La acción se centra en una oficina portuaria, en la que los oficinistas, agobiados por la labor rutinaria que desempeñan desde hace años, comienzan a soñar con un futuro viaje a una isla desierta, donde creen que podrán liberarse de todas las penurias que sufren debido a su vida monótona de ciudad. Aparece un mulato, el cadete de la oficina, y les cuenta de los lugares ensoñadores que recorrió por el mundo y que logró conocer un lugar ideal que es la antítesis del mundo repetitivo de la ciudad. El entusiasmo por el viaje va creciendo poco a poco hasta llegar a un clima de furor.
La temática de la obra es la de «los sueños desatados». Frente a un espacio opresor, que ha ido consumiendo a los hombres de la oficina, surge la necesidad de rebelarse y de buscar un lugar donde no haya jueces, ni cobradores de impuestos, ni divorcios, ni guardianes de plaza. Hay una búsqueda desesperada de libertad.