Textos más populares este mes de Arturo Robsy disponibles | pág. 18

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Peripecias

Arturo Robsy


Cuento


Uno de los ultimos domingos del verano, seis amigos decidimos salir de excursión, una excursión a la antigua, a base de transportar cada uno parte del condumio, juntarlo todo una vez llegados al lugar y deglutirlo mezclado con reparador vinillo.

Seis éramos, seis. Seis tipos jóvenes, no excesivamente atolondrados ni absolutamente cuerdos. Seis muchachos y un utilitario que debería soportarnos durante algunos quilómetros (pues pensábamos ir a Cala Blanca desde Mahón).

Uno era el encargado del pan. Otro el del vino. Otro llevaría el aceite, el vinagre y la sal; otro más la leche, el tomate y la cebolla para la ensalada. El quinto el fuego y los cacharros de cocina, y el sexto, yo, la comida propiamente dicha. Los huevos y la carne y alguna lata para el aperitivo.

Salimos, por fin, con el retraso previsto. Enfilamos la carretera canturreando sin demasiado éxito. Las canciones entre seis muchachos ni excesivamente atolondrados ni absolutamente cuerdos, pronto degeneran y se vuelven groseras más que picantes. Por ejemplo, aquella que empieza:


"La vaca,
chunda-chún,
del Eleuterio,
chunda-chún,
ha sido sorprendida
en adulterio,
chunda-chún."


No es que nuestros pulcros oídos nos impidiesen escuchar este tipo de canciones, ni que virginal rubor nos invadiera al oírlas. No, qué va. Pero como todos conocíamos muy bien sus argumentos, resultaban un entretenimiento bastante flojo a aquellas alturas.

Terminamos la que estaba empezada:


"Y con eso,
chunda-chún,
de las vacas disipadas,
chunda-chún,
andan los toros a cornadas..."


Entonces voy y propongo que cada uno cuente una historia divertida mientras llegamos. Somo seis y el coche va cargado, pero sabe correr: basta con dejarle floja la rienda y despreocuparse. De esta manera tendremos tiempo de sobra en el camino para contar cada uno nuestro chiste.


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Publicado el 18 de julio de 2021 por Edu Robsy.

La Hora

Arturo Robsy


Cuento


—La tierra es dura
—Al hombre le toca hacerla blanda.
—Lo era. Y no lo es ya por su culpa.

—Jean Cocteau, Bachus.


Es la hora. Se pretende que apagues la luz. Se pretende que dejes penetrar la noche hasta tu cuerpo... En fin: se pretende que seas nada porque la noche todavía es dueña del miedo, encubridora del amor y víctima de los explotadores que comercian en su centro. Del día vive todo el mundo; la noche, muy pocos: los que vigilan y los que burlan la vigilancia; los que tienen largas conversaciones con las copas vacías y los que se las llenan de nuevo; también los que sueñan como tú...

El sueño te sube por las piernas como una tibia cosquilla y sienten que el pecho se te funde con el cuello, y el cuello con la cara, y la cara con el peo hasta ser, por fin, uno sólo contigo.

Regresas, por ejemplo, al astronauta que subió hasta el cielo con su cohete y le oyes hablar de las estrellas. Usa para esto palabras completamente blancas: ¿creerías que las estrellas son de hielo? Pues sí; hielo antiguo y sabio que sonríe y salta en la bóveda del firmamento. Al pasar, saludan alegremente.

—¿Adónde vas, astronauta?

—A la luna.

—¿Tan cerquita? Si es aquí mismo.

Tú, claro, piensas que es cierto y te da vergüenza no ir más allá. Las estrellas, entonces, bailan y te dan a beber su luz tan larga, tan larga:

—¿Por qué no te vienes más lejos?

—¿Adónde?

—Por ahí, al sitio donde se cobran los recibos del rayo, a la fiesta de los cometas vagabundos, o...

—¿Y al cielo? —preguntas.

—También al cielo, astronauta. Pero, para eso...

—¿Qué?

—Para eso has de contar los años de una estrella.

—¿Sí? Veamos.— entonces piensas un poco y sientes el frío del firmamento, por donde muy pocos hombres pasean. —El primer año... ¡Alegría!

—¿Y después? —dicen las estrellas.


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Publicado el 13 de julio de 2021 por Edu Robsy.

La Muerte Viene del Mar

Arturo Robsy


Cuento


Para María Teresa Arias-Salgado Robsy
(para que siempre siga respetando tantas pequeñas y utilísimas vidas).


En Tófol es viejo hace muchos años. Es uno de esos desafortunados hombres que sobreviven a su decrepitud y tienen la mala ocurrencia de ponerse a vivir años y más años mientras todo deja de ser lo que era. Así, hasta ochenta y cuatro años, tres meses y doce días: los de Tófol.

