «Amo una dueña sobre quantas yo vi,
ella, si me non engaña, parese que ama a mí,
por escusar mil peligros fasta hoy lo encobrí,
toda cosa de este mundo temo mucho e temí.
De pequeña cosa nasçe fama en la vesindat,
desque nasçe, tarde muere, magüer non sea verdat,
siempre cada día cresçe con envidia e falsedat,
poca cosa le empesçe al mesquino en mesquindat.
Aquí es bien, mi vesina, ruego vos que allá vayades,
et fablad entre vos ambos lo mejor que entendades,
encobrid todo aquesto lo más mucho que podades,
açertad aqueste fecho, pues que vierdes las voluntades.»
Dixo: «Yo iré a su casa de esa vuestra vesina,
e le faré tal escanto, e le daré tal atalvina,
porque esa vuestra llaga sane por mi melesina.
Desidme, ¿quién es la dueña?» Yo le dixe: «Doña Endrina.»
La çera que es mucho dura e mucho brosna e elada,
desque ya entre las manos una ves está masnada,
después con el poco fuego çient veses será doblada,
doblarse a toda dueña, que sea bien escantada.»
Díxome, que esta dueña era bien su conosçienta.
Yo le dixe: «Por Dios, amiga, guardad vos de sobervienta.»
Ella dis': «Pues fue casada, creed que se non arrepienta,
que non ay mula de albarda que la troya non consienta.
Míembrese vos, buen amigo, de lo que desir se suele,
que çibera en molino el que ante viene, muele,
mensaje que mucho tarda, a muchos omes demuele
el omen aperçebido nunca tanto se duele.
Amigo, non vos durmades, que la dueña que desides,
otro quier' casar con ella, pide lo que vos pedides,
es omen de buen linage, viene donde vos venides,
vayan ante vuestros ruegos que los agenos convides.
Yo lo trayo estorvando por quanto non lo afinco,
ca es omen bien escaso, pero que es muy rico,
mandome por vestuario una piel e un pellico,
Diomelo tan bien parado, que nin es grande, nin chico.
El presente que se da luego, si es grande de valor,
quebranta leyes e fueros, e es del derecho señor,
a muchos es grand' ayuda, a muchos estorvador,
tiempo ay que aprovecha, et tiempo ay que fas' peor.
Esta dueña que desides, mucho es en mi poder
si non por mí, non la puede omen del mundo aver,
yo sé toda su fasienda, et quanto a de faser,
por mi consejo lo fase más que non por su querer.
Non vos diré más rasones, que asás vos e fablado,
de aqueste ofiçio vivo, non e de otro coydado,
muchas veses e tristesa del laserio ya pasado,
porque me non es agradeçido, nin me es gualardonado.
Si me diéredes ayuda de que pase algún poquillo,
e esta dueña e a otras moçetas de cuello albillo,
yo faré con mi escanto, que se vengan paso a pasillo,
en aqueste mi farnero las traeré al sarçillo.»
Yo le dixe: «Madre señora, yo vos quiero bien pagar,
el mi algo et mi casa a todo vuestro mandar,
de mano tomad pellote, e id, nol' dedes vagar,
pero ante que vayades, quiero vos yo castigar.
Todo el vuestro cuydado sea en aqueste feccho,
trabajat en tal manera porque ayades provecho.
De todo vuestro trabajo avredes ayuda e pecho,
pensat bien lo que fablardes con seso e con derecho.
Del comienço fasta el cabo pensat bien lo que digades,
fablat tanto et tal cosa, que non vos arrepintades,
en la fin está la honra e la deshonra, bien creades,
do bien acaba la cosa, allí son todas bondades.
Mejor cosa es al ome, al cuerdo e al entendido,
callar do no le empeçe, et tiénenle por sesudo,
que fablar lo que non le cumple, porque sea arrepentido
o piensa bien lo que fablas, o calla, o faste mudo.»
La buhona con farnero va taniendo cascaveles,
meniando de sus joyas, sortijas, et alfileres,
desía por fasalejas: «Comprad aquestos manteles.»
Vídola doña Endrina, dixo: «Entrad, non reçeledes.»
Entró la vieja en casa, díxole: «Señora fija,
para esa mano bendicha, quered esta sortija:
si vos non me descobrierdes, desir vos he una pastija,
que pensé aquesta noche» (Poco a poco la aguija.)
Fija, siempre estades en casa ençerrada,
sola envegeçedes, quered alguna vegada
salir andar en la plaça con vuestra beldat loada,
entre aquestas paredes non vos prestará nada.
En aquesta villa mora muy fermosa mançebía,
mançebillos apostados et de buena loçanía,
en todas buenas costumbres creçen de cada día,
nunca ver puede omen a tan buena compañía.
Muy bien me resçiben todos con aquesta pobledat,
el mejor e el más noble de linaje e de beldat
es don Melón de la Uerta, mançebillo de verdat,
a todos los otros sobra en fermosura e bondat.
Todos quantos en su tiempo en esta tierra nasçieron
en riquesas e en costumbres tanto como él non creçieron,
con los locos fásese loco, los cuerdos d'él bien dixieron,
manso más que un cordero, nunca pelear lo vieron,
el sabio vençer al loco con consejo no es tan poco,
con los cuerdos estar cuerdo, con locos fase se loco,
el cuerdo non enloquese por fablar al roça poco
yo lo pienso en mi pandero muchas veçes que lo toco.
Mançebillo en la villa atal non se fallará,
non estraga lo que gana, antes lo goardará,
creo bien que tal fijo al padre semejará,
en el beserrillo verá omen el buey que fará.
El fijo muchas veses como el padre prueba,
en semejar fijo al padre non es cosa tan nueva,
el coraçón del ome por el coraçón se prueba,
grand amor et grand saña non puede ser, que no se mueva.
Ome es de buena vida, et es bien acostumbrado,
creo que casaría él convusco de buen grado;
si vos lo bien sopiésedes, quál es e quán preçiado,
vos querríades aquesto que yo vos he fablado.
A veçes luenga fabla tiene chico provecho,
quien mucho fabla, yerra, díselo el derecho,
et de comienço chico viene granado fecho,
a veçes cosa chica fase muy grand despecho.
Et a veses pequeña fabla bien dicha e chico ruego
obra mucho en los fechos, a veçes recabda luego
e de chica çentella nasçe grand llama de fuego,
e vienen grandes peleas a veçes de chico juego.
Siempre fue mi costumbre e los mis pensamientos
levantar yo de mío, e mover casamientos,
fablar como en juego tales somovientos
fasta que yo entienda e vea los talentos.
Agora, señora fija, desitme vuestro coraçón,
esto que vos he fablado si vos plase o si non
guardar vos he poridat, çelaré vuestra raçón,
sin miedo fablat conmigo quantas cosas son.»
Respondiole la dueña con mesura et bien:
Buena muger, desidme: ¿quál es ése o quién,
que vos tanto loades e quántos bienes tien'?
Yo pensaré en ello, si para mi convien'»
Dixo Trotaconventos: «¿Quién es, fijas señora?
Es aparado bueno, que Dios vos trajo agora,
mançebillo guisado, en vuestro barrio mora,
don Melón de la Uerta, queredlo en buen hora.
Creedme, fija señora, que quantos vos demandaron
a par de este mançebillo ningunos non llegaron,
el día que vos nasçistes, fadas albas vos fadaron,
que para ese buen donayre atal cosa vos guardaron.»
Dixo doña Endrina: «Callad ese predicar,
que ya ese parlero me coydó engañar,
muchas otras vegadas me vino a retentar,
mas de mí él nin vos non vos podredes alabar.
La muger que vos cree las mentiras parlando,
et cree a los omes con mentiras jurando,
sus manos se contuerçe del coraçón travando,
que mal se lava la cara con lágrimas llorando.
Déxame de tus roídos, que yo tengo otros coydados
de muchos que me tienen los mis algos forçados,
non se viene en miente d'esos malos recabdos,
nin te cumple agora desirme esos mandados.»
A la fe», dixo la vieja, «desque vos ven viuda
sola, sin compañero, non sodes tan temida:
es la viuda sola más que vaca corrida,
por ende aquel buen omen vos temía defendida.
Éste vos tiraría de todos esos pelmasos,
de pleytos, e de afruentas, de vergüenças e de plasos,
muchos disen que coydan pararvos tales lasos
fasta que non vos dexen en las puertas llumasos.
Guardatvos mucho d'esto, señora doña Endrina,
si non contesçervos puede a vos mucho ayna,
como la abutarda, quando la golondrina
le dava buen consejo, como buena madrina.»
Enxiemplo de la abutarda y de la golondrina
«Érase un caçador muy sotil pajarero,
fue sembrar cañamones en un viçioso ero,
para faser sus cuerdas et sus lasos et redero,
andava el abutarda çerca en el sendero.
Dixo la golondrina a tórtolas e a pardales,
e más al abutarda estas palabras tales:
Comed aquesta semiente de aquestos eriales,
que es aquí sembrado por nuestros grandes males.'
Feçieron grande escarnio de lo que les fablava
dixieron que se fuese, que locura charlava.
La simiente nasçida, vieron cómo regava
el caçador el cáñamo, et non las espantava.
Tornó la golondrina e dixo al abutarda
que arrancase la yerba que era ya pujada,
que quien tanto la riega e tanto la escarda
por su mal lo fasía, magüera que se tarda.
Dixo el abutarda: 'Loca, sandia, vana,
siempre estás charlando locura de mañana,
non quiero tu consejo, vete para villana,
déxame esta vega tan fermosa e tan llana.'
Fuese la golondrina a casa del caçador,
fiso allí su nido quanto pudo mijor,
como era gritadera e mucho gorgeador,
plogó al pajarero, que era madrugador.
Cogido ya el cáñamo e fecha la parança,
fuese el pajarero, como solía a caça,
prendió al abutarda, levola a la plaça:
dixo la golondrina: 'Ya sodes en pelaça.'
Luego los ballesteros peláronle las alas,
non la dexaron d'ellas si non chicas e ralas,
non quiso buen consejo, cayó en fuertes palas,
guardadvos, doña Endrina, destas paranças malas.
Que muchos se ayuntan e son de un consejo,
por astragar lo vuestro, e faser vos mal trebejo,
juran que cada día vos levarán a conçejo,
como al abutarda vos pelarán el pellejo.
Mas éste vos defenderá de toda esta contienda
sabe de muchos pleytos, e sabe de leyenda,
ayuda e difiende a quien se le encomienda,
si él non vos defiende non sé quién vos defienda.»
Comenzó su escanto la vieja coytral:
Quando el que buen siglo haya seía en este portal,
daba sombra a las casas, et relusíe la cal:
mas do non mora ome, la casa poco val'.
Así estades, fija viuda e mançebilla,
sola et sin compañero como la tortolilla:
d'eso creo que estades amariella et magrilla,
que do son tandas mugeres nunca mengua rensilla.
Dios bendixo la casa do el buen ome cría,
siempre han gasajado, plaser et alegría,
por ende tal mançebillo para vos lo querría,
ante de munchos días veríedes la mejoría.»
Respondió la dueña, dis': «Non me estaría bien
casar ante del año, que a viuda non convien'
fasta que pase el año de los lutos que tien'
casarse, ca el luto con esta carga vien'.
Si yo ante casase sería enfamada,
perdería la manda que a mí es mandada,
del segundo marido non sería tan onrada,
terníe que non podría sofrir grand temporada.»
Fija, dixo la vieja, «el año ya es pasado,
tomad aqueste marido por ome et por velado,
audémoslo, fablémoslo, tengámoslo çelado
hado bueno que vos tienen vuestras fadas fadado.
¿Qué provecho vos tiene vestir este negro paño,
andar envergonzada et con mucho sosaño?
Señora, dexad duelo et faset el cabo de año,
nunca la golondrina mejor consejó ogaño.
Xerga por mal, señora, burel por mal marido
a caballeros et a dueñas es provechos vestido;
mas débenlo traer poco et faser chico roído,
grand plaser et chico duelo es de todo ome querido.»
Respondió doña Endrina: «Dexat, non osaría
faser lo que me desides, nin lo que él querría,
non me digas agora más d'esa ledanía,
non me afinques tanto luego al primero día.
Yo non quise fasta agora muncho buen casamiento,
de quantos me rogaron sabes tú amás de çiento,
si agora tú me sacas de buen entendimiento,
cobraré mala fama, avré arrepentimiento.»
Asentose el lobo, estudo atendiendo,
los carneros valientes vinieron bien corriendo,
cogiéronle al lobo en medio en él feriendo,
él cayó quebrantado, ellos fueron fuyendo:
a cabo de grand pieça levantose estordido,
dixo: «Diome el diablo el ageno roído:
yo ove buen agüero, Dios óvomelo cumplido,
non quise comer tosino, agora soy escarnido.»
Salió de aquel plado, corrió lo más que pudo,
vio en unos fornachos retoçar a menudo
cabrito con las cabras, mucho cabrón cornudo:
A la fe», dis, «agora se cumple el estornudo.»
Quando vieron al lobo fueron mal espantados,
salieron a reçebirle los más adelantados:
¡Ay, señor guardiano!» dixieron los barbados,
Bien venido seades a los vuestros criados.
Quatro de nos queríamos irvos a convidar
que nuestra sancta fiesta veniésedes a honrar
desirnos buena misa, et tomar buena yantar,
pues que Dios vos aduxo, queredla hoy cantar.
Fiestas de seis capas et de grandes clamores,
fasemos bien grande sin perros e sin pastores,
vos cantad en vos alta, responderán los cantores,
ofreçeremos cabritos, los más e los mejores.»
Creóselos el neçio, començó de aullar,
los cabrones e las cabras en alta vos balar,
oyéronlo los pastores aquel grand apellidar,
con palos e con mastines viniéronlo a buscar.
Salió más que de paso, fiso ende retorno,
pastores e mastines trogiéronlo en torno,
de palos e de pedradas ovo un mal sojorno.
Dixo: «Diome el diablo cantar misa en forno.»
Fuese más adelante çerca de un molino,
falló una puerca con mucho buen cochino,
«Ea», dis', «ya d'esta tan buen día me vino,
»que agora se cumple el mi buen adevino.»
Dixo luego el lobo a la puerca bien ansí:
Dios vos dé pas, comadre, que por vos vine yo aquí.
¿Vos e vuestros fijuelos qué fasedes ay?
Mandad vos et faré yo, después gobernad a mí.»
La puerca, que se estaba so los sauçes loçanos,
fabló contra el lobo, dixo dichos non vanos:
dis: «Señor abad, compadre, con esas santas manos
bautisat a mis fijuelos, porque mueran christianos.
Después que vos hayades fecho este sacrifiçio,
ofreçervos los e yo en graçias e en serviçio,
et vos faredes por ellos un salto sin bolliçio,
combredes, e folgaredes a la sombra, al viçio.»
Alaboxe el lobo allí so aquel sauçe
por tomar el cochino que so la puerca yase:
diole la puerca del rosco, echole en el cause,
en la canal del molino entró, que mal le plase.
Topolo en derredor a más andar el rodesno,
salió más quebrantado, pareçía pecadesno:
bueno le fuera al lobo pagarse con torresno,
non viera tantos males, nin perdiera su presno.
Omen cuerdo non quiera el ofiçio dañoso,
non deseche la cosa, de que está deseoso,
de lo que l' pertenese, non sea desdeñoso,
con lo que Dios diere, páselo bien fermoso.
Algunos en sus casas pasan con dos sardinas,
en agenas posadas demandan gollerías,
desechan el carnero, piden las adefinas,
desían que non combrían tosino sin gallinas.
Fijo, el mejor cobro de quantos vos habedes
es olvidar la cosa que haber non podedes:
lo que non puede ser, nunca lo porfiedes,
lo que faser se puede, por ello trabajedes.
¡Ay de mí con qué cobro tan malo me vinistes!
¡Qué nuevas atán malas, tan tristes me trojistes!
¡Ay vieja mata amigos! ¿por qué me lo dixistes?
Tanto bien non me faredes quanto mal me feçistes.
¡Ay viejas pitofleras! mal apresas seades,
el mundo revolviendo a todos engañades,
mintiendo, aponiendo, desiendo vanidades,
a los nesçios fasedes las mentiras verdades.
¡Ay! que todos mis miembros comiençan a tremer,
mi fuerça, e mi seso e todo mi saber,
mi salud, et mi vida, et todo mi entender
por esperança vana todo se va a perder.
¡Ay, coraçón quejoso, casa desaguisada!
¿Por qué matas al cuerpo do tienes tu morada?
¿Por qué amas la dueña, que non te preçia nada?
Coraçón, por tu culpa vivirás vida penada.
Coraçón que quisiste ser preso et tomado
de dueña que te tiene por demás olvidado,
posístete en presión, e sospiros, e coydado
penarás ¡ay coraçón! tan olvidado penado.
¡Ay ojos, los mis ojos! ¿por qué vos fustes poner
en dueña que non vos quiere, nin catar, nin ver?
Ojos, por vuestra vista vos quesistes perder,
penaredes, mis ojos, penar e amorteçer.
¡Ay, lengua sin ventura! ¿por qué quieres desir?
¿por qué quieres fablar? ¿por qué quieres departir
con dueña que non te quiere nin escuchar nin oír?
¡Ay cuerpo tan penado, cómo te vas a morir!
Mugeres alevosas de coraçón traidor,
que non avedes miedo, mesura, nin pavor,
de mudar do queredes el vuestro falso amor,
¡ay, muertas vos veades de tal rabia e dolor!
Pues que la mi señora con otro fue casada,
la vida de este mundo yo non la preçio nada,
mi vida e mi muerte ésta es señalada,
pues que aver non la puedo, mi muerte es llegada.
Dis': «Loco ¿qué avedes que tanto vos quejades?
por ese quejo vano nada non ganades,
temprad con el buen seso el pesar que ayades,
alimpiat vuestras lágrimas, pensat qué fagades.
Grandes artes demuestra el mucho menester,
pensando los peligros podedes estorçer,
quiçá el grand trabajo puede vos acorrer,
Dios e el uso grande fasen los fados volver.»
Yo le dixe: «¿Quál arte, quál trabajo, quál sentido
sanará golpe tan grande de tal dolor venido?
Pues a la mi señora cras le darán marido,
toda la mi esperança pereçe, e só perdido.
Fasta que su marido pueble el çementerio,
non casaría conmigo, ca sería adulterio;
en nada es tornado todo el mi laçerio,
veo el daño grande, et demás el haçerio.»
Dixo la buena vieja: «En hora muy chiquilla
sana dolor muy grand', e sale grand' postilla,
después de las muchas luvias viene buen' orilla,
en pos de los grandes nublos grand' sol e sombrilla.
Viene salud e vida después de grand' dolençia,
vienen muchos plaseres después de la tristençia,
conortadvos, amigo, et tened buena creençia,
cerca son vuestros gosos de la vuestra querençia.
Doña Endrina es vuestra, e fará mi mandado,
non quiere ella casarse con otro ome nado,
todo el su deseo en vos está firmado,
si mucho la amades, más vos tiene amado.»
Señora madre vieja, ¿qué me desides agora?
Fasedes como madre, quando el moçuelo llora,
que le dise falagos, porque calle esa hora,
por eso me desides, que es mía mi señora.
Ansí fasedes, madre, vos a mí por ventura,
porque pierda tristesa, dolor e amargura,
porque tome conorte, e porque aya folgura,
¿desídesme joguetes, o fabládesme en cordura?»
Estonçe dixo la vieja: «Ansí al amador,
»como al ave que sale de manos del aszor,
»en todo logar tiene, que está el caçador,
que la quiere levar siempre tiene temor.
Creed que verdat digo, e ansí lo fallaredes,
si verdat le dixistes, e amor le avedes,
ella verdat me dixo, quiere lo que vos queredes,
perdet esa tristesa, que vos lo probaredes.
La fin muchas de veses non puede recudir
con el comienço suyo, nin se puede seguir;
el curso de los fados non puede omen desir,
sólo Dios e non otro sabe, qué es por venir.
Estorva grandes fechos pequeña ocasión,
desesperar el omen es perder coraçón,
el grand' trabajo cumple quantos deseos son,
muchas veses allega riquesa a montón.
Todo nuestro trabajo et nuestra esperança
está en aventura, está en la balança,
por buen comienzo espera omen la buena andança,
a veses viene la cosa, pero faga tardança.»
Madre, vos non podedes conoçer o asmar
si me ama la dueña, o si me querrá amar
que quien amores tiene, no los puede çelar
en gestos, o en sospiros, o en color, o en fablar.»
Amigo», dis la vieja, «en la dueña lo veo,
que vos quiere, e vos ama, e tiene de vos deseo:
quando de vos le fablo, e a ella oteo,
todo se le demuda el color, e el deseo.
Yo a las de vegadas mucho cansada callo,
ella me dis' que fable, e non quiera dexallo,
fago que me non acuerdo, ella va començallo,
óyeme dulçemente, muchas señales fallo.
En el mi cuello echa los sus brazos entrambos,
ansí una grand pieça en uno nos estamos,
siempre de vos desimos, en ál nunca fablamos,
quando alguno viene, otra raçón mudamos.
Los labrios de la boca tíembranle un poquillo,
el color se le muda bermejo e amarillo,
el coraçón le salta ansí, a menudillo,
apriétame mis dedos en sus manos quedillo.
Cada que vuestro nombre yo le estó desiendo,
otéame, e sospira, e está comediendo,
aviva más el ojo, e está toda bulliendo,
paresçe que convusco non se estaría dormiendo.
En otras cosas muchas entiendo esta trama,
ella non me lo niega, ante dis' que vos ama,
si por vos non menguare, abajarse ha la rama,
et verná doña Endrina, si la vieja la llama.»
Señora madre vieja, la mi plasentería,
por vos mi esperança siente ya mejoría,
por la vuestra ayuda creçe mi alegría,
non cansedes vos, madre, seguidla cada día.
Tira muchos provechos a veses la peresa,
a muchos aprovecha una ardit sotilesa,
complid vuestro trabajo, y acabad la noblesa,
perderla por tardança sería grand avolesa.»
Amigo, segund creo, por mí avredes conorte,
por mí verná la dueña andar al estricote,
mas yo de vos non tengo si non este pellote,
si buen manjar queredes, pagad bien el escote.
A veses non fasemos todo lo que desimos,
et quanto prometemos quisá non lo complimos,
al mandar somos largos, et al dar escasos primos,
por vanas promisiones trabajamos, servimos.»
Madre, vos non temades que en mentira vos ande,
ca engañar al poble es pecado muy grande,
yo non vos engañaría, nin Dios nunca lo mande,
si vos yo engañare, él a mí lo demande.
En lo que nos fablamos, fiusa tener debemos,
en la firme palabra es la fe que tenemos,
si en algo menguamos de lo que prometemos,
es vergüenza e mengua, si complir lo podemos.»
Eso», dixo la vieja, «bien se dise fermoso:
mas el poble coytado siempre está temeroso
que será soberbiado del rico poderoso:
por chica raçón pierde el poble e el coytoso.
El derecho del poble piérdese muy ayna,
al poble e al menguado e a la poble mesquina
el rico los quebranta, su soberbia los enclina;
non son más preçiados que la seca sardina.
En toda parte anda poca fe e grand fallía
encúbrase en cabo con mucha artería,
non ha el aventura contra el fado valía,
a las veses espanta la mar, e fase buen orilla.
Lo que me prometistes póngolo en aventura,
lo que yo vos prometí tomad, et habed folgura,
quiérome ir a la dueña, rogarle he por mesura,
que venga a mi posada a vos fablar segura.
Si por aventura yo solos vos podíes juntar
ruego vos que seades ome do fuer' lugar,
el su coraçón de ella non sabe ál amar
dar vos ha en chica hora lo que queredes far.»
Fue a casa de la dueña, dixo: «¿Quién mora aquí?»
Respondiole la madre: «¿Quién es que llama y?»
Señora doña Rama, yo que por mi mal os vi,
que las mis fadas negras non se parten de mí.»
Díxole doña Rama: «¿Cómo venides, amiga?»
¿Cómo vengo, señora, non sé cómo lo diga,
corrida e amarga: que me dis' toda enemiga
uno, non sé quién es, mayor que aquella viga.
Ándame todo el día como a çierva corriendo,
como el diablo al rico omen, ansí me anda siguiendo,
que l' lieve la sortija, que traía vendiendo,
está lleno de doblas, fascas que non lo entiendo».
Desque oyó esto la risoña vieja
dexola con la fija, et fuese a la calleja,
comenzol' la buhona a desir otra conseja,
a la raçón primera tornole la pelleja.
Dis': «Ya lévase el uerco la vieja reselosa
que por ello convusco fablar omen non osa;
pues qué, fija señora ¿cómo está nuestra cosa?
Veo vos bien loçana, bien gordilla, e fermosa».
Preguntol' la dueña: «¿Pues qué nuevas de aquél?»
Dis la vieja: «¿Qué nuevas? ¿Qué sé yo qué es dél?
mesquino e magrillo non hay más carne en él
que en pollo enverniso después de Sant Miguel.
El grand fuego non puede cobrir la su llama,
nin el grande amor non puede encobrir lo que ama,
ya la vuestra manera entiéndela ya mi alma,
mi coraçón con dolor sus lágrimas derrama.
Porque veo, e conosco en vos cada vegada,
que sodes de aquel omen lozanamente amada,
su color amarillo, e la su fas mudada
en todos los sus fechos vos trae antojada.
Et vos dél non habedes nin coyta nin embargo,
desídesme non, magüer que siempre vos encargo
con tantas demesuras de aquel omen tan largo,
que lo traedes muerto, perdido, e penado.
Si anda, o si queda, en vos está pensando,
los ojos façia tierra non queda sospirando,
apretando sus manos en su cabo fablando,
rabiosa vos veades, doledvos fasta quando.
El mesquino siempre anda con aquesta tristesa,
¡Par Dios! mal día él vido la vuestra grand duresa,
de noche e de día trabaja sin peresa,
mas non le aprovecha arte nin sotilesa.
De tierra mucho dura fruta non sale buena,
¿quién si non el mesquino siembra en el arena?
Saca galardón poco, grand' trabajo, e grand' pena
anda devaneando el pes con la ballena.
Primero por la talla él fue de vos pagado,
después con vuestra fabla fue mucho enamorado,
por aquestas dos cosas fue mucho engañado,
de lo que le prometistes, non es cosa guardado.
Desque con él fablastes, más muerto lo traedes,
pero que vos callades, tan bien como él ardedes
descobrid vuestra llaga, si non ansí morredes,
el fuego encobierto vos mata et penaredes.
Desidme de todo en todo bien vuestra voluntat,
quál es vuestro talente, desidme la verdat,
o bien lo fagamos, o bien lo dejat,
que venir acá cada día non sería poridat.»
El grand amor me mata el su fuego parejo,
pero quanto me fuerza aprémiame sobejo,
el miedo e la vergüenza defiéndeme el trebejo,
a la mi queja grande non le fallo consejo.»
Fija, perdet el miedo que se toma sin raçón,
en casar vos en uno, aquí non hay trayçión,
éste es su deseo, tal es su coraçón,
de casarse convusco a ley e bendiçión.
Entiendo su grand coyta en más de mil maneras,
dise a mí llorando palabras manselleras:
doña Endrina me mata, e non sus compañeras,
ella sanar me puede, e non las cantaderas.
Desque veo sus lágrimas, e quán bien lo departe,
con piedat e coyta yo lloro por quel' farte;
pero en mi talante alégrome en parte,
porque veo, que vos ama e vos quiere sin arte.
En todo paro mientes, más de quanto coydades,
et veo que entre amos por egual vos amades,
con el entendimiento morides, et penades,
pues el amor lo quiere ¿por qué non vos casades?»
Lo que tú me demandas yo eso cobdiçio,
si mi madre quisiese otorgar el ofiçio;
más que nos ál queramos, por vos faser serviçio,
tal lugar non habremos para plaser et viçio.
Que yo mucho faría por mi amor de Fita,
mas guárdame mi madre, de mí nunca se quita.»
Dixo Trotaconventos a la vieja Pepita:
Ya la crus la levase con el agua bendita.
El amor cobdiçioso quiebla caustras et puertas,
vençe a todas guardas, e tiénelas por muertas:
dexa el miedo vano e sospechas non çiertas,
las fuertes çerraduras le paresçen abiertas.»
Dixo doña Endrina a la mi vieja paga:
Mi coraçón te he dicho, mi deseo, e mi llaga,
pues mi voluntad ves, conséjame qué faga,
por me dar tu consejo vergüenza en ti non yaga.
Es maldat et falsía las mugeres engañar,
grand' pecado e deshonra en las ansí dañar,
vergüenza que fagades yo he de çelar,
mis fechos e la fama, esto me fas' dubdar.
Mas el que contra mí por acusar me venga
tómeme por palabra, a la peor se tenga,
faga quanto podiere, en ello se atenga,
o callará vençido, o váyase por menga.
Venga qualsequier conmigo a departir,
todo lo peor diga que podiere desir,
que aquel buen mançebo dulçe amor e sin fallir,
él será en nuestra ayuda que lo fará desdesir.
La fama non sonará, yo la guardaré bien,
el mormullo e el roydo que lo digan no ay quién
sin vergüença es el fecho, pues tantas carreras tien':
maravíllome, señora, esto porque se detien'.»
¡Ay Dios!», dixo la dueña, «¡el coraçón del amador
en quántas guisas se vuelve con miedo e con temor!
Acá e allá lo trexna el su quejoso amor,
et de los muchos peligros non sabe quál es peor.
Las penas desacordadas cánsanme noche e día,
lo que el amor desea mi coraçón lo querría,
grand temor gelo defiende que mesturada sería,
¿quál corazón tan seguido de tanto non cansaría?
Non sabe qué se faga, siempre anda descaminado,
ruega, e rogando creçe la llaga del enamorado,
con él mi amor quejoso fasta aquí he porfiado,
mi porfía él la vençe, es más fuerte apoderado.
Con aquestos pesares tráeme muy quebrantada,
su porfía e su grand' queja ya me trae cansada,
alégrome con mi tristesa, lasa mas enamorada,
más quiero morir su muerte, que vevir penada.
Quanto más malas palabras omen dise e las entiende,
tanto más en la pelea se aviva e se ençiende,
quantas más dulçes palabras la dueña de amor atiende,
a tanto más doña Venus la flecha e la ençiende.
Et pues que nos non podedes amatar la vuestra llama
fased bien su mandado del amor que vos ama,
fija, la vuestra porfía a vos mata et derrama,
los plaseres de la vida perdedes si non se mata.
Vos de noche et de día lo vedes, bien vos digo,
en el vuestro coraçón al omen vuestro amigo,
él a vos ansí vos trae en su coraçón consigo,
acabad vuestros deseos, matadvos con enemigo.
Tan bien a vos como a él este coydado vos aterra,
vuestras fases et vuestros ojos andan en color de tierra,
darvos ha muerte a entrambos la tardança e la destierra,
quien no cree los mis dichos, más lo falle e más lo yerra.
Mas çierto, fija señora, yo creo que vos coydades
olvidar o escusar aquello que más amades;
esto vos non lo pensedes, nin coydedes, nin creades,
que si non la muerte sola non parte las voluntades.
Verdat es que los plaseres conortan a las deveses,
por ende, fija señora, id a mi casa a veses,
jugaremos a la pella e a otros juegos raeses,
jugaredes, e folgaredes, e dar vos he ¡ay que nueçes!
Nunca está mi tienda sin fruta a las loçanas,
muchas peras, e durasnos ¡qué cidras e qué manzanas!
¡qué castañas, qué piñones, e qué muchas avellanas!
Las que vos queredes mucho éstas vos serán más sanas.
Desde aquí a la mi tienda non ay si non una pasada
en pellote vos iredes como por vuestra morada,
»toda es aquí un barrio e vesindat poblada,
poco a poco nos iremos jugando sin reguarda.
Id vos tan seguramente conmigo a la mi tienda
como a vuestra casa a tomar buena merienda,
nunca Dios lo quiera, fija, que de allí nasca contienda,
iremos calla callando, que otre non nos lo entienda.»
Los omes muchas vegadas con el grand afincamiento
otorgan lo que non deven, mudan su entendimiento,
quando es ya fecho el daño, viene el arrepentimiento,
ciega es la muger seguida, non tiene seso nin tiento.
Muger e liebre seguida mucho corrida conquista,
pierde el entendimiento, çiega e pierde la vista,
non ve redes nin lasos, en los ojos tiene arista,
andan por escarneçerla, coyda que es amada e quista.
Otorgole doña Endrina de ir con ella fablar
a tomar de la su fruta, e a la pella jugar.
Señora», dixo la vieja, «cras avremos buen vagar,
yo me verné para vos, quando viere que ay logar.»
Vínome Trotaconventos alegre con el mandado,
Amigo», dis' «¿cómo estades? Id perdiendo coydado;
el encantador malo saca la culebra del forado,
cras verná fablar convusco, yo lo dexo recabdado.
Bien sé, que dis' verdat vuestro proverbio chico,
que el romero fito que siempre saca çatico,
sed cras omen, non vos tengan por çenico,
tratad vuestro casamiento quando y yo non finco.
Catad non emperesedes, acordadvos de la fablilla,
quando te dan la cablilla, acorre con la soguilla,
recabdat lo que queredes, non vos tenga por çestilla,
que más mal' vergüença en fas, que en coraçón mansilla.»
Enxiemplo de la abutarda y de la golondrina
«Érase un caçador muy sotil pajarero,
fue sembrar cañamones en un viçioso ero,
para faser sus cuerdas et sus lasos et redero,
andava el abutarda çerca en el sendero.
Dixo la golondrina a tórtolas e a pardales,
e más al abutarda estas palabras tales:
Comed aquesta semiente de aquestos eriales,
que es aquí sembrado por nuestros grandes males.'
Feçieron grande escarnio de lo que les fablava
dixieron que se fuese, que locura charlava.
La simiente nasçida, vieron cómo regava
el caçador el cáñamo, et non las espantava.
Tornó la golondrina e dixo al abutarda
que arrancase la yerba que era ya pujada,
que quien tanto la riega e tanto la escarda
por su mal lo fasía, magüera que se tarda.
Dixo el abutarda: 'Loca, sandia, vana,
siempre estás charlando locura de mañana,
non quiero tu consejo, vete para villana,
déxame esta vega tan fermosa e tan llana.'
Fuese la golondrina a casa del caçador,
fiso allí su nido quanto pudo mijor,
como era gritadera e mucho gorgeador,
plogó al pajarero, que era madrugador.
Cogido ya el cáñamo e fecha la parança,
fuese el pajarero, como solía a caça,
prendió al abutarda, levola a la plaça:
dixo la golondrina: 'Ya sodes en pelaça.'
Luego los ballesteros peláronle las alas,
non la dexaron d'ellas si non chicas e ralas,
non quiso buen consejo, cayó en fuertes palas,
guardadvos, doña Endrina, destas paranças malas.
Que muchos se ayuntan e son de un consejo,
por astragar lo vuestro, e faser vos mal trebejo,
juran que cada día vos levarán a conçejo,
como al abutarda vos pelarán el pellejo.
