COTUFAS EN EL GOLFO

Santiago Fernandez Puche


Poesía



 

 

COTUFAS EN EL GOLFO

Mayo, 2005

 

Santiago Fernández Puche

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

SALUTACIÓN

 

La puerta entreabierta, cerrada la ventana

Para no ver el mundo o es que por la oscura

Habitación de todas las soledades con vana

Intención de huir se consume la locura

Para el gusano verde que come mi manzana.

 

Fue para mí el amor un barco azul marino

Allí donde las olas hacen crestas y espumas;

Ya encallado asoma su pueril quilla. Divino

Resto de los ojos de buey y de sus brumas

Es esta estancia entreabierta donde me inclino

Para besar el frío en esos pies helados

De la melancolía. Dime tú, que conoces

Al hombre como todos estos hombres calados

Que se asoman por un caudal de calladas voces

De esas humanidades y toda suerte de pesados

Instrumentos de odio, ¿acaso tú me conoces?

Lejos de los simples oficios del escribano,

Usando el instante del día para ganar

El pan de todos los versos sin precio, ¿tu mano,

Asidero mortal del que salió a buscar

La conciencia, es acaso asidero humano?

 

De puertas cerradas y amores perdidos, suelo

Pintar las hojas inmaculadas y escribir

Paredes que oscurecen de invisible duelo.

Apréstate, pues, a borrar la letra y vivir

Si acaso levantásemos un suntuoso vuelo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

POEMAS MÁGICOS Y OSCUROS

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1

Dejé la barca varada

En el fondo de tus ojos

La media noche pasada.

 

Gozamos, y llegó el alba.

Y trenzada me pediste,

Me pediste que quedara.

 

Regalarte quise el alma

Al bajar a los caminos,

Caminos de madrugada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2

De escasas primaveras

Fulgor y manantial de vida eres

Allí donde sonaron las primeras

E inusitadas notas

De la más eterna y sublime noche.

Y, porque así derrotas

El creador ingenio con tus placeres,

Construyo mis quimeras

En trajín y derroche

De fantasmales fieras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3

En la hierba se quedó

El corazón abrazado

Cuando nos fuimos los dos.

 

En tus ojos se quedaron

Las estrellas de la noche

Cuando el camino tomamos.

 

Mas, tengo yo lo mejor:

La dulzura de tus besos,

La pureza de tu amor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4

ROMANCE DE LA PIEL Y DE LA LUNA

 

Hoy quisiera que la luna

Se posase en mi ventana,

Me cogiese de la mano,

Me llevase hasta tu cama,

Nos abriese el paraíso

De la luz y de la calma,

De los hijos del amor,

De los cuerpos que se abrazan.

Donde habita la pasión,

Donde nace la esperanza.

 

Hoy quisiera que la luna

En sus brazos me llevara,

Que con ternura de madre

En los tuyos me dejara,

Y me cogieses muy fuerte

Para que no me escapara

Arrastrado por el sueño

En el que aún te guardara.

Con la fuerza de un sansón,

Con el poder de tu magia.

 

Y, por querer, yo quisiera

Quitarme el nudo del alma,

Desnudándome la piel

Bajo tu piel desnudada,

Sentir que tiemblan tus senos

En la íntima batalla

De los cuerpos que se tocan,

De los cuerpos que se aman.

Y cantarte una canción,

Y decirte “hasta mañana”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

5

Mónica.

Amor y sueño.

 

Piel y labios, corazón caliente

Y dulce aroma de primavera.

De todas las mujeres amadas

Ya he olvidado  la primera.

 

En tus brazos y en tu vientre, pleno

Mi destino se fortalece y siembra.

De todas las mujeres amadas

Me pregunto quién fue la primera.

 

Siembra gloria, siembra estirpe, siembra

Feliz mi agradecida tierra.

De todas las mujeres amadas

Acaso seas tú la primera.

 

Mónica.

Amor y sueño.

 

 

 

 

6

LA PASIÓN

 

Despacio te quitaría

Los vestidos que te afean

Dejándote libre y suelta.

 

Despacio, casi sin prisa,

De mi piel te vestiría

Navegando en tus caderas.

