Hombres de Bandera
Arturo Reyes
Teatro breve
La escena representa el interior de un hondilón en forma de túnel; en cada una de las laterales se eleva triple hilera de cuarterolas sobre renegridos caballetes; en el centro unas cuantas mesas de pino rodeadas de sillas de Vitoria; en el fondo un pequeño mostrador con tablero de zinc.
En el momento en que penetramos en el hondilón, el señor Paco el Canela—hombre de cincuenta otoñadas, rostro mofletudo y bronceado y de aun gallardo empaque, se entretiene en ordenar los limpísimos chatos junto á la dorada cafetera. Toño el Niño de las Tabairas, sentado junto á una de las mesas, retrepado en la silla, con el pavero echado hacia atrás, canturrea con voz de simpático timbre uno de los tangos más en boga; Joseito el Cangrena levanta la cortina encarnada que resguarda, en la puerta, de los rayos del sol, el establecimiento y arroja en el interior una mirada escrutadora, y al ver al de las Tabarras, penetra en decidida y arrogante actitud y se dirige hacia la mesa donde aquel se acompaña, en su canto, tamborileando con los dedos sobre el borde de la mesa, sobre la cual habla de modo elocuente de su afición á la de Sanlücar un ya desocupado cañero.
Escena única
Paco el Canela.
Toño el Niño de las Tabarras.
Joseito el Cangrena.
EL CANGRENA.—A la paz e Dios, señores.
EL CANELA.—Para servir á usté, caballero.
El CANGRENA.—(Acercándose á la mesa junto á la cual está sentado Antonio y urgándose cortésmente el ala del pavero). ¿Por casolidá es usté Antoñico Urdíales más conocio por el Niño de las Tabarras?
TOÑO.—(Incorporándose y urgándose también el ala del sevillano). Sin casolidá, ese que usté dice soy yo, pa lo que usté guste mandarme.
EL CANG.—Por muchos años; ¿y usté no sabe quién soy yo?
TOÑO.—Como usté no me lo diga...
Dominio público
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Publicado el 24 de diciembre de 2021 por Edu Robsy.