Lecciones Caras
Antón Chéjov
Cuento
Es un gran inconveniente para un hombre instruído no conocer las lenguas extranjeras. Vorotov lo pensaba así cuando, luego de recibir el grado de doctor, se dedicaba a un pequeño trabajo cientifíco.
—¡Es terrible! Sin las lenguas extranjeras es de todo punto imposible trabajar. Soy como un pájaro sin alas.
Se desalentaba, y, sofocado, recorría la estancia a largos y pesados pasos; a pesar de sus veintiséis años, padecía ya de asma y tenia abotagado el rostro. Se decidió a estudiar, por lo menos, el francés y el alemán, y rogó a algunos de sus amigos que le buscasen profesor.
Una tarde de invierno, estando Vorotov trabajando en su casa, su criado le anunció que una señorita deseaba verle.
— Que pase—dijo Vorotov.
Momentos después entró en el gabinete una muchacha, vestida con suma distinción y conforme a la última moda. Se presentó como profesora de francés.
—Me llamo Alicia Osipovna Anket. Me envía su amigo Petrov.
—¿Petrov? ¡Me alegro mucho! ¡Tenga la bondad de sentarse!—dijo Vorotov, tapando con la mano el cuello de su camisa de dormir, y tosiendo.
Dominio público
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Publicado el 2 de marzo de 2019 por Edu Robsy.