El día que se retiró los compañeros le hicieron una despedida: él era carpintero y se reunieron en el almacén con una botella de gin y muy buenos propósitos.

—Ahora —le dijeron— podrás descansar.

—Ahora —le explicaron— tendrás tiempo para tus cosas.

Pero olvidaron preguntarle si de verdad quería Tófol descansar o tener todo el tiempo del mundo. Le echaron simplemente. ¡Valiente cosa! La gente matándose por ahí y volviéndose necia para matar el tiempo. La gente gastándose dinero y más dinero para hacer algo mientras descansa, y a Tófol solamente le daban un traguito de gin, una palmada en la espalda y cuatro malas perras, "para tabaco", y para "ayudar un poco en casa".

—No nos sirves —le decían en realidad—. Ya no tienes las fuerza de hace veinte años. Ya no se te puede confiar la sierra grande. Ya no te van tan bien las manos. ¡A la calle!

¡Leche! Era cosa de parar un momento el carro de la edad y ponerse a hacer preguntas. Por ejemplo: ¿para qué exactamente se pasó trabajando cincuenta y cinco años? ¿Para quién? ¿Eh?. "Ya no nos sirves. ¡A la calle!". Tófol no estaba entonces tan viejo que no se diera cuenta de que algo fallaba en este asunto.

—Te quieren mientras les ganas dinero —sí, de acuerdo—. Pero tampoco sería lógico que te soportaran cuando eres un inútil. ¡Cuánta razón! ¡Cuánta verdad! ¡Leche...!


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Publicado el 25 de julio de 2021 por Edu Robsy.

La Vulgata de Don Javier

Arturo Robsy


Cuento


(Prohombre)


La apariencia de don Javier

Don Javier es una gran alma remetida, también en un gran cuerpo. Tiene la estructura del atleta y el talento del científico. Sus manos, donde sólo brilla el anillo de boda (oro vulgar y en círculo), son manos agudas de hombre que piensa, son los dedos teñidos de nicotina. Son unas bellas manos que él utiliza para hablar, para meditar, para acercarse a sus semejantes y demostrarse afecto e indiferencia. El pelo, bien peinado, es rojo y la boca, carnosa, amiga de la sonrisa y llena de voluntad: ancha, saliente como su barbilla. don Javier va al gimnasio dos veces por semana. Dice sobre esto: "es un crimen perder el humor y el talento a causa de un dolor reumático". Tiene razón.


Las frases de don Javier

Don Javier es un hombre de frases. La genialidad es natural en él y jamás, al hablar, trata de influir en las opiniones del otro; dice, simplemente, sus cosas mientras fuma o mientras sonríe. Nada más. En una ocasión me explicó: "hablar de la muerte produce silencio", y, en otra: "Cuando un hombre está solo, también puede ser solo, de forma que la soledad pasa a ser un modelo más de vida que es imposible desechar". Sin embargo don Javier no es un solitario: vive en una casita cómoda con su mujer y sus cuatro hijos.


La familia de don Javier

Don Javier llega a su casa. En la fábrica hay no sé qué problemas que se le llevan la atención: cosas de máximos y mínimos, y algo de un ingeniero que se equivocó en la elección de niveles para el último producto. Un niño, en un rincón, hace pucheros con los labios contraídos. "El pero es m'ha escapao" —dice. don Javier toma un tebeo para leérselo, lo piensa mejor y llama a su mujer:

—Juega un poco con ellas —le dice.

Pero la mujer acaba de bañar al más pequeño y no tiene ganas.


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Publicado el 1 de mayo de 2022 por Edu Robsy.

El Demonio de Alcira

Arturo Robsy


Cuento


Si place a mis lectores prestar los ojos al asunto, quisiera contarles una historia algo rancia que, según es fama, sucedió en Alcira a un matrimonio discutidor y a un alcalde amigo de la broma.


(Si place a mis oyentes prestar oído,
les contaré un pasaje muy divertido;
el cual no es mentira
que ha pasado en la villa de Alcira)


En el siglo pasado Alcira era una villa como tantas, relativamente tranquila y, tal vez, necesitada de espectáculos. En lo alto del puente estaba la imagen de su patrón: San Bernardo, en cuya festividad celebraban las ferias.

Pues bien: el año a que nos referimos, salió el alcalde acompañado por sus concejales y por un escribiente, sobrino suyo, para ir apuntando lo que los vecinos prometían entregar en la fiesta de San Bernardo, a fin de que fuese más lucida. Se trataba, en general, de donativos en metálico u objetos para el culto (cirios, reclinatorios...).

