COTUFAS EN EL GOLFO
Mayo, 2005
Santiago Fernández Puche
SALUTACIÓN
La puerta entreabierta, cerrada la ventana
Para no ver el mundo o es que por la oscura
Habitación de todas las soledades con vana
Intención de huir se consume la locura
Para el gusano verde que come mi manzana.
Fue para mí el amor un barco azul marino
Allí donde las olas hacen crestas y espumas;
Ya encallado asoma su pueril quilla. Divino
Resto de los ojos de buey y de sus brumas
Es esta estancia entreabierta donde me inclino
Para besar el frío en esos pies helados
De la melancolía. Dime tú, que conoces
Al hombre como todos estos hombres calados
Que se asoman por un caudal de calladas voces
De esas humanidades y toda suerte de pesados
Instrumentos de odio, ¿acaso tú me conoces?
Lejos de los simples oficios del escribano,
Usando el instante del día para ganar
El pan de todos los versos sin precio, ¿tu mano,
Asidero mortal del que salió a buscar
La conciencia, es acaso asidero humano?
De puertas cerradas y amores perdidos, suelo
Pintar las hojas inmaculadas y escribir
Paredes que oscurecen de invisible duelo.
Apréstate, pues, a borrar la letra y vivir
Si acaso levantásemos un suntuoso vuelo.
POEMAS MÁGICOS Y OSCUROS
1
Dejé la barca varada
En el fondo de tus ojos
La media noche pasada.
Gozamos, y llegó el alba.
Y trenzada me pediste,
Me pediste que quedara.
Regalarte quise el alma
Al bajar a los caminos,
Caminos de madrugada.
2
De escasas primaveras
Fulgor y manantial de vida eres
Allí donde sonaron las primeras
E inusitadas notas
De la más eterna y sublime noche.
Y, porque así derrotas
El creador ingenio con tus placeres,
Construyo mis quimeras
En trajín y derroche
De fantasmales fieras.
3
En la hierba se quedó
El corazón abrazado
Cuando nos fuimos los dos.
En tus ojos se quedaron
Las estrellas de la noche
Cuando el camino tomamos.
Mas, tengo yo lo mejor:
La dulzura de tus besos,
La pureza de tu amor.
4
ROMANCE DE LA PIEL Y DE LA LUNA
Hoy quisiera que la luna
Se posase en mi ventana,
Me cogiese de la mano,
Me llevase hasta tu cama,
Nos abriese el paraíso
De la luz y de la calma,
De los hijos del amor,
De los cuerpos que se abrazan.
Donde habita la pasión,
Donde nace la esperanza.
Hoy quisiera que la luna
En sus brazos me llevara,
Que con ternura de madre
En los tuyos me dejara,
Y me cogieses muy fuerte
Para que no me escapara
Arrastrado por el sueño
En el que aún te guardara.
Con la fuerza de un sansón,
Con el poder de tu magia.
Y, por querer, yo quisiera
Quitarme el nudo del alma,
Desnudándome la piel
Bajo tu piel desnudada,
Sentir que tiemblan tus senos
En la íntima batalla
De los cuerpos que se tocan,
De los cuerpos que se aman.
Y cantarte una canción,
Y decirte “hasta mañana”.
5
Mónica.
Amor y sueño.
Piel y labios, corazón caliente
Y dulce aroma de primavera.
De todas las mujeres amadas
Ya he olvidado la primera.
En tus brazos y en tu vientre, pleno
Mi destino se fortalece y siembra.
De todas las mujeres amadas
Me pregunto quién fue la primera.
Siembra gloria, siembra estirpe, siembra
Feliz mi agradecida tierra.
De todas las mujeres amadas
Acaso seas tú la primera.
Mónica.
Amor y sueño.
6
LA PASIÓN
Despacio te quitaría
Los vestidos que te afean
Dejándote libre y suelta.
Despacio, casi sin prisa,
De mi piel te vestiría
Navegando en tus caderas.
Despacio te gozaría
Si la carne despertase
Y rompiese las cadenas.
