Textos peor valorados de Arturo Robsy publicados por Edu Robsy disponibles | pág. 4

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autor: Arturo Robsy editor: Edu Robsy textos disponibles


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La Madre; El Hogar; El poeta; y No Era Amistad

Arturo Robsy


Cuento


La madre

—Dime, ¿es niño o niña?

—Mujer, ten calma.

Lavado y fresco se lo traen: un niño. ¡Qué hermoso es verle así, callado, con la piel tierna y arrugada y las manitas de estampa!

—Un niño, pequeña: Mamá... ¿qué efecto te hace este nombre?

Y ella calla: por ahí hay gente mala y su hijo es tan pequeño... Un día soportará una burla; otro, una bofetada, y, de caída en caída, pasará por profesores, por amigos, y conocerá la soledad y la tristeza.

Después, la novia, los licores... Un poco más todavía y, quizá, la guerra para morirse joven o...

—Mujer, ¿qué te pasa?

La madre abre un poco los ojos y aprieta suavemente al hijo.

—Menos mal que no ha sido una muchacha.

El hogar

Hoy es un día feliz: ahora, los cuarenta años y, por la mañana, su mujer le ha besado y sus niños, antes de ir a la escuela, le han dicho un indiferente "felicidades, papá", porque la madre les ha aleccionado.

Cuarenta años. Bien: una fecha para hacer balance y sacar el saldo de su vida. Con el puro y el diario entre las manos, comienza. Realmente no se puede quejar: vive bien en una casa cómoda; tiene una mujer hermosa que envejece y unos hijos sanos.

La historia... ¡hum! Es difícil recordar los pormenores: hay, desde luego, momentos luminosos bien grabados pero, a continuación, sombrías lagunas en la memoria. Sí: de niño, con pantalón y peto, paseando por el puerto en una barca, y su padre, con bigotes, hurgando en el motor, enrojecida la cara.

Una herida, sangre, el médico principiante que cose con sus agujas curvas y él, sobre la mesa, llorando de pura rabia.

Un cierto juego de médicos con alguna vecinita.

Una pedrada; la antigua pandilla de amigos de la guerra donde él era, alguna vez, comandante.

Un religioso repitiendo: Brahmaputra, Ganges e Indo, y haciendo sonar la carraca.


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Publicado el 13 de mayo de 2022 por Edu Robsy.

La Gente del Buen Hambre

Arturo Robsy


Novela corta


Prólogo

"La Vida Es Así" —extraña máxima que todos ignoran.

Inicios

Aún a riesgo de revelar primicias, nos acercamos a Arturo Artur con la esperanza de arrancarle un par de opiniones. Antes, debemos puntualizar que, desde hace pocos días, está vivienda a la orilla del mar. Si tuviésemos algo de malos poetas, casi diríamos:


"Cansado de reír,
cansado de ser posibilidad siendo presente,
estoy muy solitario.
Estoy muy solitario
y piso llamas al pisar el hielo."


Pero astutamente, nos callamos, porque no somos poetas mediocres. Comenzamos con él:

"¿Qué opinas de todo esto, Arturo?"

"¿Os referís al paisaje?"

"No, claro; pensábamos en tu libro. ¿Qué representa para ti?"

"Trabajo. Antes de que alguien se ponga a imaginar y saque palabras como "Ilusión", "Esperanza", "Realizarse" y "Testimonio", quiero decir que mi libro es trabajo, que me ha costado mucho y que, calculando a precio de saldo (30 pesetas la hora), la obra vale unas veintisiete mil."

"¿No crees que esto es un poco... materialista? ¿No te parece que el arte...?"

Nos interrumpe iracundo: seguramente posee ideas claras al respecto.

"¡Alto ahí! La gente vende su alma y nadie tiene el menor reparo en decir: soy abogado y gano tanto al mes. Soy médico y cobro tanto otro. (Y, por ejemplo, se trata de vender justicia y salud). Yo, entonces, tengo el derecho a decir: soy escritor y pierdo... equis."

"Veintisiete mil pesetas."

