El primer libro publicado por Federico García Lorca
En este primer libro, al que Federico se mostró toda su vida reacio a referirse, sin embargo, reside el mérito de ofrecer las claves, en positivo y en negativo, para interpretar lo que arte y escritura significaban y llegaron a significar para él. Después de este libro, Lorca utilizó la "prosa", pero no volvió a escribir en "prosa", pues era consciente de que esta forma de escritura literaria no le pertenecía como le pertenecían la forma lírica y la forma dramática.
Pero a veces me parece que sois geniales
protestantes del mismo Dios al huir del mundo que el creó, para
buscar otro Dios de calma y sosiego… pero no podéis, porque las
crueldades refinadas por su dolor que acompañan a nuestro corazón,
viven con nosotros hasta la muerte…
¡Qué silencio tan abrumador! Todos ven así el
silencio cartujano, paz y tranquilidad. Yo sólo veo la inquietud,
desasosiego, pasión formidable que late como un enorme corazón por
estos claustros. El alma siente deseos de amar, de amar locamente y
deseos de otra alma que se funda con la nuestra… deseos de gritar,
de llorar, de llamar a aquellos infelices que meditan en las
celdas, para decirles que hay sol, y luna, y mujeres, y música; de
llamarlos para que se despierten para hacer bien por su alma, que
está en las tinieblas de la oración, y cantarles algo muy optimista
y agradable… pero el silencio reza su canto gregoriano y
pasional.
Al pasar por una estancia fría y severa, se ve
una Virgen con su manto celeste bordado de estrellas, con un niño
chiquito alegre, llevando su corona altísima imperial… algo que
recordaba el mes de Mayo… , una alegría religiosa entre aquella
tristeza cartujana.
114 págs. / 3 horas, 20 minutos.
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Publicado el 16 de agosto de 2018 por Edu Robsy.
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