Los grilletes del dolor
De impotente desconsuelo
Que son hijos de la pena.
7
LO OCULTO
Si, oculta por el juego del amor, la verdad
Nos descubriese conmovida cosechando certidumbres
En la segura inteligencia del existir completo.
Si, humillado por el beso apasionado, el dolor triunfara:
Que es miedo de despegar los labios
Y terror de olvidar el rumbo de los ojos
Que al corazón guían y guardan.
Si, latiendo bajo la piel que acariciamos,
Desnuda el alma aguardara,
Frente a frente consigo misma,
A su reflejo enfrentada.
Si, enmudecido el goce de nuestro sexo,
Los cuerpos enmudecieran
Dejando la verdad del amor erguida en medio.
¡Oh, compañera deseada!
Dioses de plenitud ya consagrados
Engendraríamos vida y sangre
Superando nuestro destino en otra mirada
Más allá del torpe afán
Que satisface el instinto y la razón glorifica.
8
AMANTES
Cuerpos extraviados con fiebre en el sentido,
Sumiendo su delirio de intensas apetencias
En la serena dicha del corazón cumplido,
Buscan celestial milagro de correspondencias.
A los dioses se igualan bajo tal sentimiento,
Infantil alegría de olvidar lo debido
Y acordada voluntad de inicial movimiento
En crepuscular goce de armónico latido.
9
ÚNICOS TEMORES
Sólo temo al olvido, definitiva prueba
De lo que el alma quiso y la razón no retuvo.
Sólo no saber más que del instinto cumplido
Que ciega durante el día e ilumina en la noche.
Sólo al dolor cuando te robo la intimidad,
Cansado por el anhelado goce del cuerpo.
Sólo al ojo sombrío y al penar sin consuelo
Prestos a ocupar tu espíritu sin previo aviso.
Sólo mi torpeza cuando descubrirte quiero
Recónditos parajes donde nos entendamos.
Sólo la herida que cicatrizando distancia
Al cruel verdugo y a la víctima desdeñada.
Y por temer, a todo aquello que esconde magia
Temo, pues algo me dice que es a nuestra costa.
10
AFANES
Todo es afán por saber de ti.
Si no me entiendes
Me desnudaré
Para ejercer el sublime espectáculo de la locura
Donde habita el circo
Y nacen los poetas proscritos
Y se consuelan…
Todo es afán de tenerte.
Pues fuiste casi mía si lloraba en tu pecho
Como un niño
Violento
Humillado por el supuesto desprecio
De no ser amado
Cuando la ternura es el alimento.
Todo es afán por vencerme.
Lucha sin cuartel
Al peligrar la fantasía
Si se duerme en fantasmal escena
El beso de los cuerpos
Indiferentes, estériles, irredentos…
11
SEXO LÍQUIDO, UNIVERSO DE LICOR
La tarde gris, consumida y decrépita, se quitó la ropa con aire de niña pérfida.
Los cuerpos, entre sábanas inmaculadas, buscaban a dios
Derramando secretos aromas allí donde el sexo envanece las almas que son dios.
Naufragamos entre ardientes suspiros en un océano de saliva y de sombras.
Hubo un instante en cada instante
Y tus caderas eternizaron en sensual pretexto
Las imágenes desnudas de los alientos completos.
Fueron mis labios una lengua inquieta y mi sexo era una llama presa.
Tus pechos, estrellas errantes en febril diálogo con mi desbocado latido.
Ya estaba dentro. El primer viaje sobre el cielo.
Luego viajé de nuevo y tú me seguiste.
Llegamos juntos donde sólo se ama.
Cayeron las sombras. Entonces la carne se retorció y nos entendimos.
Fuimos un único sentido sin hacernos lazo,
Descubrí que el cuerpo está envuelto por el espíritu y…
Encontramos a dios.
Las miradas se cruzaron con brillo de goces sobrehumanos
Antes de fumarnos el último cigarrillo.
12
Es tu cuerpo
Corazón inmenso
Cada vez que entro.
13
MUJER
Sé que te disfrazas en bondadosos espejos
Donde con gracia reflejas instintos que ríen,
Así superas el abundante sufrimiento
Que proporciona la vida con su abismal tedio.