"¿Lo creéis? Pierdo más; hasta mi posición social. ¿Qué como? ¿Con qué me visto? Además, ¿no corro peligro de ser clasificado, para siempre, como vago y desocupado?"

Preferimos dejar el tema, que resulta doloroso para Arturo Artur.

"Háblanos de tu libro."


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Publicado el 15 de julio de 2022 por Edu Robsy.

El Provocador Discreto

Arturo Robsy


Cuento


Ejercicio número uno.


Material:

Provéase de una máquina fotográfica o grabadora de vídeo, de un bañador y de un mes de agosto. Busque una de las cientos de playas donde nacionales y extranjeros se desnudan con la esperanza de que el calor solar vivifique sus partes nobles o, si se prefiere, el soporte mortal de sus pecados.


En el fondo los nudistas no son tontos. Saben que es legal porque Múgica tiene ideas, pero dificilmente se pasearían así por la plaza mayor de su ciudad o acudirían despelotados al cine de su barrio. Se reúnen para darse valor. Es el instinto gregario.

Al principio de la temporada se ven las playas llenas de gente vestida que vigila. Un día una mujer se toma una copa para confortar su espíritu y corre a la orilla a sacarse una teta: reflejos condicionados. Pero es la señal y cientos de bañistas tiran sus prendas de vestir. Días después la multitud frunce el cejo cuando aparece un ciudadano en bañador: un provocador, sin duda; un tipejo que tanto puede ser un fascista como una víctima de la educación represiva de la clerigalla.

Pero pasearse desnudo entre los nudistas es una provocación demasiado sutil. Ellos se defenderán de usted con pensamientos progresistas o con brincos exhibicionistas dedicados a escandalizarle.

Un paso en el camino de la provocación es efectuar el paseo con perro. Los canes, en su amistosa simplicidad, se acercan a oler, porque apenas pasan de ser una nariz con sentimientos. El por qué se obstinan en oler determinadas zonas del nudista es algo que tiene que ver con su filosofía de la vida. Su máxima es dime cómo hueles y te diré quién eres.


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Dominio público
2 págs. / 5 minutos / 41 visitas.

Publicado el 1 de septiembre de 2022 por Edu Robsy.

La Otra Vida de Franco

Arturo Robsy


Novela


A modo de prólogo

Estos son unos trozos de un libro empezado hace tiempo y con el que no me he dado prisa. Ahora, con la decadencia acelerada, comprendo que es el momento de acelerarlo. La historia consiste en que dos españoles de lo futuro llegan a casa de un Psicólogo del 2002 que ha escrito un libro sobre 150 maneras de acabar con el mundo. Quieren pedirle opinión, porque sus jefes han decidido llevarse los edificios notables de España, que, sin reparaciones desde tanto atrás, están cayendo en la ruina. Al Psicólogo no le gusta la idea y les propone conseguir que se reparen iglesias, catedrales, palacios, que él sabe quién lo hará. Es entonces cuando la máquina del tiempo entra en función y, frente a la antigua Dirección General de Seguridad, aparece un coche moderno, impensable en 1965, cargado de ingenios como videos, ordenadores, cámaras magnetoscópicas y otros asuntos increíbles, junto con libros de historia, periódicos, discursos desorejados... un retrato de la sociedad del 2002. Y Franco acaba elaborando un plan para proteger a la España malherida. El objetivo es demostrar que se podría gobernar bien sin cambiar la constitución y contemplar todo lo que es accesorio en nuestra sociedad actual.

En un rincón del alma

—¡Dios bendito! — dijo Longinos Limón del otro lado de sus labios. Echó a correr como pocos celadores del Museo del Pardo han logrado cuando todavía sonaba el primer «si» del Himno Nacional, alto como una cruz, . Venía de atrás, del cuartel silencioso, del cuartel que se había callado para siempre veintidós años atrás.


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26 págs. / 46 minutos / 70 visitas.

Publicado el 1 de septiembre de 2022 por Edu Robsy.

El Descubrimiento de Europa

Arturo Robsy


Ensayo, política


(«El poder reside en la fe del pueblo», en lo que cree)

Prólogo de un amigo

Un día me va a tener que explicar Arturo Robsy por qué hace lo que hace y dónde se aprovisiona de la energía para hacerlo. En ausencia de su explicación directa, me toca hoy dar al lector curioso mi versión.

