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autor: Benito Pérez Galdós editor: Edu Robsy textos disponibles


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Aita Tettauen

Benito Pérez Galdós


Novela


Primera parte

Madrid, Octubre—Noviembre de 1859

I

Antes de que el mundo dejara de ser joven y antes de que la Historia fuese mayor de edad, se pudo advertir y comprobar la decadencia y ruina de todas las cosas humanas, y su derivación lenta desde lo sublime a lo pequeño, desde lo bello a lo vulgar, cayendo las grandezas de hoy para que en su lugar grandezas nuevas se levanten, y desvaneciéndose los ideales más puros en la viciada atmósfera de la realidad. Decaen los imperios, se desmedran las razas, los fuertes se debilitan y la hermosura perece entre arrugas y canas... Mas no suspende la vida su eterna función, y con los caminos que descienden hacia la vejez, se cruzan los caminos de la juventud que van hacia arriba. Siempre hay imperios potentes, razas vigorosas, ideales y bellezas de virginal frescura; que junto al sumidero de la muerte están los manantiales del nacer continuo y fecundo... En fin, echando por delante estas retóricas, os dice el historiador que la hermosura de la sin par Lucila, hija de Ansúrez, se deslucía y marchitaba, no bien cumplidos los treinta años de su existencia.


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136 págs. / 3 horas, 59 minutos / 594 visitas.

Publicado el 23 de octubre de 2016 por Edu Robsy.

Napoleón en Chamartín

Benito Pérez Galdós


Novela


I

El Sr. D. Diego Hipólito Félix de Cantalicio Afán de Ribera, Alfoz, etc., etc., conde de Rumblar y de Peña—Horadada, hacía en Madrid la siguiente vida:

Levantábase tarde, y después de dar cuerda a sus relojes, se ponía a disposición del peluquero, quien en poco más de hora y media le arreglaba la cabeza por fuera, que por dentro sólo Dios pudiera hacerlo. Luego daba al reloj de su cuerpo la cuerda del necesario alimento, como decía Comella, la cual cuerda pasaba aún más allá de la media docena de bollos de Jesús reblandecidos en dos onzas de chocolate.


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246 págs. / 7 horas, 11 minutos / 574 visitas.

Publicado el 5 de octubre de 2016 por Edu Robsy.

Bodas Reales

Benito Pérez Galdós


Novela


I

Si la Historia, menos desmemoriada que el Tiempo, no se cuidase de retener y fijar toda humana ocurrencia, ya sea de las públicas y resonantes, ya de las domésticas y silenciosas, hoy no sabría nadie que los Carrascos, en su tercer cambio de domicilio, fueron a parar a un holgado principal de la Cava Baja de San Francisco, donde disfrutaban del discorde bullicio de las galeras y carromatos, y del grande acopio de vituallas, huevos, caza, reses menores, garbanzos, chorizos, etc., que aquellos descargaban en los paradores. Escogió D. Bruno este barrio mirando a la baratura de las viviendas; fijose en él por exigencia de su peculio (que con las dispendiosas vanidades de la vida en Madrid iba enflaqueciendo), y por dar gusto a su esposa, la señora Doña Leandra, cuyo espíritu con invencible querencia tiraba hacia el Sur de Madrid, que entonces era, y hoy quizás lo es todavía, lo más septentrional de La Mancha. En mal hora trasplantada del cortijo a la corte, aliviaba la infeliz mujer su inmenso fastidio poniéndose en contacto con arrieros y trajinantes, con zagalones y mozos de mulas, respirando entre ellos el aire de campo que pegado al paño burdo de sus ropas traían.


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Dominio público
234 págs. / 6 horas, 50 minutos / 531 visitas.

Publicado el 19 de febrero de 2018 por Edu Robsy.

La de los Tristes Destinos

Benito Pérez Galdós


Novela


I

Madrid, 1866.— Mañana de Julio seca y luminosa. Amanecer displicente, malhumorado, como el de los que madrugan sin haber dormido...

Entonces, como ahora, el sol hacía su presentación por el campo desolado de Abroñigal, y sus primeros rayos pasaban con movimiento de guadaña, rapando los árboles del Retiro, después los tejados de la Villa Coronada... de abrojos. Cinco de aquellos rayos primeros, enfilando oblicuamente los cinco huecos de la Puerta de Alcalá como espadas llameantes, iluminaron a trechos la vulgar fachada del cuartel de Ingenieros y las cabezas de un pelotón desgarrado de plebe que se movía en la calle alta de Alcalá, llamada también del Pósito. Tan pronto el vago gentío se abalanzaba con impulso de curiosidad hacia el cuartel; tan pronto reculaba hasta dar con la verja del Retiro, empujado por la policía y algunos civiles de a caballo... El buen pueblo de Madrid quería ver, poniendo en ello todo su gusto y su compasión, a los sargentos de San Gil (22 de Junio) sentenciados a muerte por el Consejo de Guerra. La primera tanda de aquellos tristes mártires sin gloria se componía de diez y seis nombres, que fueron brevemente despachados de Consejo, Sentencia y Capilla en el cuartel de Ingenieros, y en la mañana de referencia salían ya para el lugar donde habían de morir a tiros; heroica medicina contra las enfermedades del Principio de Autoridad, que por aquellos días y en otros muchos días de la historia patria padecía crónicos achaques y terribles accesos agudos... Pues los pobres salieron de dos en dos, y conforme traspasaban la puerta eran metidos en simones. Tranquilamente desfilaban estos uno tras otro, como si llevaran convidados a una fiesta. Y verdaderamente convidados eran a morir... y en lugar próximo a la Plaza de Toros, centro de todo bullicio y alegría.


