No hay más información sobre el texto «¡Carbón! ¡Carbón!».
No hay más información sobre el texto «¡Carbón! ¡Carbón!».
Leer en línea «¡Carbón! ¡Carbón!»
Descargar PDF «¡Carbón! ¡Carbón!»
Descargar ePub «¡Carbón! ¡Carbón!»
Descargar Kindle «¡Carbón! ¡Carbón!»
Edición dislexia «¡Carbón! ¡Carbón!»
Enviar a Kindle «¡Carbón! ¡Carbón!»
Enviar a Pocketbook «¡Carbón! ¡Carbón!»
Regalar ebook «¡Carbón! ¡Carbón!»
Edición física «¡Carbón! ¡Carbón!»
Denunciar libro «¡Carbón! ¡Carbón!»
Poco tiempo estuvo así; un viento enorme erizóle los cabellos, le sacudió el corazón y le heló la sangre. Se levantó en pie; estaba solo. La luz creía, era cada vez más intensa. El ancho campo se iluminaba, las medias tintas se borraban, las sombras convertían se en medias tintas, para borrarse luego, y los colores todos iban desapareciendo. Fueron borrándose de ante su vista los objetos; el mundo todo se teñía de purísimo blanco, y pronto dejó de ver todo y solo vio un inmenso espacio blanco de plata, blanquísimo. La luz crecía y seguía creciendo; tanto creció, que parecía todo un inmenso sol a dos dedos de distancia. Los ojos de mi hombre se cegaron, y vióse sumido en las eternas e insondable tinieblas. Cesaron los rumores todos, los últimos cantos lejanos se apagaron, apagóse el fuego sagrado y quedó como único remanente de la nada, la nada, y él, que, siendo nada, la contemplaba.
Entonces se sintió crecer; su cabeza tocaba al cenit, y se hundían sus pies como raíces en los hondos senos del espacio. Seguía creciendo hasta que perdió conciencia de su magnitud, y se sintió grande, envuelto todo en la magnitud de sí mismo.
2 págs. / 3 minutos.
331 visitas.
Publicado el 22 de mayo de 2021 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «¡Carbón! ¡Carbón!» es necesario identificarse en textos.info.
142 libros publicados.