 

Despacio te gozaría

Si la carne despertase

Y rompiese las cadenas.

 

Los grilletes del dolor

De impotente desconsuelo

Que son hijos de la pena.

 

 

 

 

 

 

 

7

LO OCULTO

 

Si, oculta por el juego del amor, la verdad

Nos descubriese conmovida cosechando certidumbres

En la segura inteligencia del existir completo.

Si, humillado por el beso apasionado, el dolor triunfara:

Que es miedo de despegar los labios

Y terror de olvidar el rumbo de los ojos

Que al corazón guían y guardan.

Si, latiendo bajo la piel que acariciamos,

Desnuda el alma aguardara,

Frente a frente consigo misma,

A su reflejo enfrentada.

Si, enmudecido el goce de nuestro sexo,

Los cuerpos enmudecieran

Dejando la verdad del amor erguida en medio.

¡Oh, compañera deseada!

Dioses de plenitud ya consagrados

Engendraríamos vida y sangre

Superando nuestro destino en otra mirada

Más allá del torpe afán

Que satisface el instinto y la razón glorifica.

 

 

 

8

AMANTES

 

Cuerpos extraviados con fiebre en el sentido,

Sumiendo su delirio de intensas apetencias

En la serena dicha del corazón cumplido,

Buscan celestial milagro de correspondencias.

 

A los dioses se igualan bajo tal sentimiento,

Infantil alegría de olvidar lo debido

Y acordada voluntad de inicial movimiento

En crepuscular goce de armónico latido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

9

ÚNICOS TEMORES

 

Sólo temo al olvido, definitiva prueba

De lo que el alma quiso y la razón no retuvo.

Sólo no saber más que del instinto cumplido

Que ciega durante el día e ilumina en la noche.

Sólo al dolor cuando te robo la intimidad,

Cansado por el anhelado goce del cuerpo.

Sólo al ojo sombrío y al penar sin consuelo

Prestos a ocupar tu espíritu sin previo aviso.

Sólo mi torpeza cuando descubrirte quiero

Recónditos parajes donde nos entendamos.

Sólo la herida que cicatrizando distancia

Al cruel verdugo y a la víctima desdeñada.

Y por temer, a todo aquello que esconde magia

Temo, pues algo me dice que es a nuestra costa.

 

 

 

 

 

 

 

 

10

AFANES

 

Todo es afán por saber de ti.

Si no me entiendes

Me desnudaré

Para ejercer el sublime espectáculo de la locura

Donde habita el circo

Y nacen los poetas proscritos

Y se consuelan…

 

Todo es afán de tenerte.

Pues fuiste casi mía si lloraba en tu pecho

Como un niño

Violento

Humillado por el supuesto desprecio

De no ser amado

Cuando la ternura es el alimento.

 

Todo es afán por vencerme.

Lucha sin cuartel

Al peligrar la fantasía

Si se duerme en fantasmal escena

El beso de los cuerpos

Indiferentes, estériles, irredentos…

 

 

11

SEXO LÍQUIDO, UNIVERSO DE LICOR

 

La tarde gris, consumida y decrépita, se quitó la ropa con aire de niña pérfida.

Los cuerpos, entre sábanas inmaculadas, buscaban a dios

Derramando secretos aromas allí donde el sexo envanece las almas que son dios.

Naufragamos entre ardientes suspiros en un océano de saliva y de sombras.

Hubo un instante en cada instante

Y tus caderas eternizaron en sensual pretexto

Las imágenes desnudas de los alientos completos.

Fueron mis labios una lengua inquieta y mi sexo era una llama presa.

Tus pechos, estrellas errantes en febril diálogo con mi desbocado latido.

Ya estaba dentro. El primer viaje sobre el cielo.

Luego viajé de nuevo y tú me seguiste.

Llegamos juntos donde sólo se ama.

Cayeron las sombras. Entonces la carne se retorció y nos entendimos.

Fuimos un único sentido sin hacernos lazo,

Descubrí que el cuerpo está envuelto por el espíritu y…

Encontramos a dios.

 

Las miradas se cruzaron con brillo de goces sobrehumanos

Antes de fumarnos el último cigarrillo.