El autor de El Descubrimiento de Europa se encuentra a caballo entre dos mundos: el que dejó de ser y al que guardaba un difícil entramado de fidelidades, y el que debe de empezar a ser, que le apasiona no sólo por las novedades que presiente en él, sino porque comprende — y hace comprender al lector — que puede ser un universo a la medida del hombre, un hallar por fin la unidad humana que se nos arrebató hace ya tiempo.

Quizá deba traicionar el misterio, la clave del presente libro: Robsy ve que el mundo actual se ha hecho pequeño y que es forzoso engrandecerlo, ya que no en territorios, al menos en horizontes humanos. Opina — y toda opinión es discutible, aunque la suya es muy atractiva — que España ha guardado silencio, no ha hecho historia durante la Edad Contemporánea. Ha sido sujeto pasivo de ella. Y concluye que lo que hoy se llama Occidente, y está en crisis si no en decadencia, está incompleto porque se hizo sin España y, muchas veces, contra ella. Como Occidente se siente tan distinto de nosotros como, al menos, nosotros de él, el Occidente en crisis ensaya una nueva colonización de España, tanto en lo político como en lo cultural y económico.

En "El Descubrimiento de Europa" mi amigo Arturo ensaya una nueva visión del problema y propone, frente a la invasión, la independencia, para recuperar, con la unidad, las dos constantes de lo español. Quiere — y conmigo lo ha conseguido — que reparemos a la vez en el pasado y en el futuro de España. Quiere, además, que se le discuta, empeñado en forzar la imaginación del lector por otros derroteros.


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64 págs. / 1 hora, 53 minutos / 138 visitas.

Publicado el 15 de julio de 2023 por Edu Robsy.

Confía en España

Arturo Robsy


Ensayo, política


Introducción

Decía Ismael Medina en un lejano artículo, citando a Jacques Bergier, que «sólo las armas parapsicológicas pueden lograr el triunfo de una guerrilla urbana a condición de que el poder instalado no sea el primero en utilizarlas, ya que también pueden convertirse en un instrumento de represión.»

En España tenemos un poder que ejerce en los dos bandos posibles: en el Gobierno y en la Revolución, alternando las acciones legislativas con las revolucionarias, y aspirando, desde el mismo momento de su instauración, no a cambiar la sociedad española (mejorándola, engrandeciéndola, culturizándola, instruyéndola y enriqueciéndola), sino a SUPLANTARLA, a hacer otra nación, todavía con el nombre de España pero sin su cultura, sin su carácter histórico. Sin sus tradiciones y sin su religión.

El poder es, desde el 76 y más desde el 82, el principal factor de la revolución en España y, convencido de que hoy no es posible hacerla de un día para otro con las masas en la calle, se ha embarcado en un proyecto a largo plazo para suplantar a España por otra cosa. En el mundo actual, donde las masas están descubriendo de nuevo el individualismo, egoísta sin duda, es imposible usarlas como fuerza de choque según los cánones de la Revolución de Octubre rusa, pero Sí es posible desarraigarlas, como hacían los asirios cambiando a pueblos enteros de territorios, cambiando hoy a pueblos enteros de cultura, en cuyo caso, perdidos sus marcos de referencia, son pueblos sin personalidad y sin capacidad de reacción.

Nueva definición

En política, los españoles tendemos a darle un elevado valor intelectual y moral: desde la libre representación del pueblo a la consecución del bien común, pasando por creer que es el arte de lo posible. Pero esto ya no es así, puesto que la política práctica hoy al uso en España es solamente un método para manipular mejor la opinión de de los ciudadanos


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22 págs. / 39 minutos / 58 visitas.

Publicado el 1 de septiembre de 2023 por Edu Robsy.