Mas éste vos defenderá de toda esta contienda
sabe de muchos pleytos, e sabe de leyenda,
ayuda e difiende a quien se le encomienda,
si él non vos defiende non sé quién vos defienda.»
Comenzó su escanto la vieja coytral:
Quando el que buen siglo haya seía en este portal,
daba sombra a las casas, et relusíe la cal:
mas do non mora ome, la casa poco val'.
Así estades, fija viuda e mançebilla,
sola et sin compañero como la tortolilla:
d'eso creo que estades amariella et magrilla,
que do son tandas mugeres nunca mengua rensilla.
Dios bendixo la casa do el buen ome cría,
siempre han gasajado, plaser et alegría,
por ende tal mançebillo para vos lo querría,
ante de munchos días veríedes la mejoría.»
Respondió la dueña, dis': «Non me estaría bien
casar ante del año, que a viuda non convien'
fasta que pase el año de los lutos que tien'
casarse, ca el luto con esta carga vien'.
Si yo ante casase sería enfamada,
perdería la manda que a mí es mandada,
del segundo marido non sería tan onrada,
terníe que non podría sofrir grand temporada.»
Fija, dixo la vieja, «el año ya es pasado,
tomad aqueste marido por ome et por velado,
audémoslo, fablémoslo, tengámoslo çelado
hado bueno que vos tienen vuestras fadas fadado.
¿Qué provecho vos tiene vestir este negro paño,
andar envergonzada et con mucho sosaño?
Señora, dexad duelo et faset el cabo de año,
nunca la golondrina mejor consejó ogaño.
Xerga por mal, señora, burel por mal marido
a caballeros et a dueñas es provechos vestido;
mas débenlo traer poco et faser chico roído,
grand plaser et chico duelo es de todo ome querido.»
Respondió doña Endrina: «Dexat, non osaría
faser lo que me desides, nin lo que él querría,
non me digas agora más d'esa ledanía,
non me afinques tanto luego al primero día.
Yo non quise fasta agora muncho buen casamiento,
de quantos me rogaron sabes tú amás de çiento,
si agora tú me sacas de buen entendimiento,
cobraré mala fama, avré arrepentimiento.»
Asentose el lobo, estudo atendiendo,
los carneros valientes vinieron bien corriendo,
cogiéronle al lobo en medio en él feriendo,
él cayó quebrantado, ellos fueron fuyendo:
a cabo de grand pieça levantose estordido,
dixo: «Diome el diablo el ageno roído:
yo ove buen agüero, Dios óvomelo cumplido,
non quise comer tosino, agora soy escarnido.»
Salió de aquel plado, corrió lo más que pudo,
vio en unos fornachos retoçar a menudo
cabrito con las cabras, mucho cabrón cornudo:
A la fe», dis, «agora se cumple el estornudo.»
Quando vieron al lobo fueron mal espantados,
salieron a reçebirle los más adelantados:
¡Ay, señor guardiano!» dixieron los barbados,
Bien venido seades a los vuestros criados.
Quatro de nos queríamos irvos a convidar
que nuestra sancta fiesta veniésedes a honrar
desirnos buena misa, et tomar buena yantar,
pues que Dios vos aduxo, queredla hoy cantar.
Fiestas de seis capas et de grandes clamores,
fasemos bien grande sin perros e sin pastores,
vos cantad en vos alta, responderán los cantores,
ofreçeremos cabritos, los más e los mejores.»
Creóselos el neçio, començó de aullar,
los cabrones e las cabras en alta vos balar,
oyéronlo los pastores aquel grand apellidar,
con palos e con mastines viniéronlo a buscar.
Salió más que de paso, fiso ende retorno,
pastores e mastines trogiéronlo en torno,
de palos e de pedradas ovo un mal sojorno.
Dixo: «Diome el diablo cantar misa en forno.»
Fuese más adelante çerca de un molino,
falló una puerca con mucho buen cochino,
«Ea», dis', «ya d'esta tan buen día me vino,
»que agora se cumple el mi buen adevino.»
Dixo luego el lobo a la puerca bien ansí:
Dios vos dé pas, comadre, que por vos vine yo aquí.
¿Vos e vuestros fijuelos qué fasedes ay?
Mandad vos et faré yo, después gobernad a mí.»
La puerca, que se estaba so los sauçes loçanos,
fabló contra el lobo, dixo dichos non vanos:
dis: «Señor abad, compadre, con esas santas manos
bautisat a mis fijuelos, porque mueran christianos.
Después que vos hayades fecho este sacrifiçio,
ofreçervos los e yo en graçias e en serviçio,
et vos faredes por ellos un salto sin bolliçio,
combredes, e folgaredes a la sombra, al viçio.»
Alaboxe el lobo allí so aquel sauçe
por tomar el cochino que so la puerca yase:
diole la puerca del rosco, echole en el cause,
en la canal del molino entró, que mal le plase.
Topolo en derredor a más andar el rodesno,
salió más quebrantado, pareçía pecadesno:
bueno le fuera al lobo pagarse con torresno,
non viera tantos males, nin perdiera su presno.
Omen cuerdo non quiera el ofiçio dañoso,
non deseche la cosa, de que está deseoso,
de lo que l' pertenese, non sea desdeñoso,
con lo que Dios diere, páselo bien fermoso.
Algunos en sus casas pasan con dos sardinas,
en agenas posadas demandan gollerías,
desechan el carnero, piden las adefinas,
desían que non combrían tosino sin gallinas.
Fijo, el mejor cobro de quantos vos habedes
es olvidar la cosa que haber non podedes:
lo que non puede ser, nunca lo porfiedes,
lo que faser se puede, por ello trabajedes.
¡Ay de mí con qué cobro tan malo me vinistes!
¡Qué nuevas atán malas, tan tristes me trojistes!
¡Ay vieja mata amigos! ¿por qué me lo dixistes?
Tanto bien non me faredes quanto mal me feçistes.
¡Ay viejas pitofleras! mal apresas seades,
el mundo revolviendo a todos engañades,
mintiendo, aponiendo, desiendo vanidades,
a los nesçios fasedes las mentiras verdades.
¡Ay! que todos mis miembros comiençan a tremer,
mi fuerça, e mi seso e todo mi saber,
mi salud, et mi vida, et todo mi entender
por esperança vana todo se va a perder.
¡Ay, coraçón quejoso, casa desaguisada!
¿Por qué matas al cuerpo do tienes tu morada?
¿Por qué amas la dueña, que non te preçia nada?
Coraçón, por tu culpa vivirás vida penada.
Coraçón que quisiste ser preso et tomado
de dueña que te tiene por demás olvidado,
posístete en presión, e sospiros, e coydado
penarás ¡ay coraçón! tan olvidado penado.
¡Ay ojos, los mis ojos! ¿por qué vos fustes poner
en dueña que non vos quiere, nin catar, nin ver?
Ojos, por vuestra vista vos quesistes perder,
penaredes, mis ojos, penar e amorteçer.
¡Ay, lengua sin ventura! ¿por qué quieres desir?
¿por qué quieres fablar? ¿por qué quieres departir
con dueña que non te quiere nin escuchar nin oír?
¡Ay cuerpo tan penado, cómo te vas a morir!
Mugeres alevosas de coraçón traidor,
que non avedes miedo, mesura, nin pavor,
de mudar do queredes el vuestro falso amor,
¡ay, muertas vos veades de tal rabia e dolor!
Pues que la mi señora con otro fue casada,
la vida de este mundo yo non la preçio nada,
mi vida e mi muerte ésta es señalada,
pues que aver non la puedo, mi muerte es llegada.
Dis': «Loco ¿qué avedes que tanto vos quejades?
por ese quejo vano nada non ganades,
temprad con el buen seso el pesar que ayades,
alimpiat vuestras lágrimas, pensat qué fagades.
Grandes artes demuestra el mucho menester,
pensando los peligros podedes estorçer,
quiçá el grand trabajo puede vos acorrer,
Dios e el uso grande fasen los fados volver.»
Yo le dixe: «¿Quál arte, quál trabajo, quál sentido
sanará golpe tan grande de tal dolor venido?
Pues a la mi señora cras le darán marido,
toda la mi esperança pereçe, e só perdido.
Fasta que su marido pueble el çementerio,
non casaría conmigo, ca sería adulterio;
en nada es tornado todo el mi laçerio,
veo el daño grande, et demás el haçerio.»
Dixo la buena vieja: «En hora muy chiquilla
sana dolor muy grand', e sale grand' postilla,
después de las muchas luvias viene buen' orilla,
en pos de los grandes nublos grand' sol e sombrilla.
Viene salud e vida después de grand' dolençia,
vienen muchos plaseres después de la tristençia,
conortadvos, amigo, et tened buena creençia,
cerca son vuestros gosos de la vuestra querençia.
Doña Endrina es vuestra, e fará mi mandado,
non quiere ella casarse con otro ome nado,
todo el su deseo en vos está firmado,
si mucho la amades, más vos tiene amado.»
Señora madre vieja, ¿qué me desides agora?
Fasedes como madre, quando el moçuelo llora,
que le dise falagos, porque calle esa hora,
por eso me desides, que es mía mi señora.
Ansí fasedes, madre, vos a mí por ventura,
porque pierda tristesa, dolor e amargura,
porque tome conorte, e porque aya folgura,
¿desídesme joguetes, o fabládesme en cordura?»
Estonçe dixo la vieja: «Ansí al amador,
»como al ave que sale de manos del aszor,
»en todo logar tiene, que está el caçador,
que la quiere levar siempre tiene temor.
Creed que verdat digo, e ansí lo fallaredes,
si verdat le dixistes, e amor le avedes,
ella verdat me dixo, quiere lo que vos queredes,
perdet esa tristesa, que vos lo probaredes.
La fin muchas de veses non puede recudir
con el comienço suyo, nin se puede seguir;
el curso de los fados non puede omen desir,
sólo Dios e non otro sabe, qué es por venir.
Estorva grandes fechos pequeña ocasión,
desesperar el omen es perder coraçón,
el grand' trabajo cumple quantos deseos son,
muchas veses allega riquesa a montón.
Todo nuestro trabajo et nuestra esperança
está en aventura, está en la balança,
por buen comienzo espera omen la buena andança,
a veses viene la cosa, pero faga tardança.»
Madre, vos non podedes conoçer o asmar
si me ama la dueña, o si me querrá amar
que quien amores tiene, no los puede çelar
en gestos, o en sospiros, o en color, o en fablar.»
Amigo», dis la vieja, «en la dueña lo veo,
que vos quiere, e vos ama, e tiene de vos deseo:
quando de vos le fablo, e a ella oteo,
todo se le demuda el color, e el deseo.
Yo a las de vegadas mucho cansada callo,
ella me dis' que fable, e non quiera dexallo,
fago que me non acuerdo, ella va començallo,
óyeme dulçemente, muchas señales fallo.
En el mi cuello echa los sus brazos entrambos,
ansí una grand pieça en uno nos estamos,
siempre de vos desimos, en ál nunca fablamos,
quando alguno viene, otra raçón mudamos.
Los labrios de la boca tíembranle un poquillo,
el color se le muda bermejo e amarillo,
el coraçón le salta ansí, a menudillo,
apriétame mis dedos en sus manos quedillo.
Cada que vuestro nombre yo le estó desiendo,
otéame, e sospira, e está comediendo,
aviva más el ojo, e está toda bulliendo,
paresçe que convusco non se estaría dormiendo.
En otras cosas muchas entiendo esta trama,
ella non me lo niega, ante dis' que vos ama,
si por vos non menguare, abajarse ha la rama,
et verná doña Endrina, si la vieja la llama.»
Señora madre vieja, la mi plasentería,
por vos mi esperança siente ya mejoría,
por la vuestra ayuda creçe mi alegría,
non cansedes vos, madre, seguidla cada día.
Tira muchos provechos a veses la peresa,
a muchos aprovecha una ardit sotilesa,
complid vuestro trabajo, y acabad la noblesa,
perderla por tardança sería grand avolesa.»
Amigo, segund creo, por mí avredes conorte,
por mí verná la dueña andar al estricote,
mas yo de vos non tengo si non este pellote,
si buen manjar queredes, pagad bien el escote.
A veses non fasemos todo lo que desimos,
et quanto prometemos quisá non lo complimos,
al mandar somos largos, et al dar escasos primos,
por vanas promisiones trabajamos, servimos.»
Madre, vos non temades que en mentira vos ande,
ca engañar al poble es pecado muy grande,
yo non vos engañaría, nin Dios nunca lo mande,
si vos yo engañare, él a mí lo demande.
En lo que nos fablamos, fiusa tener debemos,
en la firme palabra es la fe que tenemos,
si en algo menguamos de lo que prometemos,
es vergüenza e mengua, si complir lo podemos.»
Eso», dixo la vieja, «bien se dise fermoso:
mas el poble coytado siempre está temeroso
que será soberbiado del rico poderoso:
por chica raçón pierde el poble e el coytoso.
El derecho del poble piérdese muy ayna,
al poble e al menguado e a la poble mesquina
el rico los quebranta, su soberbia los enclina;
non son más preçiados que la seca sardina.
En toda parte anda poca fe e grand fallía
encúbrase en cabo con mucha artería,
non ha el aventura contra el fado valía,
a las veses espanta la mar, e fase buen orilla.
Lo que me prometistes póngolo en aventura,
lo que yo vos prometí tomad, et habed folgura,
quiérome ir a la dueña, rogarle he por mesura,
que venga a mi posada a vos fablar segura.
Si por aventura yo solos vos podíes juntar
ruego vos que seades ome do fuer' lugar,
el su coraçón de ella non sabe ál amar
dar vos ha en chica hora lo que queredes far.»
Fue a casa de la dueña, dixo: «¿Quién mora aquí?»
Respondiole la madre: «¿Quién es que llama y?»
Señora doña Rama, yo que por mi mal os vi,
que las mis fadas negras non se parten de mí.»
Díxole doña Rama: «¿Cómo venides, amiga?»
¿Cómo vengo, señora, non sé cómo lo diga,
corrida e amarga: que me dis' toda enemiga
uno, non sé quién es, mayor que aquella viga.
Ándame todo el día como a çierva corriendo,
como el diablo al rico omen, ansí me anda siguiendo,
que l' lieve la sortija, que traía vendiendo,
está lleno de doblas, fascas que non lo entiendo».
Desque oyó esto la risoña vieja
dexola con la fija, et fuese a la calleja,
comenzol' la buhona a desir otra conseja,
a la raçón primera tornole la pelleja.
Dis': «Ya lévase el uerco la vieja reselosa
que por ello convusco fablar omen non osa;
pues qué, fija señora ¿cómo está nuestra cosa?
Veo vos bien loçana, bien gordilla, e fermosa».
Preguntol' la dueña: «¿Pues qué nuevas de aquél?»
Dis la vieja: «¿Qué nuevas? ¿Qué sé yo qué es dél?
mesquino e magrillo non hay más carne en él
que en pollo enverniso después de Sant Miguel.
El grand fuego non puede cobrir la su llama,
nin el grande amor non puede encobrir lo que ama,
ya la vuestra manera entiéndela ya mi alma,
mi coraçón con dolor sus lágrimas derrama.
Porque veo, e conosco en vos cada vegada,
que sodes de aquel omen lozanamente amada,
su color amarillo, e la su fas mudada
en todos los sus fechos vos trae antojada.
Et vos dél non habedes nin coyta nin embargo,
desídesme non, magüer que siempre vos encargo
con tantas demesuras de aquel omen tan largo,
que lo traedes muerto, perdido, e penado.
Si anda, o si queda, en vos está pensando,
los ojos façia tierra non queda sospirando,
apretando sus manos en su cabo fablando,
rabiosa vos veades, doledvos fasta quando.
El mesquino siempre anda con aquesta tristesa,
¡Par Dios! mal día él vido la vuestra grand duresa,
de noche e de día trabaja sin peresa,
mas non le aprovecha arte nin sotilesa.
De tierra mucho dura fruta non sale buena,
¿quién si non el mesquino siembra en el arena?
Saca galardón poco, grand' trabajo, e grand' pena
anda devaneando el pes con la ballena.
Primero por la talla él fue de vos pagado,
después con vuestra fabla fue mucho enamorado,
por aquestas dos cosas fue mucho engañado,
de lo que le prometistes, non es cosa guardado.
Desque con él fablastes, más muerto lo traedes,
pero que vos callades, tan bien como él ardedes
descobrid vuestra llaga, si non ansí morredes,
el fuego encobierto vos mata et penaredes.
Desidme de todo en todo bien vuestra voluntat,
quál es vuestro talente, desidme la verdat,
o bien lo fagamos, o bien lo dejat,
que venir acá cada día non sería poridat.»
El grand amor me mata el su fuego parejo,
pero quanto me fuerza aprémiame sobejo,
el miedo e la vergüenza defiéndeme el trebejo,
a la mi queja grande non le fallo consejo.»
Fija, perdet el miedo que se toma sin raçón,
en casar vos en uno, aquí non hay trayçión,
éste es su deseo, tal es su coraçón,
de casarse convusco a ley e bendiçión.
Entiendo su grand coyta en más de mil maneras,
dise a mí llorando palabras manselleras:
doña Endrina me mata, e non sus compañeras,
ella sanar me puede, e non las cantaderas.
Desque veo sus lágrimas, e quán bien lo departe,
con piedat e coyta yo lloro por quel' farte;
pero en mi talante alégrome en parte,
porque veo, que vos ama e vos quiere sin arte.
En todo paro mientes, más de quanto coydades,
et veo que entre amos por egual vos amades,
con el entendimiento morides, et penades,
pues el amor lo quiere ¿por qué non vos casades?»
Lo que tú me demandas yo eso cobdiçio,
si mi madre quisiese otorgar el ofiçio;
más que nos ál queramos, por vos faser serviçio,
tal lugar non habremos para plaser et viçio.
Que yo mucho faría por mi amor de Fita,
mas guárdame mi madre, de mí nunca se quita.»
Dixo Trotaconventos a la vieja Pepita:
Ya la crus la levase con el agua bendita.
El amor cobdiçioso quiebla caustras et puertas,
vençe a todas guardas, e tiénelas por muertas:
dexa el miedo vano e sospechas non çiertas,
las fuertes çerraduras le paresçen abiertas.»
Dixo doña Endrina a la mi vieja paga:
Mi coraçón te he dicho, mi deseo, e mi llaga,
pues mi voluntad ves, conséjame qué faga,
por me dar tu consejo vergüenza en ti non yaga.
Es maldat et falsía las mugeres engañar,
grand' pecado e deshonra en las ansí dañar,
vergüenza que fagades yo he de çelar,
mis fechos e la fama, esto me fas' dubdar.
Mas el que contra mí por acusar me venga
tómeme por palabra, a la peor se tenga,
faga quanto podiere, en ello se atenga,
o callará vençido, o váyase por menga.
Venga qualsequier conmigo a departir,
todo lo peor diga que podiere desir,
que aquel buen mançebo dulçe amor e sin fallir,
él será en nuestra ayuda que lo fará desdesir.
La fama non sonará, yo la guardaré bien,
el mormullo e el roydo que lo digan no ay quién
sin vergüença es el fecho, pues tantas carreras tien':
maravíllome, señora, esto porque se detien'.»
¡Ay Dios!», dixo la dueña, «¡el coraçón del amador
en quántas guisas se vuelve con miedo e con temor!
Acá e allá lo trexna el su quejoso amor,
et de los muchos peligros non sabe quál es peor.
Las penas desacordadas cánsanme noche e día,
lo que el amor desea mi coraçón lo querría,
grand temor gelo defiende que mesturada sería,
¿quál corazón tan seguido de tanto non cansaría?
Non sabe qué se faga, siempre anda descaminado,
ruega, e rogando creçe la llaga del enamorado,
con él mi amor quejoso fasta aquí he porfiado,
mi porfía él la vençe, es más fuerte apoderado.
Con aquestos pesares tráeme muy quebrantada,
su porfía e su grand' queja ya me trae cansada,
alégrome con mi tristesa, lasa mas enamorada,
más quiero morir su muerte, que vevir penada.
Quanto más malas palabras omen dise e las entiende,
tanto más en la pelea se aviva e se ençiende,
quantas más dulçes palabras la dueña de amor atiende,
a tanto más doña Venus la flecha e la ençiende.
Et pues que nos non podedes amatar la vuestra llama
fased bien su mandado del amor que vos ama,
fija, la vuestra porfía a vos mata et derrama,
los plaseres de la vida perdedes si non se mata.
Vos de noche et de día lo vedes, bien vos digo,
en el vuestro coraçón al omen vuestro amigo,
él a vos ansí vos trae en su coraçón consigo,
acabad vuestros deseos, matadvos con enemigo.
Tan bien a vos como a él este coydado vos aterra,
vuestras fases et vuestros ojos andan en color de tierra,
darvos ha muerte a entrambos la tardança e la destierra,
quien no cree los mis dichos, más lo falle e más lo yerra.
Mas çierto, fija señora, yo creo que vos coydades
olvidar o escusar aquello que más amades;
esto vos non lo pensedes, nin coydedes, nin creades,
que si non la muerte sola non parte las voluntades.
Verdat es que los plaseres conortan a las deveses,
por ende, fija señora, id a mi casa a veses,
jugaremos a la pella e a otros juegos raeses,
jugaredes, e folgaredes, e dar vos he ¡ay que nueçes!
Nunca está mi tienda sin fruta a las loçanas,
muchas peras, e durasnos ¡qué cidras e qué manzanas!
¡qué castañas, qué piñones, e qué muchas avellanas!
Las que vos queredes mucho éstas vos serán más sanas.
Desde aquí a la mi tienda non ay si non una pasada
en pellote vos iredes como por vuestra morada,
»toda es aquí un barrio e vesindat poblada,
poco a poco nos iremos jugando sin reguarda.
Id vos tan seguramente conmigo a la mi tienda
como a vuestra casa a tomar buena merienda,
nunca Dios lo quiera, fija, que de allí nasca contienda,
iremos calla callando, que otre non nos lo entienda.»
Los omes muchas vegadas con el grand afincamiento
otorgan lo que non deven, mudan su entendimiento,
quando es ya fecho el daño, viene el arrepentimiento,
ciega es la muger seguida, non tiene seso nin tiento.
Muger e liebre seguida mucho corrida conquista,
pierde el entendimiento, çiega e pierde la vista,
non ve redes nin lasos, en los ojos tiene arista,
andan por escarneçerla, coyda que es amada e quista.
Otorgole doña Endrina de ir con ella fablar
a tomar de la su fruta, e a la pella jugar.
Señora», dixo la vieja, «cras avremos buen vagar,
yo me verné para vos, quando viere que ay logar.»
Vínome Trotaconventos alegre con el mandado,
Amigo», dis' «¿cómo estades? Id perdiendo coydado;
el encantador malo saca la culebra del forado,
cras verná fablar convusco, yo lo dexo recabdado.
Bien sé, que dis' verdat vuestro proverbio chico,
que el romero fito que siempre saca çatico,
sed cras omen, non vos tengan por çenico,
tratad vuestro casamiento quando y yo non finco.
Catad non emperesedes, acordadvos de la fablilla,
quando te dan la cablilla, acorre con la soguilla,
recabdat lo que queredes, non vos tenga por çestilla,
que más mal' vergüença en fas, que en coraçón mansilla.»
De cómo doña Endrina fue a casa de la vieja, e el arçipreste acabó lo que quiso
Después fue de Santiago otro día seguiente,
a hora de medio día, quando yanta la gente,
vino doña Endrina con la mi vieja sabiente,
entró con ella en su tienda bien sosegamente.
Como lo mi vejesuela me avía aperçebido,
non me detove mucho, para allá fui luego ido;
fallé la puerta çerrada, mas la vieja bien me vido:
«¡Yuy!» dis', «¿qué es aquello, que fas' aquel roído;
es omen o es viento? Creo que es omen, non miento,
vedes, vedes, cómo otea el pecado carboniento:
es aquél, non es aquél e me semeja, yo lo siento
a la fe, aquél es don Melón, yo lo conosco, yo lo viento.
Aquélla es la su casa, e su ojo de becerro,
catat, catat, cómo asecha, barrúntanos como perro,
allí rabiaría agora que non puede tirar el fierro.
Mas quebrantaría las puertas, menéalas como çencerro.
Cierto, aquí quiere entrar; mas ¿por qué yo non le fablo?
don Melón, tiradvos dende ¿tróxovos y el diablo?
Non queblantedes mis puertas, que del abad de Sant Pablo
las ove ganado, non posistes ay un clavo.
Yo vos abriré la puerta, esperat, non la quebredes,
et con bien e con sosiego desid si algo queredes,
luego vos id de mi puerta, non vos alhaonedes,
entrad mucho en buena hora, yo veré lo que faredes.»
¡Señora doña Endrina, vos, la mi enamorada!
Vieja ¿por eso teníades a mí la puerta çerrada?
Tan buen día es hoy este que fallé a tal çelada,
Dios et mi buena ventura me la tovieron guardada.
Quando yo salí de casa, pues que veíades las redes,
¿por qué fincábades con él sola entre estas paredes?
A mí non rebtedes, fija, que vos lo meresçedes,
el mejor cobro que tenedes, vuestro mal que lo calledes.
Menos de mal será que esto poco çeledes,
que non que vos descobrades, et ansí vos pregonedes,
casamiento que vos venga por esto non lo perderedes,
mejor me paresçe esto que non que vos enfamedes.
Et pues que vos desides, que es el daño fecho,
defiéndavos et ayúdevos a tuerto e derecho,
fija, a daño fecho aved ruego, et pecho,
callad, guardat la fama, non salga de so techo.
Si non parlase la picaza más que la codornís,
non la colgarían en la plaza, nin reirían de lo que dis';
castigadvos, amiga, de otra tal contraís,
que todos los omes fasen como don Melón Ortís.»
Doña Endrina le dixo: «¡Ay, viejas tan perdidas!
a las mugeres traedes engañadas, vendidas;
ayer mil cobros me dabas, mil artes, mil salidas,
hoy, que só escarnida, todas me son fallidas.»
Si las aves lo podiesen bien saber et entender,
quántos lazos los paran, non las podrían prender
quando el laso ven, ya las lievan a vender,
mueren por el poco çebo, non se pueden defender,
si los peçes de las aguas, quando ven el ansuelo,
ya el pescador los tiene, et los trae por el suelo;
la muger ve su daño quando ya finca con duelo,
non la quieren los parientes, padre, madre, nin abuelo.
El que la ha desonrada, déxala, non la mantiene,
vase perder por el mundo, pues otro cobro non tiene,
pierde el cuerpo e el alma, a muchos esto aviene;
pues otro cobro non he, así faser me conviene.
Está en los antiguos seso e sabiençia,
es en el mucho tiempo el saber e la çiençia,
la mi vieja maestra hobo ya conçiençia,
et dio en este pleyto una buena sentençia.
El cuerdo gravemente non se debe quejar,
quando el quejamiento non le puede pro tornar;
lo que nunca se puede reparar nin emendar,
débelo cuerdamente sofrir e endurar.
A las grandes dolençias, a las desaventuras,
a los acaesçimientos, a los yerros de locuras,
debe buscar consejo, melesinas, e curas:
el sabidor se prueba en coytas e en presuras.
La ira, la discordia a los amigos mal fas',
pone sospechas malas en el cuerpo do yas',
habed entre vos ambos concordia e pas,
el pesar et la saña tornadlo en buen solás.
Pues que por mí, desides, que el daño es venido,
por mí quiero que sea el vuestro bien habido:
vos sed muger suya, e él vuestro marido,
todo vuestro deseo es bien por mí complido.»
Doña Endrina e don Melón en uno casados son,
alégranse las compañas en las bodas con raçón,
si villanías he dicho, haya de vos perdón,
que lo feo del estoria dis' Pánfilo e Nasón.
Del castigo qu'el arçipreste da a las dueñas, e de los nombles del alcagüeta
Dueñas, abed orejas, oíd buena liçión,
entendet bien las fablas, e guardatvos del varón,
guardatvos, non vos contesca, como con el león
al asno sin orejas e sin su coraçón.
El león fue doliente, dolíale la testa,
quando fue sano della que la traía en fiesta,
todas las animalias un domingo en la siesta
vinieron ant'él todos a faser buena fiesta.
Estaba y el burro, fesieron dél joglar,
como estaba bien gordo comenzó a retozar,
su atambor taniendo bien alto a rebusnar
al león e a los otros queríales atronar.
Con las sus cazurrías el león fue sañudo,
quiso abrillo todo, alcanzar non lo puedo,
su atambor taniendo fuese, más y non estudo,
sentiose por escarnido el león del orejudo.
El león dixo luego, que merçed le faría,
mandó que lo llamasen, que la fiesta honraría,
quanto él demandase, tanto le otogaría;
la gulhara juglara dixo, que l' llamaría.
Fuese la raposilla donde el asno andaba
paçiendo en un prado, también lo saludaba:
«Señor», dixo, «confrade, vuestro solás honraba
a todos, e agora non vale una fava.
Más valía vuestra albuélvola e vuestro buen solás,
vuestro atambor sonante, los sonetes que fas',
que toda nuestra fiesta; al león mucho plas',
que tornedes al juego en salvo e en pas.»
Creó falsos falagos, él escapó peor,
tornose a la fiesta baylando el cantador,
non sabía la manera el burro de señor,
escota juglar neçio el son del atambor.
Como el león tenía sus monteros armados,
prendieron a don burro, como eran castigados,
al león le troxieron, abriol' por los costados,
de la su seguranza son todos espantados.
Mandó el león al lobo con sus uñas parejas
que lo guardase todo mejor que las ovejas:
quanto el león traspuso una o dos callejas,
el coraçón el lobo comió e las orejas.
Quando el león vino por comer saborado,
pidió al lobo el asno que le había encomendado;
sin coraçón e sin orejas tróxolo desfigurado,
el león contra el lobo fue sañudo e airado.
Dixo el león al lobo, que'l asno tal nasçiera,
que si él coraçón et orejas toviera,
entendiera sus mañas, e sus nuevas oyera,
mas que lo non tenía, e por ende veniera.
Así, señoras dueñas, entended el romançe,
guardadvos de amor loco, non vos prenda, nin alcance,
abrid vuestras orejas, vuestro coraçón se lançe
en amor de Dios limpio, amor loco no l' trançe.
La que por desaventura es e fue engañada,
guárdese que non torne al mal otra vegada:
de coraçón et de orejas non quiera ser menguada,
en agena cabeza sea bien castigada.
En muchas engañadas castigo e seso tome,
non quieran amor falso, loco riso non asome,
ya oístes que asno de muchos lobos lo comen,
non me maldigan algunos que por esto se encone.
De fabla chica dañosa guárdese muger falaguera,
que de un grano de agrás se fase mucha dentera:
de una nues chica nasçe grand árbor de noguera,
e muchas espigas nasçen de un grano de çibera.
Andan por todo el pueblo della muchos desires,
muchos después la enfaman con escarnios e reíres:
dueña, por te desir esto non te asañes, nin te aíres,
mis fablas e mis fasañas, ruégote, que bien las mires.
Entiende bien mi estoria de la fija del Endrino
díxela por te dar ensiempro, non porque a mí vino,
guárdate de falsa vieja, de riso de mal vesino.
Sola con ome non te fíes, nin te llegues al espino.
Seyendo yo después desto sin amor e con cuidado,
vi una apuesta dueña ser en su estrado,
mi coraçón en punto levómelo forzado,
de dueña que yo viese nunca fui tan pagado.
De talla la mejor de quantas yo ver pud',
niña de pocos días, rica et de vertud,
fermosa, fidalga, e de mucha joventud,
nunca vi tal como ésta, sí Dios me dé salud.
Apuesta et lozana e dueña de linaje,
poco salía de casa, era como salvaje.
Busqué trotaconventos, que siguiese este viaje
que éstas son comienzo para el loco pasaje.
Sabed que non busqué otro Fernand García,
nin lo coydo buscar para mensajería,
nunca se omen bien falla de mala compañía,
de mensajero malo guárdeme Santa María.
Aquesta mensajera fue vieja bien leal,
cada día llegava la fabla, mas non ál:
en esta pleytesía puso femençia tal,
que çerca de la villa puso el arrabal.
Luego en el comienço fis' aquestos cantares,
levógelos la vieja con otros adamares:
«Señora», dis', «compradme aquestos almajares.»
La dueña dixo: «Pláseme desque me los mostrares.»
Començó a encantalla, díxole: «Señora fija,
catad aquí que vos trayo esta preciosa sortija,
dan vos ésta (poco a poco la aguija)
si me non mesturades, diré vos una pastija.»
Dis': «Yo sé quién vos querría más cada día ver,
que quien le diese esta villa con todo su aver;
señora, non querades tan horaña ser,
quered salir al mundo, aquí vos Dios fiso nasçer.»
Encantola de guisa, que la enveleñó,
diole aquestas cántigas, la cinta le ciñó,
en dándole la sortija del ojo le guiñó,
somoviola ya quanto, e bien lo adeliñó.
Como dise la fabla, que del sabio se saca,
que çedaçuelo nuevo tres días en estaca,
díxome esta vieja (por nombre ha Urraca)
que non querría ser más rapaça nin bellaca.
Yo le dixe como en juego: «Picaça parladera,
»non tomes el sendero, e dexes la carrera,
»sirve do avrás pro, pues sabes la manera,
»que non mengua cabestro a quien tiene çibera.»
Non me acordé estonçe d'esta chica parlilla,
que juga jugando dise el omen grand mansilla:
fue sañuda la vieja tanto que a maravilla,
toda la poridat fue luego descobrilla.
Fue la dueña guardada quanto su madre pudo,
non la podía ver así tan a menudo:
ayna yerra omen que non es aperçebudo;
o piensa bien qué fables, o calla, faste mudo,
probelo en Urraca, dótelo por consejo,
que nunca mal retrayas a furto nin en conçejo,
desque tu poridat yase en tu pellejo,
que como el verdadero non ay tan mal trebejo.
A la tal mensajera nunca le digas maça,
bien o mal como gorgee, nunca le digas picaça,
señuelo, cobertera, almadana, coraça,
aldaba, trainel, cabestro, nin almohaça.
Garabato, nin tía, cordel, nin cobertor,
escofina, avancuerda, nin rascador,
pala, agusadera, freno, nin corredor,
nin badil, nin tenasas, nin ansuelo pescador.
Campana, travilla, alcahueta, nin porra,
jáquima, adalid, nin guía, nin andorra,
nunca le digas trotera, aunque por ti corra:
creo, que si esto goardares, que la vieja te acorra.
Aguijón, escalera, nin avejón, nin losa,
traílla, nin trechón, nin registro, nin glosa:
desir todos sus nombles es a nos fuerte cosa,
nombles e maestrías más tienen que raposa.
Como dise un dicho, que coyta non ay ley
coytándome Amor, mi señor et mi rey,
doliéndome de la dueña mucho esto non crey
que estaba coytada como oveja sin grey.