 

 

12

Es tu cuerpo

Corazón inmenso

Cada vez que entro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

13

MUJER

 

Sé que te disfrazas en bondadosos espejos

Donde con gracia reflejas instintos que ríen,

Así superas el abundante sufrimiento

Que proporciona la vida con su abismal tedio.

Que buscas al hombre con necesitada urgencia

En febril anhelo de domésticos placeres;

Persiguiendo su estrella al final la atrapas

Entre gentiles juegos de amor que tú dominas.

Yo temo que no comprendas al niño escondido

Detrás de la entrañable figura de guerrero,

Ni el abismo en el que se sumerge su espíritu

Pleno de turbulencias y remansos indómitos.

Y aunque así fuera tu naturaleza te obliga

A solazar el genio que la virtud engendra

Cuando tu igual vence en la lucha y se redime,

Siendo su causa la añoranza de tu vientre.

 

 

 

 

 

 

14

MURMURACIONES DE LOS DESPRECIADORES DEL POETA

 

Mirad volar aquel pájaro multicolor

Dibujando profundos abismos por encima

De aquello que consideramos en alta estima.

 

Puede que aún no sepa del humano dolor

Ese extraño personaje que busca la rima,

Único trabajo que lo trasciende y anima.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

15

LA CIUDAD

 

En tu regazo duermo con pueril inocencia

Soñando íntimas promesas de nuevos días,

Así mis ojos avanzan en despertar sublime

En larga noche de imaginada redención.

 

Oh, perseverante madre de ternura henchida,

Mágicos frutos regalas en preñez constante.

Y, siendo tu devenir veloz huella de siglos,

Imágenes rezumas de sencillez altiva.

 

Son tus brazos asfalto donde la piel respira

Y en tu cuerpo de mujer orgullosa gozamos,

Aunque no disfracemos lamentos de ansiedad

Ni paranoicos fines de consagración última.

 

En tu amanecer he visto rayos como espadas

Sembrando huertas heridas por la polución,

Y peces asfixiados bajo puentes letales

Allí donde la historia cimentó su discurso.

 

Eres protagonista y en tu región imperas,

Nebulosa gigante que al poderoso miras.

Pues fue tu fortaleza la razón de la sangre

Vertida en tiempos de emperadores latinos.

 

Amar es motivo de tu romántica gesta,

Hospitalaria casa en la que el oro abunda

Y es la llave de los que por ti se precipitan

En inevitable consumo de cuerpo y alma.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

16

BABEL

 

En un universo de miradas inocentes

Arrastra todo hombre su doble naturaleza.

Es la propia noble y digna, la otra adquirida

Que le obliga en terrible peso a desconocerse.

 

Todos necesitan correspondencia y prestigio

Si observas atento el modo en que miden su dicha,

Exigiendo deberes reconocen derechos

Y ésta es la panacea de un orden supremo.

 

El divino murió resucitando las leyes,

Sucumbió el arte frente al poder del dinero.

Hoy ya pocas esencias quedan por corromper

Después de haber estudiado milenios de tedio.

 

En áreas ignotas nuestro cerebro se agolpa

Con febril anhelo de verídicas razones,

Rastreando motivos para saciar apetitos

Nada cuenta el prójimo en particular trabajo.

 

Mil lenguajes hablan sobre ciudades gigantes

Eléctricas ondas con bandera de progreso,

El consumo nos descubre su celestial música

Donde hallamos ídolos para imitar su imagen.

 

Enfrentado, el guerrero conoce su muerte

Y sabe de la lucha pues gracias a ella existe.

Todo se torna en devenir y azar imprevisto

Al poner nuestras armas al servicio del saber.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

17

Cuando un dios nace

No quiere madre

Sino cuerpos desnudos.

Luego vive…

Y las estrellas portan su lucidez

Y ésta es su dicha

Y su salud es su fuerza

Y el amor es la fuerza.

Lejos de las almas vulgares

Construye su casa.

 

Antes de morir

Sabe que nada es pleno.

Antes de morir

Sabe que todo muere.

 

Y la fábula de su permanencia

Sólo fue un ejercicio

Y un problema irresoluto.

 

 

 

 

 

18

Hay luz pues hay espejo.

Imagen reflejada es noción adquirida.