Lo Repetido Es Falso

Arturo Robsy


Ensayo


Primer asalto

Los que leen habitualmente artículos o ensayos del autor saben ya que gusta de dar la vuelta a la frase del Dr. Goebbels. Sí él tenía la misión política de convencer sobre ideas y personas, nosotros, los ciudadanos normales, tenemos la obligación de no dejarnos engañar: nos van en ello la Justicia y la Libertad. Si nos repiten algo hasta que, invariablemente, creemos que lo hemos pensado nosotros, lo repetido es falso y a esta sencilla máxima hay que remitirse ante cualquier duda o incredulidad.

Durante los días de redacción de este mínimo opúsculo sucedió la detención del Excmo. Sr. General D. Augusto Pinochet, sobre el que determinados medios (muy insistentes en España) llevaban veinticinco años predicando la dureza de la dictadura y, sólo después de que las Madres de Mayo recibieran un buen apoyo internacional, se le empezó a atacar como genocida, crimen que no se le había atribuido antes y en el que no se ponen de acuerdo: una asociación chilena cifra en algo más de un millar las víctimas de la mini guerra civil. Otros en España apuntan hasta 30.000. Esto sólo significa una cosa: mienten las dos opiniones. Pero este no es un cuaderno de noticias y el caso, además, lo verán los tribunales.

Por las mismas fechas, que coincidían con elecciones en la autonomía Vasca, un prócer socialista recomendaba al gobierno una «reinserción discreta» de los terroristas de la Eta, es decir, que se mintiera o, al menos, que no se informara a los ciudadanos. Y parece que fue escuchado.

Simples ejemplos de la poca importancia que se da a la verdad en España y del mucho uso que se hace de la mentira. Y es esa mentira la que hiere la convivencia natural de las personas, la que las enfrenta y la que les arrebata partes del mundo que debieran conocer para ser algo más libres, porque todo el que piensa exactamente igual que otros, no es libre,


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91 págs. / 2 horas, 40 minutos / 20 visitas.

Publicado el 10 de julio de 2024 por Edu Robsy.

El Ancla del Espíritu

Arturo Robsy


Cuento


Allá cuando la infancia se convierte en ensueño y el bozo apunta, el director espiritual del instituto, hombre santo llamado Alberto, que cerraba los ojos para atreverse a hablar del espíritu a los alumnos, percibió la clave de Julio. Se la reveló en el confesonario, después de la absolución:

—Julio: tú eres un místico.

Por si acaso, el mozo miró en el diccionario. Hubiera preferido ser guitarrista por ciencia infusa, o donjuán con arte de embaucamiento, pero era místico a decir del clérigo.

Como dolía poco, lo dejó estar, no antes de leer los poemas de Juan de la Cruz. Se le clavaron en el pecho y, en cada herida, sintió florecer una rosa. Una sensación muy extraña, pero un joven no puede presentarse en la consulta del médico y explicarle que hay poemas que le perforan el pecho, circunstancia que aprovechan las rosas para florecer por los intersticios. Hasta un especialista pensaría mal y recetaría baños fríos.

Los años, a falta de mejor ocupación, le fueron esculpiendo. Empezó a parecerse a un árbol que tendiera las ramas hacia el cielo. Los ojos se le hicieron grandes y le servían por igual para mirar hacia adentro y hacia afuera. Las estrellas, malévolas, cogieron la costumbre de reflejarse en ellos.

También se le alargaron las manos y los dedos. Cualquier literato hubiera diagnosticado sin dificultad: Manos sensitivas. De poeta, de artista, de pianista. Pero Julio, que no lo sabía, se hacía un lío con ellas.

Julio prendía hogueras para encandilarse con el baile de las llamas. Seguía sus arabescos con la vista y, perdido en el laberinto, penetraba en mundos ignorados. Estaba cansado de contemplar soles azules. Alguna que otra vez había visto mares blancos, de plata. Hasta en una ocasión le pareció percibir el aire perfumado de las alas de un ángel dándole en la cara.


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4 págs. / 7 minutos / 92 visitas.

Publicado el 21 de abril de 2016 por Edu Robsy.

Nemrod

Arturo Robsy


Cuento


El Buen Dios, que a veces ha tenido que ser duro con sus criaturas, sacó por fin al Rey Nemrod, el formidable cazador, de su bien ganado infierno y lo instaló en el mirador celeste, un lugar muy claro desde el que todos los mundos se ven como con lupa.

