Textos más populares esta semana de Cristóbal Miró Fernández etiquetados como reflexión

Mostrando 1 a 10 de 19 textos encontrados.


Buscador de títulos

autor: Cristóbal Miró Fernández etiqueta: reflexión


12

Desde febrero con amor

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


Febrero es un mes que contempla las dos caras de la luna vista a ocho ojos, la del sueño y la pesadilla, la del cuerpo y el espíritu, la del mundo y el Paraíso, la del triángulo del deseo y los latidos del corazón. Es el mes donde reina Don Carnaval y Doña Cuaresma, enfrentados monarcas de diástole y sístole, la época de las máscaras y la poesía desnuda, de la verdad y la fantasía, el gozo y la tragedia, el imperio del arquero, ángel elevado y caído al mismo tiempo…

El Carnaval de San Valentín, el amor en tiempos previos al mes de marzo, un sentimiento por el que vale la pena morir, morir por alguien o algo más importante que la propia vida. El arquero del amor de oro y plomo, el que fue vástago de Venus y Marte, la sombra y al luz, la burla de la muerte y la muerte misma, el amor eterno, la vida eterna, el amor más allá de la muerte por siempre jamás, el sacrificio supremo aun ignorando el instinto de supervivencia propio de cada persona.

El amor de amores, el amor entre iguales y diversos, el amor visto con ojos en blanco y negro y en color, a través de las pupilas de Leonardo Da Vinci y su inmensa paleta de colores infinitos, el amor de cero más cero, cero más uno, uno más uno, y la suma, sea cuales sean sus elementos quedan lugar a la multiplicación hasta el infinito del resultado de tal operación matemática. Eros y Cupido, convivientes un solo gemelo a la sombra de la legalidad o a la legalidad declarada y aceptada por decreto a portón abierto de armario de presa.


Leer / Descargar texto

Dominio público
1 pág. / 3 minutos / 46 visitas.

Publicado el 6 de marzo de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

Reposo en sol

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


En la sociedad de las prisas tomarse un reposo es un privilegio que no se debe subestimar hasta el punto de considerarlo casi como un milagro, si creemos en la existencia de los milagros, claro está… vivimos en un mundo de relojes, y los relojes lógicos son fríos, no entienden de sentimientos. Viven en un perpetuo latido de tic-tac, en un tic-tac calculado al segundo, limitado en cuadrados y rectángulos de celda. Pero este tic-tac no contempla una tercera opción que se halla en este mismo músculo vital que bombea sangre, que bombea vida… y ese mismo músculo evidentemente físico es también donde reside la eternidad, que trasciende lo físico y lógico… cuerpo y alma compitiendo y disfrutando de la hermandad en el mismo lecho, los más extremados amantes, amigos, hermanos, padres e hijos, que se saludan y se acarician con el abrazo del oso pardo y de peluche, en el abrazo del panda. El tec, esa tercera opción que equivale al alma de todo lo estrictamente científico y sensual. El tec que es el conocimiento contradictorio que nos revela que los secretos son inescrutables a la luz de las eternas preguntas que se convierten una en diez, diez en cien y cien en un millar… la aventura del conocimiento y de la(s) ciencia(s) en infinito…


Leer / Descargar texto

Dominio público
1 pág. / 1 minuto / 42 visitas.

Publicado el 5 de mayo de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

La mirada

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


Los ojos son la puerta cuyo camino ascendente lleva hacia el conocimiento del alma. Son pozos sin fondo de distinta naturaleza, nos agradaría perdernos en algunos de ellos sin hallar jamás la salida del laberinto, los consideramos nuestro sol, nuestra luna, nuestro TODO absoluto. Nuestro ángel particular, los tenga grandes y enormes o en forma de almendra, será nuestro Dios, la dama de la eterna sonrisa o la dama sin piedad de los poemas medievales, sans merci, o los ojos de fuego del emperador azul (lo de príncipe se queda corto). Sean castaños, negros, azules o verdes, esa persona sera el centro de nuestra existencia y a través de sus ojos vivimos, sentimos y latimos.

La mirada es la vida misma, y una mentira muy poderosa, que nos engaña con nuestro permiso y complicidad queriendo ver a aquella persona como la persona perfecta. Es una mirada con venda, bajo la niebla. Somos el viajero que observa su valle ideal bajo el mar de niebla espesa. Es una mirada de sueño, la mirada de Calisto hacia Melibea, el problema es cuando cae la venda y vemos que aquel ser perfecto, amado, es falible, y empezamos a conocer sus errores, sus máculas, sus grietas. El faro de Alejandría, sin madera que quemar, nos deja náufragos en nuestra propia tempestad y con las velas encontradas entre ellas: el mundo se nos cae hecho pedazos, nos hemos sumergido en un invierno sin fin… y no hay primavera a venir que asome por la puerta ni anuncie sus pasos.


Leer / Descargar texto

Dominio público
1 pág. / 3 minutos / 31 visitas.