Amor que mi propia imagen cobras:

Estás hecho a mi medida.

 

Tengo sueños y la luna lo sabe.

El médico del alma por la noche sube

Y hablamos…

 

Amor. Piel que tuve.

Aunque ya yo jamás hablase a las estrellas…,

En mis ojos asoma una lágrima por tu recuerdo.

 

Hay amor eterno.

Yo lo conozco. Lleva nombre de magia…

Tan poco que nada parece,

Tanto que mi vida consagro.

Algo que sólo te cuento a ti

Que me entiendes…

 

Amor de ansias de libertad

Y de vuelos enamorados…

 

 

 

19

Por ser dardo,

El primer obstáculo,

Frenó mi trayecto.

 

Por ser globo,

El primer techo,

Fue mi techo.

 

Por ser piedra,

Una mano diestra

Me alejó de mí.

 

Dardo, globo, piedra…

Sólo una brizna:

Ni más, ni menos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL AMOR O LA SALVACIÓN

 

 

La venida de la Palabra al mundo agudiza el antagonismo

entre la vida falsa, que es muerte, y la vida verdadera, que es amor.

 

ADALBERT HAMMAN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1

 

DIVINO ALIMENTO HUMANO

 

Todo se pierde en el mortal vacío

En que los abismos nos separan

Como sombras del cuerpo

Que alimentó mis ansias.

 

Y en la búsqueda infinita

Persigo tu pan y tu leche

Sin comensal que me redima

Del apetito de tu vientre.

 

Tengo hambre y es hambre perenne

Del intenso goce con que sustento

El divino milagro de conocerte

En el preciso instante de tu beso.

 

¡Ven a mí, te lo suplico!

Me sobran

Los libres vuelos del corazón

Si no puedo consumar la dulce semiótica

Sin ti irrecuperable,

La eterna voluntad de lenguaje.

 

 

2

 

NOSTALGIA

 

Labios

Que en un tiempo fueron amados

Y hoy me despiertan sobre la piel

Llagas abandonadas

Con frenética lengua de susurros y lamentos

Por haber hecho maldito silencio.

 

Ojos

Que un día ensimismados

Me miraron y se vieron

Reflejados.

Hoy son espejados fuegos

Que los sueños me devoran

Por donde la sangre celebraba

Su asfixia.

 

Sexo,

Que tuyo y mío

En imágenes de la luna parida

Gozaron

La última palabra

En el dulce encuentro del secreto desvelado.

Hoy,

Su cuerpo no resucita

Noches de gloria.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3

 

AMOR EN PASCUA

 

Su espíritu y Su luz

Descendieron sobre nosotros por no dejarnos

Huérfanos de Él

Por los siglos de los siglos.

 

Supremo Hacedor

Del Bien y del Mal

En gólgota sacralizado la sangre derramada

Fue vid y fueron ácimos

La comunión de las almas.

 

Pasión y Resurrección,

La cruz que pesa sobre tus hombros

Simbolizó el desprecio de la fe perdida.

 

Si nuestros cuerpos habrán de vencerse al polvo,

La herida

Por su gracia consagrada

Hoy nos obliga a ser Uno.

 

Allegados al encuentro

Con la vida y la muerte hacia Emaús

Siempre juntos

Caminaremos

Y que jamás sea en el Amor

Más el siervo que su dueño.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4

 

DE DONDE BEBEMOS

 

De donde bebo

Sin sosiego de dignidades.

Lengua divina

Malentendida de proscritos

Mancillada

En cada explosión de ira.

 

Por donde bebo y bebes,

Fuente de la sangre carente,

Yo te hablo y tú me hablas

A veces sin mediar palabra,

Tan sólo con los goces

De la ternura más honda.

 

De donde bebemos

Complicidad de cuerpos

Sin saberlo

Ni buscarlo,

Tan lejos de la vida consumida…

 

 

5

 

MISTERIOSO, SEXUADO

 

Después de la batalla los cuerpos yacentes

Bebían la luna a través del silencio

 

Y cual si los códigos se olvidasen

Quisieron ser murmullo de intimidades

En cada conciencia.

