Esta edición especial del ebook gratuito del libro de Rubén Darío «Letras» utiliza la fuente OpenDyslexic, que mejora la experiencia de lectura por parte de personas que padecen de dislexia. Esta edición se puede leer desde cualquier dispositivo: ordenadores, tablets y smartphones. También permite su impresión en papel para disponer de una edición física.
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Crítica.
117 págs. / 3 horas, 26 minutos / 433 KB.
25 de julio de 2016.
Andrés.—Por el contrario, yo siento una sensación de fuerzas nuevas, alegres, un vehemente anhelo de conquistar el aplauso de esos hombres y el amor de esas mujeres; de erigirme un pedestal con las cabezas erguidas bajo las plumas o las sedas de los sombreros caros, y me digo cada vez: «París, tú serás mío».
Marcelo.—Ilusión.
Andrés.—París es inconquistable, indomable; olvida en la noche sus amores del alba. Es inútil empeño querer aprisionar el agua en el puño. Es en las tierras de América, que nuestros padres han regado con sangre, donde hemos de realizar la acción de nuestros sueños. A París viene todo el oro de nuestras minas, en monedas y en pensamientos; y a los que llegan fuertes, jóvenes, sanos, con la primavera en el alma, París los devuelve enfermos, viejos, rotos. Café de la Paix, Americain, Maxim’s, cocotas, sombreros, sonrisas, grupas. Marcelo ha de sentir el influjo, la atracción, y después de una noche blanca, después de una borrachera, ha de exclamar al ir en el frío de una madrugada parisiense: «Me envuelve la ola, me desarraiga, me arrastra, en el torrente, voy aguas abajo... Este cielo es un trapo sucio y no hay sol, no hay sol... el sol». Ciertamente, en París no sólo hay grupas y sonrisas de venta, y cafés alegres. Mas, entre todos los que vienen, nadie prefiere Madame Curie a Mademoiselle Liane de Pougy. Y París, sobre todo, es mujer. Es la hembra. Y Cestero se va al Congreso de La Haya y luego partirá para Santo Domingo, a pelear quizá con los revolucionarios. Pero donde, por dentro y por fuera, tendrá el sol. Su sol.