Con la visión de la inteligencia espiritual, la felicidad interior es la causa de que seamos felices con las cosas externas, La felicidad interior es la causa y el efecto, es tener relaciones felices y disfrutar la cotidianidad. La felicidad genuina brota sin motivo desde adentro, desde el Ser como consecuencia de la libertad de la ignorancia, tiene efectos extraordinarios en el mundo, en nuestras sociedades y nuestras comunidades, no necesita de objetos o razón para ser feliz.
Fragmento de «Inteligencia espiritual los libros de Ramón Gallegos»
El supremo
discernimiento es el poder para alcanzar y comprender la felicidad, es la
capacidad, entendimiento, la manera de responder a los eventos de la vida. La
fuente de la felicidad viene de adentro, brota desde nuestra verdadera
naturaleza, no depende de circunstancias externas, ser felices a pesar de las
circunstancias adversas.
Ramón Gallegos nos
enseña que la genuina felicidad brota sin motivo desde adentro, desde el Ser,
como consecuencia de la libertad de la ignorancia. El Ser es nuestra verdadera
identidad, ya estamos iluminados, somos pura felicidad, esa es la verdad más
alta, pero no lo vemos porque nos identificamos con los melodramas del
pensamiento egocéntrico.
Hay que vernos de otra
manera, la mirada correcta abre el corazón de la felicidad. Encontrar
la felicidad genuina es encontrarnos a nosotros mismos, implica un trabajo
intenso de auto-indagación y conocimiento de la realidad fundamental, implica
una práctica espiritual meditativa, una actitud de atención plena basada en la
ecuanimidad y el discernimiento, que revelen la naturaleza condicionada de la
dualidad como una ficción.