En la pasión usaron de lo más presente,

Común a los cuerpos;

Lo propio sumergido

Ahora pedía lisonjas con sed de orgullo

Por el goce escarmentado.

Suspirándose

Dijeron mucho bien

Bajo la complaciente sábana que blanquea

Su pecado.

Pareció que se entendían

Y fue milagro.

 

Dioses creídos

De su inocencia recompensados

Eligieron lo evidente

Y se amaron…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sangre para Cronos

 

Palabra de Horror

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

I

Pobres hombres

En pos de sus sombras.

Desconocidos por sus obras,

Asombrados,

Mezquinos que dicen

Que dijo y desdicen lo dicho.

Mienten y desmienten,

Destruyen para construir,

Destrozan para arreglar.

Pobres hombres,

Que prefieren las sombras,

Y se asombran.

Pobres de espíritu

Y ricos de tecnologías.

Pobres, los hombres,

Carne de ciudad,

Sexo, alcohol y drogas.

Especuladores y dogmáticos,

Los hombres pobres

Que empobrecieron

La palabra.

 

 

 

II

El tono de las cosas,

Ahí fuera,

Es el de la Navidad.

Amenazante y decorativa.

Los católicos blasfeman

Contra la sociedad de consumo

Pero aman el bienestar

De la burguesía dominante

Sobre todas las cosas.

Además,

Esa medio sonrisa de los pagados

De sí mimos

Los delata:

Iluminarían cada portal,

Pondrían un belén en cada esquina.

Para el resto

La Navidad viene

A comernos la moral,

A recordarnos la injusticia

Y la ausencia que dejaron nuestros

Muertos.

La Navidad quiere iluminar

Este tiempo oscuro

Alargando las sombras de la caverna.

 

III

Vendrá, dulce,

A liberar mi espíritu.

Desatará, y yo

Impaciente, desasosegado,

Todos los nudos

De la soledad,

La enfermedad,

La tristeza

Y la desolación.

La llamaré de puerta

En puerta

De la incomunicación

Y el hastío.

Pero vendrá cuando ella quiera.

Con el máximo poder,

Con la mirada abierta

Del que camina seguro,

Para compartir conmigo

La certeza absoluta

Durante breves instantes

De armonía eterna.

 

 

IV

Tantos poetas

Mareando la perdiz

Cuando solo era cuestión

De entender

Que hombre y mujer

Son dos esferas

Inarmónicas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

V

Un hombre tiembla

Al pie de una patera.

Un hombre ama

A otro como él

Pero es pecado

Y ansía un cuerpo.

Una mujer guarda un billete

En el liguero

Con la esperanza

De recomponer los trozos de su carne rota

Cualquier año nuevo de estos.

Unos niños buscan

Con ansia comida o juguetes

En cualquier muladar del mundo.

Un joven se pregunta

Si curará su angustia

Cuando tenga su propia vida.

Un ramillete de hombres

Prepara otra guerra

Para defender su poder y su riqueza.

Y todos tienen miedo

De la muerte

Y el aburrimiento.

Feliz Navidad, pues.

 

VI

Me declaro hermano del que escribe

Y sufre.

Del que vive en un lugar del mundo

Donde también

Tengo yo mi casa.

Hermano soy del que piensa

Y usa la palabra

Para abrir su conciencia de las cosas,

De todas las cosas.

No es la sangre, no,

Aquello que me hermana.

Tan sólo un deseo inconmensurable

De llegar al conocimiento

A través del lenguaje.

¡Hermano! Donde estés,

A ti me dirijo, para hablar contigo.

En este diálogo que no mira

El éxito ni teme al fracaso.

Lejos del dinero, de la fama, del

Compromiso.

A ti, ciudadano del mundo,

Que abres tu herida

Con un verso irrenunciable,

Aparentemente inútil…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VII

En el origen fue la palabra.

Después vino la catástrofe

Humana.

El colofón del misterio  y la magia.

Sin embargo,

Nos queda la salvación.

Vendrá el mesías del conocimiento

A librarnos del pecado de la fe,

De la soberbia de la fe,

De la injusticia de la fe.

Y ya humildes y alegres,

Con la conciencia de la ciencia

Como única supervivencia,

Con la vivencia

De lo demostrable y de su avance

Como única medida de todas

Las cosas,

Por fin seremos lo que realmente somos.