Ove con la grand' coyta rogar a la mi vieja,
que quisies' perder saña de la mala conseja:
la liebre del covil sácala la comadreja,
de prieto fasen blanco, volviéndole la pelleja.
Alahe», dis', «arcipreste, vieja con coyta trota,
e tal fasedes vos, porque non tenedes otra,
tal vieja para vos guardadla, que conorta,
que mano besa ome, que la querría ver corta.
Nunca jamás vos contesca e lo que dixe apodo:
yo lo desdiré muy bien, e lo desfaré del todo,
así como se desfase entre los pies el lodo,
yo daré a todo çima, e lo traeré a rodo.
Nunca digas nombre malo nin de fealdat,
llamatme buen amor, e faré yo lealtat,
ca de buena palabra, págase la vesindat,
el buen desir non cuesta más que la neçedat.»
Por amor de la vieja e por desir raçón,
buen amor dixe al libro e a ella toda saçón:
desque bien la guarde, ella me dio mucho don:
non ay pecado sin pena, nin bien sin galardón.
Fiso grand maestría et sotil travesura,
físose loca pública andando sin vestidura,
dixo luego la gente: «Dé Dios mala ventura
»a vieja de mal seso, que fase tal locura.»
Disen por cada cantón, que sea mal apreso,
quien nunca vieja loca creyese tal mal seso
de lo que ante creían, fue cada uno represo,
dixe yo: «En mano de vieja nunca di mejor beso.»
Fue a pocos de días amatada la fama,
a la dueña non la guardan su madre nin su ama;
torneme a mi vieja como a buena rama,
quien tal vieja toviere, guárdela como al alma.
Físose corredera de las que venden joyas,
ya vos dixe que éstas paran cabas et foyas,
non ay tales maestras como estas viejas troyas:
éstas dan la maçada: si as orejas, oyas.
Otrosí vos dixe, que estas tales buhonas
andan de casa en casa vendiendo muchas donas,
non se guarda d'ellas, están con las personas,
fasen con el su viento andar las ataonas.
La mi leal Urraca, que Dios me la mantenga,
tovo en lo que puso, non lo fas' toda menga,
dis: «Quiero me aventurar a quiquier que me venga,
»et faser que la pella en rodar non se tenga.
Agora es el tiempo, pues que ya non la guardan,
con mi buhonera de mí non se guardan,
quanto de vos dixieron, yo faré que lo padan,
ca do viejos non lidian, los cuervos non gradan.»
Si la enfechisó, o si le dio atincar,
o si le dio rainela, o si le dio mohalinar,
o si le dio ponçoña, o algund adamar,
mucho ayna la sopo de su seso sacar.
Como fase venir el señuelo al falcón,
así fiso venir Urraca la dueña al rincón,
ca dis' vos, amigo, que las fablas verdat son:
sé que el perro viejo non ladra a tocón.
Como es natural cosa el nasçer e el morir,
ovo por mal pecado la dueña a fallir,
murió a pocos días, non lo puedo desir:
Dios perdone su alma, e quiérala resçebir.
Con el triste quebranto et con el grand pesar
yo caí en la cama, e coydé peligrar,
pasaron bien dos días, que me non pud' levantar,
dixe yo: «¡Qué buen manjar, si non por el escotar!»
De la vieja que vino al arçipreste y de lo que le contesçió con ella
El mes era de março, salido el verano
vínome ver una vieja, díxome luego de mano:
«Moço malo, moço malo, más val' enfermo que sano.»
Yo trabé luego d'ella, et fablele en seso vano.
Con su pesar la vieja díxome muchas veses:
«Arçipreste, más es el roído que las nueses.»
Dixe yo: «¡Diome el diablo estas viejas raheses,
»desque an bebido el vino, disen mal de las feses!»
De toda la laseria et de todo este cojijo
fis' cantares caçurros de quanto mal me dixo;
non fuyan d'ello las dueñas, nin los tengo por lijo,
ca nunca los oyó dueña, que d'ellos mucho non rijo.
A vos, dueñas señoras, por vuestra cortesía
demando vos perdón, que sabed que non querría
aver saña de vos: ca de pesar morría,
consentid entre los sesos una tal bavoquía.
Por me lo otorgar, señoras, escrebirvos he grand saçón
de dicho e de fecho e de todo coraçón,
non puede ser que non yerre omen en grand raçón,
el oidor cortés tenga presto el perdón.
De cómo el arçipreste fue a provar la sierra e de lo que le contesçió con la serrana
Provar todas las cosas el apóstol lo manda:
fui a provar la sierra, e fis loca demanda:
luego perdí la mula, non fallava vianda,
quien más de pan de trigo busca, sin seso anda.
El mes era de março, día de Sant Meder
pasado el puerto Loçoya fui camino prender
de nieve e de graniso non ove do me absconder
quien busca lo que non pierde, lo que tien debe perder.
Ençima de este puerto vime en rebata,
fallé una vaquerisa çerca de una mata:
preguntele, quién era respondiome la chata:
«Yo só la chata resia, que a los omes ata.
»Yo goardo el portadgo et el peage cojo,
»el que de grado me paga, non le fago enojo,
»el que non quiere pagar, priado lo despojo;
»págame, si non verás, cómo trillan rastrojo.»
detúvome el camino, como era estrecho,
una vereda estrecha, vaqueros la avían fecho,
desque me vi en coyta, arresido, mal trecho,
«Amiga», díxel', «amidos fase el can barbecho,
»déxame pasar, amiga, darte he joyas de sierra,
»si quieres, dime quáles usan en esta tierra,
»ca, segund es la fabla, quien pregunta non yerra,
»et por Dios dame posada, que el frío me atierra.»
Respondiome la chata: «Quien pide non escoge,
»prométeme que quiera antes que me enoje,
»non temas, si m' das algo, que la nieve mucho moje
»conséjote que te avengas antes que te despoje.»
Como dise la vieja quando bebe su madeja;
«Comadre, quien más non puede amidos morir se dexa.»
Yo desque me vi con miedo, con frío e con quexa
mandele pancha con broncha e con çorrón de coneja,
echome a su pescueso por las buenas respuestas,
et a mí non me pesó, porque me llevó a cuestas:
escusome de pasar los arroyos et las cuestas,
fis' de lo que y pasó las copras de yuso puestas.
Cántica de serrana
Pasando una mañana por el puerto de Malagosto
salteome una serrana a la asomada del rostro,
«Fa de maja», dis' «¿dónde andas, qué buscas o qué demandas
»por aqueste puerto angosto?»
Díxele yo a la pregunta: «Vome fasia Sotos albos.»
Dis: «El pecado barruntas en fablar verbos tan blavos:
»que por esta encontrada, que yo tengo guardada,
»non pasan los omes salvos.»
Paróseme en el sendero la gaha roín heda:
«Alahe,», dis', «escudero, aquí estaré yo queda:
»fasta que algo me prometas, por mucho que te arremetas
»non pasarás la vereda.»
Díxele yo: «¡Por Dios, vaquera, non me estorves mi jornada,
»tírate de la carrera, que non tray para ti nada.»
Ella dis: «Dende te torna, por Somosierra trastorna,
»que non avrás aquí posada.»
La chata endiablada, que Santillán la confonda,
enaventome el dardo, dis: «Por el padre verdadero
»tú me pagarás hoy la ronda.»
Fasía nieve e granisaba, díxome la chata luego,
fascas que me amenasaba: «Págam', si non, verás juego.»
Díxel' yo: «Pardiós, fermosa, desirvos he una cosa:
»más querría estar al fuego.»
Dis': «Yo te levaré a casa, e mostrarte he el camino,
»faserte he fuego, e blasa, darte he del pan e del vino
alahé, promed algo, et tenerte he por fidalgo:
buena mañana te vino.»
Yo con miedo et arresido prometil' una garnacha,
et mandel' para el vestido una broncha et una pancha:
ella dis: «Dam' más, amigo, anda acá trota conmigo,
»non ayas miedo al escacha.»
Tomome resio por la mano, en su pescueso me puso
como a çurrón liviano, e levom' lo cuesto ayuso,
«¡Ha de duro! Non te espantes, que bien te daré que yantes,
como es de la sierra uso.»
Púsome mucho ayna en una venta con su enhoto,
diome foguera de ensina, mucho gaçapo de soto,
buenas perdiçes asadas, fogaças mal amasadas,
et buena carne de choto.
De buen vino un quartero, manteca de bacas mucha,
mucho queso asadero, leche, natas e una trucha;
dise luego: «¡Ha de duro! comamos d'este pan duro
»después faremos la lucha.»
Después fui un poco estando, fuime desatirisiendo,
como me iva calentando, ansí me iva sonriendo,
oteome la pastora, dis': «Ya compañero agora,
»creo que vo entendiendo.»
La vaquera trabiesa dis:' «Caminemos un rato
»liévate dende apriesa, desvuélvete de aques'hato.»
Por la muñeca me priso, ove de faser quanto quiso,
creo que fis' buen barato.
De lo que le contesçió al arcipreste con la serrana
Después d'esta aventura fuime para Segovia,
non a comprar las joyas para la chata novia,
fui ver una costilla de la serpiente groya
que mató al viejo Rando segund dise en Moya.
Estude en esa çibdat, e espendí mi cabdal,
non fallé poço dulçe nin fuente perenal,
desque vi la mi bolsa que se parava mal,
dixe: «Mi casilla e mi fogar çient sueldos val.»
Torné para mi casa luego al terçero día,
mas non vine por Loçoya, que joyas non traía,
coydé tomar el puerto que es de la Fuentfría,
erré todo el camino, como quien lo non sabía.
Por el pinar ayuso fallé una vaquera,
que guardaba sus vacas en aquesa ribera;
«Homíllome», dixe yo, «serrana falaguera,
o morarme he con vusco, o mostradme la carrera.»
«Seméjasme», dis' «sandio, que ansí te convidas;
non te llegues a mí, ante lo comidas,
si non, yo te faré que mi cayada midas,
si en lleno te cojo, bien tarde la olvidas.»
Como dise la fabla, del que de mal nos quita,
escarba la gallina, et falla su pepita:
probeme de llegar a la chata maldita,
diome con la cayada en la oreja fita.
Derribome la cuesta a yuso, et caí estordido,
allí probé, que era mal golpe el del oído:
«Confonda Dios», dixe yo, «cigüeña en el exido,
que de tal guisa coge çigoñinos en nido.»
Desque ovo en mí puesto las sus manos iradas,
dixo la descomulgada: «Non pises las aradas,
»non te ensañes del juego, que esto a las vegadas
cohiérense en uno las buenas dineradas.»
Dis': «Entremos a la cabaña, Ferruso non lo entienda,
»meterte he por camino, e avrás buena merienda:
»liévate dende, cornejo, non busques más contienda.»
Desque la vi pagada, levanteme corrienda.
Tomome por la mano, e fuémosnos en uno,
era nona pasada, e yo estaba ayuno
desque en la choça fuimos, non fallamos ninguno;
díxome que jugasemos el juego por mal de uno.
«Pardiós», dixe yo, «amiga, más querría almorsar,
»que ayuno et arresido non ome podría jugar,
si ante non comiese, non podría bien baylar.»
Non se pagó del dicho, e quísome amenasar.
Pensó de mí et della: dixe yo: «Agora se prueba,
»que pan et vino juega, que non camisa nueva.»
Escoté la merienda, e partime d'algueva,
díxele que me mostrase la senda, que es nueva.
Rogome que fincase con ella esa tarde,
ca mala es de amatar el estopa de que arde.
Díxele yo: «Estó de priesa, si Dios de mal me guarde.»
Asañose contra mí, resçelé e fui cobarde.
Sacome de la choça, et llegome a dos senderos
ambos son bien usados, e ambos son camineros,
andé lo más que pud' aína los oteros,
llegué con el sol templano al aldea de Ferreros.
D'esta burla pasada fis' un cantar atal,
non es mucho fermoso, creo que nin comunal,
fasta que el libro entiendas, d'él bien non digas nin mal,
ca tú entenderás uno, e el libro dise ál.
Cántica de serrana
Siempre se me verná miente
d'esta serrana valiente
Gadea de Riofrío.
A la fuera d'esta aldea la que aquí he nomblado,
encontreme con Gadea, vacas guarda en el prado,
yo l' dixe: «En buena hora sea de vos cuerpo tan guisado.»
Ella me repuso: «Ca la carrera has errado,
et andas como radío.»
«Radío ando, serrana, en esta grand' espesura,
a las veses omen gana o pierde por aventura;
mas quanto esta mañana del camino non he cura,
pues vos yo tengo hermana aquí en esta verdura
ribera de aqueste río.»
Riome como respuso la serrana tan sañuda,
desçendió la cuesta ayuso ¡cómo era atrebuda!
Dixo: «Non sabes el uso, como s'doma la res muda,
quiçá el pecado puso esa lengua tan aguda,
si la cayada te envío.»
Enviome la cayada aquí tras el pestorejo,
físome ir la cuestalada, derribome en el vallejo,
dixo la endiablada: «Así apilan el conejo:
sobart'he», dis, «el albarda, si non partes del trebejo:
liévate, vete, sandio.»
Ospedome et diome vianda, mas escotar me la fiso,
porque non fis' quanto manda, dis': «¡Roín, gaho, enverniso!
cómo fis' loca demanda en dexar por ti el vaqueriso
yot' mostraré, si non ablandas, como se pella el eriso,
sin agua et sin rosío.»
De lo que le contesçió al arçipreste con la serrana
Lunes antes del alba començé mi camino,
fallé çerca el Cornejo, do tajava un pino,
una serrana lerda, direvos que me avino,
coydos' casar conmigo como con su vesino.
Preguntome muchas cosas: coydos' que era pastor,
por oír de mal recabdo dexos' de su labor,
coydós' que me traía rodando en derredor.
Olvidose la fabla del buen consejador.
Que dise a su amigo, queriéndol' consejar:
Non dexes lo ganado por lo que as de ganar:
si dexas lo que tienes por mintroso coydar,
non avrás lo que quieres, poderte has engañar.
De quanto que pasó fise un cantar serrano,
este de yuso escrito, que tienes so la mano:
façía tiempo muy fuerte, pero era verano,
pasé por la mañana el puerto por sosegar templano.
Cántica de serrana
So la casa del Cornejo primer día de selmana
en comedio del vallejo encontré una serrana
vestida de buen bermejo, buena çinta de lana;
díxele yo ansí: «Dios te salve, hermana.»
Dis': «¿Qué buscas por esta tierra, cómo andas descaminado?»
Dixe: «Ando por esta sierra, do querría casar de grado.»
Ella dixo: «Non lo yerra el que aquí es casado,
busca e fallarás de grado.
Mas, pariente, tú te cata, si sabes de sierra algo.»
Yo l' dixe: «Bien sé guardar vacas, yegua en çerro cabalgo,
sé el lobo cómo se mata, quando yo en pos él salgo,
antes lo alcanço que el galgo.
Sé muy bien tornear vacas et domar bravo novillo,
sé maçar, et faser natas et faser el odresillo,
bien sé guitar las abarcas et tañer el caramillo,
et cabalgar bravo potrillo.
Sé faser el altibajo et sotar a qualquier muedo,
non fallo alto nin baxo, que me vença segund cuedo,
quando a la lucha me abaxo, al que una ves travar puedo,
derríbol' si me denuedo.»
Dis': «Aquí avrás casamiento qual tú demanduvieres,
casarme he de buen talento contigo, si algo dieres,
farás buen entendimiento.» Dixel' yo: «Pide lo que
quisieres,
et darte he lo que pidieres.
Dis': «Dame un prendero, que sea de bermejo paño,
e dame un bel pandero et seis anillos de estaño,
un çamarrón de santero, e garnacho para entreaño,
et non fables en engaño.
Dam' zarcillos et hevilla de latón bien relusiente,
et dame toca amarilla bien listada en la fruente,
çapatas jasta rodilla, e dirá toda la gente:
'Bien casó Menga Lloriente!'»
Yo l' dixe: «Darte he esas cosas e aun más, si más comides,
bien loçanas e fermosas, a tus parientes convides,
luego fagamos las bodas, e esto non lo olvides
que ya vo por lo que pides.
De lo que contesçió al arçipreste con la serrana, et de las figuras d'ella
Siempre ha mala manera la sierra et la altura,
si nieva, o si yela, nunca da calentura,
bien ençima del puerto fasía orina dura,
viento con grand elada, rosío con grand friura.
Como omen non siente tanto frío, si corre,
corrí la cuesta ayuso, ca dis': «Quien da a la torre,
»ante dise la piedra que sale el alhorre.»
Yo dixe: «Só perdido, si Dios non me acorre.»
Nunca desque nasçí pasé tan grand' periglo
de frío: al pie del puerto falleme con vestiglo,
la más grande fantasma, que vi en este siglo,
yeguarisa trefuda, talla de mal çeñiglo.
Con la coyta del frío e de la grand' elada
roguel' que me quisiese ese día dar posada,
díxome, que l' plasía, si l' fuese bien pagada:
tóvelo a Dios en merçed, e levome a la Tablada.
Sus miembros e su talla non son para callar;
ca bien creed, que era una grand yegua caballar,
quien con ella luchase, non se podría bien fallar,
si ella non quisiese, non la podría aballar.
En l'Apocalypsi San Joan Evangelista
non vido tal figura, nin de tan mala vista,
a grand hato daría lucha e grand conquista;
non sé de quál diablo es tal fantasma quista.
Avía la cabeça mucho grand sin guisa;
cabellos muy negros más que corneja lisa;
ojos fondos, bermejos, poco e mal devisa;
mayor es que de yegua la patada do pisa.
Las orejas mayores que de añal burrico;
el su pescueço negro, ancho, velloso, chico;
las narises muy gordas, luengas, de çarapico,
bebería en pocos días cabdal de buhón rico.
Su boca de alana et los rostros muy gordos:
dientes anchos et luengos, asnudos e muy mordos,
las sobreçejas anchas e más negras que tordos:
los que quieran casarse aquí, non sean sordos.
Mayores que las mías tiene sus prietas barbas,
yo non vi en ella ál, mas si tú en ella escarvas,
creo que fallarás de las chufetas darvas:
valdríasete más trillar en las tus barvas.
Mas en verdat si bien vi fasta la rodilla,
los huesos mucho grandes, la çanca non chiquilla,
de las cabras del fuego una grand manadilla;
son tovillos mayores que de una añal novilla.
Más ancha que mi mano tiene la su muñeca,
vellosa, pelos grandes, pero non mucho seca;
vos gorda, e gangosa, a todo omen enteca,
tardía como ronca, desdonada e ueca.
El su dedo chiquillo mayor es que mi pulgar,
piensa de los mayores si te podrás pagar,
si ella algund día te quisiese espulgar,
bien sentiría tu cabeza que son biga de lagar.
Por el su garnacho tenía tetas colgadas,
dávanle a la çinta, pues que estaban dobladas,
ca estando sençillas daríen so las ijadas
a todo son de çítola andarían sin ser mostradas.
Custillas mucho grandes en su negro costado,
unas tres veses contelas estando arredrado:
dígote, que non vi más, nin te será más contado,
ca moço mesturero non es bueno para mandado.
De quanto que me dixo et de su mala talla
fise bien tres cántigas, mas non pud' bien pintalla,
las dos son chançonetas, la otra de trotalla,
de la que te non pagares, veyla, e ríe, e calla.
Cántica de serrana
Cerca la Tablada
la sierra pasada
falleme con Aldara
a la madrugada.
Ençima del puerto
coydé ser muerto
de nieve e de frío
e d'ese rosío
e de grand' elada.
A la deçida
di una corrida,
fallé una serrana
fermosa, lozana,
e bien colorada.
Dixe yo a ella:
«Homíllome bella»:
dis: «Tú que bien corres,
aquí non te engorres,
anda tu jornada.»
Yo l' dixe: «Frío tengo,
e por eso vengo
a vos, fermosura,
quered por mesura
hoy darme posada.
Díxome la moza:
Pariente, mi choça
el que en ella posa,
conmigo desposa,
e dam' grand soldada.
Yo l' dixe: «De grado,
»mas soy casado
»aquí en Ferreros;
»mas de mis dineros
»darvos he, amada.»
Dis': «Trota conmigo.»
Levome consigo,
e diom' buena lumbre,
como es de costumbre
de sierra nevada.
Diome pan de çenteno
tisnado, moreno,
e diom' vino malo
agrillo e ralo,
e carne salada.
Diom' queso de cabras:
Fidalgo», dis': «abras
ese blaço, et toma
un tanto de soma,
que tengo goardada.»
Dis': «Huésped, almuerça,
e bebe e esfuerça,
caliéntate e paga,
de mal non s' te faga
fasta la tornada.
Quien dones me diere,
quales yo pediere,
avrá bien de çena,
et lechiga buena,
que no l' coste nada.»
Vos, que eso desides,
¿por qué non pedides
la cosa çertera?»
Ella dis': «Maguera,
¿e si m' será dada?
Pues dam' una çinta
bermeja bien tinta,
et buena camisa
fecha a mi guisa
con su collarada.
Et dam' buenas sartas
de estaño e fartas,
et dame halía
de buena valía,
pelleja delgada.
Et dam' buena toca
listada de cota,
et dame çapatas
de cuello bien altas
de pieça labrada.
Con aquestas joyas
quiero que lo oyas,
serás bien venido;
serás mi marido
e yo tu velada.
«Serrana señora,
tanto algo agora
non tray' por ventura,
mas faré fiadura
para la tornada.»
Díxome la heda:
do non ay moneda,
non ay merchandía,
nin ay tan buen día,
nin cara pagada.
Non ay mercadero
bueno sin dinero,
e yo non me pago
del que non da algo,
nin le do posada.
Nunca de omenaje
pagan hostalaje,
por dineros fase
omen quanto plase,
cosa es probada.
Del ditado qu'el arçipreste ofreçió a Santa María del Vado
Santiago apóstol dis', que todo bien complido
e todo don muy bueno, de Dios vien' escogido;
et yo desque salí de todo aqueste roído,
torné rogar a Dios, que me non diese a olvido.
Cerca de aquesta sierra ay un logar honrado
muy santo et muy devoto, Santa María del Vado,
fui tener y vigilia, como es acostumblado,
a honra de la virgen ofreçile este ditado:
«¡Ay noble Señora Madre de piedat,
lus lusiente del mundo, del çielo claridat,
mi alma et mi cuerpo ante tu Magestat
ofresco con cántigas e con grant homildat!
Homíllome, Reyna Madre del Salvador,
virgen santa et dina, oye a mí pecador.
Mi alma et mi coyta he en tu alabança,
de ti non se muda la mi esperança,
Virgen, tú me ayuda sin detardança,
ruega por mí a Dios tu fijo, mi Señor.
Porque en grand' gloria estás a complaser,
yo en tu memoria algo quiero faser,
la triste estoria que a Jesú yaser
fiso en presiones en penas e en dolor.»
De la pasión de nuestro Señor Jesú Christo
Miércoles a terçia el cuerpo de Christo
Judea lo apreçia: esa hora fue visto,
quán poco lo preçia al tu Fijo quisto
Judas el que l' vendió, su disçípulo traidor.
Por treynta dineros fue el vendimiento
que l' caen señeros del noble ungüento,
fueron plasenteros del pleyteamiento,
díeronle algo al falso vendedor.
A hora de maytines dándole Judas pas
los traydores gollines, como si fuese rapás,
aquestos mastines así ante su fas
trobaron d'él luego todos enderredor.
Tú con él estando a hora de prima
vístelo levando, feriendo ¡qué lastima!
Pilatos juzgando, escúpenle ençima
de su fas tan clara, del çielo resplandor.
A la terçera hora Christus fue judgado,
judgolo el atora pueblo porfiado;
por aquesto mora en cautivo dado,
del qual nunca saldrá, nin habrá librador.
Disiéndole vaya, liévalo a muerte,
sobre la su saya echáronle suerte,
quál de ellos la aya: ¡pesar atán fuerte!
¿Quién lo diríe, dueña, quál fue d'éstos mayor?
A hora de sesta fue puesto en la crus,
grand' coyta fue aquesta por el tu fijo dus;
mas al mundo presta, que dende vino lus,
claridad del çielo por siempre durador.
A hora de nona morió; e contesçió,
que por su persona el sol escureçió:
dándol' del ascona la tierra estremeçió,
sangre et agua salió, del mundo fue dulçor.
A la vesperada de crus fue desçendido,
completa llegada, de ungüento ungido,
de piedra tajada en sepulcro metido,
centurió fue dado luego por guardador.
Por aquestas llagas d'esta santa pasión
a mis coytas fagas aver consolaçión;
tú que a Dios pagas, dame tu bendiçión,
que sea yo tuyo por siempre servidor.
Los que la ley de Christo avemos de guardar,
de su muerte devemos dolernos e acordar.
Cuentan los profetas lo que se ovo a complir,
primero Jeremías, como ovo de venir,
dis luego Isaías, que lo avía de parir
la Virgen que sabemos Santa María estar.
Dise otra profeçía de aquella vieja ley,
que el Cordero vernía e salvaría la grey,
Daniel lo desía por Christo nuestro Rey,
en David lo leemos segund el mi coydar.
Como profetas disen, esto ya se complió,
vino en Santa Virgen, et de Virgen naçió.
Al que todos bendisen, por nos todos morió,
Dios e omen que vemos en el santo altar.
Por salvar fue venido el linage humanal,
fue de Judas vendido por muy poco cabdal,
fue preso e ferido de los jodíos mal,
este Dios, en que creemos, fueron azotar.
En su fas escopieron del çielo claridat,
espinas le pusieron de mucha crueldat,
en la crus lo sobieron sin toda piedat,
d'estas llagas tenemos dolor et grand pesar.
Con clavos enclavaron las manos e pies d'él,
la su sed abebraron con vinagre et fiel,
las llagas, que l' llagaron, son más dulçes que miel
a los que en él avemos esperança sin par.
En crus fue por nos muerto, ferido e llagado,
después fue abierto de ascona su costado,
por estas llagas çierto es el mundo salvado,
a los que en él creemos, él nos quiera salvar.
De la pelea que ovo don Carnal con la Quaresma
Açercándose viene un tiempo de Dios santo,
fuime para mi tierra por folgar algún rato,
dende a siete días era Quaresma tanto
puso por todo el mundo miedo e grand' espanto,
Estando a la mesa con don Jueves Lardero,
truxo a mí dos cartas un ligero trotero,
desirvos he las notas, ser vos tardinero,
ca las cartas leídas dilas al mensagero.
«De mí, Santa Quaresma, sierva del Salvador,
enviada de Dios a todo pecador,
a todos los arçiprestes et clérigos con amor,
salud en Jesu Christo fasta la pasqua mayor.
Sabed, que me dixieron, que ha çerca de un año,
que anda don Carnal sañudo muy estraño
astragando mi tierra, fasiendo mucho daño,
vertiendo mucha sangre de lo que más me asaño:
Et por esta rasón en vertud de obediençia
vos mando firmemente so pena de sentençia,
que por mí e por mi ayuno e por mi penitençia,
que lo desafiedes con mi carta de creençia.
Desidle de todo en todo, que de hoy siete días
la mi persona mesma, e las compañas mías
iremos pelear con él, e con todas sus porfías,
creo que se me non detenga en las carneçerías.
Dadla al mensajero esta carta leída,
liévela por la tierra, non la traya escondida,
que non diga su gente, que non fue aperçebida:
dada en Castro de Ordiales, en Burgos resçebida.»
Otra carta traía abierta e sellada,
una concha muy grande de la carta colgada,
aquél era el sello de la dueña nombrada;
la nota es aquésta, a don Carnal fue dada:
«De mí doña Quaresma, justiçia de la mar,
algoaçil de las almas, que se an de salvar,
a ti Carnal goloso, que te non coydas fartar,
envíote el ayuno por mí desafiar.
Desque hoy en siete días tú e tu almohalla
que seades conmigo en campo a la batalla,
fasta el Sábado Santo darvos he lid sin falla;
de muerto o de preso non podrás escapalla.»
Leí amás las cartas, entendí el ditado,
vi que venía a mí el un fuerte mandado,
ca non tenía amor, nin era enamorado,
a mí e a mi huésped púsonos en coydado.
Do tenía a don Jueves por huésped a la mesa,
levantose bien alegre, de lo que non me pesa;
dixo: «Yo só el alfrés contra esta mal apresa,
yo justaré con ella, que cada año me sospesa.»
Diome muchas graçias por el buen combid,
fuese, e yo fis' mis cartas, díxele al Viernes: «Id
a don Carnal mañana, todo esto le desid,
que venga aperçebido el martes a la lid.»
Las cartas resçebidas, don Carnal orgulloso
mostró en sí esfuerço, pero estaba medroso:
non quiso dar respuesta, vino a mí acuçioso,
truxo muy grand' mesnada, como era poderoso.
Desque vino el día del plazo señalado,
vino don Carnal, que ante estava esforçado,
de gentes muy guarnidas muy bien acompañado,
seríe don Alexandre de tal real pagado.
Puso en las delanteras muchos buenos peones,
gallinas, e perdiçes, conejos, e capones,
ánades, e lavancos, e gordos ansarones,
fazían su alarde çerca de los tisones.
Éstos traíen lanzas de peón delantero,
espetos muy cumplidos de fierro e de madero,
escudábanse todos con el grand' tajadero,
en la buena yantar éstos venían primero.
En pos los escudados están los ballesteros,
las ánsares, çeçinas, costados de carneros,
piernas de puerco fresco, los jamones enteros:
luego en pos aquéstos están los caballeros.
Las puestas de la vaca, lechones et cabritos,
allí andan saltando e dando grandes gritos,
luego los escuderos, muchos quesuelos fritos,
que dan de las espuelas a los vinos bien tintos.
Traía buena mesnada rica de infançones,
muchos buenos faysanes, los loçanos pavones,
venían muy bien guarnidos, enfiestos los pendones,
traían armas estrañas, e fuertes guarnisiones.
Eran muy bien labladas, templadas, e bien finas,
ollas de puro cobre traían por capellinas,
por adargas calderas, sartenes e cosinas,
real de tan grand' preçio non teníen las sardinas.
Vinieron muchos gamos, e el fuerte jabalí,
«Señor», dis', «non me escusedes de aquesta lid a mí,
que ya muchas vegadas lidié con don Alí.
Usado só de lid, siempre por ende valí.»
Non avía acabado desir bien su verbo,
ahevos a do viene muy ligero el çiervo:
«Homíllome», dis', «señor, yo, el tu leal siervo,
por te faser servicio ¿non fui por ende siervo?»
Vino presta e ligera al alarde la liebre,
«Señor», dis', «a la dueña yo le metré la fiebre,
dalle he sarna e diviesos, que de lidiar non l' miembre
más querría mi pelleja quando alguno le quiebre.»
Vino el cabrón montés con corços e torcasas,
desiendo sus braburas e muchas amenasas;
«Señor», dis' «a la dueña si conmigo la enlasas,
non te podrá empesçer con todas sus espinaças.»
Vino su paso a paso el buey viejo lindero:
«Señor», dis', «a herrén me echa hoy el llugiero,
non sé para afrue en carrera nin ero,
mas fágote serviçio con la carne e cuero.»
Estava don Toçino con mucha otra çeçina,
cidiérvedas e lomos finchida la cosina,
todos aperçebidos para la lid malina,
la dueña fue maestra, non vino tan ayna.
Como es don Carnal muy grand emperador,
et tiene por el mundo poder como señor,
aves et animalias por el su grand amor
vinieron muy humildes, pero con grand' temor.
Estava don Carnal ricamente asentado,
a mesa mucho farta en un rico estrado,
delante sus juglares como omen honrado,
de sus muchas viandas era bien abastado.
Estava delante d'él su alférez homil,
el hinojo fincado, en la mano el barril,
tañía a menudo con el su añafil,
parlava mucho el vino de todos alguaçil.
Desque vino la noche, mucho después de çena,
que tenía cada uno ya la talega llena,
para entrar en fasienda con la dueña serena,
adormiéronse todos después de la hora buena.
Esa noche los gallos con grand' miedo estovieron,
velaron con espanto, nin punto non dormieron:
non avía maravilla, que sus mugeres perdieron:
por ende se alborotaron del roído que oyeron.
Fasía la media noche en medio de las salas
vino doña Quaresma: «¡Dios Señor, tú me valas!»
Dieron voses los gallos, batieron de las alas,
llegaron a don Carnal aquestas nuevas malas.
Como avía el buen omen sobra mucho comido,
con la mucha vianda mucho vino ha bebido,
estava apesgado e estava adormido,
por todo el su real entró el apellido.
Todos amodorrados fueron a la pelea,
pusieron las sus fases, ninguno non platea,
la compaña del mar las sus armas menea,
viniéronse a ferir desiendo todos: «¡Ea!»
El primero de todos que ferió a don Carnal,
fue el puerro cuello albo, e feriolo muy mal,
físole escupir flema, ésta fue grand' señal,
tovo doña Quaresma que era suyo el real.
Vino luego en ayuda la salada sardina,
ferió muy resiamente a la gruesa gallina,
atravesósele en el pico, afogola ayna,
después a don Carnal falsol' la capellina.
Viníen las grandes mielgas en esta delantera,
los berdeles e gibias guardan la costanera:
vuelta es la pelea de muy mala manera,
caía de cada cabo mucha buena mollera.
De parte de Valençia veníen las anguilas
salpresas e trechadas a grandes manadillas,
daban a don Carnal por medio de las costillas,
las truchas de alberche dábanle en las mexillas.
Ay andaba el atún como un bravo león,
fallose con don Tosino, díxole mucho baldón,
si non por doña Ceçina que l' desvió el pendón,
diéranl' a don Ladrón por medio del coraçón.
De parte de bayona veníen muchos caçones,
mataron las perdiçes, castraron los capones,
del río de Enares venían los camarones,
fasta en Guadalquivil ponían sus tendejones.
Allí con los lavancos lidian barvos et peçes,
dis' la pixota al puerco: «¿Dó estás, que non paresçes?
»Si ante mí te paras, darte he lo que mereçes,
»ençiérrate en la mesquita, non vayas a las preses.»
Allí vino la lija en aquel desbarato,
traía muy duro cuero con mucho garabato,
et a costados e a piernas dávales negro rato,
ansí trabava d'ellos como si fuese gato.
Recudieron del mar, de piélagos e charcos
compañas mucho estrañas e de diversos marcos,
traían armas muy fuertes, e ballestas, e arcos:
más negra fue aquésta que non la de Larcos.
De Sant Ander vinieron las bermejas langostas,
traían muchas saetas en sus aljabas postas,
fasían a don Carnal pagar todas las costas,
las plasas, que eran anchas, fasíansele angostas.
Fecho era el pregón del año jubileo,
para salvar sus almas avían todos deseo,
quantos son en la mar vinieron al torneo,
arenques et besugos vinieron de Bermeo.
Andava y la utra con muchos combatientes,
feriendo e matando de las carnosas gentes,
a las torcasas matan las sabogas valientes,
el delfín al buey viejo derribole los dientes.
Sábalos et albures et la noble lamprea
de Sevilla et de Alcántara venían a levar prea,
sus armas cada uno en don Carnal emprea,
non le valía nada de çeñir la correa.
