Textos más populares este mes de Arthur Conan Doyle publicados por Edu Robsy | pág. 4

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autor: Arthur Conan Doyle editor: Edu Robsy


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Las Cinco Semillas de Naranja

Arthur Conan Doyle


Cuento


Cuando repaso mis notas y apuntes de los casos de Sherlock Holmes entre los años 1882 y 1890, son tantos los que presentan aspectos extraños e interesantes que no resulta fácil decidir cuáles escoger y cuáles descartar. No obstante, algunos de ellos ya han recibido publicidad en la prensa y otros no ofrecían campo para las peculiares facultades que mi amigo poseía en tan alto grado, y que estos escritos tienen por objeto ilustrar. Hay también algunos que escaparon a su capacidad analítica y que, como narraciones, serían principios sin final; y otros sólo quedaron resueltos en parte, y su explicación se basa más en conjeturas y suposiciones que en la evidencia lógica absoluta a la que era tan aficionado. Sin embargo, hay uno de estos últimos tan notable en sus detalles y tan sorprendente en sus resultados que me siento tentado de hacer una breve exposición del mismo, a pesar de que algunos de sus detalles nunca han estado muy claros y, probablemente, nunca lo estarán.


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22 págs. / 39 minutos / 1.255 visitas.

Publicado el 27 de mayo de 2016 por Edu Robsy.

El Mundo Perdido

Arthur Conan Doyle


Novela


He forjado mi simple plan
si doy una hora de alegría
al muchacho que es a medias un hombre
o al hombre que es un muchacho a medias.

Advertencia

E. D. Malone desea aclarar que tanto el mandato de prohibi­ción como la acción por calumnias han sido revocados sin reservas por el profesor G. E. Challenger, que, habiendo quedado satisfecho al constatar que ninguna crítica o co­mentario de este libro contiene ánimo de ofensa, ha garanti­zado que no pondrá ningún obstáculo a su publicación y cir­culación. E. D. Malone desea también expresar su gratitud a Patrick L. Forbes, de Rosslyn Hill, Hampstead, por la destre­za y simpatía con que ha preparado los dibujos que trajimos de Sudamérica, y también a W Ransford, de Elm Row, Hampstead, por su valiosa ayuda de experto en lo referente a las fotografías.

1. Los heroísmos nos rodean por todas partes

Su padre, el señor Hungerton, era verdaderamente la per­sona menos dotada de tacto que pudiese hallarse en el mun­do; una especie de cacatúa pomposa y desaliñada, de exce­lente carácter pero absolutamente encerrado en su propio y estúpido yo. Si algo podía haberme alejado de Gladys, era el imaginar un suegro como aquél. Estoy convencido de que creía, de todo corazón, que mis tres visitas semanales a Los Nogales se debían al placer que yo hallaba en su compañía y, muy especialmente, al deseo de escuchar sus opiniones so­bre el bimetalismo, materia en la que iba camino de conver­tirse en una autoridad.

Durante una hora o más tuve que oír aquella noche su monótono parloteo acerca de cómo la moneda sin respaldo disipa la seguridad del ahorro, sobre el valor simbólico de la plata, la devaluación de la rupia y los verdaderos patrones de cambio.


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257 págs. / 7 horas, 30 minutos / 243 visitas.

Publicado el 19 de junio de 2016 por Edu Robsy.

La Lámpara Roja

Arthur Conan Doyle


Cuento


Prefacio

Pasajes de un prolongado y enjundioso intercambio epistolar con un amigo americano

He de reconocer el peso de sus argumentos, en la medida en que un inválido o una mujer de escasa salud no serían personajes representativos de unos relatos que sólo tratan de ser un reflejo, con las suficientes dosis de realismo, de la práctica de la medicina. Pero si uno, en cualquier caso, se refiere a esta vida, y aspira a que los médicos sean algo más que simples marionetas, considero esencial que se haga cargo también del lado más oscuro de ella que es, en definitiva, el que han de estudiar los cirujanos o los médicos. Cierto es que también les es dado ver cosas hermosas, como la entereza de carácter o el heroísmo, el sacrificio o el amor, pero los amargos dolores y pruebas por los que han de pasar siempre les exigen mucho más (como es el caso de nuestras más nobles cualidades). No es posible escribir a la ligera acerca del ejercicio de la medicina.