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Dominio público
277 págs. / 8 horas, 5 minutos / 496 visitas.

Publicado el 17 de febrero de 2018 por Edu Robsy.

De Cartago a Sagunto

Benito Pérez Galdós


Novela


I

Arriba otra vez, arriba, Tito pequeñín de cuerpo y de espíritu amplio y comprensivo; sacude la pereza letal en que caíste después de los acontecimientos ensoñados y maravillosos que te dieron la visión de un espléndido porvenir; vuelve a tu normal conocimiento de los hechos tangibles, que viste y apreciaste en la vida romántica del Cantón cartaginés, y refiérelos conforme al criterio de honrada veracidad desnuda que te ha marcado la excelsa maestra Doña Clío. Abandona los incidentes de escaso valor histórico que han ocurrido en los días de tu descanso soñoliento, y acomete el relato de las altas contiendas entre cantonales y centralistas, sin prodigar alabanzas dictadas por la amistad o el amaneramiento retórico.

Obedezco al amigo que me despabila con sacudimiento de brazos y tirones de orejas, cojo mi estilete y sigo trazando en caracteres duros la historia de estos años borrascosos en que, por suerte o por desgracia, me ha tocado vivir. Lo primero que sale a estas páginas llegó a mi conocimiento por los ojos y por el tacto: fue la moneda que acuñaron los cantonales para subvenir a las atenciones de la vida social.

Consistió la primera emisión en duros cuya ley superaba en una peseta a la ley de los duros fabricados en la Casa de Moneda de Madrid. Las inscripciones decían: por el anverso, Revolución Cantonal. — Cinco pesetas; por el reverso, Cartagena sitiada por los centralistas. — Septiembre de 1873.


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214 págs. / 6 horas, 14 minutos / 492 visitas.

Publicado el 5 de octubre de 2016 por Edu Robsy.

El Artículo de Fondo

Benito Pérez Galdós


Cuento


I

"Basta de contemplaciones. Basta de contubernios. Basta de flaquezas. Ha sonado la hora de las energías. Creíamos que los hechos, tan claros ya en la mente de todo el mundo, se presentarían al fin en su espantosa gravedad a los ojos del insensato poder, que dirige los negocios públicos. Juzgando que toda obcecación, por grande que sea, ha de tener su límite, creíamos que el Gobierno no podría resistir a la evidencia de su descrédito; creíamos que, deponiendo la terquedad propia de todos los poderes que no se apoyan en la opinión, se resolvería al fin a entrar por más despejado y seguro camino, si no consideraba como la mejor de las enmiendas el abandonar la vida pública. Esperábamos inquietos, ante los grandes males que afligen a la patria; esperábamos callando, sin dejar de conocer los diarios y cada vez más graves errores de este insensato Gobierno. Hemos esperado hasta lo último, hasta que los escándalos han sido intolerables. Hemos callado, mientras el callar no fue gravísima falta. Ya no hay esperanza. Es preciso no ocultar la verdad al país, y nosotros faltaríamos al primero de nuestros deberes, si un momento más permaneciéramos en esta actitud. Nuestro patriotismo nos impele a obrar de este modo; y como sabemos que la opinión pública es la única...".

Al llegar aquí, el autor del artículo se paró. La inspiración, si así puede decirse, se le había concluido; y como si el esfuerzo hecho para crear los párrafos que anteceden produjera fatiga en su imaginación, se detuvo, con ánimo de proseguir, cuando las varias ideas, que repentinamente y en tropel vinieron a su imaginación, se disparan.


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16 págs. / 28 minutos / 491 visitas.

Publicado el 1 de diciembre de 2016 por Edu Robsy.

España Sin Rey

Benito Pérez Galdós


Novela


I

Faltome tiempo y espacio para referiros un suceso doloroso acaecido en la familia de Santiago Ibero. Si me dais licencia, emplearé mis ocios en adobar esta y otras historias particulares anotadas en la cuenta de los años 1869 y siguientes, las cuales a mi entender no deben perderse en el sumidero del olvido, a donde paran muchas historias públicas pregonadas y trompeteadas por esa gran voceadora que llamamos la Gaceta. Los íntimos enredos y lances entre personas, que no aspiraron al juicio de la posteridad, son ramas del mismo árbol que da la madera histórica con que armamos el aparato de la vida externa de los pueblos, de sus príncipes, alteraciones, estatutos, guerras y paces. Con una y otra madera, acopladas lo mejor que se pueda, levantamos el alto andamiaje desde donde vemos en luminosa perspectiva el alma, cuerpo y humores de una nación... Por lo expuesto, y algo más que callo, pedida la licencia, o tomada si no me la dieren, voy a referir hechos particulares o comunes que llevaron en sus entrañas el mismo embrión de los hechos colectivos. El caso es este:


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Dominio público
248 págs. / 7 horas, 15 minutos / 471 visitas.