Bravo andava el sollo, un duro villanchón,
tenía en la su mano grand' maça de un trechón,
dio en medio de la fruente al puerco e al lechón,
mandó que los echasen en sal de Villenchón.
El pulpo a los pavones non les dava vagar,
nin a los faysanes non dexava volar,
a cabritos et a gamos queríalos afogar,
como tiene muchas manos, con muchos puede lidiar.
Allí lidian las ostras con todos los conejos,
con la liebre justavan los ásperos cangrejos,
d'ella e d'ella parte danse golpes sobejos,
de escamas et de sangre van llenos los vallejos.
Allí lidia el conde de Laredo muy fuerte,
congrio, çeçial, e fresco mandó mala suerte
a don Carnal seguiendo, llegándol' a la muerte,
está mucho triste, non falla que l' confuerte.
Tomó ya quanto esfuerço e tendió su pendón,
ardís et denodado fuese contra don Salmón.
De Castro de Urdiales llegaba esa saçón,
atendiole el fidalgo, non le dixo de non.
Porfiaron grand' pieça, e pasaron grand pena,
si a Carnal dexaran, diéral' mal estrena,
mas vino contra él la gigante ballena,
abrazose con él, echolo en la arena.
Las más de sus compañas eran ya fallesçidas,
muchas d'ellas murieron, et muchas eran foídas,
pero ansí apeado fasía grandes acometidas,
defendiose quanto pudo con manos enfraqueçidas.
Como estaba ya con muy pocas compañas,
el jabalín et el çiervo fuyeron a las montañas,
todas las otras reses fuéronle muy estrañas,
los que con él fincaron, non valían dos castañas.
Si non fuese la çeçina con el grueso toçino,
que estaba amarillo de días mortesino,
que non podía de gordo lidiar sin el buen vino
estaba muy señero, çecado e mesquino.
La mesnada del mar físose un tropel,
fincaron las espuelas, dieron todos en él,
non lo quisieron matar, hobieron duelo d'él,
a él e a los suyos metieron en un cordel.
Troxiéronlos atados porque non escapasen,
diéronlos a la dueña ante que se aforrasen,
mandó luego la dueña, que a Carnal guardasen,
et a doña Ceçina con el toçino colgasen.
Mandolos colgar altos bien como atalaya,
et que a descolgallos ninguno y non vaya,
luego los enforcaron de una viga de faya,
el sayón iba desiendo: «Quien tal fiso tal haya.»
Mandó a don Carnal, que guardase el ayuno,
et que lo toviesen ençerrado a do non lo vea ninguno,
si non fuese doliente o confesor alguno,
et que l' diesen a comer al día manjar uno.
De la penitençia qu'el flayre dio a don Carnal,et de cómo el pecador se deve confesar, et quién ha poder de lo asolver
Vino luego un frayle para lo convertir,
comenzolo a predicar, de Dios a
departir,
hóbose don Carnal luego mucho a
sentir,
demandó penitençia con grand'
arrepentir.
En carta por escrito le daba sus
pecados
con sello de poridat çerrados e
sellados:
respondiole el flayre, que l' non serían
perdonados,
cerca d'esto le dixo muchos buenos
ditados.
Non se fase penitençia por carta nin por
escrito,
si non por la boca mesma del pecador
contrito:
non puede por escrito ser asuelto nin
quito,
menester es la palabra del confesor
bendito.
Pues que de penitençia vos fago
mençión,
repetirvos quería una buena
liçión:
debedes creer firmemente con pura
devoçión,
que por la penitençia habredes
salvaçión.
Porque la penitençia es cosa
preçiada,
non debedes, amigos, dexarla
olvidada,
fablar en ella mucho es cosa muy
loada,
quanto más la segueremos, mayor es la
soldada.
Es me cosa muy grande en tan grand' fecho
fablar
es peligro muy fondo más que todo el
mar:
só rudo de sçiençia, non me oso
aventurar,
salvo un poquillo que oí desputar.
Et por aquesto que tengo en corazón de
escrebir,
tengo del miedo tanto quanto non puedo
desir,
con la sçiençia poca he grand' miedo de
fallir
señores, vuestro saber quiera mi mengua
complir.
Escolar só mucho rudo, nin maestro nin
doctor,
aprendí et sé poca para ser
demostrador,
aquesto que yo dixiere, entendetlo vos
mejor,
so la vuestra emienda pongo el mi
error.
En'l santo decreto hay grand'
desputaçión,
si se fase penitençia por la sola
contriçión:
determina al cabo qué es la
confesión
menester de todo en todo con la
satisfaçión.
Verdat es todo aquesto do puede omen
fablar,
do ha tiempo e vida para lo
emendar;
do aquesto fallesçe, bien se puede
salvar
por la contriçión sola, pues ál non puede
far.
Quito quanto a Dios que es sabidor
complido,
mas quanto a la iglesia, que non judga de
ascondido,
es menester que faga por gestos e
gemido
signos de penitençia, que es
arrepentido.
En sus pechos feriendo a Dios manos
alzando,
sospiros dolorosos muy tristes
sospirando,
signos de penitençia de los ojos
llorando,
do más faser non puede, la cabeza
inclinando.
Por aquesto es quito del infierno mal
lugar,
pero que a purgatorio lo va todo a
purgar,
allí fas la emienda, purgando el su
errar
con la misericordia de Dios que lo quiere
salvar.
Que tal contriçión sea penitençia bien
llena,
hay en la santa iglesia mucha prueba e
buena,
por contriçión e lágrimas la santa
Magdalena
fue quita et absuelta de culpa e de
pena.
Nuestro señor Sant Pedro tan santa
criatura
negó a Jesu Christo con miedo et
quejura,
sé yo, que lloró lágrimas triste con
amargura,
de satisfaçión otra non fallo
escritura.
El rey don Esechías de muerte
condenado
lloró mucho contrito a la pared
tornado
de Dios tan piadoso luego fue
perdonado,
quinçe años de vida añadió al
culpado.
Muchos clérigos simples, que non son tan
letrados
oyen de penitençia a todos los
errados,
quier a sus parroquianos, quier a otros
culpados:
a todos los absuelven de todos sus
pecados.
En esto yerran mucho, que lo non pueden
faser,
de lo que faser non pueden, non se deben
entremeter:
si el çiego al çiego adiestra, o lo quier
traer,
en la foya dan entrambos, e dentro van
caer.
¿Qué poder ha en Roma el jues de
Cartagena?
o ¿qué jusgará en Françia el alcalde de
Requena?
Non debe poner omen su fos en miese
agena,
fase injuria e daño, e meresçe grand
pena.
Todos los casos grandes, fuertes,
agraviados
a arzobispos, e a obispos, e a mayores
perlados
segund común derecho le son
encomendados,
salvo los del papa son en sí
reservados.
Los que son reservados del papa
espirituales
son muchos en derecho: desir quántos e
quáles
seríe mayor el romançe más que dos
manuales:
quien saber los quisiere, oya las
decretales.
Pues que el arzobispo bendicho e
consagrado
de palio, e de blago, e de mitra
honrado
con pontifical non es d'estos
apoderado,
¿por qué el simple clérigo es desto tan
osado?
Otrosí del obispo et de los sus
mayores
son otros casos muchos, de que son
oidores,
pueden bien absolverlos, e ser
dispensadores,
son mucho defendidos a clérigos
menores.
Muchos son los primeros e muchos son
aquéstos,
quien quisier saberlos estudie do son
puestos,
trastorne bien los libros, las glosas e los
testos
el estudio a los rudos fase sabios
maestros.
Lea en el Espéculo e en el su
Repertorio,
los libros de Ostiense, que son grand
parlatorio,
el Inoçençio quarto un sotil
consistorio,
el Rosario de Guido, novela e
directorio.
Decretales más de çiento en libros et en
questiones
con fuertes argumentos e con sotiles
rasones
tienen sobre estos casos diversas
opiniones.
Pues por non desir tanto, non me rebtedes
varones.
Vos, don clírigo simpre, guardatvos de
error,
de mi parroquiano non seades
confesor,
de poder que non avedes non seades
judgador,
non querades vos penar por ageno
pecador.
Sin poder del perlado, o sin aver
liçençia
d'el su clérigo cura non le dedes
penitençia,
guardat, non lo absolvades nin dedes la
sentençia
de los acasos que no son en vuestra
pertenençia.
Segund común derecho aquésta es la
vetdat;
mas en hora de muerte o de grant
neçesidat,
do el pecador non puede aver de otro
sanidat,
a vuestros et agenos oíd, asolved et
quitat.
En tiempo de peligro, do la muerte
arapa,
vos sodes para todo arçobispo et
papa,
todo el su poder está so vuestra
capa,
la grant neçesidat todos los casos
atapa.
Pero que aquestos tales debédesles
mandar,
que si antes que mueran, si podieren
fablar
et pueden haber su cura para se
confesar,
que lo fagan e cumplan para mejor
estar.
El otro si mandarle a éste tal
doliente,
que si dende non muere, quando fuere
valiente,
que de los casos grandes que vos distes
ungente,
vaya a lavarse al río o a la
fuente.
Es el papa sin duda la fuente
perenal,
ca es de todo el mundo vicario
general,
los ríos son los otros, que an
pontifical,
arçobispos e obispos, patriarca,
cardenal.
El frayle sobredicho, que ya vos he
nombrado,
era del papa, e d'él mucho
privado,
en la grand' neçesidat al Carnal
aprisionado
asolviole de todo quanto estava
ligado.
Desque el santo flayre ovo Carnal
confesado,
diole esta penitençia, que por tanto
pecado
comiese cada día un manjar
señalado,
et non comiese más, e sería
perdonado.
«El día del domingo por tu cobdiçia
mortal
combrás garvanços cochos con aseyte e non
ál,
irás a la iglesia, no estarás en la
cal,
que non veas el mundo, nin cobdiçies el
mal.
En'l día de lunes por la tu soberbia
mucha
combrás de las arvejas, mas non salmón nin
trucha,
irás oír las horas, non probarás la
lucha,
nin volverás pelea segund que la as
ducha.
Por tu grand' avariçia mándote que el
martes
que comas los formigos, e mucho non te
fartes,
el terçio de tu pan comerás, o las dos
partes,
para por Dios lo otro todo te mando que
apartes.
Espinacas combrás el miércoles, non
espesas,
por la tu grand loxuria comerás muy pocas
d'ésas
non guardastes casadas, nin monjas
profesas,
por complir adulterio fasías grandes
promesas.
El jueves çenarás por la tu mortal
ira,
et porque te perjuraste desiendo la
mentira,
lentejas con la sal, en resar te
remira,
quando mejor te sepan, por Dios de ti las
tira.
Por la tu mucha gula et tu grand'
golosina
el viernes pan et agua comerás, e non
cosina,
fostigarás tus carnes con santa
desçiplina,
averte ha Dios merçed, e saldrás de aquí
ayna.
Come el día de sábado las fabas et non
más,
por tu envidia mucha pescado non
comerás;
como quier que algund poco en esto
lastarás,
tu alma pecadora ansí la salvarás.
Anda en este tiempo por cada
çiminterio,
visita las iglesias resando el
salterio,
está y muy devoto al santo
misterio,
ayudarte ha Dios e avrás pro del
laserio.»
Dada la penitençia, fiso la
confesión,
estava don Carnal con muy grand
devoçión:
desiendo «mía culpa», diole la
absoluçión,
partiose d'él el frayle dada la
bendiçión.
Fincó allí ençerrado don Carnal, el
coytoso,
estava de la lid muy fraco et
lloroso,
doliente et mal ferido, costribado et
dolioso,
non le ve ninguno christiano
religioso.
De lo que se fase miércoles corvillo en la Quaresma
Desque ovo la dueña vençido la fasienda,
movió todo el real, mandó coger su
tienda,
andando por el mundo mandó faser
emienda,
los unos a los otros non se pagan de
contienda.
Luego el primero día el miércoles
corvillo
en las casa do anda, çesta nin
canistillo
non dexa, tajador, basín, nin
cantarillo,
que todo non lo muda sobre limpio
librillo.
Escudillas, sartenes, tinajas, e
calderas
cañadas, e barriles, todas cosas
caseras
todo lo fase lavar a las sus
lavanderas,
espectos et garrales, ollas e
coberteras.
Repara las moradas, las paredes
repega,
d'ellas fase de uevo, e d'ellas
enjalvega,
a do ella ver lo puede, suçedad non se
llega,
salvó a don Carnal, non sé a quién non
plega.
Bien como en este día para el cuerpo
repara,
así en este día por el alma se
para:
a todos los christianos llama con buena
cara,
que vayan a la iglesia con conçiençia
clara.
A los que allá van con el su buen
talente,
con çeniza los cruzan de ramos en la
fruente,
diçen los que se conoscan et los venga
miente,
que son çeniza e tal tomarán
çiertamente.
Al christiano católico dale el santo
signo,
porque en la Quaresma viva limpio et
digno,
de mansa penitençia al pecador
indigno
ablanda robre duro con el su blando
lino.
En quanto ella anda estas oblas
fasiendo,
don Carnal el doliente iva salud
aviendo,
ívase poco a poco de la cama
irguiendo,
pensó como fesiese, como fuese
reyendo.
Dixo don Ayuno el Domingo de
Ramos:
«Vayamos oír misa, señor, vos e yo
ambos,
vos oyredes misa, yo resaré mis
salmos.
Oyremos la pasión, pues que valdíos
estamos.»
Respondiole don Ayuno, que d'esto le
plasía,
resio es don Carnal, mas flaco se
fasía,
fueron a la iglesia, non a lo que l'
desía,
de lo que dixo en casa allí se
desdesía.
Fuyó de la iglesia, fuese a la
jodería,
resçebiéronlo muy bien en su
carneçería,
pascua de pan çençeño éstos los
venía,
plogó a ellos con él, e él vido buen
día.
Luego lunes de mañana don Rabí
Açelín
por le poner salvo emprestole su
rosín,
púsose muy privado en estremo de
Medellín,
dixieron los corderos: «Vedes aquí la
fin.»
Cabrones e cabritos, carneros e
ovejas,
davan grandes balidos, disen estas
consejas:
«Si nos lieva de aquí Carnal por las
callejas,
a muchos de nosotros tirará las
pellejas.»
Plados de Medellín, de Cáceres, de
Troxillo,
la Vera de Plasençia fasta
Valdemorillo,
en toda la Serena, el presto
mançebillo
alboroçó ayna, fiso muy grand
portillo.
El campo de Alcudia e toda
Calatrava,
el campo de Fasalvaro, en Basaín
entrava,
en tres días los anduvo, semeja que
volava,
el rosín del rabí con miedo bien
andava.
Desque l' vieron los toros, irisaron los
çerros,
los bueyes e vacas repican los
çençerros:
dan grandes apellidos terneras et
beçerros,
«¡Aba aba, pastores, acorrednos con los
perros!»
Envió las cartas a do andar no
pudo
et por esas montañas, en la sierra
estudo,
e contra la Quaresma estava muy
sañudo,
pero de venir solo non era
atrevudo.
Estas fueron las cartas, el testo e la
glosa:
«De nos, don Carnal, fuerte matador del toda
cosa
a ti, Quaresma fraca, magra et vil
sarnosa,
non salud, mas sangría como a mala
flemosa.
Bien sabes cómo somos tu mortal
enemigo:
enviamos nos a ti al Almuerso nuestro
amigo,
que por nos te lo diga, cómo seremos
contigo,
de hoy en quatro días, que será el
Domingo.
Como ladrón veniste de noche a lo
escuro,
estando nos dormiendo, yasiendo nos
seguro,
non te nos defenderás en castillo nin en
muro,
que de ti non ayamos el cuero
maduro.»
La nota de la carta venía a todos:
«Nos,
don Carnal, poderoso por la graçia de
Dios,
a todos los christianos, e moros, e
jodíos:
salud con muchas carnes siempre de nos a
vos.
Bien sabedes, amigos, en cómo mal
pecado
hoy ha siete selmanas, que fuemos
desafiado
de la falsa Quaresma e del mar
airado,
estando nos seguro fuemos d'ella
arrancado.
Por ende vos mandamos, vista la nuestra
carta
que la desafiedes antes que dende
parta,
guardatla, que non fuya, que todo el mundo
enarta,
enviátgelo desir con doña Merienda
farta.
Et vaya el Almuerso, que es más
aperçebido,
dígale que el domingo antes del sol
salido
iremos lidiar con ella, fasiendo grand'
roído,
si muy sorda non fuere, oirá nuestro
apellido.
Nuestra carta leída, tomad d'ella
traslado,
dadla a don Almuerso, que vaya con el
mandado,
non se detenga y vaya luego
privado:
dada en Valdevacas nuestro lugar
amado.»
Escritas son las cartas, todas con sangre
viva,
todos con el plaser, cada uno do
iba,
desían a la Quaresma: «¿Dó te asconderás
cativa?»
Ella esta rasón habíala por
esquiva.
Pero que ella non había las cartas
resçebidas;
mas desque gelas dieron, et le fueron
leídas,
respondió mucho flaca, las mexillas
caídas,
dixo: «¡Dios me guarde d'estas nuevas
odías!»
Por ende cada uno esta fabla
decuere,
quien a su amigo popa, a las sus manos
muere,
el que a su enemigo non mata si
podiere,
su enemigo matará a él, si cuerdo
fuere.
Disen los naturales, que non son solas las
vacas,
mas que todas las fembras son de corazón
fracas,
para lidiar non firmes quanto en afrecho
estacas,
salvo si son vellosas, ca éstas son
berracas.
Por ende doña Quaresma de flaca
complesión
reseló de la lid muerte o grand'
presión,
de ir a Jerusalem abía fecho
promisión;
para pasar la mar puso muy grand'
misión.
La dueña en su ribto puso día
sabido
fasta quando lidiasen, bien lo avedes
oído:
por ende non avía por qué lidiar con su
vençido;
sin vergüença se pudo ir, el plazo ya
venido.
Lo ál es ya verano, e non venían del
mar
los pescados a ella para la
ayudar:
otrosí dueña flaca non es para
lidiar:
por todas estas rasones non quiso
esperar.
El Vienes de indulgençias vistió nueva
esclamina
grande somblero redondo con mucha concha
marina,
bordón lleno de imágenes, en él la palma
fina;
esportilla e cuentas para resar
ayna.
Los çapatos redondos e bien
sobresolados,
echó un grand' doblel entre los sus
costados,
gallofas e bodigos lieva y
condesados,
d'estas cosas romeros andan
aparejados.
De yuso del sobaco va la mejor
alfaja
calabaça bermeja más que pico de
graja,
bien cabe un asumbre e más una
meaja,
non andan los romeros sin aquesta
sofraja.
Estava demudada d'esta guisa que
vedes;
el Sábado a la noche saltó por las
paredes,
dis: «Vos que me guardades, creo que me non
tomedes,
que a todo pardal viejo non l' toman en todas
redes.»
Salió mucho aína de todas aquestas
calles,
dis': «Tú, Carnal soberbio, meto que non me
falles.»
Luego aquesta noche llegó a
Ronzasvalles,
¡vaya, e Dios la guíe por montes e por
valles!
De cómo don Amor y don Carnal venieron e los salieron a resçebir
Vigilia era de Pascua, abril çerca pasado,
el sol era salido, por el mundo
rayado,
fue por toda la tierra grand roído
sonado
de dos emperadores, que al mundo han
llegado.
Estos emperadores Amor et Carnal
eran;
a resçebirlos salen quantos que los
esperan;
las aves e los árbores nobre tiempo
aüeran,
los que Amor atienden, sobre todos se
esmeran.
A don Carnal resçiben todos los
carniçeros,
et todos los rabís con todos sus
aperos,
a él salen triperas tañiendo sus
panderos,
de muchos que corren monte llenos van los
oteros.
El pastor lo atiende fuera de la
carrera
taniendo su çampoña et los albogues
espera,
su moço el caramillo fecho de
cañauera,
taniendo el rabadán la çítola
trotera.
Por el puerto asoma una seña
bermeja,
en medio una figura, cordero me
semeja,
vienen de redor d'ella balando mucha
oveja,
carneros et cabritos con su chica
pelleja.
Los cabrones valientes, muchas vacas et
toros,
más vienen çerca de ella que en Granada ay
moros,
muchos bueyes castaños, otros hoscos e
loros,
non lo compraría Darío con todos sus
tesoros.
Venía don Carnal en carro muy
preçiado,
cobierto de pellejos et de cueros
çercado,
el buen emperador está arremangado
en saya, faldas en çinta, e sobra bien
armado.
Traía en la su mano una segur muy
fuerte,
a toda quatropea con ella da la
muerte,
cuchillo muy agudo a las reses
acomete,
con aquél las degüella e a desollar se
mete.
En deredor traía ceñida de la su
çinta
una blanca rodilla, ésta de sangre
tinta,
al cablón, que está gordo, él muy mal gelo
pinta,
fase faser «bé» balando en vos et doble
quinta.
Tenía cofia en la cabeza qu'el cabello non l'
salga,
quiça teníe vestida blanca e
rabi-galga,
en el su carro otro a par d'él non se
cabalga,
a la liebre que sale, luego le echa la
galga.
En derredor de sí trae muchos
alanes,
vaqueros et de monte, e otros muchos
canes,
sabuesos et podencos que l' comen muchos
panes,
et muchos nocherniegos, que saben matar
carnes.
Sogas para las vacas, muchos pesos e
pesas,
tajones e garabatos, grandes tablas e
mesas,
para las triperas gamellas e
artesas,
las alanas paridas en las cadenas
presas.
Rehalas de Castilla con pastores de
Soria
reçíbenlo en sus pueblos, disen d'él grand'
estoria,
taniendo las campanas en desiendo la
gloria,
de tales alegrías non ha el mundo
memoria.
Posó el emperante en sus
carneçerías,
venían a obedeçerle villas et
alcarías,
dixo con grand' orgullo muchas blavas
grandías,
començó el fidalgo a faser
caballerías.
Matando e degollando et desollando
reses,
dando a quantos venían, castellanos et
ingleses,
todos le dan dineros, e d'ellas le dan
torneses,
cobra quanto ha perdido en los pasados
meses.
De cómo clérigos e legos, e flayres e monjas, e dueñas, e joglares salieron a reçebir a don Amor
Día era muy santo de la Pascua mayor,
el sol era salido muy claro e de noble
color,
los omes e las aves et toda noble
flor
todos van resçebir cantando al
Amor.
Resçíbenlo las aves, gayos et
ruyseñores,
calandrias, papagayos mayores e
menores,
dan cantos plasenteros e de dulçes
sabores,
más alegría fasen los que son más
mejores.
Resçíbenlos los árbores con ramos et con
flores
de diversas maneras, de diversos
colores,
reçibenlo los omes, et dueñas con
amores,
con muchos instrumentos salen los
atambores.
Allí sale gritando la guitarra
morisca
de las voses aguda e de los puntos
arisca,
el corpudo laúd que tiene punto a la
trisca,
la guitarra latina con ésos se
aprisca.
El rabé gritador con la su alta
nota,
cab' él el orabín taniendo la su
rota,
el salterio con ellos más alto que la
mota,
la vihuela de péndola con aquéstos y
sota.
Medio caño et arpa con el rabé
morisco,
entr' ellos alegrança el gálipe
françisco,
la rota dis' con ellos más alta que un
risco,
con ella el tamborete, sin él non vale un
prisco.
La vihuela de arco fas' dulçes de
bayladas,
adormiendo a veses, muy alto a las
vegadas,
voses dulses, sabrosas, claras et bien
pintadas,
a las gentes alegra, todas las tiene
pagadas.
Dulçe caño entero sal' con el
panderete,
con sonajas de asófar fasen dulçe
sonete,
los órganos y disen chançones e
motete,
la adedura albardana entre ellos se
entremete.
Dulçema, e axabeba, el finchado
albogón,
çinfonia e baldosa en esta fiesta
son,
el françés odreçillo con éstos se
compón',
la neçiancha mandurria allí fase su
son.
Trompas e añafiles salen con
atambales,
non fueron tiempo ha plasenterías
tales,
tan grandes alegrías nin atán
comunales,
de juglares van llenas cuestas e
eriales.
Las carreras van llenas de grandes
proçesiones,
muchos omes ordenados, que otorgan
perdones,
los legos segrales con muchos
clerisones,
en la proçesión iva el abad de
Bordones.
Órdenes de Çister con las de Sant
Benito
la orden de Crusniego con su abat
bendito,
quantas órdenes son non las puse en
escrito,
venite exaltemus, cantan en alto
grito.
Orden de Santiago con las del
Hospital,
Calatrava e Alcántara con la de
Buenaval,
abades beneditos en esta fiesta
tal,
te amorem laudamms, le cantan et
ál.
Allí van de Sant Paulo los sus
predicadores,
non va y Sant Francisco, mas van flayres
menores,
allí van agostines e disen sus
cantores:
exultemus et laetemur, ministros et
priores.
Los de la Trinidad con los frayles del
Carmen,
e los de Santa Eulalia porque non se
ensañen,
todos mandan que digan, que canten e que
llamen:
benedictus qui venit, responden todos:
«Amén.»
Frayles de Sant Antón van en esta
quadrilla,
muchos buenos caballos e mucha mala
silla,
ivan los escuderos en la saya
cortilla,
cantando andeluya anda toda la
villa.
Todas dueñas de orden las blancas, e las
prietas
de Çistel, predicaderas, e muchas
menoretas,
todas salen cantando, disiendo
chançonetas:
mane nobiscum domine, que tañen a
completas.
De la parte del sol vi venir una
seña
blanca, resplandesiente más alta que la
peña,
en medio figurada una imagen de
dueña,
labrada es de oro, non viste
estameña.
Traía en su cabeza una noble
corona
de piedras de grand' preçio, con amor se
adona,
llenas trae las manos de mucha noble
dona,
non compraríe la seña París nin
Barçelona.
A cabo de grand' pieça vi al que la
traíe,
estar resplandeçiente a todo el mundo
ríye,
non compraría Françia los paños que
vistíe,
el caballo de España, muy grand preçio
valíe.
Muchas compañas vienen con el grand'
emperante,
arçiprestes et dueñas, éstos vienen
delante,
luego el mundo todo, et quanto vos dixe
ante,
de los grandes roídos es todo el val
sonante.
Desque fue y llegado don Amor el
loçano,
todos finojos fincados besáronle la
mano,
al que gela non besa teníanlo por
villano;
acaesçió grand' contienda luego en ese
llano.
Con quáles posaríe ovieron grand
porfía,
querría levar tal huésped luego la
clerisía,
fuéronle muy contrarios quantos tienen
fleylía,
también ellas como ellos querrían la
mejoría.
Dixieron allí luego todos los religiosos e
ordenados:
«Señor, nos te daremos monesterios
honrados,
refitorios muy grandes e manteles
parados,
los grandes dormitorios de lechos bien
poblados.
Non quieras a los clérigos por huéspedes de
aquésta
ca non tienen moradas, do toviésedes la
fiesta:
señor, chica morada a grand' señor non
presta,
de grado toma el clérigo e amidos
empresta.
Esquilman quanto pueden a quien se les
allega,
non an de que te fagan servisio que te
plega,
a grand' señor conviene grand' palaçio e grand'
vega,
para grand' señor non es posar en la
bodega.»
«Señor», disen los clérigos, «non quieras vestir
lana,
estragaríe un frayle quanto el convento
gana,
la su posadería non es para ti
sana,
tienen muy grand' galleta, e chica la
campana.
Non te farán serviçio en lo que dicho
an,
mandan lechos sin ropa e manteles sin
pan,
tienen cosinas grandes, mas poca carne
dan,
coloran su mucha agua con poco
açafrán.»
«Señor, sey nuestro huésped», disíen los
caballeros:
Non lo fagas, señor», disen los
escuderos,
darte an dados plomados, perderás tus
dineros,
al tomar vienen prestos, a la lid
tardineros.
Tienden grandes alfamares, ponen luego
tableros
pintados de jalderas como los
tablageros,
al contar las soldadas ellos vienen
primeros,
para ir en frontera muchos ay
costumeros.»
«Dexa todos aquéstos, toma de nos
serviçio.»
Las monjas le dixieron: «Señor, non avrías
viçio,
son pobres bahareros de mucho mal
bolliçio,
señor, vete connusco, prueba nuestro
çeliçio.»
Allí responden todos, que non gelo
consejavan,
que amavan falsamente a quantos las
amavan,
son parientas del cuervo, de cras en cras
andavan,
tarde cumplen o nunca lo que
afiusavan.
Todo su mayor fecho es dar muchos
sometes,
palabrillas pintadas, fermosillos
afeytes,
con gestos amorosos e engañosos
juguetes,
traen a muchos locos con sus falsos
risetes.
Mío señor don Amor, si él a mí
creyera,
el convid de las monjas aquéste
resçibiera,
todo viçio del mundo et todo plaser
oviera,
si en la mongía entrara, nunca se
arrepintiera.
Mas como el grand' señor non debe ser
vandero,
non quiso resçebir el convid
refertero,
dioles muchas graçias, estava
plasentero,
a todos prometió merçed, et a mí
primero.
Desque vi a mi señor, que non tenía
posada,
et vi que la contienda era ya
sosegada,
finqué los mis hinojos ant' él e su
mesnada,
demandele merçed aquesta señalada:
«Señor, tú me oviste de pequeño
criado,
el bien, si algo sé, de ti me fue
mostrado,
de ti fui aperçebido e de ti fui
castigado,
en esta santa fiesta sey de mí
ospedado.»
Su mesura fue tanta, que oyó mi
petiçión,
fue a la mi posada con esta
proçesión,
todos le acompañan con grand'
consolaçión,
tiempo ha que non anduve tan buena
estaçión.
Fuéronse a sus posadas las más de aquestas
gentes,
pero que en mi casa fincaron los
instrumentes,
mi señor don Amor en todo paró
mientes,
ca vido pequeñas casas para tantos
servientes.
Dis': «Mando, que mi tienda finque en aquel
plado;
si me viniere a ver algund
enamorado,
de noche e de día allí, sea el
estrado:
ca todo tiempo quiere a todos ser
pagado».
Desque ovo yantado, fue la tienda
armada,
nunca pudo ver omen cosa tan
acabada,
bien creo que de ángeles fue tal cosa
obrada,
que omen terrenal d'esto non faría
nada.
La obra de la tienda vos querría
contar,
avérsevos ha un poco a tardar la
yantar:
es una grand estoria, pero non es de
dexar,
muchos dexan la çena por fermoso
cantar.
El mástel, en que se arma, es blanco de
color,
un marfil ochavado, nunca l' vistes
mejor,
de piedras muy preçiosas çerrado en
derredor,
alúmbrase la tienda de su grand'
resplandor.
En la çima del mástel una piedra
estava,
creo, que era robí, al fuego
semejava,
non avía menester sol, tanto de sí
alumbrava
de seda son las cuerdas con que ella se
tirava.
En suma vos lo cuento por non vos
detener,
si todo esto escribiese, en Toledo non ay
papel,
en la obra de dentro ay tanto de
faser,
que si lo desir puedo, meresçía el
beber.
Luego a la entrada a la mano
derecha
estava una mesa muy noble e muy
fecha,
delante ella grand' fuego, de sí grand' calor
echa,
quantos comen a ella, uno a otro
asecha.
Tres caballeros comían todos a un
tablero,
asentados al fuego cada uno
señero,
non se alcançaríen con un luengo
madero,
e non cabríen entr' ellos un canto de
dinero.
El primero comía las primeras
cherevías,
comiença a dar çanahoria a bestias de
estabrías,
da primero farina a bueyes de
erías,
fase días pequeños e mañanas muy
frías.
Comía nueses primeras e asava las
castañas,
mandava sembrar trigo e cortar las
montañas,
matar los gordos puercos e desfaser las
cabañas,
las viejas tras el fuego ya disen las
pastrañas.
El segundo comía toda carne
salpresa,
estava enturbiada con la niebra su
mesa,
fase nuevo aseyte, con la blasa non l'
pesa,
con el frío a las de veses en las sus uñas
besa.
Comíe el caballero el toçino con
verças,
enclaresçe los vinos con ambas sus
almuesas,
ambos visten çamarras, querríen calientes
quesas:
en pos de éste estaba uno con dos
cabeças.
A dos partes otea aqueste
cabeçudo,
gallinas con capirotada comía a
menudo,
fasíe serrar sus cubas, fenchirlas con
embudo,
echar de yuso yelos que guardan vino
agudo.
Fase a sus collasos faser los
valladares,
refaser los pesebres, limpiar los
albañares,
çerrar los silos del pan, e seguir los
pajares,
más querríen entonçe peña que non loriga nin
ijares.
Estavan tres fijosdalgo a otra noble
tabla,
mucho estavan llegados, uno a otro non
fabla,
non se podrían alcançar con las bigas de
Gaola,
non cabría entre uno e otro un cabello de
Paula.
El primero de aquestos era chico
enano,
oras triste sañudo, oras seye
loçano,
tenía las yerbas nuevas en el plado
ansiano,
pártese del invierno, e con él viene
verano.
Lo más que éste andava era viñas
podar,
et engerir de escoplo e gavillas
amondar,
mandava poner viñas para buen vino
dar,
con la chica alhiara non l' pueden
abondar.
El segundo envía a viñas
cavadores,
echan muchos mugrones los
amugronadores,
vid blanca fasen prieta buenos
enjeridores.
A omes, aves e bestias mételos en
amores.
Éste tiene tres diablos presos en su
cadena,
el uno enviava a las dueñas dar
pena,
pésal' en el lugar do la mujer es
buena,
desde entonçe comiença a pujar el
avena.
El segundo diablo entra en los
abades,
arçiprestes e dueñas fablan sus
poridades
con este compañero que les dan
libertades,
que pierden las obladas e fablen
vanidades.
Antes viene cuervo blanco que pierdan
asnería,
todos ellos e ellas andan en
modorría,
los diablos do se fallan, lléganse a
compañías,
fasen sus diabluras e su
truhanería.
Envía otro diablo en los asnos
entrar:
en las cabeças entra, non en otro
lugar,
fasta que pasa agosto non dexan de
rebusnar,
desde allí pierden seso, esto puedes
probar.
El terçero fidalgo está de flores
lleno,
con los vientos que fase, grana trigo et
çenteno,
fase poner estacas que dan aseyte
bueno,
a los mosos medrosos ya los espanta el
trueno.
Andan tres ricos hombres allí en una
dança,
entre uno e otro non cabe punta de
lança,
del primero al segundo ay una grand'
labrança,
el segundo al terçero con cosa non le
alcança.
El primero los panes e las frutas
granava,
fígados de cabrones con ruybarbo
armoçava,
fuían d'él los gallos, a todos los
matava,
los barbos e las truchas a menudo
çenava.
Buscava casa fría, fuía de la
siesta,
la calor del estío doler fase la
tiesta,
anda muy más loçano que pavón en
floresta,
busca yerbas e ayres en la sierra
enfiesta.
El segundo tenía en su mano la
fos,
segando las çebadas de todo el
alfós,
comía las bebras nuevas, e cogía el
arrós,
agrás nuevo comiendo embargole la
vos.
