No hay más información sobre el texto «Don Narices».
Este texto forma parte del libro «Cuentos del Hogar».
No hay más información sobre el texto «Don Narices».
Este texto forma parte del libro «Cuentos del Hogar».
Descargar Kindle «Don Narices»
Edición dislexia «Don Narices»
Enviar a Pocketbook «Don Narices»
Un día D. Narices dejó el asador, que se quedó sin movimiento; y los pollos, más bien que a asarse, comenzaron a tostarse de sólo un lado, con gran desesperación del jefe de la cocina cuando lo notó. Si el perro hubiese estado al alcance de su mano, le hubiera arrimado un palo, pero D. Narices había echado a correr y estaba ya en la calle. Una vez en ella se miró de soslayo y comenzó a dar saltos y a describir círculos con el propósito de cogerse la cola. Cuando estuvo cansado, se quedó parado; aspiró el aire tibio de un hermoso día de primavera; y como su satisfacción fuese grande porque no trabajaba y era completamente dueño de sus acciones, pues podía ir, venir, correr, saltar, tenderse al sol; en una palabra, hacer lo que mejor le acomodara, expresó su satisfacción dando desaforados ladridos.
En mala ocasión lo hizo, pues a su lado estaban hablando dos caballeros; y como el que más cerca de D. Narices estaba se asustara a los ladridos, creyendo que iba a morderle, con su bastón arrimole un fuerte golpe en los lomos; con lo cual el perro salió escapado y lanzando lastimeros quejidos, que hubieran partido el corazón de Rosita si los hubiese oído.
5 págs. / 10 minutos.
41 visitas.
Publicado el 19 de diciembre de 2020 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «Don Narices» es necesario identificarse en textos.info.
18 libros publicados.