No hay más información sobre el texto «Los Buitres de Wahpeton».
No hay más información sobre el texto «Los Buitres de Wahpeton».
Edición física «Los Buitres de Wahpeton»
—La ciudad está plagada de espías a su servicio —se lamentó Middleton.
—Por supuesto. Uno ya no sabe en quién confiar. Ya se murmuraba en las cantinas que mis hombres habían sido asesinados y mi oro robado, antes de que sus cadáveres fueran encontrados. Sabemos que los Buitres conocían nuestro plan a la perfección, que cabalgaron desde Wahpeton y que, tras su fechoría, regresaron directamente aquí con el polvo de oro. Pero poco pudimos hacer. Es imposible probar nada o acusar a nadie.
Middleton presentó a Corcoran a los tres hombres restantes; los alguaciles Bill McNab, Richardson y Stark. El primero era tan alto como Corcoran y de constitución más robusta, velludo y musculoso, con ojillos inquietos que reflejaban un temperamento violento. Richardson era más delgado, con ojos fríos que parecían no pestañear; el texano lo catalogó al instante como el más peligroso de los tres. Stark era un hombre corpulento y barbudo, su aspecto no difería en gran medida del propio de los mineros. Corcoran pensó que la apariencia de aquellos hombres no casaba con sus protestas de indefensión frente a las dificultades planteadas. Parecían hombres duros, bien capaces de cuidar de sí mismos en cualquier situación.
101 págs. / 2 horas, 58 minutos.
37 visitas.
Publicado el 10 de julio de 2018 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «Los Buitres de Wahpeton» es necesario identificarse en textos.info.
114 libros publicados.