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238 págs. / 6 horas, 58 minutos / 142 visitas.

Publicado el 14 de enero de 2018 por Edu Robsy.

Las Hazañas del Brigadier Gerard

Arthur Conan Doyle


Cuento


1. De como el brigadier llegó al castillo de los horrores

Hacéis bien, amigos míos, en tratarme con respeto, pues al honrarme a mí os honráis vosotros mismos y a la Francia entera.

No es quien os habla un viejo militar de bigotes grises, que come su tortilla y bebe su vaso de vino; es una página de la historia, de la historia más gloriosa de nuestro país, que no ha sido igualada por ningún otro.

Soy uno de los últimos de aquellos hombres admirables que antes de dejar de ser muchachos fueron militares veteranos; de aquellos que aprendieron antes a hacer uso de la espada que de la navaja de afeitar, y que durante más de cien batallas no permitieron ni una sola vez que el enemigo viese el color de sus mochilas.

Más de veinte años pasamos enseñando a Europa a pelear, y aun cuando aprendió la lección, fue siempre el termómetro y jamás la bayoneta el que producía algún efecto en el más grande de los grandes ejércitos.

En Berlín, en Nápoles, en Viena, en Lisboa, en Moscú, en todas partes hemos acuartelado nuestros caballos.

Sí, amigos míos, lo repito: hacéis bien en mandar a vuestros hijos a saludarme, pues mis oídos han escuchado las dianas francesas y mis ojos han visto el orgulloso estandarte francés en sitios donde jamás ha llegado a escucharse ni a verse.

Siempre recuerdo con placer aquellos gloriosos tiempos, y después de comer, al echar la siesta en mi butaca, veo desfilar por delante de mí las inmensas filas de guerreros: los cazadores con sus chaquetas verdes, los elegantes coraceros, los lanceros de Poniatowsky, los dragones con sus capotes blancos y los galantes granaderos.


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208 págs. / 6 horas, 4 minutos / 123 visitas.

Publicado el 15 de enero de 2018 por Edu Robsy.

Piratas y Mar Azul

Arthur Conan Doyle


Cuento


El capitán Sharkey y el regreso a Inglaterra del gobernador de Saint Kitt

Cuando las grandes guerras de la Sucesión de España terminaron gracias al tratado de Utrecht, el inmenso número de corsarios que habían sido equipados por los bandos contendientes se encontraron sin ocupación. Algunos se dedicaron a las actividades del comercio normal, menos lucrativas que el corso; otros fueron absorbidos por las flotas pesqueras, y algunos, más temerarios, izaron la bandera negra en el palo de mesana y la bandera roja en el palo mayor, declarando por cuenta propia la guerra a toda la raza humana.

Tripulados por gentes reclutadas entre todas las naciones, batían los mares y desaparecían de cuando en cuando para carenar el casco en alguna caleta solitaria, o desembarcaban para correrse una juerga en algún puerto muy aislado, en el que deslumbraban a sus habitantes con su prodigalidad y los horrorizaban con las brutalidades que cometían.

Los piratas eran una amenaza constante en la costa de Coromandel, en Madagascar, en aguas africanas, y sobre todo en los mares de Indias Occidentales y de toda la América. Organizaban sus depredaciones con lujo insolente, adaptándose a las estaciones del año, acosando las costas de la Nueva Inglaterra durante el verano y bajando otra vez, cuando llegaba el invierno a los mares de las islas tropicales.


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226 págs. / 6 horas, 36 minutos / 140 visitas.

Publicado el 16 de enero de 2018 por Edu Robsy.

Nuestro Invierno Africano

Arthur Conan Doyle


Viajes


Prólogo

Este librito contiene algunas impresiones recogidas en Sudáfrica, Rodesia y Kenia. Versan sobre toda una serie de asuntos políticos y económicos, además de sobre el asunto concreto que motivó nuestro viaje. Actualmente, parece que está de moda reírse de la opinión de quien va de paso, al que se tacha de trotamundos. Pero quien ha trotado por esos mundos de Dios, como yo lo he hecho, posee un punto de comparación que revaloriza la opinión corriente. También conviene tener en cuenta que quien no se mueve de casa suele estar influido por toda suerte de consideraciones de carácter personal, mientras que el viajero es un observador imparcial. Al mismo tiempo, y sin duda alguna, su conocimiento es superficial. Pero tiene que intentar por todos los medios ser honrado a la hora de formarse una opinión y no tener miedo a expresarla.