Que buscas al hombre con necesitada urgencia
En febril anhelo de domésticos placeres;
Persiguiendo su estrella al final la atrapas
Entre gentiles juegos de amor que tú dominas.
Yo temo que no comprendas al niño escondido
Detrás de la entrañable figura de guerrero,
Ni el abismo en el que se sumerge su espíritu
Pleno de turbulencias y remansos indómitos.
Y aunque así fuera tu naturaleza te obliga
A solazar el genio que la virtud engendra
Cuando tu igual vence en la lucha y se redime,
Siendo su causa la añoranza de tu vientre.
14
MURMURACIONES DE LOS DESPRECIADORES DEL POETA
Mirad volar aquel pájaro multicolor
Dibujando profundos abismos por encima
De aquello que consideramos en alta estima.
Puede que aún no sepa del humano dolor
Ese extraño personaje que busca la rima,
Único trabajo que lo trasciende y anima.
15
LA CIUDAD
En tu regazo duermo con pueril inocencia
Soñando íntimas promesas de nuevos días,
Así mis ojos avanzan en despertar sublime
En larga noche de imaginada redención.
Oh, perseverante madre de ternura henchida,
Mágicos frutos regalas en preñez constante.
Y, siendo tu devenir veloz huella de siglos,
Imágenes rezumas de sencillez altiva.
Son tus brazos asfalto donde la piel respira
Y en tu cuerpo de mujer orgullosa gozamos,
Aunque no disfracemos lamentos de ansiedad
Ni paranoicos fines de consagración última.
En tu amanecer he visto rayos como espadas
Sembrando huertas heridas por la polución,
Y peces asfixiados bajo puentes letales
Allí donde la historia cimentó su discurso.
Eres protagonista y en tu región imperas,
Nebulosa gigante que al poderoso miras.
Pues fue tu fortaleza la razón de la sangre
Vertida en tiempos de emperadores latinos.
Amar es motivo de tu romántica gesta,
Hospitalaria casa en la que el oro abunda
Y es la llave de los que por ti se precipitan
En inevitable consumo de cuerpo y alma.
16
BABEL
En un universo de miradas inocentes
Arrastra todo hombre su doble naturaleza.
Es la propia noble y digna, la otra adquirida
Que le obliga en terrible peso a desconocerse.
Todos necesitan correspondencia y prestigio
Si observas atento el modo en que miden su dicha,
Exigiendo deberes reconocen derechos
Y ésta es la panacea de un orden supremo.
El divino murió resucitando las leyes,
Sucumbió el arte frente al poder del dinero.
Hoy ya pocas esencias quedan por corromper
Después de haber estudiado milenios de tedio.
En áreas ignotas nuestro cerebro se agolpa
Con febril anhelo de verídicas razones,
Rastreando motivos para saciar apetitos
Nada cuenta el prójimo en particular trabajo.
Mil lenguajes hablan sobre ciudades gigantes
Eléctricas ondas con bandera de progreso,
El consumo nos descubre su celestial música
Donde hallamos ídolos para imitar su imagen.
Enfrentado, el guerrero conoce su muerte
Y sabe de la lucha pues gracias a ella existe.
Todo se torna en devenir y azar imprevisto
Al poner nuestras armas al servicio del saber.
17
Cuando un dios nace
No quiere madre
Sino cuerpos desnudos.
Luego vive…
Y las estrellas portan su lucidez
Y ésta es su dicha
Y su salud es su fuerza
Y el amor es la fuerza.
Lejos de las almas vulgares
Construye su casa.
Antes de morir
Sabe que nada es pleno.
Antes de morir
Sabe que todo muere.
Y la fábula de su permanencia
Sólo fue un ejercicio
Y un problema irresoluto.
18
Hay luz pues hay espejo.
Imagen reflejada es noción adquirida.
Amor que mi propia imagen cobras:
Estás hecho a mi medida.
Tengo sueños y la luna lo sabe.