El escribiente tomaba nota y pasaban a otra casa... Hasta que, mediada la tarde, la comitiva llegó a una casa donde el matrimonio reñía: asunto de dineros, pues la mujer decía que el marido no le entregaba todo el suelo y el marido, que la mujer le negaba hasta para tabaco... Discusiones parecidas a las tormentas de verano que, una vez descargadas, desaparecen sin dejar huella, pero, mientras duran, alcanzan una virulencia de aquí te espero.

El alcalde, indiferente ante el asunto, asomó por la ventana y le dijo al marido:

—¿Qué promete para la fiesta de San Bernardo?

El otro, que perdía razón y pie en la discusión, se le encaró rabioso:

—¡Un demonio! ¡Eso es lo que yo prometo!

Y la mujer, por lo bajo:

—Llévenselo a él. ¡Buena pieza!

El alcalde, divertido, contestó con buen humo a su sobrino:

—Apunta: un diablo para San Bernardo.

Y pasó a la próxima casa en busca de vecinos más dadivosos y menos irascibles.


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Publicado el 20 de abril de 2022 por Edu Robsy.

Tragedia Electrónica

Arturo Robsy


Cuento


(ensayo poético)


"Cuento viene de compto, del latín, computare".


FICHA 10.01.00 OBJETO CONTESTACION PREGUNTA 010 CLAVE 01.00. PRIORIDAD: NORMAL LA FICHA DICE ASI (sic) LAFICHADICEASI: PROBLEMAS REDUCIDOS: A—A.— A AMA a B. B NO AMA a A. B AMA a C. A ODIA a C. C ODIA a A. A—B.— A AMA a B. — B NO SABE NADA DE A. A SUFRE. B—A.— A ODIA a B. B AMA a A (IMPROBABLE). B SE MATA. B—B.— A MATA a B. B AMA a A. BODA. HIJOS (VULGAR) C—B.— EXCLUIDOS ESTOS CASOS IMPOSIBLE CUALQUIER OTRO TEMA EN LIRICA Y EN DRAMATICA. FICHA. 10.01.00. OBJETO: CONTESTACION PREGUNTA 010. CLAVE 01.00. PRIORIDAD: NORMAL. LA FICHA TERMINA ASI: FIN (sic) FIN.


La respuesta era, pues, desalentadora y a nadie puede extrañarle que, al leerla, quedara hondamente decepcionado: no todos los días uno llega a la conclusión de que, ya, es imposible escribir una obra maestra, una "chef d'oeuvre", un "capolavoro", al estilo de Hamlet, la Ilíada o la Divina Comedia. Esto, quizá, es lo malo de haber nacido tan tarde y en plena sociedad del ocio: lo que merece la pena ya está dicho.

La esperanza es lo último que se pierde (a decir de ciertos optimistas), y yo acababa de hacerlo con la contestación de mi ordenador (lo que la gente llama "cerebro electrónico"). Pepe en la intimidad. Llevaba dos meses en paro forzoso: había decidido escribir una gran obra, algo que me colocase, de golpe y porrazo, en el pináculo del arte, de la poesía apenas entrevista, de las sensaciones sublimes y únicas. Eso fue dos meses antes y, desde entonces, cavilé a más y mejor sin conseguir resultados apreciables.

Había escrito, sí, mediocridades que hoy en día podrían pasar por buenas:


A solas con tu alma la noche te conforta.
Ese alma tan escasa de palabras,
que duele tantas veces
y que tantas veces escapa a la distancia...


O bien:


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Publicado el 13 de mayo de 2022 por Edu Robsy.

La Gente del Buen Hambre

Arturo Robsy


Novela corta


Prólogo

"La Vida Es Así" —extraña máxima que todos ignoran.

Inicios

Aún a riesgo de revelar primicias, nos acercamos a Arturo Artur con la esperanza de arrancarle un par de opiniones. Antes, debemos puntualizar que, desde hace pocos días, está vivienda a la orilla del mar. Si tuviésemos algo de malos poetas, casi diríamos:


"Cansado de reír,
cansado de ser posibilidad siendo presente,
estoy muy solitario.
Estoy muy solitario
y piso llamas al pisar el hielo."


Pero astutamente, nos callamos, porque no somos poetas mediocres. Comenzamos con él:

"¿Qué opinas de todo esto, Arturo?"

"¿Os referís al paisaje?"

"No, claro; pensábamos en tu libro. ¿Qué representa para ti?"

"Trabajo. Antes de que alguien se ponga a imaginar y saque palabras como "Ilusión", "Esperanza", "Realizarse" y "Testimonio", quiero decir que mi libro es trabajo, que me ha costado mucho y que, calculando a precio de saldo (30 pesetas la hora), la obra vale unas veintisiete mil."

"¿No crees que esto es un poco... materialista? ¿No te parece que el arte...?"

Nos interrumpe iracundo: seguramente posee ideas claras al respecto.