Que la alegría del descubrimiento

Compense la imposición del dogma

Por los siglos de los siglos,

Amén.

 

 

VIII

Dinero nuestro

Que estás en los bancos o en las cajas de ahorro

Santificada sea tu necesidad,

Hágase mucho

Aquí en la tierra para pasarse el día

Mirando al cielo,

Ten piedad de nosotros, los pobres,

Y perdona que no sepamos ganar más

Como también perdonamos

A los que lo ganan a nuestra costa.

El necesario para comer

Dánosle hoy,

No nos dejes caer en la tentación

De convertirnos en un “sin techo”

Y líbranos del mal

De no vivir tan sólo para quererte.

Amén.

 

 

 

 

 

 

 

Depredador

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A

Un diccionario mermado de palabras circula entre la muchedumbre.

La sangre del otro intoxica mis venas en esta aparatosa transfusión que resulta de querer comunicarse.

Tener mucho dinero puede ser suficiente para disfrutar de las pequeñas cosas.

¿Qué elegiré hoy para sentirme culpable?

No doy mi opinión porque jamás cambié el curso de un deseo.

Sólo somos cuando debemos defendernos de otro.

Repróchame que no te ame. A cambio prometo soportarte como tú me soportas.

Todas las creencias, aquello que es útil para sobrevivir, satisfacen una necesidad humana.

Y por fin llegamos al hastío.

Para combatir la imagen áspera de lo que parece que seamos, vamos, o venimos, ¿a dónde?, ¿de dónde?

No es la imaginación la que me hace infeliz. Es la tozudez de los días iguales a los días.

Para poder acompañaros en este viaje a ninguna parte he de enseñaros los dientes y morder a veces.

La calaña del bípedo requiere cierta dosis de poder.

Cada cual arrima el ascua a su sardina. ¿Qué argumentos me harán la opción más generosa?

No puedo amarte como a mí mismo. Me dirías que no te quiero lo suficiente y te alejarías.

Yo mismo me quiero abandonar y no puedo.

He engañado a todos mis instintos, pero el desprecio los hizo más fuertes.

De todas las certidumbres, la náusea es la más nítida.

Para tratar con mano izquierda las debilidades se inventaron los amigos.

Al final del túnel estás tú esperándote a ti mismo.

Uno tiene que pensar que algo o alguien es el responsable de sus males.

Cuanto más cerca está el amor, el odio más cerca está.

¡Cuán inestables son las pulsiones del hombre más equilibrado!

La razón ya no nos libera. La fe no tiene sentido sin el temor de Dios.

No queráis entender. Sólo será otro espejismo. Cada causa tiene su efecto.

Despojaos del veneno. Amad el goce que no depende de los demás. El infierno son los otros.

Pisar el suelo de tu vecino acaba dejando mancha.

Lleva parabienes, presentes delicados, alaba su buen gusto.

Cólmale. Sin resquicios de desconfianza y muéstrate ante él como te plazca.

Dejarás una gran huella de temor en su suelo.

Al final, uno de los dos elegirá algo que no te agrada, utopía, y el sueño se desvanecerá.

Vive, cómplice lector, la vida que no quieres. Piensa que lo haces para poder pagar las facturas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

B

Sólo te puedo cantar así. Limitadamente, precariamente.

Vienen las palabras aleatoriamente, como ellas eligen.

Yo quiero expresarlo todo. Lo más posible. Que nada se quede, todo purgado.

Y ellas me asaltan. Eso es todo.

Antes, las desprecié. Hacía un nudo y lo tiraba.

Ahora las acojo con curiosidad y las cincelo según se muestran.

No son mías. Son del viento. De una voz que suena desconocida.

Yo sólo las garabateo. Así, tan irresponsable como libremente hago un libro.

El objeto, y yo, una ciencia por descubrir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

C

Lejos de aquí ha de existir una ciudad donde el pan y la paz reinen.

Quizá sea tan sólo un pequeño poblado de almas generosas.

Donde nadie gobierne ni rece en las iglesias.

Sí, ha de existir ese sitio en el que el hombre se conozca bien.