El médico del alma por la noche sube
Y hablamos…
Amor. Piel que tuve.
Aunque ya yo jamás hablase a las estrellas…,
En mis ojos asoma una lágrima por tu recuerdo.
Hay amor eterno.
Yo lo conozco. Lleva nombre de magia…
Tan poco que nada parece,
Tanto que mi vida consagro.
Algo que sólo te cuento a ti
Que me entiendes…
Amor de ansias de libertad
Y de vuelos enamorados…
19
Por ser dardo,
El primer obstáculo,
Frenó mi trayecto.
Por ser globo,
El primer techo,
Fue mi techo.
Por ser piedra,
Una mano diestra
Me alejó de mí.
Dardo, globo, piedra…
Sólo una brizna:
Ni más, ni menos.
EL AMOR O LA SALVACIÓN
La venida de la Palabra al mundo agudiza el antagonismo
entre la vida falsa, que es muerte, y la vida verdadera, que es amor.
ADALBERT HAMMAN
1
DIVINO ALIMENTO HUMANO
Todo se pierde en el mortal vacío
En que los abismos nos separan
Como sombras del cuerpo
Que alimentó mis ansias.
Y en la búsqueda infinita
Persigo tu pan y tu leche
Sin comensal que me redima
Del apetito de tu vientre.
Tengo hambre y es hambre perenne
Del intenso goce con que sustento
El divino milagro de conocerte
En el preciso instante de tu beso.
¡Ven a mí, te lo suplico!
Me sobran
Los libres vuelos del corazón
Si no puedo consumar la dulce semiótica
Sin ti irrecuperable,
La eterna voluntad de lenguaje.
2
NOSTALGIA
Labios
Que en un tiempo fueron amados
Y hoy me despiertan sobre la piel
Llagas abandonadas
Con frenética lengua de susurros y lamentos
Por haber hecho maldito silencio.
Ojos
Que un día ensimismados
Me miraron y se vieron
Reflejados.
Hoy son espejados fuegos
Que los sueños me devoran
Por donde la sangre celebraba
Su asfixia.
Sexo,
Que tuyo y mío
En imágenes de la luna parida
Gozaron
La última palabra
En el dulce encuentro del secreto desvelado.
Hoy,
Su cuerpo no resucita
Noches de gloria.
3
AMOR EN PASCUA
Su espíritu y Su luz
Descendieron sobre nosotros por no dejarnos
Huérfanos de Él
Por los siglos de los siglos.
Supremo Hacedor
Del Bien y del Mal
En gólgota sacralizado la sangre derramada
Fue vid y fueron ácimos
La comunión de las almas.
Pasión y Resurrección,
La cruz que pesa sobre tus hombros
Simbolizó el desprecio de la fe perdida.
Si nuestros cuerpos habrán de vencerse al polvo,
La herida
Por su gracia consagrada
Hoy nos obliga a ser Uno.
Allegados al encuentro
Con la vida y la muerte hacia Emaús
Siempre juntos
Caminaremos
Y que jamás sea en el Amor
Más el siervo que su dueño.
4
DE DONDE BEBEMOS
De donde bebo
Sin sosiego de dignidades.
Lengua divina
Malentendida de proscritos
Mancillada
En cada explosión de ira.
Por donde bebo y bebes,
Fuente de la sangre carente,
Yo te hablo y tú me hablas
A veces sin mediar palabra,
Tan sólo con los goces
De la ternura más honda.
De donde bebemos
Complicidad de cuerpos
Sin saberlo
Ni buscarlo,
Tan lejos de la vida consumida…
5
MISTERIOSO, SEXUADO
Después de la batalla los cuerpos yacentes
Bebían la luna a través del silencio
Y cual si los códigos se olvidasen
Quisieron ser murmullo de intimidades
En cada conciencia.
En la pasión usaron de lo más presente,
Común a los cuerpos;
Lo propio sumergido
Ahora pedía lisonjas con sed de orgullo
Por el goce escarmentado.
Suspirándose
Dijeron mucho bien
Bajo la complaciente sábana que blanquea
Su pecado.
Pareció que se entendían
Y fue milagro.
