Descargar edición dislexia del libro «El Roque y el Bronquis», de Serafín Estébanez Calderón

Cuento


Descargar gratis el libro «El Roque y el Bronquis» de Serafín Estébanez Calderón en una edición especial que facilita la lectura a personas con dislexia.

Esta edición especial del ebook gratuito del libro de Serafín Estébanez Calderón «El Roque y el Bronquis» utiliza la fuente OpenDyslexic, que mejora la experiencia de lectura por parte de personas que padecen de dislexia. Esta edición se puede leer desde cualquier dispositivo: ordenadores, tablets y smartphones. También permite su impresión en papel para disponer de una edición física.

Este texto está etiquetado como Cuento.


  Cuento.
17 págs. / 30 minutos / 195 KB.
20 de noviembre de 2020.


Fragmento de El Roque y el Bronquis

La luz de los mecheros que reflejaba vistosamente por tales ojos, hermosuras y arreos, se eclipsaba tristemente y apagaba en el grupo oscuro de hombres, que embozados en sus capas y apoyados en algún gran tajo de madera o mesa de noguerón, se bosquejaban confusamente y se dejaban mal ver a un lado y otro de las dos puertas, que ésta iba a la calle y la otra a los patios y corrales de la casa.

Caldera de gran buque con asa de dilatado cerco, recién bruñida por gentil mano y pendiente de sendas llares, condecoraba campestremente el frontis y lugar de aquel recibimiento general o salón de compañía de las casas rústicas de los pueblos de Andalucía. La chimenea que cobijaba todo aquel espacio, siendo de gran vuelo y amplitud, y blanca como la paloma, resaltaba ricamente con el tesoro de cobre y azófar que la coronaba, señal de ostentación y riqueza en aquellas comarcas. Allí otras calderas de menor calibre, limpias y rojas como las candelas, deslumbraban los ojos con su brillo; las espumaderas, los cazos, los peroles, las ollas de cobre, los escalfadores, las palmatorias, las lámparas, y otros cien trebejos y cachivaches, como chufetas, braserillos, copas, badiles, almireces y más baratijas, todo de metal relumbrante y limpio, eran muestra del ajuar copioso y rico de la casa, al paso que cinco o seis otros velones de no menor estatura que el que ardía entre el cielo y la tierra de aquel hemisferio, con sus grifos apagados y sus pantallas en alto, esbeltas e izadas arriba, parecían, entre las demás prendas de la chimenea, centinelas que vigilaban por tanto tesoro, o capitanes atrevidos y en orden de parada, que con gala y desenfado tenían el mando de aquellas escuadras relumbrantes y refulgentes.


Libros más populares de Serafín Estébanez Calderón