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Edición física «El Enfermo Imaginario»
BELISA. —Vamos, vamos, cálmate.
ARGAN. —¡Y ha tenido la avilantez de decirme no estoy enfermo!
BELISA. —¡Qué impertinencia!
ARGAN. —Ya la Conoces, corazón mío.
BELISA. —Sí, entrañas; ha hecho muy mal.
ARGAN. —Esa pícara será la causa de mi muerte, amor mío.
BELISA. —¡Bah, bah!
ARGAN. —¡Por Su culpa tengo siempre el saco de la bilis rebosando!
BELISA. —No te enfurezcas de ese modo.
ARGAN. —Hace no sé el tiempo que te repito que le des la cuenta.
BELISA. —Por Dios, hijo mío; no hay sirviente que no tenga defectos, y muchas veces hay que soportarles lo malo en gracia de lo bueno. Esta es hábil, cuidadosa, diligente y, sobre todo, fiel. Ya sabes cuántas precauciones hay que tomar antes de admitir gente nueva. ¡Antonia!
ANTONIA. —Señora.
BELISA. —¿Por qué enojas a mi marido?
ANTONIA (Con acento dulce.) —¿Yo, señora? No me explico lo que decís, porque no vive una más que para dar gusto, en todo al señor.
57 págs. / 1 hora, 40 minutos.
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Publicado el 6 de octubre de 2016 por Edu Robsy.
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