"¡Alto ahí! La gente vende su alma y nadie tiene el menor reparo en decir: soy abogado y gano tanto al mes. Soy médico y cobro tanto otro. (Y, por ejemplo, se trata de vender justicia y salud). Yo, entonces, tengo el derecho a decir: soy escritor y pierdo... equis."

"Veintisiete mil pesetas."

"¿Lo creéis? Pierdo más; hasta mi posición social. ¿Qué como? ¿Con qué me visto? Además, ¿no corro peligro de ser clasificado, para siempre, como vago y desocupado?"

Preferimos dejar el tema, que resulta doloroso para Arturo Artur.

"Háblanos de tu libro."


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Publicado el 15 de julio de 2022 por Edu Robsy.

Confía en España

Arturo Robsy


Ensayo, política


Introducción

Decía Ismael Medina en un lejano artículo, citando a Jacques Bergier, que «sólo las armas parapsicológicas pueden lograr el triunfo de una guerrilla urbana a condición de que el poder instalado no sea el primero en utilizarlas, ya que también pueden convertirse en un instrumento de represión.»

En España tenemos un poder que ejerce en los dos bandos posibles: en el Gobierno y en la Revolución, alternando las acciones legislativas con las revolucionarias, y aspirando, desde el mismo momento de su instauración, no a cambiar la sociedad española (mejorándola, engrandeciéndola, culturizándola, instruyéndola y enriqueciéndola), sino a SUPLANTARLA, a hacer otra nación, todavía con el nombre de España pero sin su cultura, sin su carácter histórico. Sin sus tradiciones y sin su religión.

El poder es, desde el 76 y más desde el 82, el principal factor de la revolución en España y, convencido de que hoy no es posible hacerla de un día para otro con las masas en la calle, se ha embarcado en un proyecto a largo plazo para suplantar a España por otra cosa. En el mundo actual, donde las masas están descubriendo de nuevo el individualismo, egoísta sin duda, es imposible usarlas como fuerza de choque según los cánones de la Revolución de Octubre rusa, pero Sí es posible desarraigarlas, como hacían los asirios cambiando a pueblos enteros de territorios, cambiando hoy a pueblos enteros de cultura, en cuyo caso, perdidos sus marcos de referencia, son pueblos sin personalidad y sin capacidad de reacción.

Nueva definición

En política, los españoles tendemos a darle un elevado valor intelectual y moral: desde la libre representación del pueblo a la consecución del bien común, pasando por creer que es el arte de lo posible. Pero esto ya no es así, puesto que la política práctica hoy al uso en España es solamente un método para manipular mejor la opinión de de los ciudadanos


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Publicado el 1 de septiembre de 2023 por Edu Robsy.

Lo Repetido Es Falso

Arturo Robsy


Ensayo


Primer asalto

Los que leen habitualmente artículos o ensayos del autor saben ya que gusta de dar la vuelta a la frase del Dr. Goebbels. Sí él tenía la misión política de convencer sobre ideas y personas, nosotros, los ciudadanos normales, tenemos la obligación de no dejarnos engañar: nos van en ello la Justicia y la Libertad. Si nos repiten algo hasta que, invariablemente, creemos que lo hemos pensado nosotros, lo repetido es falso y a esta sencilla máxima hay que remitirse ante cualquier duda o incredulidad.

Durante los días de redacción de este mínimo opúsculo sucedió la detención del Excmo. Sr. General D. Augusto Pinochet, sobre el que determinados medios (muy insistentes en España) llevaban veinticinco años predicando la dureza de la dictadura y, sólo después de que las Madres de Mayo recibieran un buen apoyo internacional, se le empezó a atacar como genocida, crimen que no se le había atribuido antes y en el que no se ponen de acuerdo: una asociación chilena cifra en algo más de un millar las víctimas de la mini guerra civil. Otros en España apuntan hasta 30.000. Esto sólo significa una cosa: mienten las dos opiniones. Pero este no es un cuaderno de noticias y el caso, además, lo verán los tribunales.

Por las mismas fechas, que coincidían con elecciones en la autonomía Vasca, un prócer socialista recomendaba al gobierno una «reinserción discreta» de los terroristas de la Eta, es decir, que se mintiera o, al menos, que no se informara a los ciudadanos. Y parece que fue escuchado.

Simples ejemplos de la poca importancia que se da a la verdad en España y del mucho uso que se hace de la mentira. Y es esa mentira la que hiere la convivencia natural de las personas, la que las enfrenta y la que les arrebata partes del mundo que debieran conocer para ser algo más libres, porque todo el que piensa exactamente igual que otros, no es libre,


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91 págs. / 2 horas, 40 minutos / 21 visitas.

Publicado el 10 de julio de 2024 por Edu Robsy.

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