Un lugar sin moral, ni hábitos; sin plazos, sin horas, sin mercados.

Aquel paraíso donde no hay que hacer regalos.

Donde carecen de sentido las leyes, físicas, jurídicas, científicas todas.

Donde carecen de sentido las doctrinas y los dogmas.

Ha de existir un pequeño ramillete de seres accidentales

Que no creen en el destino,

Que no creen en el progreso,

Que no creen en el Hombre,

Que no creen…

Donde la esperanza no existe,

Donde el libre albedrío no existe,

Donde el amor al prójimo no existe.

Ha de haber un lugar en el mundo donde no se adora,

Donde no se atesora,

Donde no se compite,

Donde no se siguen líderes.

Sí, yo deseo pensar que existe un lugar sin deseos.

Un lugar que no es mejor. Sólo un lugar diferente con hombres diferentes.

Me iría mañana a vivir allí, si existiese ese lugar último del que partiría hacia ya ninguna parte.

La última prueba de que el único fin soy yo mismo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

D

Salir al cieno de la calle para asegurarse el garbanzo.

Madrugar y soportar el vaivén de los horarios.

Dar de beber a Cronos de nuestra sangre mermada.

La precisión del caos y de la incertidumbre.

Nos dijeron que todo lo que aprendiésemos nos ayudaría.

En este camino donde el uso de la inteligencia no nos lleva a ninguna parte.

Porque el fin no justifica los medios. Porque los medios se convierten en fines.

Vivir lo que quienes te pagan deciden que vivas.

Así, acostumbrados a la dependencia, a vivir de prestado.

Inútil caminar hacia la libertad.

Barro somos.

Nos moldean circunstancias para las que no nos prepararon.

Un continuo aprender a no morir y, al final, el horizonte que dibujamos de pequeños.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

E

Un deseo. Y, a partir de él, todo lo que nos habita inquieto hasta su logro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

F

Deformaciones, desequilibrios.

Heredamos la imperfección y la impureza.

Como el cínico busca la luz busco, a pleno sol, la verdad.

Si no es útil, no puede tener dividendos, ganancias, plusvalías…

Un verso es la congoja de quien perdió una ilusión.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

G

Comprender…

Este sinsentido, esta huida hacia delante. Imposible…

No juzgo. Soporto. Paciente…

Abro las manos y entrego los pétalos de mi ignorancia sacrificada.

Entre oquedades. Solo. Llego…

Encuentro la sinrazón, el desasosiego: mil guerras perdidas.

¿En qué dirección he de caminar?

El camino es el destino…

Entre arbustos, robledales, castaños y riachuelos oigo mi propio latido y creo formar parte de un extraño todo. Es la paz.

Si nuestros trabajos fuesen encaminados a la paz y no al lucro…

Los ojos del hombre son bizcos.

¿Hacia dónde miran ahora?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

H

La náusea. La risa. La ironía combate el dolor. Mi inteligencia, en su justa medida, decide el grado de mi frustración y fracaso.

La realidad es flexible, opinable.

Hacer esas cosas que nos gustan es el bálsamo de los anónimos.

No quiero hablar claro. Ya no.

Da lo mismo que no me entiendas, lector ideal.

¿Cuánto dinero has despilfarrado con tu borrachera literaria?

Puedo escribir mil cosas sin leer una sola palabra.

Dejo que los libros me susurren al oído.

Luego me río de todos ellos un poco.

Haz tú lo mismo, verás…

La realidad es flexible, opinable…

No eres nadie si no te pagan por opinar.

¡A la mierda todas las opiniones!

La realidad es flexible, opinable…

Pero existe de espaldas a tus opiniones.

 

 

 

 

 

 

 

 

I

¿Para qué escribir más de un verso?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

J

No te confundas, cómplice.

Esta poesía es basura.

No encuentro una forma asalariada de dedicarme a la poesía-basura, lo cual me permite escribir más basura que poesía.

De todos modos, si alguien encuentra este mensaje en una rara botella verde, que no se desconcierte.

¡Devuélvala al mar! ¡Castíguela con el olvido otros cien años!

¡No pierda la ocasión de ahorrarse un dinero!

¡Hágase comercial! ¡No, mejor pastor en el Norte de España!

