No hay más información sobre el texto «Puños del Desierto».
No hay más información sobre el texto «Puños del Desierto».
Edición física «Puños del Desierto»
Harrigan se levantó para el tercer asalto, corto de aliento. Karnes se lanzó al ataqué y le largó el puño derecho como si fuera un martillo. Harrigan estaba demasiado agotado como para esquivarlo, demasiado dolido como para preocuparse. El guante sólo le rozó la mandíbula, pero bastó. Harrigan se fue a la lona, como había hecho en sus cuatro últimos combates, y el árbitro levantó el brazo de Kírby Karnes. Los espectadores lanzaron abucheos y aclamaciones —abucheos porque sabían que el viejo Joe Harrigan estaba acabado, y aclamaciones porque, después de todo, Kirby Karnes había hecho lo que debía hacer y porque conocía su oficio.
—¡Magnífico, Kirby! —cacareó Lyman cubriendo con un albornoz los hombros de su pupilo—. ¡Te lo dije! Lucha como siempre. ¡Encaja todo lo que echen, agótalos y derríbalos! No necesitas boxear. Nadie puede noquearte.
Mientras la multitud se dirigía hacia la salida, un forofo del boxeo le dio a otro un codazo y señaló al hombre esbelto y de sienes plateadas que abandonaba la sala.
35 págs. / 1 hora, 1 minuto.
31 visitas.
Publicado el 22 de julio de 2018 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «Puños del Desierto» es necesario identificarse en textos.info.
114 libros publicados.