Engería los árbores con agena
cortesa,
comía nuevos palales, sudava sin
peresa,
bebía las aguas frías de su
naturalesa,
traía las manos tintas de la mucha
çeresa.
El terçero andava los çentenos
trayendo
trigos e todas mieses en las eras
tendiendo,
estavan de los árbores las frutas
sacodiendo,
el tábano al asno ya le iva
mordiendo.
Comiença a comer las chiquitas
perdiçes,
sacan barriles fríos de los posos
heliçes
la mosca mordedor fas' traer las
narises
a las bestias por tierra, e abaxar las
çervises.
Tres labradores viníen todos una
carrera,
al segundo atiende el que va en
delantera,
el tercero al segundo atiéndel' en
frontera,
el que viene non alcança al otro que l'
espera.
El primero comía uvas ya maduras,
comía maduros figos de las figueras
duras,
trillando e ablentando aparta pajas
puras,
con él viene otoño con dolençias e
curas.
El segundo adoba e repara
carrales,
estercuela barbechos e sacude
nogales,
comienza a vendimiar uvas de los
parrales,
escombra los rastrojos e çerca los
corrales.
Pisa los buenos vinos el labrador
terçero,
finche todas sus cubas como buen
bodeguero,
envía derramar la simiente al ero,
açércase el invierno, bien como de
primero.
Yo fui maravillado desque vi tal
visión,
coydé que soñava, pero que verdat
son,
rogué a mi señor que me diese
raçón,
por do yo entendiese qué era o qué
non.
El mi señor don Amor como omen
letrado
en una sola palabra puso todo el
tratado,
por do el que lo oyere será
çertificado,
ésta fue su respuesta, su dicho
ableviado:
«El tablero, la tabla, la dança, la
carrera,
»son quatro temporadas del año del
espera;
»los omes son los meses, cosa es
verdadera,
»andan e non se alcançan, atiéndense en
carrera.»
Otras cosas estrañas muy graves de
creer
vi muchas en la tienda; mas por non vos
detener,
e porque enojoso non vos querría
ser,
non quiero de la tienda más prólogo
faser.
Mío señor desque fue su tienda
aparejada,
vino dormir a ella, fue poca su
estada:
desque se levantó, non vido su
mesnada,
los más con don Carnal fasían su
morada.
Desque lo vi despaçio como era su
criado,
atrevime e preguntel' que el tiempo
pasado,
cómo nunca me viera: a do avía
morado
respondiome con sospiro e como con
coydado.
Dixo: «En la invernada visité a
Sevilla,
toda el Andalusía, que non fincó y
villa,
allí toda persona de grado se me
homilla,
andando mucho viçioso quanto fue
maravilla.
Entrada la Quaresma víneme para
Toledo,
coydé estar viçioso, plasentero e
ledo,
fallé grand santidad, físome estar
quedo,
pocos me resçebieron nin me fesieron del
dedo(83).
Estava en un palaçio pintado de
almagra,
vino a mí mucha dueña de mucho ayuno
magra,
con muchos «pater nostres» e con mucha oraçión
agra,
echáronme de la çibdat por la puerta de
Visagra.
Aun quise porfiar, fuime para un
monasterio,
fallé por la caustra e por el
çiminterio
muchas religiosas resando el
salterio,
vi que non podía sofrir aquel
laserio.
Coydé en otra orden fallar cobro
alguno,
do perdiese laserio, non pud' fallar
ninguno,
con oraçión e limosna e con mucho
ayuno,
redrávanme de sí, como si fuese
lobuno.
En caridat fablavan, mas non me la
fasíen,
yo veía las caras, mas non lo que
desíen,
mercado falla omen, en que gana si se
detíen'
refés es de cogerse el omen do se falla
bien.
Andando por la çibdat radío et
perdudo,
dueñas e otras fembras fallava a
menudo,
con sus 'Ave Marías' fasíanme estar
mudo,
desque vi que me mal iva, fuime dende
sañudo.
Salí de esta laseria, de coyta e de
lastro,
fui tener la Quaresma a la villa de
Castro,
resebieron muy bien a mí e a mi
rastro,
pocos allí fallé, que non me llamasen
padrasto.
Pues Carnal es venido, quiero perder
laseria,
la Quaresma católica dola a Santa
Quiteria,
quiero ir Alcalá, moraré en la
feria,
dende andaré la tierra, dando a muchos
materia.»
Otro día mañana antes que fues' de
día
movió con su mesnada Amor, e fue su
vía,
dexome con coydado, pero con
alegría,
este mi señor siempre tal costumbre
avía.
Siempre doquier que sea, pone mucho
coydado
con el muy grand plaser al su
enamorado,
siempre quiere alegría, plaser e ser
pagado,
de triste e de sañudo non quiere ser
hospedado.
De cómo el arçipreste llamó a su vieja, que le catase algund cobro
Día de Quasimodo iglesias et altares
vi llenos de alegrías, de bodas e
cantares,
todos avíen grand' fiesta, fasíen grandes
yantares,
andan de boda en boda clérigos e
juglares.
Los que antes son solos, desque eran
casados
veíalos de dueñas estar
acompañados,
pensé cómo oviese de tales
gasajados,
ca omen que es solo siempre piensa
coydados.
Fis' llamar Trotaconventos la mi vieja
sabida,
presta e plasentera de grado fue
venida,
roguel' que me catase alguna tal
garrida,
ca solo, sin compaña, era penada
vida.
Díxome, que conosçía una viuda
loçana,
muy rica, e bien moça, e con mucha
ufana:
dis': «Arçipreste, amad ésta, yo iré allá
mañana,
et si esta recabdamos, nuestra obra non es
vana.»
Con la mi vejesuela enviele ya qué
con ella estas cántigas que vos aquí
trobé,
ella non la erró, e yo non le
pequé,
si poco ende trabajé, muy poco ende
saqué.
Asás fiso mi vieja quanto ella faser
pudo,
mas non pudo trabar, atar, nin dar
nudo,
tornó a mí muy triste e con corazón
agudo;
dis': «Do non te quieren mucho, non vayas a
menudo.»
De cómo el arçipreste fue enamorado de una dueña que vido estar façiendo oraçión
Día era de Sant Marcos, fue fiesta señalada,
toda la santa iglesia fas' proçesión
honrada,
de las mayores del año de christianos
loada:
acaeçiome una ventura la fiesta non
pasada.
Vi estar una dueña fermosa de
beldat,
rogando muy devota ante la
magestat,
rogué a la mi vieja, que me oviese
piedat,
et que anduviese por mí pasos de
caridat.
Ella fiso mi ruego, pero con
antipara,
dixo: «Non querría ésta que me costase
cara,
como la marroquía, que me corrió la
vara,
mas el leal amigo al bien e al mal se
para.»
Fue con la pleytesía, tomó por mi
afán;
físose que vendíe joyas, ca de uso lo
an,
entró en la posada, respuesta non le
dan,
non vido a la mi vieja ome, gato, nin
can.
Díxol' por qué iva, e diole aquestos
versos:
«Señora», dis', «comprad traveseros e
abiesos.»
Dixo la buena dueña: «Tus desires
traviesos
»entiéndelos, Urraca, todos ésos y
ésos.»
«Fija», dixo la vieja, «osar vos he
fablar.»
Dixo la dueña: «Urraca, ¿por qué lo has de
dexar?»
«Señora, pues yo digo de casamiento
far,
ca más val' suelta estar la viuda que mal
casar.
Más val' tener algund cobro mucho
ençelado,
ca más val' buen amigo, que mal marido
velado,
fija, quál vos yo daría que vos seríe
mandado,
muy loçano et cortés, sobre todos
esmerado.»
Si recabdó o non la buena
mensajera,
vínome muy alegre, díxome de la
primera:
«El que al lobo envía, a la fe carne
espera.»
Éstos fueron los versos que levó mi
trotera.
Fabló la tortolilla en el regno de
Rodas:
diso: «Non avedes pavor vos las mugeres
todas
de mudar vuestro amor por aver nuestras
bodas,
por ende casa la dueña con caballero
apodas.»
Et desque fue la dueña con otro ya
casada,
escusose de mí, e de mí fue
escusada,
por non faser pecado, o por non ser
osada:
toda muger por esto non es de ome
usada.
Desque me vi señero et sin fulana
solo,
envié por mi vieja, ella dixo: «¿A
dolo?»
Vino a mí reyendo, dis: «Homíllome don
Polo:
»fe aquí buen amor qual buen amiga
buscolo.»
De cómo Trotaconventos consejó al arçipreste que amase alguna monja, e de lo que le contesçió con ella
Ella dixo: «Amigo, oídme un poquillejo,
amad alguna monja, creedme de
consejo,
non se cansará luego, nin saldrá a
consejo,
andarás en amor de grand' dura
sobejo.
Yo la serví un tiempo, moré y bien dies
años,
tienen a sus amigos viçiosos sin
sosaños,
¿quién diríe los manjares, los presentes
tamaños,
los muchos letuarios nobles e tan
estraños?
Muchos de letuarios les dan muchas de
veses,
diaçitrón, codonate, letuario de
nueses,
otros de más quantía de çahanorias
raheses,
envían e otras cadía a reveses.
Cominada, alexandria, con el buen
diagargante
el diaçitrón abatis con el fino
gengibrante
miel rosado, diaçiminio diantroso va
delante,
e la roseta novela que debiera desir
ante.
Adraguea e alfenique con el
estomaticón
e la garriofilota con
diamargaritón
triasándalix muy fino con
diasanturión,
que es para donear preçiado e noble
don.
Sabed, que de todo açúcar allí anda
volando,
polvo, terrón, e candí, e mucho del
rosado,
açúcar de confites, e açúcar
violado,
et de muchas otras guisas, que yo he
olvidado.
Mompeller, Alexandría, la nombrada
Valençia
non tienen de letuarios tantos nin tanta
espeçia,
los más nobles presenta la dueña que más
preçia,
en noblesas de amor ponen toda su
femençia.
Et aun vos diré más de quanto
aprendí,
do an vino de Toro, non envían
baladí,
desque me partí d'ellas, todo este viçio
perdí
quien a monjas non ama, non vale un
maravedí.
Sin todas estas noblesas an muy buenas
maneras.
son mucho encobiertas, donosas,
plasenteras,
más saben e más valen sus moças
cosineras
para el amor todo que dueñas de
fueras.
Como imágenes pintadas de toda
fermosura,
fijasdalgo muy largas, e nobles de
natura,
grandes demandaderas, amor siempre les
dura
con medidas complidas e con toda
mesura.
Todo plaser del mundo e todo buen
donear
solás de ucho saber me el falaguero
jugar:
todo es en las monjas más que en otro
lugar,
probadlo esta vegada, e quered ya
sosegar.»
Yo le dixe: «Trotaconventos, escúchame un
poquillo
¿yo entrar cómo puedo do non sé tal
portillo?»
Ella dis: «Yo lo andaré un pequeño
ratillo,
quien fase la canasta, fará el
canastillo.»
Fuese a una monja, que avía
servida:
díxome que l' preguntara: «¿Quál fue tu
venida?
¿cómo te va, mi vieja? ¿cómo pasas tu
vida?»
«Señora», dixo la vieja: «así, a comunal
medida.
Desque me partí de vos a un arçipreste
sirvo,
mançebo bien andante, de su ayuda
vivo;
para que a vos sirva cada'l día lo
avivo;
señora, del convento non lo fagades
esquivo.»
Díxol' doña Garoça: «¿Enviote él a
mí?»
Díxele: «Non, señora; mas yo me lo
comedí
por el bien que me fesistes en quanto vos
serví:
para vos lo querría tal que mejor non
vi.»
Aquesta buena dueña avíe seso bien
sano
era de buena vida, non de fecho
liviano;
dis': «Así me contesçería con tu consejo
vano
como con la culebra contesçió al
ortolano:
Enxiemplo del ortolano e de la culebra
Era un ortolano bien simpre e sin
mal;
en el mes de enero con fuerte
temporal
andando por su huerta vido so un
peral
una culebra chica medio muerta
atal.
Con la nieve et con el viento e con la elada
fría
estava la culebra medio
amodorrida:
el omen piadoso, que la vido
aterida,
doliose mucho d'ella, quísole dar la
vida.
Tomola en la falda e levola a su
casa,
púsola çerca el fuego, çerca de buena
blasa,
avivó la culebra: ante que la él
asa,
entró en un forado d'esa cosina
rasa.
Aqueste ome bueno dávale cada día
del pan et de la leche e de quanto él
comía:
creçió con el grand viçio, e con el grand bien que
tenía.
Tanto, que sierpe grand' a todos
paresçía.
Venido es el estío, la siesta
afincada
que ya non avía miedo de viento nin de
elada,
salió de aquel forado sañuda et
ayrada,
començó de emponçoñar con venino la
posada.
Díxole el ortolano: 'Vete de aqueste
lugar;
non fagas aquí dapño.' Ella fuese
ensañar,
abraçole tan fuerte, que lo quería
afogar,
apretándolo mucho cruelmente sin
vagar.
Alégrase el malo en dar por miel
venino,
et por fruto dar pena al amigo e al
vesino,
por piedat engaño, donde bien le
avino,
ansí derechamente a mí de ti me
vino.
Tú estavas coytada, poble, sin buena
fama,
onde ovieses cobro, non tenías
adama,
ayudete con algo, fuí grand tiempo tu
ama,
conséjasme agora, que pierda la mi
alma.»
«Señora», dixo la vieja, «¿por qué só
baldonada?
quando trayo presente, só mucho
falagada;
vine manos vasías, finco mal
escultada,
contésçeme como al galgo, que non caça
nada:
Enxiemplo del galgo e del señor
El buen galgo ligero, corredor e
valiente
avía quando era joven, pies ligeros,
corriente,
avía buenos colmillos, buena boca e
diente,
quantas liebres veía, prendíalas
ligeramente.
Al su señor él siempre algo le
presentava,
nunca de la corrida vasío le
tornava,
el su señor por esto mucho le
falagava,
a todos sus vesinos del galgo se
loava.
Con el mucho laserio fue muy ayna
viejo,
perdió luego los dientes e corrió
poquillejo:
fue su señor a caça e salió un
conejo,
perdiol' e non l' pudo tener, fuésele por
vallejo.
El caçador al galgo feriolo con un
palo,
el galgo querellándose dixo: '¡Qué mundo
malo!
Quando era mançebo, desíanme: ¡halo,
halo!
agora que só viejo, disen, que poco
valo.
En mi juventud caça por pies non se me
iva,
a mi señor la dava quier muerta o quier
viva,
entonçes me loava, agora que só viejo, me
esquiva,
quando non le trayo nada, non me falaga nin me
silva.'
Los bienes et los loores muchos de
mançebés,
defienden la fraqueça culpa de la
vejés,
por ser el omen viejo, non pierde por ende
pres,
el seso del buen viejo non se mueve de
refés.
En amar al mançebo e a la su
loçanía
et desechar al viejo, e faserle
peoría
es torpedat e mengua, e maldat e
villanía:
en el viejo se loa su buena
mançebía.
El mundo cobdiçioso es de aquesta
natura,
si el amor da fruto, dando mucho
atura,
non dando nin sirviendo el amor poco
dura,
de amigo sin provecho non ha el ome
cura.
Bien quanto da el omen en tanto es
preçiado;
quando yo dava mucho, era mucho
loado,
agora que non do algo, só vil e
despreçiado,
non ay mençión nin grado de serviçio
pasado.
Non se membran algunos del mucho bien
antiguo,
quien a mal ome sirve, siempre l' será
mendigo,
el malo a los suyos non les presta un
figo,
apenas qu' el pobre viejo falla ningund
amigo.
Et señora, convusco a mí a tal
acaesse,
servivos bien, e sirvo en lo que
contesçe,
porque vin' sin presente, la vuestra saña
cresçe.
E só mal denostada segund que ya
paresçe.»
«Vieja», dixo la dueña, «çierto yo non
mentí,
por lo que me dixiste yo mucho me
sentí,
de lo que yo te dixe, luego me
arrepentí,
porque talente bueno entiendo yo en
ti.
Mas témome e reçelo que mal engañada
sea,
non querría que me fuese, como al mur del
aldea
con el mur de la villa yendo a faser
emplea;
desirte he la fasaña, e finque la
pelea:
Enxiemplo del mur de Monferrado et del mur de Guadalaxara
Mur de Guadalaxara un lunes
madrugava,
fuese a Monferrado, a mercado
andava,
un mur de franca barba resçibiol' en su
cava,
convidol' a yantar, e diole una
fava.
Estava en mesa pobre buen gesto e buena
cara,
con la poca vianda buena voluntad
para,
a los pobres manjares el plaser los
repara,
pagos' del buen talente mur de
Quadalaxara.
La su yantar comida, el manjar
acabado,
convidó el de la villa al mur de
Monferrado,
que el martes quisiese ir ver el su
mercado,
e como él fue suyo, fuese él su
convidado.
Fue con él a su casa, et diol' mucho de
queso,
mucho tosino lardo, que non era
salpreso,
enjundias e pan cocho sin raçión e sin
peso,
con esto el aldeano tóvos' por bien
apreso.
Manteles de buen lienço, una blanca
talega,
bien llena de farina, el mur allí se
allega,
mucha honra le fiso e servisio que l'
plega,
alegría, buen rostro con todo esto se
llega.
Está en mesa rica mucha buena
vianda,
un manjar mejor que otro a menudo y
anda,
et demás buen talente, huésped esto
demanda,
solás con yantar buena todos omes
ablanda.
Do comían e folgavan, en medio de su
yantar
la puerta del palaçio començó a
sonar:
abríala su señora, dentro quería
entrar,
los muros con el miedo fuyeron al
andar.
Mur de Guadalaxara entró en su
forado,
el huésped acá e allá fuía
deserrado,
non tenía lugar çierto do fuese
amparado,
estovo a lo escuro a la pared
arrimado.
Cerrada ya la puerta e pasado el
temor,
estava el aldeano con miedo e con
tremor,
falagábal' el otro desiéndol': 'Amigo,
señor,
alégrate et come de lo que as más
sabor.
Este manjar es dulçe, sabe como la
miel.'
Dixo el aldeano al otro: 'Venino yas' en
él:
el que teme la muerte, el panal le sabe
fiel,
a ti solo es dulçe, tú solo come
d'él.'
Al ome con el miedo non l' sabe dulçe
cosa,
non tiene voluntad clara, la vista
temerosa.
Con miedo de la muerte la miel non es
sabrosa,
todas cosas amargan en vida
peligrosa.
Más quiero roer fava seguro e en
pas
que comer mil manjares corrido e sin
solás;
las viandas preçiadas con miedo son
agrás,
todo es amargura, do mortal miedo
yas'.
Porque tanto me tardo, aquí todo me
mato,
del miedo que he habido quando bien me lo
creo,
como estava solo, si viniera el
gato,
allí me alcançara e me diera mal
rato.
Tú tienes grandes casas, mas ay mucha
compaña,
comes muchas viandas, aquesto te
engaña,
buena es mi poblesa en segura
cabaña:
que mal pisa el omen, el gato mal
rascaña.
Con pas e con segurança es buena la
poblesa,
al rico temeroso es poble la
riquesa,
siempre tiene reçelo e con miedo
tristesa,
la pobredat alegre es segura
noblesa.
Más vale en convento las sardinas
saladas,
et faser a Dios servisio con las dueñas
honradas,
que perder la mi alma con perdises
asadas,
et fincar escarnida con otras
deserradas.»
«Señora», dis la vieja, «desaguisado
façedes:
dexar plaser et viçio, et laseria
queredes,
ansí como el gallo, vos ansí
escogedes:
desirvos he la fabla e non vos
enojedes:
Enxiemplo del gallo que falló el çafir en el muladar
Andava en el muladar el gallo
ajevio,
estando escarvando mañana con el
frío
falló çafir culpado, mejor ome non
vido,
espantose el gallo, díxol' como
sandio:
'Más querría de uvas o de trigo un
grano,
que a ti nin a çiento, tales en la mi
mano.'
El çafir diol' respuesta: 'Bien te digo,
villano,
que si me conoçieses, tú andarías
loçano.
Si a mí hoy fallase quien fallar me
devía,
si aver me podiese el que me
conosçía,
al que el estiércol cubre mucho
resplandeçería,
non entiendes tú nin sabes quánto yo
meresçía.'
Muchos leen el libro teniéndolo en
poder,
que non saben que leen, nin lo pueden
entender,
tienen algunas cosas preçiadas e de
querer,
que non les ponen honra, la qual devían
aver.
A quien da Dios ventura, e non la quiere
tomar
non quiere valer algo, nin saber, nin
pujar,
aya mucha laseria, e coyta, e
trabajar,
contésçel' como al gallo que escarva en el
muladar.
Bien así acaesçe a vos, doña
Garoça,
queredes en convento más agua con la
orça,
que con taças de plata, e estar a la
roça
con este mançebillo que vos tornaría
moça.
Comedes en convento sardinas e
camarones,
verçuelas, e laseria, e los duros
caçones:
dexades del amigo perdises et
capones,
perdédesvos coytadas mugeres sin
varones.
Con la mala vianda, con las saladas
sardinas,
con sayas de estameña comedes vos
mesquinas,
dexades del amigo las truchas, las
gallinas,
las camisas fronçidas, los paños de
Melinas.»
Díxol' doña Garoza: «Hoy más non te
diré:
»en lo que tú me dises en ello
pensaré;
»ven cras por la respuesta e yo te la
daré,
»lo que mejor lo viere de grado lo
faré.»
Otro día la vieja fuese a la
mongía,
et falló a la dueña, que en la misa
seía:
«¡Yuy yuy», dixo, señora, «que negra
ledanía!
en aqueste roído vos fallo cada
día.
O vos fallo cantando, o vos fallo
leyendo,
o las unas con las otras contendiendo,
reñiendo,
nunca vos he fallado jugando nin
reyendo,
verdat dise mi amo a como yo
entiendo.
Mayor roído fasen, más veses sin
recabdo
dies ánsares en laguna, que çient bueyes en
prado;
dexat eso, señora, direvos un
mandado,
pues la misa es dicha, vayamos al
estrado.»
Alegre va la monja del coro al
parlador,
alegre va el frayle de terçia al
refitor,
quiere oír la monja nuevas del
entendedor,
quiere el frayle goloso entrar en el
tajador.
«Señora », dis la vieja, «direvos un
juguete,
non me contesca como al asno contesçió con el
blanchete,
que él vio con su señora jugar en el
tapete,
direvos la fablilla, si me dades un
risete:
Enxiemplo del asno e del blanchete
Un perrillo blanchete con su señora
jugava,
con su lengua e boca las manos le
besava,
ladrando e con la cola mucho la
falagava,
demostrava en todo grand' amor que la
amava.
Ante ella et sus compañas en pino se
tenía,
tomavan con él todos solás et
plasentería,
dávale cada uno de quanto que
comía,
veíalo el asno esto de cada día.
El asno de mal seso pensó, tovo
mientes;
dixo el burro nesçio ansí entre sus
dientes:
'Yo a la mi señora et a todas sus
gentes
más con provecho sirvo, que mil tales
blanchetes.
Yo en mi espinaso les trayo mucha
leña,
tráyoles la farina que comen, del
azeña,
pues terné pino e falagaré la
dueña
como aquel blanchete que yase so su
peña.'
Salió bien rebusnando de la su
establía,
como garañón loco el neçio tal
venía,
retoçando et fasiendo mucha de
caçorría,
fuese para el estrado do la dueña
seía.
Puso en los sus ombros entrambos los sus
brazos,
ella dando sus voses, vinieron los
collaços,
diéronle muchos palos con piedras e con
maços
fasta que ya los palos se fasían
pedaços.
Non deve ser el omen a mal faser
denodado,
nin desir nin cometer lo que non le es
dado,
lo que Dios e natura an vedado et
negado,
de lo faser el cuerdo no deve ser
osado.
Quando coyda el babieca, que dis' bien e
derecho,
et coyda faser servisio e plaser con su
fecho,
dise mal con neçedad, fase pesar et
despecho,
callar a las de vegadas fase mucho
provecho.
Et porque ayer, señora, vos tanto
arrufastes,
por lo que yo desía por bien vos
ensañastes,
por ende non me atrevo a preguntar qué
pensastes:
ruégovos que me digades en lo que
acordastes.»
La dueña dixo: «Vieja, mañana
madrugeste
a desirme pastrañas de lo que ayer me
fableste:
yo non lo consentría como tú me lo
rogueste,
que consentir no debo tan mal juego como
éste.»
«Sí», dixo la comadre, «quando el
çerujiano
el coraçón querría sacarle con su
mano,
desirte he su enxiemplo agora por de
mano,
después darte he respuesta qual debo e bien de
llano.
Enxiemplo de la raposa que come las gallinas en la aldea
Contesçió en una aldea de muro bien çercada,
que la presta gulhara ansí era
vesada,
que entrava de noche la puerta ya
çerrada,
comía las gallinas de posada en
posada.
Teníanse los del pueblo d'ella por mal
chufados
cerraron los portillos, finiestras et
forados,
desque se vido ençerrada, dis': 'Los gallos
furtados
d'ésta creo que sean pagados et
escotados.'
Tendiose a la puerta del aldea
nombrada,
físose como muerta, la boca
regañada,
las manos encogidas, yerta e
desfigurada,
desían los que pasaban: '¡Tente esa
trasnochada!'
Pasava de mañana por y un
zapatero:
'¡O', dis', 'qué buena cola! más vale que un
dinero;
faré trainel d'ella par calçar
ligero.'
Cortola, e estudo más queda que un
cordero.
El alfajeme pasava, que venía de
sangrar;
dis': 'El colmillo d'ésta puede
aprovechar
para quien dolor tiene en muela o en
quijar.'
Sacole; e estudo queda sin se más
quejar.
Una vieja pasava, que l' comió su
gallina;
Dis': 'El ojo de aquésta es para
melesina
a moças aojadas, et que an la
madrina.'
Sacolo; e estudo sosegada la
mesquina.
El físico pasava por aquella
calleja,
dis': '¡Qué buenas orejas son las de la
gulpeja
para quien tiene venino o dolor en la
oreja!'
Cortolas; et estudo queda más que un
oveja.
Dixo este maestro: 'El coraçón del
raposo
para el tremor del coraçón es mucho
provechoso.'
Ella dis': '¡Al diablo catedes vos el
polso!'
Levantose corriendo, et fuyó por el
coso.
Dixo: 'Todas las coytas puede ome
sofrir;
mas el coraçón sacar et muerte
resçebir
non lo puede ninguno(89), nin deve
consentir;
lo que emendar non se puede, non presta
arrepentir.'
Deve catar el ome con seso et con
medida
lo que faser quisiere, que aya d'él
salida
ante que faser cosa que l' sea
retraída,
quando teme ser preso, ante busque
guarida.
Desque ya es la dueña de varón
escarnida,
es d'él menospreçiada e en poco
tenida,
es de Dios airada e del mundo
aborrida,
pierde toda su honra, la fama e la
vida.
Et pues tú a mí dises rasón de
perdimiento
del alma e del cuerpo, e muerte, e
enfamamiento,
yo non quiero faserlo, vete sin
tardamiento,
si non darte he gualardón qual tu
meresçimiento.
Mucho temió la vieja deste bravo
desir:
«Señora», dis', «mesura, non me querades
ferir:
puédevos por ventura de mí grand pro
venir,
como al león vino del mur en su
dormir.
Enxiemplo del león et del mur
Dormía el león pardo en la frida montaña,
en espesura tiene su cueva
soterraña,
allí juegan de mures una presta
compaña,
al león despertaron con su burla
tamaña.
El león tomó uno, e queríalo
matar,
el mur con el grand' miedo començol' a
falagar:
'Señor', dis', 'non me mates, que non te podré
fartar,
en tú darme la muerte non te puedes
honrar.
¿Qué honra es al león, al fuerte, al
poderoso,
matar un pequeño, al pobre, al
coytoso?
Es deshonra et mengua e non vençer
fermoso,
el que al mur vençe es loor
vergonçoso.
Por ende vençer es honra a todo ome
nasçido,
et maldat et pecado vençer al
desfallido,
el vençedor ha honra del preçio del
vencido,
su loor es atanto quanto es el
debatido.'
El león d'estos dichos tóvose por
pagado,
soltó al moresillo; el mur quando fue
soltado,
diole muy muchas graçias e que l' sería
mandado
en quanto él podiese, que l' serviríe de
grado.
Fuese el mur al forado, el león fue a
caçar,
andando en el monte ovo de
entropesar,
cayó en grandes redes, non las podía
retaçar,
envuelto pies e manos non se podía
alçar.
Començó a querellarse, oyolo el
muresillo,
fue a él, díxol': 'Señor, yo trayo buen
cochillo,
con aquestos mis dientes rodré poco a
poquillo
do están vuestras manos, faré un grand
portillo.
Los vuestros blasos fuertes por allí los
sacaredes,
abriendo e tirando las redes
rasgaredes,
por mis chiquillos dientes vos hoy
escaparedes,
perdonastes mi vida e vos por mí
viviredes.'
Tú, rico poderoso, non quieras
desechar,
al pobre, al menguado non lo quieras de ti
echar,
puede faser serviçio quien no tiene que
pechar,
el que non puede más, puede
aprovechar.
Puede pequeña cosa et de poca
valía
faser mucho provecho et dar grand'
mejoría,
el que poder non tiene, oro, nin
fidalguía,
tenga manera et seso, arte et
sabidoría.»
Fue con esto la dueña ya quanto más
pagada:
Vieja», dixo, «non temas, está bien
segurada,
non conviene a dueña de ser tan
denodada,
mas resçélome mucho de ser mal
engañada.
Estas buenas palabras, estos dulçes
falagos
non querría que fuesen a mí fiel et
amargos,
como fueron al cuervo los dichos, los
encargos
de la falsa raposa con sus malos
trasfagos.
Enxiemplo de la raposa et del cuervo
La marfusa un día con la fambre andava,
vido al cuervo negro en un árbol do
estava,
grand pedaço de queso en el pico
levava,
ella con su lisonja también lo
saludava:
'¡O, cuervo tan apuesto! del çisne eres
pariente,
en blancura, en dono, fermoso,
relusiente,
más que todas las aves cantas muy
dulçemente;
si un cantar dixieres, diré yo por él
veinte.
Mejor que la calandria nin el
papagayo,
mejor gritas que tordo, nin ruyseñor nin
gayo:
si agora cantases, todo el pesar que
trayo,
me tiraréis en punto más que con otro
ensayo.'
Bien se coydó el cuervo, que con el
gorgear
prasíe a todo el mundo más que con otro
cantar,
creíe que la su lengua e el su mucho
gaçnar
alegrava las gentes más que otro
juglar.
Començó a cantar, la su vos a
erçer,
el queso de la boca óvosele a
caer,
la gulhara en punto se lo fue a
comer,
el cuervo con el dapño ovo de
entristeçer.
Falsa honra et vana gloria y el risete
falso
dan pesar e tristesa, e dapño sin
traspaso,
muchos cuydan que guarda el viñadero el
paso,
e es la magadaña que está en el
cadahalso.
Non es cosa segura creer dulçe
lisonja,
de aqueste dulçor suele venir amarga
lonja,
pecar en tal manera non conviene a
monja,
religiosa non casta es perdida
toronja.»
«Señora», dis la vieja, «ese miedo non
tomedes,
el omen que vos ama nunca lo
esquivedes,
todas las otras temen eso que vos
temedes,
el miedo de las liebres las monjas lo
avedes.
Enxiemplo de las liebres
Andávanse las liebres en las selvas llegadas,
sonó un poco la selva e fueron
espantadas,
fue sueno de laguna, ondas
arrebatadas,
las liebres temerosas en uno son
juntadas.
Andavan a todas partes, non podían quedas
ser,
desían con el grand' miedo, que se fuesen a
esconder
ellas esto fablando ovieron de ver
las ranas con su miedo so el agua
meter.
Dixo la una liebre: 'Conviene que
esperemos,
non somos nos señeras, que miedo vano
tenemos;
las ranas se esconden de balde, ya lo
vemos,
las liebres et las ranas vano miedo
tenemos.
A la buena esperança nos conviene
atener,
fase tener grand' miedo lo que non es de
temer,
somos de corazón fraco, ligeras en
correr,
non deve temor vano en sí ome
traer.'
Acabada ya su fabla començaron de
foír,
esto les puso miedo e fiso a todos
ir,
en tal manera tema el que bien quiere
vevir,
que non pierda el esfuerço por miedo de
morir.
El miedo es muy malo sin esfuerzo
ardid,
esperança e esfuerço vençen en toda
lid,
los cobardes fuyendo mueren desiendo:
'¡Foíd!'
«vivien los esforçados disiendo: '¡Daldes,
ferid!'
Aquesto acaesçe a vos, señora mía,
et a todas las monjas que tenedes
freylía,
por una sin ventura muger que ande
radía
temedes vos que todas irés por esa
vía.
Tener buena esperança, dexad vano
temor,
amad al buen amigo, quered su buen
amor,
si más ya non fabladle como Achate
pastor,
desidle: '¡Dios vos salve! Dexemos el
pavor.'»
«Tal eres», dis' la dueña, «vieja como el
diablo,
que dio a su amigo mal consejo e mal
cabo,
púsolo en la forca, dexólo y en su
cabo,
oye buena fabla, non quieras mi
menoscabo:
Enxiemplo del ladrón que fiso carta al diablo de su ánima
En tierra sin justiçia eran muchos
ladrones,
fueron al rey las nuevas, querellas e
pregones,
envió allá su alcalde, merinos e
sayones,
al ladrón enforcavan por quatro
pepiones.
Dixo el un ladrón d'ellos: 'Ya yo só
desposado
con la forca, que por furto ando
desorejado,
si más yo só con furto del merino
tomado,
él me fará con la forca ser del todo
casado.'
Ante que el desposado penitençia
presiese,
vino a él un diablo, porque non lo
perdiese,
dixol' que de su alma la carta le
feçiese,
et furtarse sin miedo quanto furtar
podiese.
Otorgole su alma, físole dende
carta,
prometiole el diablo, que d'él nunca se
parta;
d'esta guisa el malo sus amigos
enarta:
fue el ladrón a un cambio, furtó de oro grand
sarta.
El ladrón fue tomado, en la cadena
puesto,
llamó a su amigo, que l' consejó
aquesto;
vino el mal amigo; dis': 'Heme aquí
presto.
non temas, ten esfuerzo, que non morrás por
esto.
Quando a ti sacaren a judgar hoy o
cras,
aparta al alcalde et con él
fablarás,
pon mano en tu seno, et da lo que
fallarás,
amigo, con aquesto en salvo
escaparás.'
Sacaron otro día los presos a
judgar,
él llamó al alcalde, apartol' e fue
fablar,
metió mano en el seno et fue dende
sacar
una copa de oro muy noble de
preçiar.
Diógela en presente callando al
alcalde;
dis' luego el judgador: 'Amigos, el
ribalde
non fallo porque muera, prendístel' de
balde,
yo le dó por quito, suelto: vos, merino,
soltalde.'