¡Conduzca el rebaño con mucha psicología!

Cuando descubres el olor de este muladar

Todos los alimentos de la vida tienen ya para siempre un cierto regusto a basura.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

K

Como unos zapatos, casi siempre de otra talla, llevamos la razón calzada.

La parte más irracional que nos gobierna llega a oscuras, cuando estamos finalmente entregados, abandonados…

En ese terreno de nadie, donde nadie nos juzga, salen a deambular nuestros fantasmas.

Así los llamamos, porque nos asustan.

El escándalo del hombre consiste, no obstante, en tratar de ahuyentarlos con falsedad y artificio social.

¿Qué soy?

Acaso  no soy el producto de una mente libre, sin normas, independiente.

Cuando sueño, soy yo mismo.

El mundo que me circunda es el reflejo de lo que no puedo explicar en el mundo que me oprime.

Algunos vuelan para escapar del miedo.

Algunos sienten una gran pesadez y ven con espanto cómo en la vigilia son seres impotentes, frustrados.

Soñando, comprendemos lo incomprensible.

Y luego, nos bajamos de nuestro propio abismo.

Abrazamos a una mujer fea y de turbio espíritu.

Caminamos de su mano con una profunda náusea.

Vivir es morir. Soñar es vivir. Morir es despertar.

Así, despiertos, morimos nuestra vida y vivimos nuestra muerte.

Aún nos quedan las horas nocturnas para aferrarnos a nosotros mismos: vernos con imágenes torturadas, oírnos con lenguajes sincopados, sentirnos con emociones ajenas.

Llegará la noche y nos salvará del predominio de la razón. Entonces seremos lo que somos y no sabemos…

Esclavos de la razón cuando la luna nos delata.

Y todo uno y la misma cosa: el gran enigma de ser tú mismo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

L

Todos nuestros afanes conducen al vacío.

Es claro. Transparente. Con meridiana justicia la mente lo sabe.

Quizá por eso buscamos llenar…

Llenar la soledad don alguien.

Llenar la vanidad con alguien.

Llenar el orgullo contra alguien. Pues todo lo hacemos por alguien.

La muerte se anticipa en mil formas distintas.

Mira a tu alrededor.

Espera, con paciencia, ese momento…

En las cosas más pequeñas puede quedar reflejada,

Y tu latir derramándose entre los objetos fríos, indiferentes, ajenos…

Abraza, si puedes.

Es lo único que te alejará, por un rato, de la muerte.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

M

El hombre como lobo para el hombre.

La náusea de rozarse.

Mirar al enemigo: otro como tú.

Conozco tus temores: son los míos.

Pero no me compares contigo si buscas la gloria, presumir, dinero, sexo, lujos.

Si buscas engañar, utilizar, despistar, quedar bien…

No tengo camaradas. Lo reconozco. Hazlo tú también.

El halago es despreciable, al igual que la indiferencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

N

Todo parecía estar calmo.

La armonía mece y adormece.

En un instante la mezquindad nos sobresaltó.

La crueldad del lagarto invade cada resquicio de la mente.

Toda la náusea que nos causa el reptil es directamente proporcional a la alimaña que late dentro del corazón humano.

Imposible permanecer en paz aquí abajo, a la altura de la piedra y la serpiente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ñ

Jubilarse…

Vender la vieja armadura

Para comprar quietud.

Vivir ahora, no ayer,

No mañana…

Y dejar vivir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Epílogo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

UNO

 

Aunque anhela contemplar el espíritu

La paz en la penumbra,

Terco, tozudo, el sol

Ilumina la miseria del mundo.

¡Ven, oh luna misteriosa!

Engáñanos con tu luz azul.

Tal vez, por un instante,

En fugaz contacto con lo innombrable,

Inflames de orgullo nuestros pechos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DOS

 

En ocasiones no soy humano.

Paso entre los hombres como la brisa o el olvido;

No siento ataduras, dominios, esclavitudes.

Huyo alegre como un manantial puro

Cuya limpidez no oculta el fango

Sino que lo transluce:

Educación, moral, sólo superviviencia.

 

 

 


Publicado el 27 de febrero de 2023 por Santiago Fernández Puche.
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