Dioses creídos
De su inocencia recompensados
Eligieron lo evidente
Y se amaron…
Sangre para Cronos
Palabra de Horror
I
Pobres hombres
En pos de sus sombras.
Desconocidos por sus obras,
Asombrados,
Mezquinos que dicen
Que dijo y desdicen lo dicho.
Mienten y desmienten,
Destruyen para construir,
Destrozan para arreglar.
Pobres hombres,
Que prefieren las sombras,
Y se asombran.
Pobres de espíritu
Y ricos de tecnologías.
Pobres, los hombres,
Carne de ciudad,
Sexo, alcohol y drogas.
Especuladores y dogmáticos,
Los hombres pobres
Que empobrecieron
La palabra.
II
El tono de las cosas,
Ahí fuera,
Es el de la Navidad.
Amenazante y decorativa.
Los católicos blasfeman
Contra la sociedad de consumo
Pero aman el bienestar
De la burguesía dominante
Sobre todas las cosas.
Además,
Esa medio sonrisa de los pagados
De sí mimos
Los delata:
Iluminarían cada portal,
Pondrían un belén en cada esquina.
Para el resto
La Navidad viene
A comernos la moral,
A recordarnos la injusticia
Y la ausencia que dejaron nuestros
Muertos.
La Navidad quiere iluminar
Este tiempo oscuro
Alargando las sombras de la caverna.
III
Vendrá, dulce,
A liberar mi espíritu.
Desatará, y yo
Impaciente, desasosegado,
Todos los nudos
De la soledad,
La enfermedad,
La tristeza
Y la desolación.
La llamaré de puerta
En puerta
De la incomunicación
Y el hastío.
Pero vendrá cuando ella quiera.
Con el máximo poder,
Con la mirada abierta
Del que camina seguro,
Para compartir conmigo
La certeza absoluta
Durante breves instantes
De armonía eterna.
IV
Tantos poetas
Mareando la perdiz
Cuando solo era cuestión
De entender
Que hombre y mujer
Son dos esferas
Inarmónicas.
V
Un hombre tiembla
Al pie de una patera.
Un hombre ama
A otro como él
Pero es pecado
Y ansía un cuerpo.
Una mujer guarda un billete
En el liguero
Con la esperanza
De recomponer los trozos de su carne rota
Cualquier año nuevo de estos.
Unos niños buscan
Con ansia comida o juguetes
En cualquier muladar del mundo.
Un joven se pregunta
Si curará su angustia
Cuando tenga su propia vida.
Un ramillete de hombres
Prepara otra guerra
Para defender su poder y su riqueza.
Y todos tienen miedo
De la muerte
Y el aburrimiento.
Feliz Navidad, pues.
VI
Me declaro hermano del que escribe
Y sufre.
Del que vive en un lugar del mundo
Donde también
Tengo yo mi casa.
Hermano soy del que piensa
Y usa la palabra
Para abrir su conciencia de las cosas,
De todas las cosas.
No es la sangre, no,
Aquello que me hermana.
Tan sólo un deseo inconmensurable
De llegar al conocimiento
A través del lenguaje.
¡Hermano! Donde estés,
A ti me dirijo, para hablar contigo.
En este diálogo que no mira
El éxito ni teme al fracaso.
Lejos del dinero, de la fama, del
Compromiso.
A ti, ciudadano del mundo,
Que abres tu herida
Con un verso irrenunciable,
Aparentemente inútil…
VII
En el origen fue la palabra.
Después vino la catástrofe
Humana.
El colofón del misterio y la magia.
Sin embargo,
Nos queda la salvación.
Vendrá el mesías del conocimiento
A librarnos del pecado de la fe,
De la soberbia de la fe,
De la injusticia de la fe.
Y ya humildes y alegres,
Con la conciencia de la ciencia
Como única supervivencia,
Con la vivencia
De lo demostrable y de su avance
Como única medida de todas
Las cosas,
Por fin seremos lo que realmente somos.
Que la alegría del descubrimiento
Compense la imposición del dogma
Por los siglos de los siglos,
Amén.