Salió el ladrón suelto sin pena de
presión,
usó su mal ofiçio grand' tiempo e grand'
sasón,
muchas veses fue preso, escapaba por
don;
enojose el diablo, fue preso su
ladrón.
Llamó su mal amigo, así como
solía,
vino el malo, et dixo: '¿A qué me llamas cada
día?
fas' ansí como sueles, non temas, en mí
fía,
darás cras el presente, saldrás con arte
mía.'
Apartó al alcalde el ladrón segund lo avía
usado,
puso mano a su seno e falló negro
fallado,
sacó una grand soga, diola al
adelantado
el alcalde dis': 'Mando que sea
enforcado.'
Levándolo a la forca, vido en altas
torres
estar su mal amigo, dis': '¿Por qué non me
acorres?'
Respondió el diablo: ¿Et tú por qué non
corres?
andando et fablando, amigo, non te
engorres.
Luego seré contigo desque ponga un
frayle
con una freyla suya, que me dise: '¡trayle,
trayle!'
Engaña a quien te engaña, a quien te fay,
fayle,
entre tanto, amigo, vete con ese
bayle.
Cerca el pie de la forca començó de
llamar:
'Amigo ¡valme, valme! que me quieren
enforcar.'
Vino el malo e dixo: 'Ya te viese
colgar,
que yo te ayudaré como lo suelo
far.
Súbante, non temas, cuélgate a
osadas,
e pon tus pies entrambos sobre las mis
espaldas,
que yo te soterné segund que otras
vegadas
sotove a mis amigos en tales
cabalgadas.'
Entonçes los sayones al ladrón
enforcaron
cuydando que era muerto, todos dende
derramaron;
a los malos amigos en mal lugar
dexaron,
los amigos entrambos en uno
rasonaron.
El diablo quexose, dis': '¡Ay, qué mucho
pesas!
¡Tan caros que me cuestan tus furtos et tus
presas!'
Dixo el enforcado: 'Tus obras mal
apresas
me troxieron a esto, porque tú me
sopesas.'
Fabló luego el diablo, dis': 'Amigo
otea,
e dime lo que vieres toda cosa que
sea.'
El ladrón paró mientes, dis': 'Veo cosa
fea
tus pies descalabrados e ál non sé que
vea.
Veo un monte grande de muchos viejos
çapatos,
suelas rotas e paños rotos e viejos
hatos,
e veo las tus manos llenas de
garabatos,
d'ellos están colgados muchas gatas e
gatos.'
Respondió el diablo: 'Todo esto que
dixiste,
et mucho más dos tanto que ver non lo
podiste,
he roto yo andando en pos ti segund
viste;
non puedo más sofrirte, ten lo que
mereçiste.
Aquellos garabatos son las mis
arterías,
los gatos et las gatas son muchas almas
mías,
que yo tengo travadas; mis pies tienen
sangrías
en pos ellas andando las noches et los
días.'
Su rasón acabada, tirose, dio un
salto,
dexó a su amigo en la forca tan
alto:
quien al diablo cree, trával' su
garabato,
él le da mala çima et grand' mal en chico
rato.
El que con el diablo fase la su
criança,
quien con amigo malo pone su
amistança,
por mucho que se tarde, mal galardón
alcança,
es en amigo falso toda la
malandança.
El mundo es texido de malos
arigotes,
en buena andança el omen tiene muchos
galeotes,
parientes apostisos, amigos
paviotes,
desque le ven en coyta, non dan por él dos
motes.
De los malos amigos vienen malos
escotes,
non viene d'ellos ayuda más que de unos
alrotes,
si non falsas escusas, lisonjas,
amargotes:
guárdevos Dios, amigos, de tales
amigotes.
Non es dicho amigo el que da mal
consejo,
ante es enemigo et mal queriente
sobejo,
al que te dexa en coyta, non l' quieras en
trebejo.
Al que te mata so capa, non l' salves en
conçejo.»
«Señora», dis la vieja, «muchas fablas
sabedes:
mas yo non vos consejo eso que vos
creedes,
si non tan solamente ya vos que lo
fabledes,
avenidvos entre ambos desque en uno
estedes.»
«Farías», dixo la dueña, «segund que ya te
digo,
lo que fiso el diablo al ladrón su
amigo,
dexarme ías con él sola, çerrarías el
postigo,
sería mal escarnida fincando él
conmigo.»
Dis la vieja: «¡Señora, qué coraçón tan
duro!
De eso que vos resçelades ya vos yo
aseguro,
et que de vos non me parta, en vuestras manos
juro,
si de vos me partiere, a mí caya el
perjuro.»
La dueña dixo: «Vieja, non lo manda el
fuero,
que la muger comiençe fablar de amor
primero,
cumple otear firme que es çierto
mensajero.»
«Señora, el ave muda», dis, «non fase
agüero.»
Díxol' doña Garoça: «Que ayas buena
ventura
que de ese arçipreste me digas su
figura,
bien atal qual sea, dime toda su
fechura,
non respondas en escarnio do te preguntan
cordura.
De las figuras del arçipreste
«Señora», dis la vieja, «yo l' veo a menudo,
el cuerpo ha bien largo, miembros grandes,
trefudo,
la cabeça non chica, belloso,
pescoçudo,
el cuello non muy luengo, cab' él prieto,
orejudo.
las çejas apartadas prietas como
carbón,
el su andar enfiesto bien como de
pavón,
su paso sosegado, e de buena
rasón,
la su narís es luenga, esto le
descompón'.
Las ençías bermejas, et la fabla
tumbal,
la boca non pequeña, labros al
comunal,
más gordos que delgados, bermejos como
coral,
las espaldas bien grandes, las muñecas
atal.
Los ojos ha pequeños, es un poquillo
baço,
los pechos delanteros, bien trefudo el
braço,
bien complidas las piernas, del pie chico
pedaço,
señora, d'él non vi más, por su amor vos
abraço.
Es ligero, valiente, bien mançebo de
días,
sabe los instrumentos e todas
juglerías,
doñeador alegre, para las çapatas
mías,
tal omen como éste non es en todas
erías.»
A la dueña mi vieja tan bien que la
enduxo:
«Señora», dis «la fabla, del que de feria
fuxo
la merca de tu uço Dios que la
aduxo,
¡amad, dueñas, amadle tal omen qual
debuxo!
¡Sodes las monjas guardadas, deseosas,
loçanas,
los clérigos cobdiçiosos desean las
ufanas,
todos nadar quieren los peçes e las
ranas,
a pan de quinçe días fambre de tres
selmanas.»
Dijo doña Garoça: «Verme he, dame
espacio.»
«¡Alahé», dixo la vieja, «amor non sea
laçio,
quiero ir a desírçelo ¡yuy cómo me
engracio!
Yo l' faré cras que venga aquí a este
palaçio.»
La dueña dixo: «Vieja, goárdeme Dios de tus
mañas
ve, di l', que venga cras ante buenas
compañas:
fablarme ha buena fabla, non burlas nin
picañas,
e dil', que non me diga de aquestas tus
façañas.»
Vino la mi leal vieja alegre,
plasentera,
ante del «Dios vos salve» dixo la
mensagera:
Sé que el que al lobo envía, a la fe, carne
espera,
que la buena corredera ansí fase
carrera.
Amigo ¡Dios vos salve! folgad, sed
plasentero;
cras dise que vayades, fabladla non
señero,
mas catad non le digades chufas de
pitoflero
que las monjas non se pagan del abad
fasañero.
De lo que cumple al fecho aqueste le
desit,
lo que cras le fablardes vos hoy lo
comedit.
A la misa de mañana vos en buena hora
id,
enamorad a la monja, e luego vos
venid.»
Yo l' dixe: «Trotaconventos, ruégote, mi
amiga,
que lieves esta carta ante que gelo yo
diga,
e si en la respuesta non te dixiere
enemiga,
puede ser que de la fabla otro fecho se
siga.»
Levol' una mi carta a la misa de
prima,
tróxome buena respuesta de la fermosa
rima,
guardas teníe la monja más que la mi
esgrima,
pero de buena fabla vino la buena
çima.
En'l nombre de Dios fui a misa de
mañana,
vi estar a la monja en oraçión
loçana,
alto cuello de garça, color fresco de
grana,
desaguisado fiso quien le mandó vestir
lana.
¡Valme Santa María! mis manos
aprieto;
¿quién dio a blanca rosa hábito, velo
prieto?
Más valdríe a la fermosa tener fijos e
nieto,
que atal velo prieto, nin que hábitos
çiento.
Pero que sea errança contra nuestro
Señor,
el pecado de monja a omne
doñeador.
¡Ay Dios! e yo lo fuese aqueste
pecador,
que feçiese penitençia desto fecho
error.
Oteome de unos ojos, que paresçían
candela:
yo sospiré por ellos, dis' mi corazón:
«¡Hela!»
Fuime para la dueña, fablome e
fablela,
enamorome la monja, e yo
enamorela.
Resçibiome la dueña por su buen
servidor,
siempre l' fui mandado e leal
amador,
mucho de bien me fiso con Dios en limpio
amor,
en quanto ella fue viva, Dios fue mi
guiador.
Con mucha oraçión a Dios por mí
rogava,
con la su abstinençia mucho me
ayudava,
la su vida muy limpia en Dios se
deleytava,
en locura del mundo nunca se
trabajava.
Para tales amores son las
religiosas,
para rogar a Dios con obras
piadosas,
que para amor del mundo mucho son
peligrosas,
et son las escuseras, peresosas,
mentirosas.
Atal fue mi ventura, que dos meses
pasados
murió la buena dueña, ove menos
cuydados,
a morir an los hombres que son o serán
nados,
Dios perdone su alma a los nuestros
pecados.
Con el mucho quebranto fis' aquesta
endecha,
con pesar e tristesa non fue tan sotil
fecha,
emiéndela todo omen, e quien buen amor
pecha,
que yerro et mal fecho emienda non
desecha.
De cómo Trotaconventos fabló con la mora de parte del arçipreste, e de la respuesta que le dio
Por olvidar la coyta, tristesa, et pesar
rogué a la mi vieja, que me quisiese
casar:
fabló con una mora, non la quiso
escuchar;
ella fiso buen seso, yo fis' mucho
cantar.
Dixo Trotaconventos a la mora por
mí:
«Ya amiga, ya amiga ¿quánto ha que non vos
vi?
non es quien ver vos pueda ¿cómo sodes
ansí?
Salúdavos amor nuevo». Dixo la mora:
«Ysnedri.»
«Fija, mucho vos saluda uno, que es de
Alcalá,
envíavos una çidra con aqueste
albalá,
el Criador es convusco, que d'esto tal mucho
ha,
tomaldo, fija señora.» Dixo la mora: «Le
alá.»
«Fija, si el Criador vos dé pas con
salud,
que non gelo desdeñedes, pues que más traer non
pud',
aducho bueno vos adugo, fabladme a
laúd,
non vaya de vos tan muda.» Dixo la mora:
«Asaút.»
Desque vido la vieja, que non recabda
y,
dis': «Quanto vos he dicho bien tanto me
perdí,
pues que ál non me desides, quiérome ir de
aquí.»
Cabeçeó la mora, díxole: «Amxy,
amxy.»
En cuáles instrumentos non convienen los cantares de arábigo
Después fise muchas cántigas de dança e
troteras
para judías, et moras, e para
entendederas,
para en instrumentos de comunales
maneras,
el cantar que non sabes, oílo a
cantaderas.
Cantares fis' algunos de los que disen los
çiegos,
et para escolares que andan
nocherniegos,
e para muchos otros por puertas
andariegos,
caçurros et de bulras, non cabrían en dies
priegos.
Para los instrumentos estar bien
acordados,
a cántigas algunas son más
apropriados,
de los que he probado aquí son
señalados,
en qualesquier instrumentos vienen más
asonados.
Arábigo non quiere la viuela de
arco,
çinfonia, guitarra non son de aqueste
marco
cítola, odreçillo non aman caguyl
hallaco,
mas aman la taberna, e sotar con
bellaco.
Albogues, e mandurria, caramillo, e
çampoña
non se pagan de arábigo quanto d'ellos
Boloña,
como quier que por fuerça dísenlo con
vergoña,
quien gelo desir fesiere, pechar deve
caloña.
Dise un filósofo en su libro de
nota,
que pesar e tristesa el engenio
embota,
et yo con pesar grande non puedo desir
gota,
porque Trotaconventos ya non anda nin
trota.
Así fue ¡mal pecado! que mi vieja es
muerta,
murió a mí serviendo, lo que me
desconuerta,
non sé cómo lo diga, que mucha buena
puerta
me fue después çerrada, que antes me era
abierta.
De cómo morió Trotaconventos, et de cómo el arçipreste fase su planto denostando et maldesiendo la muerte
Dize un filósofo, en su libro se nota,
que pesar e tristeza el engenio
embota:
e yo con pesar grande non puedo dezir
gota,
porque Trotaconventos ya non anda nin
trota.
Assí fue, ¡mal pecado!, que mi vieja es
muerta:
murió a mí serviendo, lo que me
desconuerta;
non sé cómo lo diga: que mucha buena
puerta
me fue después çerrada, que antes me era
abierta.
¡Ay Muerte! muerta seas, muerta, e mal
andante,
mataste a mi vieja, matases a mí
ante,
enemiga del mundo, que non as
semejante,
de tu memoria amarga non es que non se
espante.
Muerte al que tú fieres, liévastelo de
belmés,
al bueno e al malo, al rico, et al
refés,
a todos los egualas, e los lievas por un
pres,
por papas et por reyes non das una vil
nues.
Non catas señorío, deudo, nin
amistad,
con todo el mundo tienes continua
enemistad,
non ay en ti mesura, amor, nin
piedad,
si non dolor, tristesa, pena, e grand
crueldad.
Non puede foír omen de ti, nin se
asconder,
nunca fue quien contigo podiese bien
contender,
la tu venida triste non se puede
entender,
desque vienes, non quieres a ome
atender.
Dexas el cuerpo yermo a gusanos en
fuesa
al alma que lo puebra, liévastela de
priesa,
non es omen çierto de tu carrera
aviesa,
de fablar en ti, Muerte, espanto me
atraviesa.
Eres en tal manera del mundo
aborrida,
que por bien que lo amen al omen en la
vida,
en punto que tú vienes con tu mala
venida
todos fuyen d'él luego como de res
podrida.
Los que l' aman, et quieren, et quien ha avido su
compaña,
aborrésçenlo muerto como a cosa
estraña,
parientes, et amigos todos le tienen
saña.
Todos fuyen d'él luego, como si fuese
araña.
De padres, et de madres los fijos tan
queridos,
amigos, e amigas, deseados, et
servidos,
de mugeres leales los sus buenos
maridos,
desque tú vienes, Muerte, luego son
aborridos.
Fases al mucho rico yaser en grand
poblesa,
non tiene una miaja de toda su
riquesa,
el que vivo es bueno e con mucha
noblesa,
vil, fediondo es muerto, aborrida
vilesa.
Non ha en el mundo libro, nin escrito, nin
carta,
ome sabio, nin reçio, que de ti bien
departa,
en el mundo non ha cosa, que con bien de ti se
parta,
salvo el cuervo negro que de ti, Muerte, se
farta.
Cada día le dises que tú le
fartarás,
el omen non es çierto quándo et quál
matarás,
el que bien faser podiese, hoy le valdría
más,
que non atender a ti nin a tu amigo
cras.
Señores, non querades ser amigos del
cuervo,
temed pues sus amenasas, non fagades su
ruego,
el bien que faser podierdes, fasedlo y e
luego,
tened, que cras morredes, ca la vida es
juego.
La salud et la vida muy ayna se
muda,
en un punto se pierde quando omen non
cuda,
el bien que farás cras, palabla es
desnuda,
vestidla con la obra ante que muerte
acuda.
Quien en mal juego porfía, más pierde que non
cobra,
coyda echar su suerte, echa mala
çoçobra,
amigos, aperçebidvos, et faser buena
obra,
que desque viene la Muerte, a toda cosa
sobra.
Muchos cuydan ganar quando disen a
todo,
viene un mal asar, trae dados en
rodo.
Llega el omen tesoros por lograrlos a
podo,
viene la muerte luego, e déxalo con
lodo.
Pierde luego la fabla e el
entendimiento,
de sus muchos tesoros e de su
allegamiento
non puede levar nada, nin faser
testamento,
los averes llegados derrámalos mal
viento.
Desque los sus parientes la su muerte
barruntan,
por lo heredar todo amenudo se
ayuntan,
quando al físico por su dolençia
preguntan,
si dise que sanará, todos gelo
repuntan.
Los que son más propincos, hermanos et
hermanas,
non coydan ver la hora, que tengan las
campanas:
más preçian la herençia çercanos e
çercanas,
que non el parentesco nin a las barbas
canas.
Desque l' sal' el alma al rico
pecador,
déxanlo so la tierra solo, todos an
pavor,
roban todos el algo, primero lo
mejor,
el que lieva lo menos tiénese por
peor.
Mucho fasen, que luego lo vayan a
soterrar,
témense, que las arcas les an de
desferrar,
por oír luenga misa non lo quieren
errar,
de todos sus tesoros danle poca
axuar.
Non dan por Dios a pobres, nin cantan
sacrifiçios,
nin disen orasiones, nin cumplen los
ofiçios,
lo más que siempre fasen los herederos
noviçios,
es dar voses al sordo, mas non otros
serviçios.
Entiérranlo de grado, e desque a graçias
van,
amidos, tarde o nunca en misa por él
están;
por lo que ellos andavan, ya fallado lo
an,
ellos lievan el algo, el alma lieva
Satán.
Si dexa muger moça, rica o
paresçiente,
ante de misa dicha otros la an en
miente,
que casará con más rico, o con moço
valiente,
muda el trentapnario, del duelo poco se
siente.
Allegó el mesquino, et non sopo para
quién,
et magüer que cada día esto ansí
avién,
non ha omen que faga su testamento
bien,
fasta que ya por ojo la muerte ve que
vien'.
Muerte, por más desirte a mi corazón
fuerço,
nunca das a los omes conorte nin
esfuerço,
si non de que es muerto, que l' come
escuerço,
en ti tienes la tacha que tiene el
mastuerço.
Fase doler la cabesa al que lo mucho
coma,
otrosí tu mal moço en punto que
asoma
en la cabesa fiere, a todo fuerte
doma,
non le valen mengías desque tu rabia le
toma.
Los ojos tan fermosos póneslos en el
techo,
ciégaslos en un punto, non an en sí
provecho,
enmudeçes la fabla, fases enronqueser el
pecho,
en ti es todo mal, rencura et
despecho.
El oír et el oler, el tañer, el
gustar,
todos los çinco sesos tú los vienes
tomar;
non ay omen que te sepa del todo
denostar,
quando eres denostada ¿dó te vienes
acostar?
Tiras toda vergüença, desfaes
fermosura,
desadonas la graçia, denuestas la
mesura,
enflaqueses la fuerza, enloquesçes
cordura,
lo dulçe fases fiel con tu mucha
amargura.
Despreçias loçanía, el oro
escureçes,
desfases la fechura, alegría
entristeçes,
mansillas la limpieça, cortesía
envileçes,
Muerte, matas la vida, al mundo
aborreçes.
Non plases a ninguno, a ti con muchos
plase,
con quien mata e muere, e con qualquier que mal
fase
toda cosa bien fecha tu maço la
desfase,
non ha cosa que nasca, que tu red non
enlase.
Enemiga del bien, en el mal
amador,
natura as de gota del mal e de
dolor,
al lugar do más sigues, aquél va muy
peor,
do tú tarde requieres, aquél está
mejor.
Tu morada por siempre es infierno
profundo,
tú eres mal primero, tú eres mal
segundo,
pueblas mala morada, e despueblas el
mundo;
dises a cada uno: «Yo sola a todos
mudo.»
Muerte, para ti es fecho el lugar
infernal,
ca veviendo omen siempre en mundo
terrenal,
non avríe de ti miedo nin de tu mal
hostal,
non temeríe tu venida la carne
humanal.
Tú yermas los pobrados, pruebas los
çeminterios,
refases los fosarios, destruyes los
imperios,
por tu miedo los santos resaron los
salterios,
si non Dios, todos temen tus penas e tus
laserios.
Tú despoblaste, Muerte, al çielo, e sus
sillas,
los que eran limpieça feçístelos
mansillas,
feçiste de los ángeles diablos e
rensillas,
escotan tu manjar a dobladas e
sensillas.
El señor que te fiso tú a éste
mateste,
Jesu Christo Dios et ome, tú aqueste
peneste
al que tiene el çielo e la tierra, a
éste
tú le posiste miedo, e tú lo
demudeste.
El infierno lo teme, e tú non lo
temiste,
temiote la su carne, grand miedo le
posiste,
la su humanidat por tu miedo fue
triste,
la Deidat non te temió entonçe, non la
viste.
Non l' cataste nin l' viste, viote él, bien te
cató,
la su muerte muy cruel, a él mucho
espantó,
al infierno, et a los suyos, et a ti mal
quebrantó,
tú l' mataste una hora, él por siempre te
mató.
Quando te quebrantó, entonçe lo
conoçiste,
si ante lo espantaste, mil tanto pena
oviste,
dionos vida moriendo al que tu muerte
diste,
saconos de cautivo la crus en que l'
posiste.
A santos que tenías en tu mala
morada
por la muerte de Christus les fue la vida
dada,
fue por su santa muerte tu casa
despoblada,
quiéresla poblar matándol', por su muerte fue
yermada.
Sacó de las tus penas a nuestro padre
Adán,
a Eva nuestra madre, a sus fijos Sen, e
Can,
a Jafet, a patriarcas, al bueno de
Abriaham,
a Isac, e a Isaías tomolos, non te dexó
Dan.
A Sant Joan el Bautista con muchos
patriarcas,
que los teníes en las penas, en las tus malas
arcas,
al cabdillo de Moysén, que tenías en tus
barcas,
profetas, et otros santos muchos, que tú
abarcas.
Yo desir non sabría quáles eran
tenidos,
quantos en tu infierno estavan
apremidos,
todos los sacó como santos
escogidos;
mas contigo dexó los tus malos
perdidos.
A los suyos levolos con él a
Paraíso,
do an vida veyendo más gloria quien más
quiso;
Él nos lieve consigo que por nos muerte
priso,
guárdenos de tu casa, non fagas de nos
riso.
A los perdidos malos, que dexó en tu
poder,
en fuego infernal los fases tú
arder,
en penas infernales los fases
ençender,
para siempre jamás non los as de
prender.
Dios quiera defendernos de la tu
çalagarda,
Aquél nos guarde de ti que de ti non se
goarda,
ca por mucho que vivamos, por mucho que se
tarda,
avenir es tu rabia, que a todo el mundo
escarda.
Tanto eres, Muerte, sin bien et
atal,
que desir mon se puede el diesmo de tu
mal;
a Dios me acomiendo, que yo non fallo
ál
que defenderme pueda de tu venida
mortal.
Muerte desmesurada, matases a ti
sola,
¿qué oviste conmigo? ¿mi leal vieja dó
la?
Que me la mataste, Muerte, Jesu Christo
complola
por su santa sangre, e por ella
perdónola.
¡Ay mi Trotaconventos, mi leal
verdadera!
Muchos te seguían viva, muerta yases
señera,
¿a dó te me an levado? non sé cosa
çertera,
nunca toma con nuevas quien anda esta
carrera.
Cierto en paraíso tú estás
asentada,
con dos mártyres debes estar
acompañada,
siempre en este mundo fuste por dos
maridada;
¡Quién te me rebató, vieja, por mí siempre
lasrada.
A Dios merçed le pido que te dé la su
gloria,
que más leal trotera nunca fue en
memoria,
faserte he un pitafio escripto con
estoria.
pues que a ti non viere, veré tu triste
estoria.
Daré por ti limosna, e faré
oraçión,
faré cantar misas, e daré
oblaçión;
la mi Trotaconventos ¡Dios te dé
redençión!
El que salvó el mundo ¡él te dé
salvaçión!
Dueñas, non me retebdes, nin me digades
moçuelo,
que si a vos sirviera, vos avríades d'ella
duelo,
llorariedes por ella, por su sotil
ansuelo,
que quantas siguía, todas ivan por el
suelo.
Alta muger nin baxa, ençerrada nin
escondida
non se le detenía, do fasía
debatida;
non sé omen nin dueña que tal oviese
perdida,
que non tomase tristesa, e pesar sin
medida.
Físele un pitafio pequeño con
dolor,
la tristesa me fiso ser rudo
trovador,
todos los que lo oyéredes por Dios nuestro
Señor,
la oraçión fagades por la vieja de
amor.
El petafio de la sepultura de Urraca.
«Urraca só, que yago so esta
sepultura,
»en quanto fui al mundo, ove viçio e
soltura,
»con buena rasón muchos casé, non quise
locura,
»caí en una hora so tierra del
altura.
»Prendiome sin sospecha la muerte en sus
redes,
»parientes et amigos, ¿aquí non me
acorredes?
»Obrad bien en la vida, a Dios non lo
erredes,
»que bien como yo morí, así todos
morredes.
»El que aquí llegare si Dios le
bendiga,
»e si l' dé Dios buen amor, et plaser de
amiga,
»que por mí pecador un Pater noster
diga,
»si desir non lo quisiere, a muerta non
maldiga.»
Desque l' sal' el alma al rico
pecador,
déxanlo so la tierra solo, todos an
pavor,
roban todos el algo, primero lo
mejor,
el que lieva lo menos tiénese por
peor.
Mucho fasen, que luego lo vayan a
soterrar,
témense, que las arcas les an de
desferrar,
por oír luenga misa non lo quieren
errar,
de todos sus tesoros danle poca
axuar.
Non dan por Dios a pobres, nin cantan
sacrifiçios,
nin disen orasiones, nin cumplen los
ofiçios,
lo más que siempre fasen los herederos
noviçios,
es dar voses al sordo, mas non otros
serviçios.
Entiérranlo de grado, e desque a graçias
van,
amidos, tarde o nunca en misa por él
están;
por lo que ellos andavan, ya fallado lo
an,
ellos lievan el algo, el alma lieva
Satán.
Si dexa muger moça, rica o
paresçiente,
ante de misa dicha otros la an en
miente,
que casará con más rico, o con moço
valiente,
muda el trentapnario, del duelo poco se
siente.
Allegó el mesquino, et non sopo para
quién,
et magüer que cada día esto ansí
avién,
non ha omen que faga su testamento
bien,
fasta que ya por ojo la muerte ve que
vien'.
Muerte, por más desirte a mi corazón
fuerço,
nunca das a los omes conorte nin
esfuerço,
si non de que es muerto, que l' come
escuerço,
en ti tienes la tacha que tiene el
mastuerço.
Fase doler la cabesa al que lo mucho
coma,
otrosí tu mal moço en punto que
asoma
en la cabesa fiere, a todo fuerte
doma,
non le valen mengías desque tu rabia le
toma.
Los ojos tan fermosos póneslos en el
techo,
ciégaslos en un punto, non an en sí
provecho,
enmudeçes la fabla, fases enronqueser el
pecho,
en ti es todo mal, rencura et
despecho.
El oír et el oler, el tañer, el
gustar,
todos los çinco sesos tú los vienes
tomar;
non ay omen que te sepa del todo
denostar,
quando eres denostada ¿dó te vienes
acostar?
Tiras toda vergüença, desfaes
fermosura,
desadonas la graçia, denuestas la
mesura,
enflaqueses la fuerza, enloquesçes
cordura,
lo dulçe fases fiel con tu mucha
amargura.
Despreçias loçanía, el oro
escureçes,
desfases la fechura, alegría
entristeçes,
mansillas la limpieça, cortesía
envileçes,
Muerte, matas la vida, al mundo
aborreçes.
Non plases a ninguno, a ti con muchos
plase,
con quien mata e muere, e con qualquier que mal
fase
toda cosa bien fecha tu maço la
desfase,
non ha cosa que nasca, que tu red non
enlase.
Enemiga del bien, en el mal
amador,
natura as de gota del mal e de
dolor,
al lugar do más sigues, aquél va muy
peor,
do tú tarde requieres, aquél está
mejor.
Tu morada por siempre es infierno
profundo,
tú eres mal primero, tú eres mal
segundo,
pueblas mala morada, e despueblas el
mundo;
dises a cada uno: «Yo sola a todos
mudo.»
Muerte, para ti es fecho el lugar
infernal,
ca veviendo omen siempre en mundo
terrenal,
non avríe de ti miedo nin de tu mal
hostal,
non temeríe tu venida la carne
humanal.
Tú yermas los pobrados, pruebas los
çeminterios,
refases los fosarios, destruyes los
imperios,
por tu miedo los santos resaron los
salterios,
si non Dios, todos temen tus penas e tus
laserios.
Tú despoblaste, Muerte, al çielo, e sus
sillas,
los que eran limpieça feçístelos
mansillas,
feçiste de los ángeles diablos e
rensillas,
escotan tu manjar a dobladas e
sensillas.
El señor que te fiso tú a éste
mateste,
Jesu Christo Dios et ome, tú aqueste
peneste
al que tiene el çielo e la tierra, a
éste
tú le posiste miedo, e tú lo
demudeste.
El infierno lo teme, e tú non lo
temiste,
temiote la su carne, grand miedo le
posiste,
la su humanidat por tu miedo fue
triste,
la Deidat non te temió entonçe, non la
viste.
Non l' cataste nin l' viste, viote él, bien te
cató,
la su muerte muy cruel, a él mucho
espantó,
al infierno, et a los suyos, et a ti mal
quebrantó,
tú l' mataste una hora, él por siempre te
mató.
Quando te quebrantó, entonçe lo
conoçiste,
si ante lo espantaste, mil tanto pena
oviste,
dionos vida moriendo al que tu muerte
diste,
saconos de cautivo la crus en que l'
posiste.
A santos que tenías en tu mala
morada
por la muerte de Christus les fue la vida
dada,
fue por su santa muerte tu casa
despoblada,
quiéresla poblar matándol', por su muerte fue
yermada.
Sacó de las tus penas a nuestro padre
Adán,
a Eva nuestra madre, a sus fijos Sen, e
Can,
a Jafet, a patriarcas, al bueno de
Abriaham,
a Isac, e a Isaías tomolos, non te dexó
Dan.
A Sant Joan el Bautista con muchos
patriarcas,
que los teníes en las penas, en las tus malas
arcas,
al cabdillo de Moysén, que tenías en tus
barcas,
profetas, et otros santos muchos, que tú
abarcas.
Yo desir non sabría quáles eran
tenidos,
quantos en tu infierno estavan
apremidos,
todos los sacó como santos
escogidos;
mas contigo dexó los tus malos
perdidos.
A los suyos levolos con él a
Paraíso,
do an vida veyendo más gloria quien más
quiso;
Él nos lieve consigo que por nos muerte
priso,
guárdenos de tu casa, non fagas de nos
riso.
A los perdidos malos, que dexó en tu
poder,
en fuego infernal los fases tú
arder,
en penas infernales los fases
ençender,
para siempre jamás non los as de
prender.
Dios quiera defendernos de la tu
çalagarda,
Aquél nos guarde de ti que de ti non se
goarda,
ca por mucho que vivamos, por mucho que se
tarda,
avenir es tu rabia, que a todo el mundo
escarda.
Tanto eres, Muerte, sin bien et
atal,
que desir mon se puede el diesmo de tu
mal;
a Dios me acomiendo, que yo non fallo
ál
que defenderme pueda de tu venida
mortal.
Muerte desmesurada, matases a ti
sola,
¿qué oviste conmigo? ¿mi leal vieja dó
la?
Que me la mataste, Muerte, Jesu Christo
complola
por su santa sangre, e por ella
perdónola.
¡Ay mi Trotaconventos, mi leal
verdadera!
Muchos te seguían viva, muerta yases
señera,
¿a dó te me an levado? non sé cosa
çertera,
nunca toma con nuevas quien anda esta
carrera.
Cierto en paraíso tú estás
asentada,
con dos mártyres debes estar
acompañada,
siempre en este mundo fuste por dos
maridada;
¡Quién te me rebató, vieja, por mí siempre
lasrada.
A Dios merçed le pido que te dé la su
gloria,
que más leal trotera nunca fue en
memoria,
faserte he un pitafio escripto con
estoria.
Daré por ti limosna, e faré
oraçión,
faré cantar misas, e daré
oblaçión;
la mi Trotaconventos ¡Dios te dé
redençión!
El que salvó el mundo ¡él te dé
salvaçión!
Dueñas, non me retebdes, nin me digades
moçuelo,
que si a vos sirviera, vos avríades d'ella
duelo,
llorariedes por ella, por su sotil
ansuelo,
que quantas siguía, todas ivan por el
suelo.
Alta muger nin baxa, ençerrada nin
escondida
non se le detenía, do fasía
debatida;
non sé omen nin dueña que tal oviese
perdida,
que non tomase tristesa, e pesar sin
medida.
Físele un pitafio pequeño con
dolor,
la tristesa me fiso ser rudo
trovador,
todos los que lo oyéredes por Dios nuestro
Señor,
la oraçión fagades por la vieja de
amor.
De quáles armas se debe armar lado christiano para vençer el el mundo, e la carne
Señores, acordadvos de bien, si vos lo digo,
non fiedes en tregua de vuestro
enemigo,
ca non ve la hora que vos lieve
consigo,
si vedes que vos miento, non me preçiedes un
figo.
Devemos estar çiertos, non seguros de
muerte,
ca nuestra enemiga es natural et
fuerte,
por ende cada uno de nos sus armas
puerte,
non podemos, amigos, d'ella fuir por
suerte.
Si qualquier de nosotros oviese cras de
lidiar,
con algund enemigo en el campo
entrar,
cada qual buscaría armas para se
armar,
sin armas non querría en tal peligro
entrar.
Pues si esto faríamos por omes como nos
vivos,
muy más devemos faserlo por tantos e tan
esquivos
enemigos que nos quieren faser siervos
captivos,
et para siempre jamás disen: «¡Al infierno
idvos!»
Los mortales pecados ya los avedes
oídos,
aquestos de cada día nos traen muy
combatidos,
las almas quieren matar, pues los cuerpos an
feridos,
por aquesto debemos estar de armas bien
guarnidos.
Lidian otrosí con estos otros tres más
prinçipales
la carne, el diablo, el mundo: d'éstos nasçen los
mortales,
d'éstos tres vienen aquéllos, tomemos armas
atales,
que vençamos nos a ellos, quiero vos desir
quáles.
Obras de misericordia, et de mucho bien
obrar,
dones del Espíritu Santo que nos quiera
alumbrar
las obras de piedat, de virtudes nos
membrar,
con siete sacramentos estos enemigos
sobrar.
Contra la grand cobdiçia el bautismo
porfía,
dono de Spíritu Santo de buena
sabidoría,
sabernos guardar de lo ageno, non desir esto
querría,
la virtud de la justiçia judgando nuestra
folía.
