Libro gratis: El Ídolo de Bronce
de Robert E. Howard

«Se dice que adoran a esa serpiente, y les he visto llevar a cabo extraños rituales frente a ella, pero no es el símbolo del Amo Tenebroso al que adoran; ese es Melek Taus, el pavo real de bronce, en el cual, según cuenta su leyenda, penetró hace mucho tiempo el mismísimo Shaitán. Durante meses, viví en Sheikh-Adi. Se trata de un extraño lugar, habitado por gente extraña. Todas las ideas y principios que a nosotros nos parecen correctos, poseen allí un valor inverso. Tanto la Luz como los Señores de la Luz les resultan abominables, pues tanto el Mal como los dioses de las tinieblas son, para ellos, amigos y maestros. Un yezidee no pronuncia jamás el nombre de Shaitán; así se ordena en el Libro Negro de su credo, un pergamino dictado tiempo atrás por Shaitán a Sheikh-Adi, fundador del culto. Si uno pronuncia el nombre de Shaitán ante un yezidee, este deberá matarte, y, si fracasa en su intento, deberá matarse a sí mismo.

«Uno no debe lucir vestimentas o adornos azules, pues el azul es un color que a Saithán le resulta repulsivo. Y así sucesivamente. No obstante, uno puede hablar libremente de Melek Taus, dado que tal es el nombre con que Shaitán permite que sus devotos se dirijan a él. En cuanto a las Siete Torres del mal, no sabría decirte, aunque he visto una de ellas. Se trata de una torre alta, blanca y esbelta, que se eleva por encima del resto de la ciudad, y, cuando el sol la ilumina, emite largos haces de luz en todas las direcciones. Pero tan solo son los reflejos del sol sobre una gran bola de oro que hay en lo alto de la torre, y no dudo que los yezidee la empleen también a la manera de una torre de señales.