VIII
Dinero nuestro
Que estás en los bancos o en las cajas de ahorro
Santificada sea tu necesidad,
Hágase mucho
Aquí en la tierra para pasarse el día
Mirando al cielo,
Ten piedad de nosotros, los pobres,
Y perdona que no sepamos ganar más
Como también perdonamos
A los que lo ganan a nuestra costa.
El necesario para comer
Dánosle hoy,
No nos dejes caer en la tentación
De convertirnos en un “sin techo”
Y líbranos del mal
De no vivir tan sólo para quererte.
Amén.
Depredador
A
Un diccionario mermado de palabras circula entre la muchedumbre.
La sangre del otro intoxica mis venas en esta aparatosa transfusión que resulta de querer comunicarse.
Tener mucho dinero puede ser suficiente para disfrutar de las pequeñas cosas.
¿Qué elegiré hoy para sentirme culpable?
No doy mi opinión porque jamás cambié el curso de un deseo.
Sólo somos cuando debemos defendernos de otro.
Repróchame que no te ame. A cambio prometo soportarte como tú me soportas.
Todas las creencias, aquello que es útil para sobrevivir, satisfacen una necesidad humana.
Y por fin llegamos al hastío.
Para combatir la imagen áspera de lo que parece que seamos, vamos, o venimos, ¿a dónde?, ¿de dónde?
No es la imaginación la que me hace infeliz. Es la tozudez de los días iguales a los días.
Para poder acompañaros en este viaje a ninguna parte he de enseñaros los dientes y morder a veces.
La calaña del bípedo requiere cierta dosis de poder.
Cada cual arrima el ascua a su sardina. ¿Qué argumentos me harán la opción más generosa?
No puedo amarte como a mí mismo. Me dirías que no te quiero lo suficiente y te alejarías.
Yo mismo me quiero abandonar y no puedo.
He engañado a todos mis instintos, pero el desprecio los hizo más fuertes.
De todas las certidumbres, la náusea es la más nítida.
Para tratar con mano izquierda las debilidades se inventaron los amigos.
Al final del túnel estás tú esperándote a ti mismo.
Uno tiene que pensar que algo o alguien es el responsable de sus males.
Cuanto más cerca está el amor, el odio más cerca está.
¡Cuán inestables son las pulsiones del hombre más equilibrado!
La razón ya no nos libera. La fe no tiene sentido sin el temor de Dios.
No queráis entender. Sólo será otro espejismo. Cada causa tiene su efecto.
Despojaos del veneno. Amad el goce que no depende de los demás. El infierno son los otros.
Pisar el suelo de tu vecino acaba dejando mancha.
Lleva parabienes, presentes delicados, alaba su buen gusto.
Cólmale. Sin resquicios de desconfianza y muéstrate ante él como te plazca.
Dejarás una gran huella de temor en su suelo.
Al final, uno de los dos elegirá algo que no te agrada, utopía, y el sueño se desvanecerá.
Vive, cómplice lector, la vida que no quieres. Piensa que lo haces para poder pagar las facturas.
B
Sólo te puedo cantar así. Limitadamente, precariamente.
Vienen las palabras aleatoriamente, como ellas eligen.
Yo quiero expresarlo todo. Lo más posible. Que nada se quede, todo purgado.
Y ellas me asaltan. Eso es todo.
Antes, las desprecié. Hacía un nudo y lo tiraba.
Ahora las acojo con curiosidad y las cincelo según se muestran.
No son mías. Son del viento. De una voz que suena desconocida.
Yo sólo las garabateo. Así, tan irresponsable como libremente hago un libro.
El objeto, y yo, una ciencia por descubrir.
C
Lejos de aquí ha de existir una ciudad donde el pan y la paz reinen.
Quizá sea tan sólo un pequeño poblado de almas generosas.
Donde nadie gobierne ni rece en las iglesias.
Sí, ha de existir ese sitio en el que el hombre se conozca bien.
Un lugar sin moral, ni hábitos; sin plazos, sin horas, sin mercados.
