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Teatro


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47 págs. / 1 hora, 23 minutos / 384 KB.
19 de junio de 2018.


Fragmento de Un Pastoral Albergue

Rold.
No coloquios del tálamo afeminan
Mi corazon gentil, mi heroico pecho,
Que estos ojos son montes que fulminan
Rayos de horror que en mi furor se han hecho,
Y aunque en los de Doñalda se iluminan,
Y en ellos vivo alegre y satisfecho,
No aniquilan mi sér sus ojos bellos,
Que ántes me ofrece espíritus en ellos.
Y si tú, don Reinaldos, bastas solo
Para oprimir la bárbara arrogancia,
Como del cielo es la deidad Apolo,
Ya sabes que soy yo el valor de Francia,
Á mi voz gime el mar y tiembla el polo,
Y esto en Roldan no es bárbara arrogancia,
Pues ya visto me habeis en paz y en guerra
Echar de un puntapié hasta el sol la tierra.
Y así para que el campo de Agramante,
Desbaratado al mar en tropas vuelva,
Una voz mia sobra, que es bastante,
Para que en polvo y nada se resuelva;
Yo haré que ese bellísimo diamante,
Que hoy con sus pinos se traduce en selva,
Desatado en las leyes de su orilla,
Átomos le dé al sol, astilla á astilla.
Y esto todo ha de ser con tanta priesa,
Que deshecho y vencido el africano,
Sin que el tálamo deje la Condesa,
He de volver á merecer su mano;
Éste es valor y cólera francesa,
Éste esfuerzo gentil y honor cristiano,
Ésta es lealtad que á las demas contrasta,
Y ésta es accion de don Roldan, que basta.
Perdonad, dulce esposa, que ya vuelvo,
Que sólo voy á echar de Francia al moro,
Que á empresa tan gloriosa me resuelvo,
Sólo porque os estimo y os adoro;
En vuestras perlas mi valor envuelvo,
Que esfuerzo le infundís con vuestro lloro,
Y una lágrima sólo hará en mi pecho
Más que la sangre ni el furor han hecho.
Vos, supremo señor, pues me adelanto,
Puesto que don Reinaldos tanto vale,
Dulce y tranquila paz gozad en tanto,
Que en mí todo el poder de Francia sale;
Que porque como el sol despues del llanto,
Doñalda entre mis brazos se regale,
Voy de presto á expulsar sus gentes todas
Para volver á celebrar mis bodas.


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