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Pero las traineras, aunque ágiles y sensibles, no se mueven más que al empuje de los nervudos brazos. Allí aguardan, temblando al menor choque, las largas barcas de fina proa. Los remeros están en su sitio; las manos sobre el remo, la cabeza sin boina, el pecho hinchado bajo la endeble camisa. Y el patrón, grave y responsable, serio y firme como un verdadero capitán de hueste, vigila a sus hombres y atiende presto a la inminente señal del Jurado.
Ved alrededor. La bahía es como un vaso policromo en que el cielo y los hombres han aglomerado luminosidades, adornos y agitados movimientos. Un aire jocundo, cálido, hace vibrar las banderas, las sombrillas, los humos y las jarcias. Los inquietos bateles van, vuelven, giran sin cesar. Unos balandros esbeltos ponen la nota blanca y elegante de sus velas en la abigarrada bahía. Los vaporcitos corren humeando, vociferando con el alarido de sus sirenas.
Vedlos ahí. Son los remeros de San Sebastián. ¿No los conozco yo tal vez, desde la infancia ingenuamente picaresca?... Los rostros cetrinos y angulosos me son familiares. Manu, Gabriel, Joshé, Telesh, Quirico, Torre, Pepe, Inashio, Mala Cara... De pronto ha sonado la señal. Y de repente, en una verdadera locura, en un arranque vertiginoso y exaltado, las dos traineras rivales han embestido de frente como dos cosas vivas, como dos caballos de raza que dan un brinco de salida. Las trece camisas blancas de cada trainera figuran ser trece puntos de delirio. ¡Señor, qué bello impulso de pugilato! ¡Qué entusiasta aspiración de triunfo! ¡Qué noble coraje, tendido en una locura de vencer! El agua se arremolina en torno a las traineras. Un ancho margen de espuma rodea y persigue a los veloces pugilistas. Y mientras los trece remeros se acompasan en un ritmo tenso e igual, el patrón, de pie en la popa, hace con una mano, dirigiéndose a sus hombres, un gesto casi maniático y casi angustioso que parece decir: ¡Más, todavía más, muchachos; siempre más, por vuestra vida, por vuestro honor, por el honor de vuestras mujeres y vuestros amigos!
78 págs. / 2 horas, 17 minutos.
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Publicado el 28 de abril de 2020 por Edu Robsy.
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