No hay más información sobre el texto «Ego Te Absolvo».
No hay más información sobre el texto «Ego Te Absolvo».
Leer en línea «Ego Te Absolvo»
Descargar PDF «Ego Te Absolvo»
Descargar ePub «Ego Te Absolvo»
Descargar Kindle «Ego Te Absolvo»
Edición dislexia «Ego Te Absolvo»
Enviar a Kindle «Ego Te Absolvo»
Enviar a Pocketbook «Ego Te Absolvo»
Regalar ebook «Ego Te Absolvo»
Edición física «Ego Te Absolvo»
Denunciar libro «Ego Te Absolvo»
Por eso, cuando un soldado de Concha cae entre sus manos, ¡infeliz de él!, paga por los demás, por los que se escurren.
—Hermano, hay que morir —le dicen, apoyándole contra una roca.
El hombre inicia el signo de la cruz, y no bien desciende su mano en un amén más lento, los fusiles, alineados a diez pasos de su pecho, vomitan la muerte.
La víctima se desploma como un guiñapo y no se vuelve a hablar de la cosa.
Los buitres de los Pirineos hacen lo demás.
Si el cura de Miralles, un hombrecillo rechoncho y encorvado, de ojos semicerrados, con la sotana arremangada, pasa junto a los guerrilleros, se cuelga su fusil al hombro y absuelve o bendice al moribundo con gesto rápido.
A veces, sin separar sus ojos del catalejo marino que le sirve para escudriñar rocas o encinares, confiesa al prisionero.
¡Un general es responsable de la vida de sus tropas, qué diantre!
Liberal, pero, eso sí, católico, el prisionero no parece sorprendido del extraño doble oficio del sacerdote soldado.
3 págs. / 5 minutos.
398 visitas.
Publicado el 21 de mayo de 2016 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «Ego Te Absolvo» es necesario identificarse en textos.info.
31 libros publicados.