No hay más información sobre el texto «El Cura de Vericueto».
Este texto forma parte del libro «Cuentos Morales».
No hay más información sobre el texto «El Cura de Vericueto».
Este texto forma parte del libro «Cuentos Morales».
Leer en línea «El Cura de Vericueto»
Descargar PDF «El Cura de Vericueto»
Descargar ePub «El Cura de Vericueto»
Descargar Kindle «El Cura de Vericueto»
Edición dislexia «El Cura de Vericueto»
Enviar a Kindle «El Cura de Vericueto»
Enviar a Pocketbook «El Cura de Vericueto»
Regalar ebook «El Cura de Vericueto»
Edición física «El Cura de Vericueto»
Denunciar libro «El Cura de Vericueto»
Don Tomás Celorio, a quien todos los curas del arciprestazgo llamaban familiarmente «Vericueto» por el nombre de su parroquia, llevaba de párroco propietario veinte años, y hacía dos que no se movía de la cama.
Poco a poco le habían ido acorralando los achaques, y cuando ya no pudo defenderse y tuvo que rendirse al peso de su corpachón y de los cánones, que exigieron otro clérigo en la parroquia, admitió el auxilio a regañadientes, tomó al coadjutor como a enemigo solapado de los intereses propios, y no le cedió un ochavo de cuantos derechos le pertenecían, habiendo de atenerse el intruso, que en rigor lo hacía todo, al mezquino sueldo de su Cargo Secundario.
Celorio mandaba y disponía desde la cama cual un Caudillo que, rendido por las heridas en tierra, sigue dirigiendo una batalla. El cura seguía siendo él; nada de economato; un coadjutor como otro cualquiera; no consentía Celorio, ni al obispo en persona, que se le tratara como un trasto inútil. «Yo soy ahora un párroco inmueble, gritaba, pero párroco en funciones; mi iglesia es mía». Y como no podía ir al templo, ejercía la cura de almas desde su lecho como Dios le daba a entender. Su gran afán era no perder un cuarto de cuantos la ley católica le concedía como cura propio de Vericueto. No bautizaba, ni llevaba al Señor a los enfermos, ni casaba ni enterraba a nadie, pero cobraba todo lo que hacía a la caso, y para cumplir con las apariencias, de tarde en tarde, reunía en torno de su lecho a las beatas y a los santurrones de la parroquia, y les enderezaba una plática breve, con voz gangosa y enérgica entonación, predicando siempre en favor de la caridad y el desprecio de los bienes efímeros de este mundo.
41 págs. / 1 hora, 13 minutos.
46 visitas.
Publicado el 23 de octubre de 2020 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «El Cura de Vericueto» es necesario identificarse en textos.info.
97 libros publicados.