Vestir los pobles desnudos con santa
esperança,
que Dios, por quien lo faremos, nos dará
buenandanca,
con tal loriga podremos la cobdiçia, que nos
trança,
et Dios guardarnos ha de cobdiçia
malandança.
Sobrar a la grand soberbia, desir mucha
homildat,
debdo es temer a Dios e a la su
Magestad,
virtud de temperamiento, de mesura, e
honestad,
con esta espada fuerte seguramente
golpad.
Con mucha misericordia dar a los pobres
posada,
tener fe, que santa cosa es de Dios
gualardonada,
non robar cosas agenas, non forçar muger nin
nada,
con esta confirmaçión la soberbia es
arrancada.
Ayamos contra avariçia spíritu de
piedat,
dando limosna a pobles, doliéndonos de su
pobridat,
virtud de natural justiçia judgando con
homildat,
con tal mata al avarisia bien largamente
dad.
El santo sacramento de orden
saçerdotal
con fe santa escogida más clara que
cristal,
casando huérfanas pobres, e nos con esto
aral,
vençeremos a avariçia con la graçia
spiritual.
Ligeramente podremos a la loxuria
enfrenar,
con castidat et con conçiençia podernos emos
escusar,
spíritu de fortaleza que nos quiera
ayudar,
con estas brafoneras la podremos bien
matar.
Quixotes et cañilleras de santo
sacramento,
que Dios fiso en paraíso matrimonio et
casamiento,
casar los pobres menguados, dar a beber al
sediento,
ansí contra la luxuria avremos
vençimiento.
Ira, que es enemiga e mata muchos
ayna,
con don de entendimiento e con caridad
dina,
entendiendo su grand dapno fasiendo blanda
farina.
Con paçiençia bien podremos lidiar con tal
capelona.
Con vertud de esperança et con mucha
paçiençia,
visitando los dolientes e fasiendo
penitençia,
aborresçer los denuestros, e amar buena
avenençia,
con esto vençeremos ira, et avremos de Dios
querençia.
Grand pecado es la gula, puede a muchos
matar,
abstinençia et ayuno puédelo de nos
quitar,
con spíritu de çiençia sabiendo mesura
catar,
comer tanto, que podamos para pobres
apartar.
Otrosí rogar a Dios con santo
sacrifiçio,
que es de cuerpo de Dios sacramento e
ofiçio,
con fe en su memoria lidiando por su
serviçio,
con tal graçia podremos vençer gula, que es
viçio.
La envidia mató muchos de los
profetas;
contra esta enemiga, que nos fiere con
saetas,
tomemos escudo fuerte pintado con
tabletas,
spíritu de buen consejo encordado de estas
letras.
Sacramento de unçión meternos, e
soterremos,
aviendo por Dios compasión, con caridat non
erremos,
non fasiendo mal, a los simples pobres non
denostemos,
con estas armas de Dios a envidia
desterraremos.
Armados estemos mucho contra açidia mala
cosa,
ésta es de los siete pecados más sotil e
engañosa.
Ésta cada día pare doquier qu'el diablo
posa,
más fijos malos tiene que la alana
rabiosa.
Contra ésta e sus fijos, que ansí nos
devallen,
nos andemos romerías e las horas non se
callen,
et pensemos pensamientos que de buenas obras
salen,
ansí que con santas obras a Dios valdíos non
fallen.
De todos buenos deseos e de todo bien
obrar
fagamos asta de lança, e non queramos
cansar,
con fierro de buenas obras los pecados
amatar,
con estas armas lidiando podémoslos
amansar.
Contra los tres prinçipales, que no se ayunten de
consuno,
al mundo con caridad, a la carne con
ayuno,
con coraçón al diablo, todos tres irán de
yuso,
nin de padres, nin de fijos con esto non finca
uno.
Todos los otros pecados mortales et
veniales
d'éstos nasçen como ríos de las fuentes
perenales,
estos dichos son comienço, e suma de todos
males,
de padres, fijos, nietos, Dios nos guarde de sus
males.
Denos Dios atal esfuerço, tal ayuda, et tal
ardid,
que vençamos los pecados, e arranquemos la
lid,
porque el día del juisio sea fecho a nos
convid,
que nos diga Jesu Christo: «¡Benditos, a mí
venid!»
De las propiedades que las dueñas chicas an
Quiero abreviar la predicaçión,
que siempre me pagué de pequeño
sermón,
e de dueña pequeña et de breve
rasón,
ca poco et bien dicho afincase el
corazón.
Del que mucho fabla ríen, quien mucho ríe, es
loco
es en la dueña chica amor et non
poco,
dueñas hay muy grandes, que por chicas non
troco,
mas las chicas e las grandes, se repienten del
troco.
De las chicas, que bien diga, el amor me fiso
ruego,
que diga de sus noblesas, yo quiero las desir
luego,
desirvos he de dueñas chicas, que lo avredes por
juego.
Son frías como la nieve, e arden como el
fuego.
Son frías de fuera, con el amor
ardientes,
en la calle solás, trevejo, plasenteras,
rientes,
en casa cuerdas, donosas, sosegadas, bien
fasientes,
mucho ál y fallaredes a do bien paredes
mientes.
En pequeña gergença yase grand
resplandor,
en açúcar muy poco yase mucho
dulçor,
en la dueña pequeña yase muy grand
amor,
pocas palabras cumplen al buen
entendedor.
Es pequeño el grano de la buena
pimienta,
pero más que la nues conorta et
calienta,
así dueña pequeña, si todo amor
consienta,
non ha plaser del mundo que en ella non
sienta.
Como en chica rosa está mucho
color,
en oro muy poco grand preçio et grand
valor,
como en poco blasmo yase grand buen
olor,
ansí en dueña chica yase grand
sabor.
Como robí pequeño tiene mucha
bondat,
color, virtud, e preçios, e noble
claridad,
ansí dueña pequeña tiene mucha
beldat,
fermosura, donayre, amor, et
lealtad.
Chica es la calandria, et chico el
ruyseñor,
pero más dulçe canta, que otra ave
mayor;
la muger, que es chica, por eso es
mejor,
con doñeo es más dulçe, que açúcar nin
flor.
Son aves pequeñas papagayo e
orior,
pero cualquier d'ellas es dulçe
gritador,
adonada, fermosa, preçiada,
cantador,
bien atal es la dueña pequeña con
amor.
De la muger pequeña non hay
comparaçión,
terrenal parayso es, e grand
consolaçión,
solás, et alegría, plaser, et
bendiçión,
mejor es en la prueba, que en la
salutaçión.
Siempre qu'es muger chica más que grande nin
mayor,
non es desaguisado del grand mal ser
foidor,
del mal tomar, lo menos, díselo el
sabidor,
por ende de las mugeres la mejor es la
menor.
De don Furón, moço del arçipreste
Salida de febrero, entrada de março,
el pecado, que siempre de todo mal es
maço,
traía de abades lleno el su
regaço,
otrosí de mugeres fasíe mucho
retaço.
Pues que ya non tenía mensagera
fiel,
tomé por mandadero un rapás
trainel,
hurón había por nombre, apostado
donçel,
si non por quatorçe cosas nunca vi mejor que
él.
Era mintroso, bebdo, ladrón, e
mesturero,
tafur, peleador, goloso,
refertero,
reñidor, et adevino, susio, et
agorero,
nesçio, pereçoso: tal es mi
escudero.
Dos días en la selmana grand
ayunador,
quando non tenía qué comer, ayunava el
pecador,
siempre aquestos dos días ayunava mi
andador,
quando non podía ál faser, ayunava con
dolor.
Pero si dis la fabla que suelen
retraer:
que más val' con mal asno el omen
contender,
que solo e cargado fas a cuestas
traer,
pusle por mensajero con el grand
menester.
Díxele: «Hurón amigo, búscame otra
coyunda.»
«Alafé», dis, «buscaré, aunque, el mundo se
funda,
e yo vos la traeré sin mucha
baraúnda,
que a las veses mal perro roye buena
coyunda.»
Él sabía leer tarde, poco, e por mal
cabo,
dixo: «Dadme un cantar, et veredes que
recabdo:
e, señor, vos veredes, magüer que non me
alabo,
que si lo comienço, que le daré buen
cabo.»
Dil' aquestos cantares al que de Dios mal
fado,
ívaselos disiendo por todo el
mercado,
díxol' doña Fulana: «¡Tírate allá,
pecado!
qu'él a mí non te envía, nin quiero tu
mandado.»
De cómo dice el arçipreste que se ha de entender su libro
Porque Santa María, segund que dicho he,
es comienço e fin del bien, tal es mi
fe,
fisle quatro cantares, et con tanto
faré
punto a mi librete, mas non lo
çerraré.
Buena propriedat ha, do quier que
sea,
que si lo oye alguno que tenga muger
fea,
o si muger lo oye, que su marido vil
sea,
faser a Dios servisio en punto lo
desea.
Desea oír misas et faser
oblaçiones,
desea dar a pobres bodigos et
rasiones,
faser mucha limosna, et desir
orasiones,
Dios con esto se sirve, bien lo vedes,
varones.
Qualquier omen, que lo oya, si bien trovar
sopiere,
puede más y añadir et emendar si
quisiere,
ande de mano en mano a quienquier quel'
pidiere,
como pella a las dueñas tómelo quien
podiere.
Pues es de buen amor, emprestadlo de
grado,
non desmintades su nombre, nin dedes
refertado,
non le dedes por dineros vendido nin
alquilado,
ca non ha grado, nin graçias, nin buen amor
complado.
Fisvos pequeño libro de testo, mas la
glosa,
non creo que es chica, ante es bien grand
prosa,
que sobre cada fabla se entiende otra
cosa,
sin la que se aliega en la raçón
fermosa.
De la santidat mucha es bien grand
liçionario;
mas de juego et de burla es chico
breviario;
por ende fago punto, et çierro mi
almario,
séavos chica fabla, solás et
letuario.
Señores, he vos servido con poca
sabidoría,
por vos dar solás a todos fablevos en
juglería,
yo un gualardón vos pido, que por Dios en
romería
digades un Pater noster por mí et Ave
María.
Era de mil, et treçientos, et ochenta, et un
años,
fue compuesto el romançe por muchos males e
daños,
que fasen muchos e muchas a otros con sus
engaños:
et por mostrar a los simples fablas, e versos
estraños.
Gosos de Santa María
Madre de Dios gloriosa,
Virgen Santa María,
fija et leal esposa,
del tu fijo Mexía,
tú, Señora,
dame agora
la tu graçia toda hora,
que te sirva todavía.
Porque servir te cobdiçio
yo pecador, por tanto
te ofresco en serviçio
los tus gosos que canto:
el primero
fue çertero
ángel a ti mensagero
del Spíritu Santo.
Conçebiste a tu Padre,
fue tu goço segundo,
quando le pariste, Madre,
sin dolor, salió al mundo.
Quál naçiste
bien atal remaneçiste,
virgen del Santo mundo.
El terçero la estrella
guió los reyes, por o
vinieron a la lus d'ella
con su noble tesoro,
e laudaron,
et adoraron,
al tu fijo presentaron
ençienso, mirra, oro.
Fue tu alegría quarta,
quando oviste mandado
del hermano de Marta,
que era resuçitado
tu fijo dus,
del mundo lus,
que viste morir en crus,
que era levantado.
Quando a los çielos sobió,
quinto plaser tomaste,
el sexto quando envió
espíritu santo gosaste;
el septeno
fue más bueno
quando tu fijo por ti veno,
al çielo pujaste.
Pídote merçed, gloriosa,
siempre toda vegada
que me seades piadosa
alegre e pagada:
quando a judgar
juisio dar
Jesu vinier', quiéreme ayudar,
et ser mi abogada.
Todos bendigamos
a la Virgen Santa,
sus gosos digamos
a su vida, quanta
fue segund fallamos
que la estoria canta
vida tanta.
El año doseno
a esta donsella
ángel de Dios bueno
saludó a ella,
virgen bella.
Parió su fijuelo,
¡qué goso tan maño!
A este moçuelo
el treseno año,
reyes venieron luego
con presente estraño
dar adorallo.
Años treinta e tres
con Christo estido,
quando resuçitado es
quarto goço fue complido,
quinto quando Jesús es
al çielo sobido,
et lo vido.
Sexta alegría
ovo ella quando
en su compañía
los discípulos estando
Dios allí envía
Spíritu Santo
alumbrando.
La vida complida
del fijo Mexía,
nueve años de vida
vivió Santa María,
al çielo fue subida;
¡qué grand alegría
este día!
Gosos fueron siete,
años çinquenta
e quatro çiertamente,
ovo ella por cuenta;
defiéndanos siempre
de mal et de afruenta,
Virgen genta.
Todos los christianos
aved alegría
en aquel día,
que naçió por salvarnos
de la Virgen María
en nuestra valía.
De cómo los escolares demandan por Dios
Señores, dat al escolar,
que vos vien' demandar,
dat limosna, o raçión,
faré por vos oraçión,
que Dios vos dé salvaçión,
quered por Dios a mí dar.
El bien que por Dios fesierdes,
la limosna que por él dierdes,
quando d'este mundo salierdes,
esto vos avrá de ayudar.
Quando a Dios dierdes cuenta
de los algos, et de la renta,
escusarvos ha de afruenta
la limosna por él far.
Por una rasiún que dedes,
vos çiento de Dios tomedes,
et en paraíso entredes,
ansí lo quiera él mandar.
Catad que el bien faser
nunca se ha de perder.
Podervos ha estorçer
del infierno mal lugar.
Señores, vos dat a nos
esculares pobres dos.
El señor de paraíso
Christus, que tanto nos quiso,
que por nos muerte priso,
matáronlo jodíos.
Murió nuestro Señor,
por ser nuestro Salvador,
dadnos por él su amor,
si él salve a todos nos.
Acordatvos de su estoria,
dad por Dios en su memoria,
si él vos dé la su gloria,
dad limosna por Dios.
Agora en quanto vivierdes,
por su amor siempre dedes,
et con esto escaparedes
del infierno e de su tos.
Del Ave María de Santa María
Ave María gloriosa,
Virgen Santa preçiosa
cómo eres piadosa
todavía.
Graçia plena, sin mançilla,
abogada,
por la tu merçed, Señora,
fas esta maravilla,
señalada,
por la tu bondad agora
goárdame toda hora
de muerte vergoñosa,
porque loe a ti, fermosa,
noche e día.
Dominus tecum:
estrella resplandeçiente,
melesina de coydados,
catadura muy bella,
relusiente,
sin mansilla de pecados,
por los tus gosos preçiados
te pido, virtuosa,
que me guardes, limpia rosa,
de foylía.
Benedicta tu,
honrada sin egualança,
siendo Virgo conçebiste,
de los ángeles loada
en altesa;
por el fijo que pariste,
por la graçia que oviste,
¡O bendicha fror e rosa!
Tú me guarda, piadosa,
et me guía.
In mulieribus
esscogida Santa Madre,
de christianos amparança,
de los santos bien servida;
et tu Padre
es tu fijo sin dubdança;
¡O virgen, mi fiança!
De gente maliçiosa,
cruel, mala, soberbiosa
me desvía.
Et benedictus fructus:
folgura et salvaçión
del linage humanal,
que tiraste la tristura,
e perdimiento,
que por nuestro esquivo mal
el diablo susio tal
con su obla engañosa
en cárçel peligrosa
ya ponía.
Ventris tui:
santa flor non tañida,
por la tu grand santidad
tú me guarda de errar,
que en mi vida siempre siga
en bondad,
que meresca egualdad,
con los santos, muy graçiosa,
en dulçor maravillosa,
¡O María!
Cántica de loores de Santa María
Miraglos muchos fase Virgen siempre pura,
agoardando los coytados de dolor et de
tristura,
el que loa tu figura, no lo dexes
olvidado,
non catando su pecado, sálvaslo de
amargura.
Ayudas al inoçente, con amor muy
verdadero,
al que es tu servidor, bien lo libras de
ligero,
non le es falleçedero tu acorro sin
dudança,
guárdalo de mal audança el tu bien grande
llenero.
Reyna, Virgen, mi esfuerço, yo sé puesto en tal
espanto,
por lo qual a ti bendigo, que me guardes de
quebranto,
pues a ti, Señora, canto, tú me guarda de
lisión,
de muerte et de ocasión por tu fijo Jesú
santo.
Yo só mucho agraviado en esta çibdad
seyendo,
tu acorro et guarda fuerte a mí libre
defendiendo,
pues a ti me encomiendo, non me seas
desdeñosa,
tu bondad maravillosa loaré siempre
sirviendo.
A ti me encomiendo, Virgen Santa
María,
la mi coyta tú la parte, tú me salva e me
guía,
et me guarda todavía, piadosa Virgen
Santa,
por la tu merçed que es tanta, que desir non la
podría.
Santa Virgen escogida,
de Dios Madre muy amada,
en los çielos ensalçada,
del mundo salud e vida.
Del mundo salud e vida,
de muerte destruimiento,
de gracia llena complida
de coytados salvamiento,
de aqueste dolor que siento,
en presión sin meresçer,
Tú me deña estorçer,
con el tu defendimiento.
Con el tu defendimiento,
non catando mi maldad,
nin el mi meresçimiento,
mas la tu propia bondad,
que confieso en verdat,
que só pecador errado,
de ti sea ayudado,
por la tu virginidad.
Por la tu virginidad,
que non ha comparaçión,
nin oviste egualdad,
en obra e entençión,
complida de bendiçión;
pero non só meresçiente,
venga a ti, Señora, en miente
de complir mi petiçión.
De complir mi petiçión,
como a otros ya compliste,
de tan fuerte tentaçión,
en que só coytado triste:
pues poder as, et oviste,
tú me guarda en tu mano,
bien acorres muy de llano
al que quieres, et quisiste.
Quiero seguir a ti, flor de las
flores,
siempre desir cantar de tus
loores;
non me partir de te servir
mejor de la mejores.
Grand fiança he yo en ti, Señora,
la mi esperança en ti es toda
hora,
de tribulaçión sin tardança
venme librar agora.
Virgen muy santa, yo paso
atribulado,
pena atanta con dolor atormentado
en tu esperança coyta atanta
que veo, ¡mal pecado!
Estrella del mar, puerto de
folgura,
de dolor complido et de tristura
venme librar et conortar,
Señora del altura.
Nunca falleçe la tu merçed
complida,
siempre guaresçes de coytas et das
vida,
nunca peresçe nin entristeçe
quien a ti non olvida.
Sufro grand mal sin meresçer, a
tuerto,
escribo tal porque pienso ser
muerto,
mas tú me val', que non veo ál
que me saque a puerto.
En ti es mi esperança,
Virgen Santa María;
el Señor de tal valía
es razón de haber fiança.
Ventura astrosa,
cruel, enojosa,
captiva, mesquina,
¿por qué eres sañosa,
contra mí tan dañosa,
et falsa vesina?
Non sé escrebir,
nin puedo desir
la coyta estraña,
que me fases sofrir
con deseo vevir
en tormenta tamaña.
Fasta hoy todavía
mantoviste porfía
en me maltraer;
fas ya cortesía,
e dame alegría,
gasajo, et plaser.
Et si tú me tirares
coyta, e pesares,
et mi grand tribulança
en gozo tornares,
et bien ayudares,
farás buena estança.
Mas si tú porfías,
et non te desvías
de mis penas cresçer,
ya las coytas mías
en muy pocos días
podrán fenesçer.
Cántica de los clérigos de Talavera
Allá en Talavera, en las calendas de
abril,
llegadas son las cartas del arçobispo don
Gil,
en las quales venía el mandado non
vil,
tal que si plugo a uno, pesó más que a dos
mil,
Aqueste arçipreste, que traía el
mandado,
bien creo, que lo fiso más amidos que de
grado;
mandó juntar cabildo, a prisa fue
juntado,
coydando que traía otro mejor
mandado.
Fabló este arçipreste, et dixo bien
ansí:
«Si pesa a vosotros, bien tanto pesa a
mí:
¡ay viejo mesquino, en que
envejeçí!
¡en ver lo que veo, et en ver lo que
vi!»
Llorando de sus ojos començó esta
raçón:
dis: «El papa nos envía esta
costituçión,
he vos lo a desir, que quiera o que
non,
magüer que vos lo digo con rabia de mi
coraçón.
Cartas eran venidas, que disen en esta
manera:
que clérigo nin casado de toda
Talavera,
que non toviese mançeba casada nin
soltera:
qualquier que la toviese, descomulgado
era.»
Con aquestas rasones, que la carta
desía,
fincó muy queblantada toda la
cleresía;
algunos de los legos tomaron
asedía,
para aver su acuerdo juntáronse otro
día.
A do estavan juntados todos en la
capilla,
levantose el deán a mostrar su
mansilla:
dis: «Amigos, yo querría que toda esta
quadrilla
apelásemos del papa ant' el rey de
Castilla.
Que magüer que somos clérigos, somos sus
naturales.
servímosle muy bien, fuemos simpre
leales,
demás que sabe el rey, que todos somos
carnales,
creed se ha adolesçer de aquestos nuestros
males.
¿Que yo dexe a Orabuena la que cobré
antaño?
En dexar yo a ella reçibiera grand
daño:
dile luego de mano dose varas de
paño,
e aun para la mi corona anoche hizo el
año.
Ante renunçiaría toda la mi
prebenda
et desí la dignidad et toda la mi
renta,
que la mi Orabuena tal escatima
prenda;
creo que otros muchos seguirán esta
senda.»
Demandó los apóstoles, et todo lo que más
vale
con grand afincamiento ansí como Dios
sabe,
et con llorosos ojos et con dolor
grande
Vobis erit dimittere quam suave!
Fabló en pos de aqueste luego el
tesorero,
que era d'esta orden confadre
derechero;
dis': «Amigo, si éste non a de ser
verdadero,
si malo lo esperades, yo peor lo
espero.
Et del mal de vosotros a mí mucho me
pesa,
otrosí de lo mío et del mal de
Teresa;
pero dexaré a Talavera, et irm' e a
Oropesa
ante que la partir de toda la mi
mesa.
Ca nunca fue tan leal Blanca Flor a
Flores,
nin es agora Tristán a todos sus
amores,
que fase muchas veses rematar los
ardores
et si de mí la parto, nunca me dexarán
dolores,
porque suelen desir, que el can con grand
angosto
et con rabia de la muerte a su dueño traba al
rostro;
si yo toviese al arçobispo en otro tal
angosto,
yo le daría tal vuelta que nunca viese al
agosto.»
Fabló en pos aqueste el chantre Sancho
Muñós,
dis': «Aqueste arçobispo non sé qué se a con
nos,
él quiere acalandarnos lo que perdonó
Dios;
por ende yo apelo en este escripto: avivad
vos.
Que si yo tengo, o tove en casa una
sirvienta,
non a el arçobispo d'esto por qué se
sienta,
que non es mi comadre, nin es mi
parienta,
huérfana la crié, esto porque non
mienta.
En mantener omen huérfana obra es de
piedad,
otrosí a las viudas, esto es cosa con
verdat;
porque si el arçobispo tiene, que es cosa que es
maldat,
dexemos a las buenas, et a las malas vos
tornad.
Don Gonzalo Canónigo, segund que vo
entendiendo,
es éste que va de sus alfajas
prendiendo,
et vanse las vesinas por el bariro
desiendo,
que la acoje de noche en casa, aunque gelo
defiendo.
Pero non alonguemos atanto las
rasones,
apelaron los clérigos, otrosí los
clerisones,
fesieron luego de mano buenas
apelaçiones,
et dende en adelante çiertas
procuraçiones.
Éste es el libro del arçipreste de Hita, el qual compuso, seyendo preso por mandado del cardenal don Gil, arçobispo de Toledo.
Laus tibi Christi, quem liber explicat iste.
Alfonsus Peratines.
Cantar de ciegos
Varones buenos e honrados querednos ya ayudar.
A estos çiegos lasrados la vuestra limosna
dar,
somos pobres menguados, avemoslo a
demandar,
de los bienes d'este siglo non tenemos nos
pesar.
Vivimos en gran periglo en vida mucho
penada,
ciegos bien como vestiglo, del mundo non
vemos
Señora Santa María, tú le da la
bendiçión
al que hoy en este día nos dier' primero
raçión,
dal' al cuerpo alegría et al alma
salvaçión.
Santa María Magdalena, ruega a Dios
verdadero
de quien nos diere buena estrena de meaja o de
dinero
para mejorar la çena a nos e a nuestro
compañero.
Al que hoy nos estrenare con meaja o con
pan,
dele en quanto començare buena estrena San
Julián:
quanto a Dios demandare otórgueselo de
plan.
Sus fijos et su compaña, Dios padre
espiritual,
de çeguedat atamaña guarde et de coyta
tal:
sus ganados et su cabaña Santo Antón guarde de
mal.
A quien nos dio su meaja por amor del
Salvador
Señor, dal' tu gloria tu graçia et tu
amor:
guárdalo de la baraja del pecador
engañador.
Ca tú bienaventurado ángel Señor San
Miguel,
tú seas su abogado de aquella et de
aquel
que de su pan nos ha dado, ofreçémostelo por
él.
Quando las almas pesares éstos ten con la tu
diestra
que dan çenas e yantares a nos e a quien nos
adiestra;
sus pecados et sus males échalos a la
siniestra;
Señor, merçet te clamamos con nuestras manos
amas,
las limosnas que te damos que las tomes en tus
palmas;
a quien nos dio que comamos, da paraíso a sus
almas.
Otro cantar de ciegos
Christianos, de Dios amigos, a estos çiegos
mendigos
con meajas et con bodigos queretnos
acorrer,
e queret por Dios faser.
Si de vos non lo avemos, otro algo non
tenemos
con que nos desayunar, non lo podemos
ganar
con estos cuerpos lasrados, çiegos, pobres e
cuytados
datnos de vuestra caridat, e guarde vos Dios la
claridat
de los vestros ojos Dios, por quien lo fasedes
vos;
goso e plaser veades de los fijos que mucho
amades.
Nunca veades pesar, dexe vos Dios los
criar,
o ser arçidianos, sean ricos e sean
sanos,
non les dé Dios çeguedat, guárdelos de
pobredat.
Deles mucho pan e vino que den al pobre
mesquino,
deles algos e dineros que den a pobres
romeros,
deles paños e vestidos que den a çiegos
tollidos.
Las vuestras fijas amadas véadeslas bien
casadas
con maridos caballeros e con honrados
pecheros,
con mercadores corteses e con ricos
burgueses.
Los vuestros suegros e suegras,
los vuestros yernos e nueras,
los vivos e los finados, de Dios sean
perdonados.
A vos dé buen galardón e de los pecados
perdón;
el ángel esta ofrenda en las sus manos la
prenda;
Señor, oy'a pecadores por los nuestros
bienfechores.
Tú resçibe esta canción e oye nuestra
oración,
que nos, pobres, te rogamos por quien nos dio que
comamos,
e por el que dar lo quiso, Dios por nos muerte
priso,
vos dé santo Parayso, Amén.
FENITO LIBRO, GRACIAS A DOMINO NOSTRO
JESU-CHRISTO. ESTE LIBRO FUE ACABADO JUEVES XXIII DÍAS DE JULIO DEL
AÑO DE MIL E TRESCIENTOS E OCHENTA E NUEVE
AÑOS.
Glosario
A
Abarredera. Escoba, lo que barre y
limpia.
Abebrar. Por trasposición Abrebar, dar de
beber.
Abeytar. Engañar, burlar.
Ablentar. Separar, apartar,
aventar.
Ableviar. Abreviar.
Aborresçer. Aborrecer.
Acabesçer. Conseguir, lograr,
alcanzar.
Acabtar. Alcanzar,
conseguir.
Acalandar. Prohibir, hacer que cese alguna
cosa.
Açidia. Envidia.
Acorro. Socorro, amparo.
Acostar. Arrimar, ladear.
Acoytar. Poner en cuita,
afligir.
Acto, ta. Hecho.
Acusioso, sa. Cuidadoso,
diligente.
Adama. Arbitrio, remedio.
Adamar. Cierta alhaja o prenda de
amor.
Adedura. Cierto instrumento
músico.
Adefina. Cierta comida
regalada.
Adelinnar, ñar. Dirigir,
guiar.
Adiva. Cierto animal del campo, semejante al
lobo o al perro, que se mantiene de la caza.
Adolo?. ¿Dónde está él?
Adonado. Lleno de dones.
Adormir. Sonar piano, dulce, un instrumento
músico.
Adraguea. Grajea.
Aducho, cha. Traído.
Aficar (acaso Afincar). Rogar con
ahínco.
Afincamiento. Ahincamiento,
encarecimiento.
Afincar. Rogar con
ahínco.
Afiuçar. Esperanzar, dar
esperanza.
Afogado. Ahogado.
Aforrar. Ahorrar, libertar,
redimir.
Aforrarse. Ahorrarse, ponerse en libertad,
escaparse, huirse.
Afrue. Fatiga, trabajo,
servicio.
Afruenta. Afrenta.
Agua cabdal. Río
caudaloso.
Aguaducho. Avenida de agua, corriente del
río.
Aguas vivas. Modo adverbial, que significa con
viveza, con presteza.
Aguisado. Justicia.
Ahevos. Veis aquí.
Airar. Mirar con ira,
aborrecer.
Ajevio. Parece alegre,
divertido.
Ajobar. Cargar, llevar a
cuestas.
Ajovo (Ajobo). Carga.
Ál. Otro, otra cosa.
Alá. Allá.
Alaé. Lo mismo que Alahé.
Alafé. Lo mismo que
Alahé.
Alahé o Alaé. Hola, ea.
Alarde. Revista.
Albalá. Papel, billete.
Albardán, na. Truhán,
bufón.
Albogón. Lo mismo que
Albogue.
Albogue. Instrumento músico pastoril de
viento.
Albuélvola. Vocería, festejo,
alabanza.
Alcandora. Camisa.
Alcaria. Voz arábiga, que significa aldea o casa
de campo.
Alegranza. Alegría.
Alexandria. Cierta
confitura.
Alfageme. Voz arábiga.
Cirujano.
Alfaja. Alhaja.
Alfamar. Alfombra, tapete,
cubierta.
Alfayate. Voz árabe.
Sastre.
Alfós. Alfoz, valle.
Alfrés. Alférez.
Algarear. Parlar, gritar,
vocear.
Algoaçil. Alguacil.
Alhaonarse. Parece
detenerse.
Alhenno, ño. Yerba
venenosa.
Alhiara. Vaso de cuerno
pastoril.
Alholí. Alfolí. Es voz arábiga hori, que
significa alfóndiga.
Alhorre. Cardenal del golpe,
contusión.
Almadana. Mazo de hierro.
Almajar. Cierta alhaja o
prenda.
Almohalla. Almofalla, ejército,
hueste.
Alrote. Por trasposición, lo mismo que arlote,
holgazán, flojo.
Altesa. Altura.
Amades. Amáis.
Amalde. Trasposición de
amadle.
Amargote. Amargura.
Amatar. Rematar, apagar.
Ambicia. Ambición.
Amidos. De mala gana, por
fuerza.
Amiganza. Amistad.
Amistanza. Amistad.
Amos. Ambos.
Amparanza. Amparo.
Amxy, amxy. Imperativo arábigo, que significa
vete, vete.
Andariego, ga. Pobre,
miserable.
Andariego por puertas. Pordiosero que pide de
puerta en puerta.
Andora o Andorra. Alcahueta que andaba de una
parte a otra con malos mensajes.
Angosto. Apuro, estrechura,
necesidad.
Animalia. Animal.
Ansí. Así.
Antipara. Reparo,
cautela.
Antre. Antes.
Aorar. Agorar,
pronosticar.
Aosadas. Atrevidamente,
presto.
Aparado. Presente,
regalo.
Aparesçençia. Apariencia.
Apellido. Voz, grito.
Aperçebir. Enseñar, avisar,
amonestar.
Aperçebir del ojo o del dedo. Avisar, prevenir
con alguna seña.
Apertar. Apretar.
Apodar. Nombre propio
fingido.
Aponer. Levantar, achacar,
atribuir.
Após. Después.
Apostado, da. Bien vestido,
aseado.
Apostiso, sa. Lo mismo que
apostizo.
Apostizo, za. Postizo,
pegadizo.
Apreso. Con los adverbios bien o mal significa
feliz o desdichado.
Apriscarse. Juntarse como en
aprisco.
Apuesto, ta. Hermoso.
Aqueste. Este.
Arapar. Véase Arrapar.
Ardid. V. Ardido.
Ardido, da. Atrevido,
astuto.
Ardís. V. Ardido.
Ardura. Pena, aflicción.
Arista. Arena.
Armorzar. Almorzar.
Arrancar. Acometer,
vencer.
Arrapar. Arrebatar,
quitar.
Arredrado, da. Postergado, puesto
detrás.
Arrepantaja. Parece
arrepentimiento.
Arrepentir.
Arrepentimiento.
Arrigote. Mote, voz de
desprecio.
Arrufar. Regañar, reñir.
Asa. Tome, agarre, levante: de
asir.
Asaút. Voz arábiga que parece denotar cierta
negativa o repulsa, acaso debe leerse ascot o ascut, que significa
calla.
Ascona. Azcona, lanza.
Ascor (acaso astor). Azor, ave de
rapiña.
Asedo, da. Acedo, malo.
Asina. Acina, montón.
Asmar. Pensar, juzgar.
Asnudo, da. Cosa perteneciente al
asno.
Asonado, da. Puesto en son, acomodado,
proporcionado.
Astragar. Estragar,
destruir.
Atal. Tal.
Atalvina. Especie de
puches.
Atambal. Atabal, tambor.
Atan. Tan.
Atanto. Tanto.
Atender. Esperar.
Atinear. Cierto hechizo.
Atisar. Atizar, encender.
Atormentar. Poner en cuestión de
tormento.
Atrevudo, da. Atrevido.
Aturar. Obligar, forzar,
estrechar.
Avallar (mejor Abatlar). Abajar, derribar,
abatir.
Avancuerda. Nombre de
alcahueta.
Aveite (acaso Abiete). Abiste, árbol,
espino.
Aueran. Véase Aorar.
Avolesa. Ruindad,
infamia.
Ayna. Aína, pronto.
Ayuno, na. El que está en ayunas, el
hambriento.
Axabeba. Instrumento
músico.
Axenús. Ajenuz.
B
Babieca. Necio, tonto y para
poco.
Baharero, ra. Miserable.
Baraja. Contienda, disputa,
pelea.
Barata. Trato, negocio.
Baratar. Tratar, contratar,
negociar.
Bausán, na. Tonto, simple,
bobo.
Baylada. Balada, son para
bailar.
Bebdo, da. Bebido, beodo,
borracho.
Beber la madeja. Embeberla,
devanarla.
Beberría. Embriaguez, beber
mucho.
Bebra. Breba.
Bel. Bello, hermoso.
Bellaco. Astuto, taimado.
Bendicho, cha. Bendito.
Benedicto. Bendito.
Beserrillo. Diminutivo de
becerro.
Bihuela de péndola. Bihuela o instrumento músico
de cuerda que se tocaba con pluma, como cítara, bandurria,
etc.
Blago. Báculo. Véase Palio e
blago.
