La espiritualidad es pues práctica, no teórica, es manifiesta y existe cuando nuestro modo de ser y existir en el mundo se hace con conciencia.
La práctica de esto nos lleva al conocimiento de uno mismo, el cual se basa en la verdad absoluta.
Con conciencia la existencia es una manifestación de la conciencia misma y la vida una forma de manifestar la fuente de la conciencia. Ser conscientes de la conciencia, nos permite que la vida sea una oportunidad para la iluminación.
Fragmento de «La inteligencia espiritual y la educación holista»
Solo el lumen interius, u ojo
racional y lumen superius u
ojo trascendental, son los ojos del conocimiento a desarrollar para poder
aplicar y trabajar en el paradigma de la educación holista, pues como se
presenta a continuación e los siguientes esquemas, es todo un cambio de pensar
y actuar.
En el ADN de la EH,
la visión de la educación como evolución de la conciencia, es el enlace a la
importancia del desarrollo del ojo contemplativo, pues sin esa atención a la
dimensión de la conciencia, no podríamos trabajar en la evolución de la conciencia,
donde su más alto nivel es el turquesa, la conciencia que deviene del
autoconocimiento, del ojo contemplativo, del mundo de significado
trascendentales, de la conciencia del kosmos y de nuestra unidad y ser con él.
La
Inteligencia Espiritual
La espiritualidad es la vez inmanente y
trascendente, es dimensión y nivel incondicionado, está en todo y más allá de
todo, es la esencia de todo lo que existe, es la realidad última donde
encontramos nuestra verdadera identidad más allá del ego.
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Publicado el 16 de julio de 2019 por Fundación Ramón Gallegos.
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