ARTHUR CONAN DOYLE
Junio de 1929

I

LA PARTIDA. PROBLEMAS EN EL GOLFO DE VIZCAYA. BRITÁNICOS Y BÓERS. MADEIRA. LA MUERTE DE DE LA REY. ESPIRITISMO Y CRISTO. CONFERENCIAS EN EL BARCO. ALGUNOS AMIGOS HOLANDESES. FIN DE VIAJE


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205 págs. / 5 horas, 59 minutos / 80 visitas.

Publicado el 17 de enero de 2018 por Edu Robsy.

Estudios del Natural

Arthur Conan Doyle


Crónica


El holocausto de Manor Place

Cuando uno estudia la psicología criminal, llega forzosamente a la conclusión de que la más peligrosa de todas las mentalidades es la del hombre desmesuradamente egoísta. Es este un hombre que ha perdido su sentido de la proporción. Su propia voluntad y su propio interés han borrado en él toda conciencia de sus obligaciones hacia la comunidad. El carácter impulsivo, los celos, la sed de venganza, engendran el crimen; pero el egoísmo llevado hasta la locura es el más peligroso y también el más odioso de sus progenitores. Sir Willoughby Patterne, el eterno prototipo de todos los egoístas, puede ser un personaje divertido e inofensivo a condición de que todo le vaya bien; pero basta con que le sea negado algo de lo que desea, para que de ello se deriven las más monstruosas consecuencias.

Huxley ha dicho que en esta vida, uno está perpetuamente jugando una partida con un adversario invisible, que sólo deja sentir su presencia cuando uno comete una falta: entonces, le impone un castigo. El jugador que comete la falta de ser egoísta puede tener que pagar un precio terrible por ello. Pero hay algo inexplicable en las reglas de ese juego y es que algunos, que son sólo espectadores de la partida, pueden verse obligados a ayudarle a pagar. Lean la historia de William Godfrey Youngman, y vean lo difícil que es entender las reglas que rigen dichos castigos. Aprendan también que el egoísmo no es un pecadillo inofensivo, sino una malvada raíz capaz de producir los más monstruosos frutos.


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43 págs. / 1 hora, 16 minutos / 68 visitas.

Publicado el 18 de enero de 2018 por Edu Robsy.

Una Luz Nueva Sobre Viejos Crímenes

Arthur Conan Doyle


Cuento


La ciencia psíquica, aunque todavía está en pañales, ha alcanzado ya un punto que nos permite hallar la clave de muchos de los acontecimientos que en el pasado se habían considerado incomprensibles. Ahora podemos clasificarlos e incluso explicarlos, en la medida en que es posible una explicación definitiva de cualquier cosa. Sería interesante, por lo tanto, pasar revista a algunos de esos casos de los que queda constancia en los archivos de nuestros tribunales, y que en el pasado fueron calificados de coincidencias extraordinarias o intervenciones de la Providencia. Esta última frase puede ser muy bien que indique una realidad, pero la gente debe saber que no se conoce ninguna intervención de la Providencia que no se haya manifestado a través de una ley natural, y que cuando ha parecido inexplicable y milagrosa eso sólo se debe a que la ley no ha sido comprendida todavía. Todo milagro obedece a una ley exacta; es la ley, como todas las leyes naturales, lo que es en sí misma divina y milagrosa.

Al hacer el recuento de los casos que queremos presentar —cosa que nos veremos obligados a hacer del modo más sucinto— procederemos de lo más sencillo a lo más complejo. Empezaremos pues por aquellos fenómenos que pueden haberse debido a los poderes naturales, aunque indefinidos, del subconsciente, y luego iremos recorriendo toda la gama de clarividencia y telepatía, hasta llegar a lo que parece, sin lugar a dudas, influido por el espíritu de los muertos.

