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Edición física «Huracán Negro»
Se detuvo en seco. Había otras dos personas en la estancia. Una de ellas era Lem Richards, el juez de paz, un hombre de reducida estatura, estólido y poco imaginativo, que permanecía sentado junto a la chimenea, mascando tabaco plácidamente.
La otra era una muchacha, y su visión provocó una especie de corriente eléctrica en el cuerpo de Emmett Glanton, que, de repente, fue consciente de sus propias manos encallecidas, su camisa de faena y sus botas ajadas. La joven era como un hálito de perfume procedente del mundo de las fiestas, las luces brillantes y los trajes de gala… algo que casi había olvidado, en su empeño por labrarse una fortuna en aquella tierra primitiva.
Su figura joven y flexible se apreciaba con claridad bajo su abrigo, sobrio pero de buena factura. Sus encantos marearon a Glanton al primer vistazo; entonces volvió a mirarla y quedó decepcionado. Pues mostraba un rostro tan blanco y frío como el de una estatua de mármol, y sus ojos dilatados le observaban como si una serpiente acabara de entrar por la puerta.
31 págs. / 55 minutos.
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Publicado el 12 de julio de 2018 por Edu Robsy.
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