No hay más información sobre el texto «La Casa de la Agonía».
No hay más información sobre el texto «La Casa de la Agonía».
Edición física «La Casa de la Agonía»
Si por desgracia persiste en ellos algún recuerdo desagradable, corren el riesgo de ser echados de allí.
Ese viejo sillón, por ejemplo, sufre un verdadero tormento al ver el polvo que las polillas extraen en montoncitos sobre el tablero de la mesita que tiene delante y a la cual aprecia de verdad. Él mismo se sabe muy pesado; conoce la debilidad de sus cortas patas, especialmente de las dos traseras; y teme que lo agarren por el respaldo -ojala nunca suceda- y lo arrastren fuera de su sitio; pero con esa mesita delante se siente más seguro, protegido; y no le gustaría que las polillas, haciéndola quedar mal con todos esos ridículos montoncitos de polvo en el tablero, la llevaran a acabar sus días en el desván.
Todas estas observaciones y consideraciones las hacía el anónimo visitante olvidado en el salón.
Como absorbido por el silencio de la casa, él, que había perdido en ella el nombre, parecía haber perdido también la persona, convertido en uno de aquellos muebles en los que tanto se había ensimismado, sumido en la escucha del pausado tictac que llegaba destacado hasta el salón a través de la puerta entornada.
4 págs. / 8 minutos.
217 visitas.
Publicado el 31 de octubre de 2018 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «La Casa de la Agonía» es necesario identificarse en textos.info.
5 libros publicados.