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Edición física «El Signo Amarillo»
—Pero ¿qué relación tengo yo con el sueño? —pregunté.
—Usted… usted estaba en el ataúd, pero no estaba muerto.
—¿En el ataúd?
—Sí.
—¿Cómo lo sabes? ¿Podías verme?
—No; sólo sabía que usted estaba allí.
—¿Habías comido Welsh rarebits o ensalada de langosta? —empecé yo riéndome, pero la chica me interrumpió con un grito de espanto.
—¡Vaya! ¿Qué sucede? —pregunté al verla retroceder de la ventana.
—El… el hombre de abajo del atrio de la iglesia… es el que conducía la carroza fúnebre.
—Tonterías —dije, pero los ojos de Tessie estaban agrandados por el terror. Me acerqué a la ventana y miré. El hombre había desaparecido—. Vamos, Tessie —la animé—, no seas tonta. Has posado demasiado; estás nerviosa.
—¿Cree que podría olvidar esa cara? —murmuró—. Tres veces vi pasar la carroza fúnebre bajo mi ventana, y tres veces el cochero se volvió y me miró. Oh, su cara era tan blanca y… ¿blanca? Parecía un muerto… como si hubiera muerto mucho tiempo atrás.
23 págs. / 40 minutos.
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Publicado el 3 de enero de 2017 por Edu Robsy.
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