El Buen Dios es paciente y sabe esperar en cada esquina del tiempo,. Es así porque un Buen Dios nunca tiene prisa; nunca corre para llegar al final de sus artificios y qué duda cabe de que el mundo es su artificio preferido, su laboratorio particular donde investiga lentamente las profundidades del alma que dio a los hombres.

—Son almas puras, Miguel. —suele decir— Son almas pequeñas pero limpias, Rafael. Son almas con luz, Gabriel, pero están acosadas por la tiniebla.

El día en que el Buen Dios hizo subir a Nemrod al mirador se cumplían los cinco mil años del viejo asunto de Babel. Como todos saben, este Nemrod, hijo de Cus y nieto del Cam que flotó sobre el mundo del diluvio, fue rey de Babel, de Erec, Acad, Calne, constructor de Nínive, Rehobot, Cala y Resen.

Babel, en la tierra llana de Sinar, fue una construcción de ladrillos; la primera, quizá, en la que el hombre se independizaba de la piedra y edificaba sobre la técnica y su imaginación. Con orgullo eligieron la empresa imposible de una torre que llegara al cielo para hacerse un nombre y perdurar entre los siglos.

Los deslumbrados ojos de Nemrod miraron la tierra, envejecida pero pujante:

—¿Qué son —preguntó el alma del rey— esas increíbles agujas que casi podría coger con la mano?

—Rascacielos les llaman. dijo el Buen Dios, mirando fijamente al escandalizado Nemrod.

—En verdad... —comenzó el rey con cierta humildad— Mi querida Babel jamás hubiera osado subir tan alto. ¿Usan ladrillos?

—Usan ladrillos, ciertamente. Y andamios de hierro. En cierto modo, Nemrod, esas torres gigantes son hijas de tu minúscula Babel.


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Publicado el 21 de abril de 2016 por Edu Robsy.

Quieta la Cruz, Impasible el Guardia

Arturo Robsy


Cuento


Tony subió al cielo con la sensación de sólo haber encendido la luz larga y, todo lo más, apretado un poco el acelerador. Las almas, expulsadas violentamente de los cuerpos, sufren confusiones así al principio.

Luego miran hacia abajo y ven la moto por el suelo y, la materia que fueron, como un juguete abandonado. En el caso de Tony, el alma vio también como se alejaba el coche que le había sacado de la carretera de un golpe, llevándose su vida en una aleta.

Tuvo un primer pujo de ira al comprender que le acababan de asesinar. Sus nuevos sentidos, más penetrantes, le dijeron que el conductor llevaba un medio pedalete y mucho miedo por lo que acababa de suceder.

Pero la ira se desvaneció al descubrir Tony que no le importaba lo sucedido. Su parte astral flotaba en la brisa nocturna y se encontraba cómoda y relajada. Las volutas de humo, seguramente, se sienten bien y olvidan el fuego que les hizo arder. Las almas, lo mismo.

Además, la suya todavía conservaba una notable dosis de ron con cocacola que le ayudaba a contemplar la eternidad con una sonrisa. Incluso sospechaba que podía tratarse de un sueño.

Con curiosidad de fantasma, se quedó por allí contemplando el panorama. Lo que había sido un cuerpo aparentaba un lamentable estado. Pero su moto estaba peor: no sólo la llanta delantera se había plegado, sino que el depósito aparecía definitivamente roto. Calculando por lo bajo, la reparación pasaría de los doscientas mil pesetas, por no hablar de los gastos del entierro.

Estaba todavía entretenido con estos cálculos cuando el alba —de rosados dedos, notó el espíritu liberado— alargó la mano por occidente y empezó a distribuir los colores.

Tras el alba, muy de cerca, llegó una camioneta de albañiles. Se detuvieron e inspeccionaron el lugar de autos, como se bautizó después. No tocaron el cadáver: eran partidarios de otros métodos:


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4 págs. / 7 minutos / 71 visitas.

Publicado el 21 de abril de 2016 por Edu Robsy.

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