Aquel paraíso donde no hay que hacer regalos.
Donde carecen de sentido las leyes, físicas, jurídicas, científicas todas.
Donde carecen de sentido las doctrinas y los dogmas.
Ha de existir un pequeño ramillete de seres accidentales
Que no creen en el destino,
Que no creen en el progreso,
Que no creen en el Hombre,
Que no creen…
Donde la esperanza no existe,
Donde el libre albedrío no existe,
Donde el amor al prójimo no existe.
Ha de haber un lugar en el mundo donde no se adora,
Donde no se atesora,
Donde no se compite,
Donde no se siguen líderes.
Sí, yo deseo pensar que existe un lugar sin deseos.
Un lugar que no es mejor. Sólo un lugar diferente con hombres diferentes.
Me iría mañana a vivir allí, si existiese ese lugar último del que partiría hacia ya ninguna parte.
La última prueba de que el único fin soy yo mismo.
D
Salir al cieno de la calle para asegurarse el garbanzo.
Madrugar y soportar el vaivén de los horarios.
Dar de beber a Cronos de nuestra sangre mermada.
La precisión del caos y de la incertidumbre.
Nos dijeron que todo lo que aprendiésemos nos ayudaría.
En este camino donde el uso de la inteligencia no nos lleva a ninguna parte.
Porque el fin no justifica los medios. Porque los medios se convierten en fines.
Vivir lo que quienes te pagan deciden que vivas.
Así, acostumbrados a la dependencia, a vivir de prestado.
Inútil caminar hacia la libertad.
Barro somos.
Nos moldean circunstancias para las que no nos prepararon.
Un continuo aprender a no morir y, al final, el horizonte que dibujamos de pequeños.
E
Un deseo. Y, a partir de él, todo lo que nos habita inquieto hasta su logro.
F
Deformaciones, desequilibrios.
Heredamos la imperfección y la impureza.
Como el cínico busca la luz busco, a pleno sol, la verdad.
Si no es útil, no puede tener dividendos, ganancias, plusvalías…
Un verso es la congoja de quien perdió una ilusión.
G
Comprender…
Este sinsentido, esta huida hacia delante. Imposible…
No juzgo. Soporto. Paciente…
Abro las manos y entrego los pétalos de mi ignorancia sacrificada.
Entre oquedades. Solo. Llego…
Encuentro la sinrazón, el desasosiego: mil guerras perdidas.
¿En qué dirección he de caminar?
El camino es el destino…
Entre arbustos, robledales, castaños y riachuelos oigo mi propio latido y creo formar parte de un extraño todo. Es la paz.
Si nuestros trabajos fuesen encaminados a la paz y no al lucro…
Los ojos del hombre son bizcos.
¿Hacia dónde miran ahora?
H
La náusea. La risa. La ironía combate el dolor. Mi inteligencia, en su justa medida, decide el grado de mi frustración y fracaso.
La realidad es flexible, opinable.
Hacer esas cosas que nos gustan es el bálsamo de los anónimos.
No quiero hablar claro. Ya no.
Da lo mismo que no me entiendas, lector ideal.
¿Cuánto dinero has despilfarrado con tu borrachera literaria?
Puedo escribir mil cosas sin leer una sola palabra.
Dejo que los libros me susurren al oído.
Luego me río de todos ellos un poco.
Haz tú lo mismo, verás…
La realidad es flexible, opinable…
No eres nadie si no te pagan por opinar.
¡A la mierda todas las opiniones!
La realidad es flexible, opinable…
Pero existe de espaldas a tus opiniones.
I
¿Para qué escribir más de un verso?
J
No te confundas, cómplice.
Esta poesía es basura.
No encuentro una forma asalariada de dedicarme a la poesía-basura, lo cual me permite escribir más basura que poesía.
De todos modos, si alguien encuentra este mensaje en una rara botella verde, que no se desconcierte.
¡Devuélvala al mar! ¡Castíguela con el olvido otros cien años!
¡No pierda la ocasión de ahorrarse un dinero!
¡Hágase comercial! ¡No, mejor pastor en el Norte de España!
