No hay más información sobre el texto «Ben-Tovit».
Este texto forma parte del libro «Los Espectros (novelas breves)».
No hay más información sobre el texto «Ben-Tovit».
Este texto forma parte del libro «Los Espectros (novelas breves)».
Enviar a Pocketbook «Ben-Tovit»
Así, balanceándose y gimiendo lastimeramente, permaneció hasta la salida del sol—de aquel sol que estaba predestinado a ver el Gólgota con sus tres cruces y a eclipsarse de horror y de tristeza.
Ben-Tovit era un buen hombre, a quien repugnaba la injusticia; pero cuando su mujer se levantó, le dijo mil cosas desatentas, lamentándose de que le hubiera dejado solo y no hubiera hecho ningún caso de sus terribles sufrimientos.
La mujer no se incomodó por estos reproches injustos; no ignoraba que era el dolor, y en modo alguno la maldad, lo que hacía hablar así a su marido. Le auxilió, solícita, con no pocos remedios: una cataplasma, en la mejilla, de estiércol seco y pulverizado; una infusión muy fuerte de aguardiente y huesos de escorpión; un pedazo de la piedra en que estaban escritos los diez mandamientos, y que Moisés rompió en su cólera.
El estiércol aplacó un poco el dolor de Ben-Tovit, pero por breve tiempo. Los otros remedios produjeron el mismo efecto y, siempre tras un corto alivio, el dolor volvía a empezar con redoblada fuerza. Durante los escasos momentos de tregua, Ben-Tovit procuraba olvidarlo completamente, poniendo el pensamiento en su nuevo asno; pero cuando se hacía sentir otra vez, empezaba a gemir, a insultar a su mujer y a decir que se iba a romper la cabeza contra la pared.
4 págs. / 8 minutos.
56 visitas.
Publicado el 8 de noviembre de 2020 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «Ben-Tovit» es necesario identificarse en textos.info.
41 libros publicados.