Publicado el 16 de febrero de 2018 por Edu Robsy.

España Trágica

Benito Pérez Galdós


Novela


I

«1.º de Enero.— Ha sonado la última campanada de las doce. 1870 recoge la herencia del escandaloso 69, año de acciones difusas y de oratoria sinfónica... '¿Y qué haré yo con tantos discursos? —dice este pobrecito 70, que nace sobre los mismos hielos que han sido sepultura de su padre—. ¿De qué me servirá la opulencia verbosa de estos caballeros constituyentes?... ¿Por ventura, el diluvio retórico fecundará la simiente de la República o nos traerá un nuevo retoño del árbol secular de la Monarquía?'.

»2 de Enero.— Si escribir pudiéramos la Historia futura, corriendo más aprisa que el tiempo, yo escribiría que el Rey X, si acaso lo encuentran, no querrá venir a este cráter del volcán en erupción. Se le quemarán las botas.

»3 de Enero.— Estos Carabancheles son desprendimientos del apretado cascote que llamamos Madriles. Hastiados de formar en ringleras, sin aire ni luz, algunos caseríos se han escurrido bonitamente hacia el campo. Aquí vivo, no por mi gusto, sino por el de mi madre, que como buena campesina tira siempre a las Afueras.


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Dominio público
239 págs. / 6 horas, 59 minutos / 465 visitas.

Publicado el 17 de febrero de 2018 por Edu Robsy.

Zumalacárregui

Benito Pérez Galdós


Novela


I

Ufano de los triunfos de Salvatierra y Alegría, en tierra alavesa, Zumalacárregui invadió la Ribera de Navarra, donde el Ebro se bebe tres ríos: Ega, Arga y Aragón. Bien podría denominarse aquel movimiento procesión militar, porque el afortunado guerrero del absolutismo llevaba consigo el santo, para que los pueblos lo fueran besando unos tras otros, al paso, con religiosa y bélica fe, acto que se efectuaba con suma presteza, aquí te tomo, aquí te dejo, conforme a la táctica de un ejército formado, instruido y aleccionado diariamente en la movilización prodigiosa, en las marchas inverosímiles, cual si lo compusieran no ya soldados monteses y fieros, sino leopardos con alas. Que éstos llevaban en volandas a la tortuga, no hay para qué decirlo. Mostraban el ídolo a los pueblos, y el entusiasmo en que éstos ardían era un excelente botín de moral política que robustecía la moral militar.


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Dominio público
224 págs. / 6 horas, 33 minutos / 461 visitas.

Publicado el 20 de febrero de 2018 por Edu Robsy.

Halma

Benito Pérez Galdós


Novela


Primera parte

I

Doy a mis lectores la mejor prueba de estimación sacrificándoles mi amor propio de erudito investigador de genealogías... vamos, que les perdono la vida, omitiendo aquí el larguísimo y enfadoso estudio de linajes, por donde he podido comprobar que doña Catalina de Artal, Xavierre, Iraeta y Merchán de Caracciolo, Condesa de Halma-Lautenberg, pertenece a la más empingorotada nobleza de Aragón y Castilla, y que entre sus antecesores figuran los Borjas, los Toledos, los Pignatellis, los Gurreas, y otros nombres ilustres. Explorando la selva genealógica, más bien que árbol, en que se entrelazan y confunden tan antiguos y preclaros linajes, se descubre que, por el casamiento de doña Urianda de Galcerán con un príncipe italiano, en 1319, los Artales entroncan con los Gonzagas y los Caracciolos. Por un lado, si los Xavierres de Aragón aparecen injertos en los Guzmanes de Castilla, en la rama de los Iraetas corre la savia de los Loyolas, y en la de los Moncadas de Cataluña la de los Borromeos de Milán. De lo cual resulta que la noble señora no sólo cuenta entre sus antepasados varones insignes por sus hazañas bélicas, sino santos gloriosos, venerados en los altares de toda la cristiandad.

Como he lado al buen lector mi palabra de no aburrirle, me guardo para mejor ocasión los mil y quinientos comprobantes que reuní, comiéndome el polvo de los archivos, para demostrar el parentesco de doña Catalina con el antipapa D. Pedro de Luna, Benedicto XIII. Busca buscando, hallé también su entronque lejano con Papas legítimos, pues existiendo una rama de los Artal y Ferrench que enlazó con las familias italianas de Aldobrandini y Odescalchi, resulta claro como la luz que son parientes lejanos de la Condesa los Pontífices Clemente VIII e Inocencio XI.


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Dominio público
234 págs. / 6 horas, 50 minutos / 453 visitas.

Publicado el 28 de abril de 2019 por Edu Robsy.

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