¡Conduzca el rebaño con mucha psicología!
Cuando descubres el olor de este muladar
Todos los alimentos de la vida tienen ya para siempre un cierto regusto a basura.
K
Como unos zapatos, casi siempre de otra talla, llevamos la razón calzada.
La parte más irracional que nos gobierna llega a oscuras, cuando estamos finalmente entregados, abandonados…
En ese terreno de nadie, donde nadie nos juzga, salen a deambular nuestros fantasmas.
Así los llamamos, porque nos asustan.
El escándalo del hombre consiste, no obstante, en tratar de ahuyentarlos con falsedad y artificio social.
¿Qué soy?
Acaso no soy el producto de una mente libre, sin normas, independiente.
Cuando sueño, soy yo mismo.
El mundo que me circunda es el reflejo de lo que no puedo explicar en el mundo que me oprime.
Algunos vuelan para escapar del miedo.
Algunos sienten una gran pesadez y ven con espanto cómo en la vigilia son seres impotentes, frustrados.
Soñando, comprendemos lo incomprensible.
Y luego, nos bajamos de nuestro propio abismo.
Abrazamos a una mujer fea y de turbio espíritu.
Caminamos de su mano con una profunda náusea.
Vivir es morir. Soñar es vivir. Morir es despertar.
Así, despiertos, morimos nuestra vida y vivimos nuestra muerte.
Aún nos quedan las horas nocturnas para aferrarnos a nosotros mismos: vernos con imágenes torturadas, oírnos con lenguajes sincopados, sentirnos con emociones ajenas.
Llegará la noche y nos salvará del predominio de la razón. Entonces seremos lo que somos y no sabemos…
Esclavos de la razón cuando la luna nos delata.
Y todo uno y la misma cosa: el gran enigma de ser tú mismo.
L
Todos nuestros afanes conducen al vacío.
Es claro. Transparente. Con meridiana justicia la mente lo sabe.
Quizá por eso buscamos llenar…
Llenar la soledad don alguien.
Llenar la vanidad con alguien.
Llenar el orgullo contra alguien. Pues todo lo hacemos por alguien.
La muerte se anticipa en mil formas distintas.
Mira a tu alrededor.
Espera, con paciencia, ese momento…
En las cosas más pequeñas puede quedar reflejada,
Y tu latir derramándose entre los objetos fríos, indiferentes, ajenos…
Abraza, si puedes.
Es lo único que te alejará, por un rato, de la muerte.
M
El hombre como lobo para el hombre.
La náusea de rozarse.
Mirar al enemigo: otro como tú.
Conozco tus temores: son los míos.
Pero no me compares contigo si buscas la gloria, presumir, dinero, sexo, lujos.
Si buscas engañar, utilizar, despistar, quedar bien…
No tengo camaradas. Lo reconozco. Hazlo tú también.
El halago es despreciable, al igual que la indiferencia.
N
Todo parecía estar calmo.
La armonía mece y adormece.
En un instante la mezquindad nos sobresaltó.
La crueldad del lagarto invade cada resquicio de la mente.
Toda la náusea que nos causa el reptil es directamente proporcional a la alimaña que late dentro del corazón humano.
Imposible permanecer en paz aquí abajo, a la altura de la piedra y la serpiente.
Ñ
Jubilarse…
Vender la vieja armadura
Para comprar quietud.
Vivir ahora, no ayer,
No mañana…
Y dejar vivir.
Epílogo
UNO
Aunque anhela contemplar el espíritu
La paz en la penumbra,
Terco, tozudo, el sol
Ilumina la miseria del mundo.
¡Ven, oh luna misteriosa!
Engáñanos con tu luz azul.
Tal vez, por un instante,
En fugaz contacto con lo innombrable,
Inflames de orgullo nuestros pechos.
DOS
En ocasiones no soy humano.
Paso entre los hombres como la brisa o el olvido;
No siento ataduras, dominios, esclavitudes.
Huyo alegre como un manantial puro
Cuya limpidez no oculta el fango
Sino que lo transluce:
Educación, moral, sólo superviviencia.