Blanchete. Perrillo
faldero.
Blasmo. Bálsamo.
Blavo, va. Bravo.
Bletador. El que toca el brete o reclamo de
pájaros.
Bordones (Abad de).
Brabo de mal pagar. Soberbio, malo de
contentar.
Brafonera. Brahonera,
armadura.
Bragero. Bragas.
Brete. Reclamo que tocan los cazadores de
pájaros para que acudan.
Broncha. Joya, adorno.
Brosno, na. Bronco.
Buhón, na. Buhonero o buhonera que vende
alhajas.
Burla. Por transposición lo mismo que
burla.
Burel. Paño burdo.
C
Cabel. Cabello.
Cadaque. Siempre que, cada vez
que.
Cadaldía. Cada día.
Cal. Calle.
Caminero, ra. Caminante.
Caminero. Adjetivo que aplicado a sendero,
significa el usado, por donde se puede
caminar.
Camursio, ia. Aplicado a mula parece vieja,
traidora.
Canilleras. Parte de la armadura antigua que
cubría y defendía las canillas.
Canistillo. Lo mismo que
canastillo.
Cansar. Cansarse, cesar.
Cantadera. Cantadora.
Cántiga. Canto, canción,
cantar.
Cañada. Cierto utensilio de
cocina.
Caño entero. Instrumento músico de viento como
flauta, que sería mayor o más completo que medio
caño.
Capelina. Armadura antigua para la
cabeza.
Capellina. V. capelina.
Capirotada. Un guiso.
Caramillo. Instrumento músico de
viento.
Carboniento. Negro.
Carriso. Carrizo,
muladar.
Casaofiçia. Mayordomo.
Castigar. Enseñar,
aconsejar.
Catadura. Talante.
Catar. Ver, mirar.
Catar aguisado. Hacer
justicia.
Cativo. Infeliz,
desventurado.
Catura. Bufonesca.
Caustra. Claustro,
encierro.
Cazorría. Propiedad de
cazurro.
Cazurro. Jocoso, festivo.
Cazuría. Bufonada.
Çecado. Ciego.
Çejo. Semblante.
Çelar. Encubrir.
Çenceño. Pan ácimo.
Çeñiglo. Parece ceño, gesto,
aspecto.
Çepilar. Capillar,
acepillar.
Çerro. Lomo.
Çerro. Cabalgar en cerro: montar en pelo, sin
aparejo.
Çertenidad. Certeza.
Chanzón. Canción.
Chufa. Burla, chanza.
Chufado, da. Burlado.
Chufeta darva. Cierta burla o
chasco.
Çibera. Trigo, grano.
Çidiérvedas o Çediérvedas. Los lomillos o carne
de puerco pegada a las costillas.
Çigonnino, Cigoñino. Pollo de
cigüeña.
Çinfonia. Instrumento músico de viento, de donde
se dijo zampoña.
Çima. Fin.
Cocho, cha. Cocido.
Codonate. Cierta confitrua, hecha de
membrillo.
Coguerzo. Escuerzo, sapo o
gusano.
Coeda o cueda. Cuida, intenta, medita: de coedar
o cuedar.
Coherirse. Juntarse,
unirse.
Cojijo. Parece conjunto de
cosas.
Collarada. Collar, cuello de
camisa.
Combid. Convite.
Combrás. Comerás.
Combredes. Comeréis.
Combríe. Comería.
Comedir. Pensar,
considerar.
Cominada. Cierta confitura en que habría
cominos, o hecha de ellos.
Condesar. Guardar.
Confuerto. Conhorte,
consuelo.
Congrueça. Parece debe decir congrueza por
combluesa o combrueza, que es la manceba del hombre casado, llamada
combleza.
Conosçiente, ta.
Conocido.
Contraís. Parece desgracia,
infortunio.
Contrallo. Trabajo, impedimento,
oposición.
Connusco. Con nosotros y con
nosotras.
Contrecho, cha. Baldado,
lisiado.
Convid. Lo mismo que combid,
convite.
Convusco. Con vosotros.
Coyda. Cuita, aflicción.
Coytar. Juzgar, pensar, cuidar de alguna
cosa.
Coytoso, sa. Cuitado,
afligido.
Convit. Lo mismo que
combid.
Cordojo. Coraje, enfado.
Corredera. Corredora.
Correo. Cuero, bolsa.
Corrienda. Lo mismo que
corriendo.
Correr la vara a uno. Sacudirle,
despreciarle.
Cortina. Casa,
habitación.
Corto, ta. Cortado.
Corvillo. Miércoles corvillo. Miércoles de
Ceniza.
Cosero, ra. Adjetivo que se aplica a las bestias
trajineras o de arriería. Díjose de coso o corso, que es carrera,
camino.
Cosina. Cocina; esto es, lo que se guisa en
ella, comida.
Cosina. Parece cazuela.
Coso. Calle, carrera.
Costribado, da. Afligido,
atribulado.
Costumero, ra. El perezoso,
cobarde.
Coydades. Pensáis.
Coydedes. Penséis.
Coytado. Cuitado,
desventurado.
Coyta. Cuita, desventura.
Coytral. Cotral, res
vieja.
Cras. Mañana.
Criado. Hijo, discípulo.
Cruisiar. Penar, padecer.
Crus niego. Cluny (de la orden
de).
Cuatril. Cuadril.
Cudar. Pensar, imaginar.
Cuentas. Rosario.
Culpado. Golpeado.
D
Daldes. Dadles.
Dañar. Condenar.
Dapno. Daño.
Darvo. V. Chufeta.
Darvos. Daros.
Debdo. Deudo.
Debatida. Acometida,
asalto.
Debatir. Derribar,
destruir.
Deçida. Bajada.
Deçir de mano. Decir a prevención,
anticipadamente.
Defesa. Dehesa.
D'ella et d'ella parte. De una y otra
parte.
Demanduvieres. Demandares,
pidieres.
Departir. Conversear,
hablar.
Derecha. Bien, utilidad.
Derramar. Apartarse,
estragar.
Desadonar. Afear.
Desaviñar. Destruir,
despojar.
Desconortar. Desconsolar.
Deserrado. Aturdido,
desatinado.
Desfambrido. Hambriento.
Desfear. Afear,
reprochar.
Desferrar. Desherrar,
descerrajar.
Desmoler. Molestar,
moler.
Despagarse. Desagradarse,
descontentarse.
Despecho. Trastorno.
Destierra. Ausencia.
De suso. De arriba.
Detardanza. Tardanza.
Devallar. V. Devallir.
Devallir. Abatir,
combatir.
Devanear. Andar en
devaneos.
Devez. Vez.
Deyuso. Debajo.
Día de la afruenta. Día del
juicio.
Diaçiminio. Confitura de
cominos.
Diaçitrón. Confitura de
cidra.
Diaçitrón abatis.
Confitura.
Diagargante. Confitura.
Diamargaritón. Confitura.
Diantroso. Confitura.
Diasanturión. Confitura.
Dinerada. Dinero.
Disanto. Día de fiesta.
Disçió. Descendió.
Dise. Dice, baja, cae.
Do. Cuando, donde.
Doblel. Talego.
Dó la? ¿Dónde está ella?
Dolioso. Dolorido,
pesaroso.
Donear. Cortejar,
obsequiar.
Donear. Vencer.
Doneguil. Agraciado.
Doñeador. Galanteador.
Doñear. V. Donear.
Doñeguil. V. Doneguil.
Doneo. Graciosidad.
Donneo, doñeo. Lo mismo que
doñeo.
D'oy. De hoy, desde hoy.
Dubdar. Dudar, temer.
Dulçema (acaso dulzayna). Instrumento
músico.
Durador, ra. Duradero,
ra.
Dus. Dulce.
E
Echar el clavo a uno. Clavarle,
engañarle.
Egoal. Igual.
Egoaladero, ra. Igualador,
repartidor.
Egualanza. Igualdad. Sin egualanza. Sin igual,
sin par.
Egualar. Igualar.
Embelinnar. Envenenar. Díjose del beleño, yerba
venenosa.
Empeesçer. Dañar.
Empellada. Empujón. De empellar, por
empujar.
Empendolar. Emplumar, adornar con
plumas.
Emplea. Empleo. Acaso el poeta le dio esta
terminación por razón del consonante.
Emprear. Emplear.
Enartar. Prender, engañar con arte, con
astucia.
Enartarse. Engañarse, enredarse, dejarse
prender.
Enaventar. Aventar,
arrojar.
Enclaresçer. Esclarecer, clarificar,
purificar.
Encobarse o encovarse. Parece hartarse, encerrar
en sí.
Encontrada. Paraje,
lugar.
Encovo. Parece encierro de lo que se guarda o se
come.
Encuentro. Contradicción.
Ende. De allí.
Endurar. Sufrir, aguantar,
tolerar.
Enduxo. Indujo.
Enemiga. Dicho malo,
sinrazón.
Enerbolar. Envenenar con
yerbas.
Enfamamiento. Infamia.
Enfaronear. Acobardarse,
emperezar.
Enfiesto, ta. Levantado, derecho,
erguido.
Enforcar. Ahorcar, poner en la
horca.
Enforzarse. Esforzarse.
Engorrarse. Pararse,
detenerse.
Engraçiarse. Alegrarse.
Enhoto. Confianza, buena
fe.
Enodio. Cordero.
Ensiva. Encía.
Ensonnar. Soñar.
Entecar. Fastidiar,
molestar.
Entendedero, ra. Entendedor,
entendedora.
Entisar. Atizar, incitar,
encender.
Entorreado, da. Murado, cercado de muros con
torres.
Entreponer. Interponer,
mezclar.
Entropesar. Tropezar.
Envelenar (V. Embeleñar.)
Envía. Envidia.
Enviso, sa. Noble,
famoso.
Enxiempro, enxiemplo. Ejemplo, fábula,
apólogo.
Eria. Tiempo, lugar.
Ería. Era, yermo,
despoblado.
Ero. Era, terreno,
heredad.
Errar. Perder, malograr.
Errén. El alcacer que se da al ganado; prado,
pasto.
Erser. Levantar.
Escacha. Escarcha.
Escantamente. Encantamiento,
encanto.
Escantar. Encantar.
Escanto. Encanto.
Escasesa. Escasez.
Escatima. Pena, dolor.
Esclamina. Esclavina.
Escofina. Lima para limar
madera.
Escotar. Pagar.
Escultado, da. Oído,
escuchado.
Escusera. La que se
excusa.
Esgrima. Espada.
Espeto. Lanza, asador.
Espinaza. Espina.
Esquilmar. Tomar, pillar,
robar.
Establía. Establo.
Estabría. Lo mismo que
establía.
Estanza. La situación o estado de cada
uno.
Estar mano en mexilla. Estar pensativo,
triste.
Estepa. Mata baja y ramosa. Dice un refrán: «La
estepa tan bien arde verde como seca».
Estido. Estuvo.
Estomaticón. Cierta
confitura.
Estorçer. Salir,
librarse.
Estorçer. Torcer, desviarse, apartar,
arredrar.
Estordido, da. Aturdido.
Estoria. Historia,
cuento.
Estrellero. Astrólogo.
Estricote (andar al). Andar en
devaneos.
Estruir. Destruir.
Estudo. Estuvo.
Ey. He, tengo.
F
Fabla. Sentencia, refrán,
consejo.
Fabla. Fábula.
Fablar de oy en cras. Prometer, dar esperanzas,
dar largas.
Fabrilla. Diminutivo de fabra o fabla, por
refrán.
Fada. Hado, suerte,
decreto.
Fadar. Pronosticar, decretar,
agorar.
Fadeduro. Desventurado, infeliz. Acaso lo mismo
que mal pecado, significando cierta
desgracia.
Fa de duro. Ea, hola.
Fademaja o fa de maja. ¡Ah, de maja!, ¡hola,
maja!, ¡oye, maja!
Fadigna. Acaso fadiga, por
fatiga.
Fado. Hado, suerte,
fortuna.
Fadraga. Parece hombre inútil,
mandria.
Falago. Halago.
Falaguero, ra. Halagüeño.
Fallencia. Falta.
Fallía. Falta, falsedad.
Fallimente. Falta.
Fallir. Faltar, fallecer,
morir.
Falsar. Quebrar.
Falsía. Engaño, falsedad.
Far. Hacer.
Farnero. Harnero.
Farón. Flojo, cobarde,
lerdo.
Faronía. Flojedad,
cobardía.
Farre. Arre; voz con que se arrea a los
animales.
Fas. Haz, carga.
Fasaleja. Toalla, paño de
manos.
Fascas. Casi, haz caso.
Faser agua. Llover, hacer agua. Decíase
antiguamente, como ahora hacer frío, hacer calor, hacer
viento.
Fasia suso. Hacia arriba.
Fasia yuso. Hacia abajo.
Fasiente. Parece valiente,
poderoso.
Fay. Hace.
Faya. Haya, árbol.
Fayle. Hazle.
Feme. Heme, heme aquí, vesme
aquí.
Femençia. Vehemencia,
ahínco.
Feno. Heno.
Ferrado, da. Lo que está fortalecido con
hierro.
Ferrar. Herrar.
Ferrero. Herrador.
Ferruso. Nombre propio
fingido.
Festino. Presto, pronto.
Fiadura. Fianza,
obligación.
Fianza. Fe, confianza.
Fiel. Hiel, amargo.
Finiestra. Ventana.
Finojo. Rodilla.
Fisle. Hícele.
Finojar. Arrodillar, dar de
rodillas.
Fisvos. Hícevos, vos
hice.
Fito, ta. Clavado.
Flar. Soplar.
Fleylía. Estado de
religiosos.
Foír. Huir.
Folguín. Follín, pícaro, traidor, ladrón,
salteador.
Follía. Locura, desvarío.
Forado. Agujero. Vil forado; alude a Belhorado,
lugar del arzobispado de Burgos.
Formigos. Hormigos, cierta especie de alcuzcuz
de masa, que se come en Sevilla, y de que usaban los moros con el
nombre cuzcuzú.
Fornacho. Hornacho,
valle.
Fos. Hoz de segar o
cortar.
Fostigar. Hostigar,
castigar.
Foylía. Folía, locura,
desvarío.
Frema. Flema.
Freylía. Estado
religioso.
Frido, da. Frío.
Fuelgo. Huelgo, aliento,
respiración.
Fumero. Humero, hogar,
cocina.
Furto. A furto nin en concejo, en secreto ni en
público.
Fuste. Palo, leño.
Fuste. Fuiste.
Fuxo. Huyo.
G
Gaho, ha. Gafo, feo.
Galleta. El badajo de la
campana.
Gallofa. Mendrugo de pan.
Gaola (Viga de… )
Gargantero, ra. Glotón,
comedor.
Garnacha. Parece collar o adorno del
cuello.
Garnacho. Lo mismo que
garnacha.
Garnacho. Parece el
pecho.
Garoza. Nombre fingido de
mujer.
Garral. Parece espetera.
Garriofilota. Cierta
confitura.
Garzón. Mozo, joven.
Garzonía. Acción de
garzón.
Gasajado. Agasajo.
Gayo. Ave cantadora.
Gengibrante. Cierta confitura, acaso de
gengibre.
Gento, ta. Hermoso, gracioso,
noble.
Gergenza. Parece cierta piedra
preciosa.
Gesto. Hecho, obra.
Gollín. Lo mismo que folguín, folhín, por
pícaro, traidor, ladrón, salteador.
Golpar. Dar golpes,
golpear.
Gostar. Gustar.
Gradar. Holgarse,
agradarse.
Greal. Cierto utensilio de
cocina.
Gritadera. Gritadora.
Gualardonar. Galardonar,
remunerar.
Guardadero, ra.
Guardador.
Guarir. Sanar, curarse.
Guarnido, da. Guarnecido.
Guitar. Parece coser con guita o
correa.
Guitarra latina. Instrumento músico, acaso
traído de Italia.
Guitarra morisca. Instrumento músico, acaso
introducido o usado por los moros.
Gulhara. Raposa, zorra.
Gulpeja. Raposa.
H
Haçerio. Parece desgracia, infortunio,
trabajo.
Ha de duro. Interjección: lo mismo que fa de
duro. Hola, ea.
Halía. Acaso faja o
alhaja.
Halo, halo. Expresión de
cariño.
Hedo, da. Feo.
Hela. Vela, hela ahí,
mírala.
Helá o Hélice. Parece frío helado, acaso
aplicado a pozo de hielo o nieve.
Horanno, nna, ño, ña.
Huraño.
Hostal. Hospedaje, alojamiento,
casa.
Hostalage. Lo que se paga por el
hostal.
Huerco. Infierno.
I o J, que tienen en la época el mismo valor
Jaldera. Halda, falda.
Joglar. El que con cantares, dichos o hechos,
divierte a las gentes.
Juego. Burla.
Juglar. Lo mismo que
joglar.
Juglara. La mujer que cancando o chanceando
divertía a las gentes. Llamábase también
inglaresa.
Juglería. Burla, chanza,
bufonada.
Justar. Lidiar, pelear.
L
Labro. Labio.
Lacienta. Léase Calienta, cuyo anagrama
es.
Lacio, ia. Flojo,
perezoso.
Laminero, ra. Lamistero,
goloso.
Laso, sa. Flojo, débil.
Lastar. Padecer, penar.
Lastro. Trabajo, pena.
Laúd. Laude, alabanza.
Lazar o Lasar. Lazrar, padecer,
penar.
Le alá. Palabras arábigas, que contienen una
respuesta negativa, y parece significan no quiero, o no,
no.
Lechiga. Lecho, cama. De aquí viene Lechigada,
más inmediatamente que de lecho.
Ledanía. Letanía, retahíla de palabras o
razones.
Ledo, da. Alegre.
Letuario. Lectuario,
manjar.
Liçionario. Libro de lecciones y
documentos.
Ligero. De ligero. Presto, prontamente,
fácilmente.
Lijo. Cosa despreciable.
Llenero, ra. Lleno,
cumplido.
Llugiero. De llugo, por yugo. El carretero o
labrador. Iugerum, significa yugada, por medida de
tierra.
Llumaso. Parece clavo.
Loro, ra. Amarillo,
rubio.
M
Madrina. Mal de madre.
Magadanna, ña. Parece fantasma, espantajo,
vestiglo para espantar.
Maguera. Aunque.
Maldicho, cha. Maldito.
Malfetría. Hecho malo,
delito.
Maltraer. Maltratar,
molestar.
Mançebés. Mancebía,
juventud.
Mandado. Aviso, recado.
Mandar. Querer, permitir.
Mandurria. Bandurria.
Mano. Dar de, decir de, hacer de. Dar, decir o
hacer alguna cosa con anticipación. Sólo ha quedado la frase jugar
de mano.
Mano (Por de). Lo mismo que de mano, con
anticipación.
Mansellero, ra. Lleno de mancilla o
tristeza.
Mansillero, ra. Lo mismo que Masillero.
Carnicero comedor de carne.
Mannanna. Nombre de cierto
juego.
Marfús. Parece bellaco,
artero.
Marfusa. Raposa.
Marroquí, ía. Marroquí, natural o perteneciente
a Marruecos.
Masillero, ra. Carnicero, comedor de
carne.
Masnado, da. Manoseado.
Mazar. Amasar.
Meder. Emeterio; díjose también
Medel.
Medio. Mitad.
Mediocanno, ño. Instrumento músico a manera de
flauta.
Melinas (Paños de). Telas o encajes de Malinas,
ciudad del País Bajo austriaco, famosa en estas
labores.
Membrarse. Acordarse.
Menga. Mengua, afrenta.
Menge. Médico.
Mengía. Medicina.
Meniar. Menear.
Menoreta. Monja
franciscana.
Merca. Compra, acción de
comprar.
Mesclar. Poner mal a uno con
otro.
Mesturar. Revolver, mezclar con chismes a unas
gentes con otras, descubrir secretos.
Mesturero, ra. Chismoso, parlero,
cizañero.
Meter. Poner, apostar.
Meteroso, sa. Lo mismo que
medroso.
Metré. Meteré, pondré,
causaré.
Mintroso, sa. Mentiroso.
Misión. Empeño, conato,
esfuerzo.
Mita. Medida, cinta.
Modorria. Modorra.
Mohalinar. Cierto
hechizo.
Mongía. Convento,
monasterio.
Mongibel. Infierno.
Mordedor. Mordedora.
Moresillo. Diminutivo de mur, por el ratón.
Ratoncillo.
Morredes. Moriréis.
Morría. Moriría.
Moxmordo, da. Parece muy
mordedor.
Mozuelo, la. Diminutivo de mozo. Niñito, muy
niño.
Muedo. Modo, compás,
tono.
Mur. Ratón.
Muresillo. Diminutivo de mur.
Ratoncillo.
N
Nado, da. Nacido.
Nasçençia. Nacimiento.
Natio. Parece hermoso.
Natural. Físico,
astrólogo.
Neçiancho, cha. Aplicado a bandurria, denota la
figura de ella.
Nief. Nieve.
Noblesa. Nobleza, acción noble, gracia,
habilidad.
Nocherniego, ga. La persona que anda de noche
por vicio o costumbre.
Nusir. Dañar, ofender.
O
Odreçillo. Odre pequeño.
Odreçillo. Instrumento músico
antiguo.
Oganno, ño. Este año.
Ome. Hombre.
Omen. Hombre.
Omen de prestar. Hombre de pro, de importancia.
Decíase también duenna de prestar.
Orabín. Cierto instrumento músico, acaso
introducido por los moros.
Oras. Unas veces; y cuando se repite como
correlativo, otras veces.
Orgullía. Orgullo.
Orilla. Aire suave y
apacible.
Orior. Ave pequeña y cantadora, que tiene las
plumas pardas o amarillas, de donde tomó el nombre que más
comúnmente se dice, oriol.
Otear. Mirar.
Otramente. De otra
manera.
Ovejero, ra (Mastín). Perro que anda con las
ovejas.
Oy. Oye.
P
Padir. Padecer.
Pagar. Agradar, complacer,
contentar.
Pagarse. Agradarse,
contentarse.
Pagés, sa. Aldeano, payo,
villano.
Pago, ga. Lo mismo que
pagés.
Paladino, na. Claro, manifiesto. De
palam.
Palal. Panal.
Palançiano, na. Claro,
manifiesto.
Palio e blago. Capa y
báculo.
Pancha. Plancha, cierto
adorno.
Papa. Arzobispo, obispo.
Parar mientes. Considerar,
reflexionar.
Paresçiente. Bien parecido,
hermoso.
Parladero, ra. Parlador,
hablador.
Parlador. Locutorio, lugar destinado para
hablar. Es de la índole de cenador, comedor,
obrador.
Parlatorio. Lugar donde se parla, o libro de
mucha doctrina.
Partir. Separar, apartar.
Pasada. Paso, tranco.
Pasar. Traspasar,
quebrantar.
Pastija. Cuento, patraña, fábula,
refrán.
Pastranna, ña. Patraña, fábula,
refrán.
Pavesno. Pavo.
Paviote. Parece falso,
traidor.
Pecadesno. Pecado,
diablo.
Pedir. Preguntar.
Pelaça. Parece pelambre,
angustia.
Pella. Pelota, bola para
jugar.
Pellarse. Rodarse, echarse a rodar, darse
vueltas como pella que va rodando.
Pellote. Parte del vestido, capa o
manto.
Penna, ña. Piel, pellejo.
Penna o peña. Abrigo, amparo,
defensas.
Pennavera o penna vera. Cierta piel muy blanca,
como de armiño o marta.
Péndola. Pluma.
Penitençia. Perdón.
Penitençia. Confesión
sacramental.
Pepión. Moneda antigua
castellana.
Pero. Aunque.
Pero que. Aunque.
Picanna, ña. Parece casta, ralea. Siempre viene
con el adjetivo mala.
Pieza. Espacio de tiempo.
Pit. Pide.
Pitafio o petafio.
Epitafio.
Pitoflero, ra. Jocoso, burlón,
chocarrero.
Pixota. Pleitear, disputar,
pelear.
Pletesía. Pleitesía.
Pleyteamiento. Ajuste,
convenio.
Pleytés. Parece el que ajusta algún trato o
convenio.
Pleyto. Obligación, contrato,
escritura.
Poble. Pobre.
Pobledat. Pobreza.
Poblesa. Pobreza.
Popar. Injuriar,
agraviar.
Por ende. Por eso.
Poquillejo. Poquillo, muy
poco.
Porfioso, sa. Porfiado.
Poridat. Secreto.
Portar. Llevar, traer.
Posadería. Posada.
Posto, ta. Puesto.
Praser. Placer, agradar.
Prea. Despojo de la
guerra.
Predicadera. Monja
dominica.
Prender. Tomar,
emprender.
Prendero. Parece justillo o casaca de
mujer.
Presión. Prisión.
Presno. Pre, ración.
Preso. Tomado. De
prender.
Priado. Lo mismo que
privado.
Prises. Preces.
Privado. Presto.
Pro. Utilidad, provecho.
Profazar. Murmurar,
blasfemar.
Promed. Promete.
Pugnar. Trabajar.
Pujar. Subir.
Puñar. Trabajar, porfiar.
Puntar. Entender,
advertir.
Punto. Inteligencia,
advertencia.
Pusle. Púsele.
Q
Quadrillo. Arma arrojadiza. Especie de
saeta.
Quanto. Lo mismo que
algún.
Quartero. Cuartillo.
Quatropea. Animal
cuadrúpedo.
Quebrar. Reventar.
Quedar. Cesar.
Quejamiento. Queja.
Quejo. Quejido, llanto.
Quesa. Lo mismo que
Quizá.
Quintero. El que habita y cuida de alguna quinta
o casa de campo.
Quitar. Librar, redimir.
Quito, ta. Libre, perdonado,
absuelto.
Quixote. Quijote, parte de la armadura antigua,
que defendía los muslos.
Quiza. Vestidura antigua, especie de
túnica.
R
Rabé. Rabel, instrumento músico pastoril.
Rabi-galgo, ga. Lo que tiene cola larga.
Aplicado a quiza, sería túnica con cola.
Raçión. Cuenta.
Radío, ía. Errado,
perdido.
Rafes. Lo mismo que rafez por vil,
despreciable.
Rahes. Lo mismo que
rafes.
Rainela. Cierto hechizo.
Raposía. Raposería, astucia de
raposa.
Rascador. Nombre de
alcahueta.
Rascannar; ñar. Arañar.
Rebata. Aprieto,
desamparo.
Rebtar o Reptar.
Reprender.
Recubdir. Lo mismo que
recudir.
Recudir. Responder,
corresponder.
Redero. Red.
Redor. Red.
Redor. Rededor.
Redrar. Apartar, echar
atrás.
Redrarse. Apartarse, hacerse
atrás.
Refertado, da. Rogado,
encarecido.
Refertar. Censurar,
reprobar.
Refertar. Referir.
Refertero, ra. Amigo de reyertas, porfiado,
disputador.
Refertero. El que se hace
rogar.
Refertirse. Sostenerse,
mantenerse.
Refés. Pobre, infeliz.
Refés. Fácil.
Refés. De refés. Fácilmente,
ligeramente.
Refierta. Reyerta,
disputa.
Refitor. Refitorio.
Refusar. Rehusar,
resistirse.
Rehala. Parece hato, cabaña de
ganado.
Remaneçer. Quedar,
permanecer.
Remeçer. Menear, mover.
Repegar. Enjalbegar,
blanquear.
Rependirse. Arrepentirse.
Repiso, sa. Arrepentido.
Reptar. Reprender,
culpar.
Repuntar. Tener a mal,
reprobar.
Repuso. Respondió,
replicó.
Retazar. Cortar, romper.
Retenir. Sonar algún
metal.
Retentar. Tentar.
Retiniente. Aplicado al oído, denota la
sensación que el aire causa en el tímpano.
Retraer. Dicho jocoso o
picante. Murmurar, censurar.
Ribalde. Bellaco.
Ribaldo o Rivaldo. Bellaco o
picarón.
Ribto. Reto, desafío.
Rijo (acaso riso). Rió.
Risete. Risilla, risa
falsa.
Riso. Risa.
Risonno, nna; ño, ña.
Risueño.
Rivaldo. Lo mismo que
Ribalde.
Rodo. Traer a rodo. Rodear,
componer.
Rodo. Ruedo, rodeo.
Rodré. Roeré.
Romero. Peregrino, pasajero que va a Roma, de
donde se dijo romería.
Rosco (acaso rostro). Hocico,
labio.
Roseta novela. Cierto dulce o
confitura.
Rostro. Labio, hocico.
Rota. Instrumento músico, que acaso tendría una
rueda, como la gaita de los ciegos.
Roza. Estar en la roza. Parece estar en
conversación.
Roza poco. Loco,
insensato.
Ruir. Susurrar.
S
Sabidor. Sabio, sabedor.
Sabiençia. Sabiduría.
Sabiente. Sabio, astuto.
Salirá. Saldrá. Es regular de
salir.
Salvajina. Selva, bosque.
Salvamiento. Salvación,
amparo.
Salvar. Saludar.
Sandio, ia. Sencillo, tonto,
necio.
Sarçillo, Al sarcillo. Al
retortero.
Sayón. Verdugo.
Sçiençia. Ciencia.
Segral. Por transposición acaso del copiante, lo
mismo que seglar.
Selmana. Semana.
Seña. Estandarte.
Señero, ra. Sólo, de por
sí.
Seo. Soy.
Seso. Sentido,
inteligencia.
Sí. Así; como adverbio de
deseo.
Siesta. Calor.
Sillo. Sello, señal, herida,
cicatriz.
Só. Soy.
Sobejo, ja. Grande,
excesivo.
Soberbiar. Tratar con
soberbia.
Sobervienta. Sobrevienta,
sobresalto.
Sobido. Subido, alto.
Sobra bien. Muy bien.
Sobra mucho. Muchísimo.
Sobrar. Vencer, exceder.
Sofraja. Sufragio,
socorro.
Sojorno. Día, rato.
Solás. Solaz, consuelo,
recreo.
Sol' non. Ni aún.
Soltalde. Soltadle.
Soltar la pena.
Perdonarla.
Somete. Acaso sonete, por son,
sonsonante.
Someter. Parece engañar.
Somirse. Sumirse,
hundirse.
Somo. Encima, arriba.
Somoviento. Parece negocio,
asunto.
Sopesar. Sorprender,
acometer.
Sopitaño, ña. Subitáneo,
repentino.
Sosannar; ñar. Burlar.
Sosegado de vagar. Cachazudo,
pacienzudo.
Sostentar. Tentar, hacer
guerra.
Sotar. Saltar, bailar.
Spaldat. Lealtad,
custodia.
Sueno. Sonido, ruido.
T
Tabardo. Casacón de paño
ordinario.
Tabla. Mesa.
Tablag. Tablaje, ganancia o derecho del
tablajero.
Tablagero. El que tiene casa y mesa de juego por
cierto interés.
Tablero. Mesa.
Tablero. La compañía de gentes que juegan a una
mesa.
Tafur. Tahúr, jugador,
infiel.
Tajadero. Tajador, tajo de
cocina.
Tajador. Parece despensa o armario donde se
guardan comestibles.
Talant. Voluntad.
Talento. Voluntad, gusto.
Talento. Voluntad.
Tardamiento. Tardanza.
Tardinero, ra. Tardo,
perezoso.
Tempro. Templo.
Tener. Creer, juzgar.
Teñico, ca. Parece
cobarde.
Testa. Cabeza.
Tevejo (acaso trevejo).
Juguete.
Tirar. Quitar.
Tisonador. Atizador.
Tocho, cha. Tosco, feo.
Tocón. Tronco.
Todavía. Siempre.
Tomaldo. Tomadlo.
Tornase a su culpa. Echarse uno a sí mismo la
culpa, acusarse.
Tornés. Moneda pequeña que se fabricaban en
Tours.
Traer. Vencer, engañar,
arrastrar.
Tragonía. Glotonería.
Trainel. Nombre de
alcahueta.
Trainel. El calzador del
zapatero.
Tranzar. Tomar, prender.
Trascalar. Quemar,
abrasar.
Trasfago. Tráfago, enredo,
embuste.
Trastornar. Revolver, registrar, leer,
examinar.
Travesuría. Travesura.
Trechado, da. Dividido en trozos,
trinchado.
Trechón. Parece tronco.
Trefudo, da. Fornido,
robusto.
Tremer. Temblar.
Trexnar. Manosear,
manejar.
Triasándalix. Cierta
confitura.
Tribulança. Tribulación.
Tristençia. Tristeza. Acaso la terminación es
fingida por razón del consonante.
Troco. Trueque, cambio.
Trotaconventos. La mujer que andaba de casa en
casa vendiendo alhajas.
Trotalla. Parece burla.
Trotero, ra. Demandadero,
mensajero.
Tróxovos. Trájovos, vos
trajo.
Troya, acaso Troxa.
U
Ungente (unguente). Absolución,
perdón.
Usage. Uso, costumbre.
Usar. Tratar, frecuentar,
comunicar.
Usantido. Remedio.
Usarse. Tratarse,
comunicarse.
Uso. Trato, familiaridad,
comunicación.
Utra. Parece cierto pez.
Uviar. Tener lugar,
ocasión.
V
Vagar. Ocio, tiempo, espacio.
Val. Valle.
Valdosa. Cierto instrumento músico.
Valía. Valor, precio, estimación.
Valiente. El que tiene salud.
Valo. Valgo: de valer.
Vandero, ra. La persona que se inclina, o sigue algún bando
o partido.
Varga. Cuesta, recuesto.
Vavieca. Parece atrevido.
Vavoquía. Atrevimiento.
Vedegambre. Eléboro, yerba conocida.
Vegada. Vez.
Vegedat. Vejez.
Velado, da. Casado.
Velmés. Velmez.
Venado. Caza, lo que se caza: como pescado, lo que se pesca.
Quedose con el nombre de Venado una res bien conocida.
Vendimiento. Venta.
Venino. Veneno.
Ventar. Oler.
Ventenero (o uenternero, ra). Comedor, glotón.
Venternero, ra. Comedor, tragón.
Venternía. Glotonería.
Verco (uerco). Infierno, diablo.
Vergonnoso, sa, ñoso, ñosa. Vergonzoso.
Vergüenna, ña. Vergüenza.
Vesperada. Las vísperas, la tarde, el anochecer.
Viçio. Regalo, deleite.
Viernes de Indulgençias. Viernes Santo.
Villanchón. Villano, rústico.
Vira. La punta de la flecha de hierro o pedernal, llamada
virote, o la misma flecha.
Viuela de arco. Instrumento músico, vihuela o
rabel.
Volver. Envolverse, enredarse.
Y
Y. Allí.
Yantar. Comida.
Ynfierno. Limbo.
Ysnedri. Palabra arábiga que significa: ¿qué
sabemos?
Yuy. Admiración, lo mismo que ¡Ay
Z
Zaherar. Parece tomar aliento.
Zarapico. Ave marítima de pico largo y corvo.
Zatico. Mendrugo de pan.
Zenico. Parece cobarde.
Zorrón. Zurrón, piel para abrigo, llamada zorrón, porque
sería de zorro.