Hay un caso, el de Owen Parfitt, residente en Shepton Mallet, en el condado de Somersetshire, que puede servirnos de punto de partida, pues resulta realmente imposible decir si fue o no un fenómeno psíquico; pero si no lo fue, constituye uno de los más intrigantes misterios que jamás aparecieron ante el público británico.


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22 págs. / 38 minutos / 299 visitas.

Publicado el 22 de enero de 2018 por Edu Robsy.

Los Matones de Market Drayton

Arthur Conan Doyle


Cuento


Al norte de Wrekin, en medio de esa región bucólica, suavemente ondulada, que se extiende allí donde el condado de Shropshire linda con el de Staffordshire, se encuentra una comarca rústica que es quizá la más auténtica que podemos hallar en todo el territorio de Inglaterra. A cierta distancia en dirección al sudeste se elevan las grandes alfarerías de Staffordshire; y todavía más al sur, una larga y oscura humareda marca el emplazamiento de las minas de hierro y carbón. Sin embargo, a las orillas del Torn se suceden bellas y rústicas aldeas, y allí donde hay mercados, pequeñas ciudades soñolientas que en los últimos cien años, apenas si han cambiado: sólo se ha extendido el musgo, y los rojos ladrillos se han desteñido un poco más. Al viajero que en la época de nuestros abuelos cruzaba traqueteando esta hermosa comarca en la diligencia de Liverpool y Shrewsbury, le impresionaba profundamente la arcádica simplicidad de los campesinos, y se felicitaba de comprobar que la inocencia, desterrada de las ciudades hace ya tanto tiempo, pudiera aún hallar refugio en esos apacibles escenarios. Lo más probable es que hubiera sonreído con incredulidad si le hubiesen asegurado que ni en los tugurios de Whitechapel ni en los barrios de barracas de Birmingham era tan laxa la moral, ni tan barata la vida humana, como en la hermosa región que estaba admirando.


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6 págs. / 10 minutos / 1.813 visitas.

Publicado el 22 de enero de 2018 por Edu Robsy.

La Travesía del «Flowery Land»

Arthur Conan Doyle


Cuento


Un remolcador a vapor resoplaba cansinamente arrastrando el clíper de altos mástiles, bien equipado con lanchas de salvamento. El clíper, con sus relucientes costados recién pintados de negro, su afilada proa, y su arqueada bovedilla, era la viva imagen del velero rápido y audaz; pero quienes conocieran su historia podrían haberlo convertido en el perfecto ejemplo para ilustrar un sermón sobre la desaparición del marinero británico; y en este sentido, el clíper era el escándalo del río. Chinos, franceses, noruegos, españoles, turcos…: transportaba un verdadero muestrario de la raza humana. Todos ellos trabajaban arduamente, limpiando los puentes y cerrando las escotillas, pero el alto y corpulento primer oficial se mesó los cabellos cuando descubrió que prácticamente ninguno de los hombres que componían la tripulación era capaz de comprender una orden dada en inglés.

El capitán, John Smith, llevaba consigo a su hermano pequeño, George Smith. Le había hecho embarcar con la esperanza de que la travesía fuera beneficiosa para su salud. Estaban en ese momento sentados ambos a la mesa, con una botella de champán abierta entre ellos, cuando el primer oficial, obedeciendo a una orden del capitán, hizo su aparición. Todavía le ardían los ojos de resultas de su reciente estallido de ira.

—¡Bueno, señor Karswell! —exclamó el capitán—, nos espera un largo viaje. Calculo que necesitaremos unos seis meses antes de vislumbrar el faro de Singapur. He pensado que le gustaría tomar una copa con nosotros. ¡Brindemos porque nos conozcamos mejor y porque tengamos un buen viaje!

Era el capitán un tipo jovial y simpático. Su cara, muy roja y marcada por las inclemencias del tiempo, irradiaba buen humor. El gesto hosco del primer oficial se relajó al oír estas cordiales palabras, y se bebió de un trago la copa de champán que el capitán le ofrecía.


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13 págs. / 23 minutos / 356 visitas.

Publicado el 23 de enero de 2018 por Edu Robsy.

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