Publicado el 24 de abril de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

El abrazo de la mirada

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


El día 14 de febrero es un día mágico en un lugar mágico, en el seno de la Creación….en el cerro-valle de Venus y Marte donde se halla los extremos, de conocen, se odian, se aman, se abrazan y se matan sin cesar. Es un lugar donde quien a hierro mata a hierro vive… y donde la flecha de Eros-cupido es de plomo y oro al mismo tiempo. Es un lugar donde la tortura es tan deliciosa como el mejor de los manjares, no hay mejor vergel que este jardín de espinas, donde el dolor es curativo, y donde el dolor es temido…es la muerte más viva, la amistad más íntima y duradera, la que aspira a sobrevivir a la muerte y cuyo recuerdo no desaparezca jamás. El amor es la pesadilla más soñada. No permite dormir al que la sufre, pero nadie querría morir sin haber sido abrazado poderosamente por el ángel de alas negras y latido rojo al menos una vez en su vida, ni vivir una noche sin abrazar hasta la locura en cuerpo y alma al ser amado… sin morir de amor viviendo eternamente en sus ojos verdes, cortada la respiración bajo su tempestad. En el vientre de la vida, donde se gestan las tormentas de llanto, en ese núcleo de acero el amor tiene su hogar, su Imperio… tirano demócrata que, al mismo tiempo que nos da libertad para elegir o no a la luna o al sol de nuestra existencia, nos exige el hecho de tener siempre presente la ensoñación de esa presencia sanadora y con su ausencia nos asfixia…


Leer / Descargar texto

Dominio público
1 pág. / 1 minuto / 54 visitas.

Publicado el 6 de febrero de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

El café

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


El café es una bebida de doble naturaleza. Tomar un café con alguien es aceptar una invitación agradable para compartir vivencias, recuerdos o unas risas, por ejemplo. La cuestión es que a alguien le diesen café durante la época de la Guerra Civil española, me refiero al café enunciado en letras mayúsculas, si era alguien que no comulgaba con el ideario de los franquistas o era visto con ojeriza por estos, implicaba que dicho desgraciado estaba en un tris de pasar a mejor vida en la cuneta de una carretera.

El café como lugar donde se reúne la sociedad, también en el aspecto de local donde se reúne una comunidad de personas para dialogar, o enfrentarse entre ellas en un retrato social bien poco edificante, como sucede en el artículo escrito por Mariano José de Larra, el célebre periodista decimonónico español, que lleva este mismo título, El café. No es recomendable, para quienes nunca hayáis leído a Larra, hacerlo con los ánimos decaídos.


Leer / Descargar texto

Dominio público
1 pág. / 2 minutos / 46 visitas.

Publicado el 25 de marzo de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

Qué es la poesía?

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


Qué es la poesía? Hay bien pocas cosas, a mi parecer, tan complicadas de describir como lo es la poesía. En una célebre cita se dice que la poesía está en todas partes por el hecho de que, según mi punto de vista, es una serie de latidos que compartimos todos los seres vivos y que son exclusivos de cada uno de nosotros, tiene todos los nombres y no tiene ninguno, tiene todas las formas y no tiene ninguna… Es la misma luna y el mismo sol y sus rayos que iluminan a todos los seres que se desperezan de día y de noche, se halla lo mismo bajo un mar de niebla o en la espuma de una ola de una playa desierta, en el paraíso de una dulce y ardiente noche de amor o en la pesadilla de una batalla sangrienta o un naufragio letal. La poesía es la negación innegable de la primera persona del singular a favor del resto de pronombres personales. Yo escribo según mi visión del mundo en latidos tan precisamente imprecisos y particularmente comunes que de inmediato tú lo interpretarás según tus experiencias vitales todas mis palabras constituyendo un universo nuestro… La poesía es la pintura de un mundo sin fronteras, cuyo pincel es la pluma o el bolígrafo, o el lápiz, o el teclado de Safo y de Homero, hija de la memoria de Gilgamesh. No se puede poner fronteras a la Humanidad como especie, más allá de diferencias de etnia, religión, cultura, ideología o sexo. La poesía es la bandera más universal de todas, la del cielo protector que es el techo que a todos nos acoge… pues todas las culturas la han cultivado a través de sus Escrituras desde los inicios de la Historia plasmada en tablillas de barro, papiro, pergamino, papel o soporte informático, e incluso antes de la misma. La poesía es, a tenor de la pupila de nuestras páginas, un nexo común que une a toda la Humanidad en un solo corazón de tres venas por donde circulan infinitas gotas de sangre…


Leer / Descargar texto


1 pág. / 1 minuto / 42 visitas.

Publicado el 15 de febrero de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

El asteroide sobre el propio tejado

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


Un navío con velas encontradas no camina, es una cita que acuñó el rey borbón, el español Carlos III. Las dos cabras que se enfrentan sobre el tronco jamás llegarán a nada, tan solo a caer ambas al río sobre el que luchan enconada y estúpidamente, y con mucha suerte no ahogarse tras la caída, agotadas como están de su lucha inútil. Al final del proceso de auto aniquilación mutua, el tronco sobre el que se sustentan, su mente (ir) racional acabará devorándolas, arrastrándolas en su caída, quebrado por su estupidez. Siempre acaba ganando el que a su adversario no degüella, se cita en una de las líneas de la célebre novela latina, junto al Asno de Oro de Apuleyo, el Satiricon de Petronio. Las dos cabras que se enzarzan, en la lucha inútil y empecinada, en el intento desesperado de derrotar al contario, que al fin y al cabo es un hermano de leche, hasta sus últimas energías, acabarán ambas derribadas por sí mismas sin ver que las cornadas son boomerangs que rebotan una vez y otra contra sí mismas.El puñal de doble filo de un orgullo guerrero mal entendido y peor dirigido hacia los fines de la guadaña, que desangra la mano que lo esgrime sin remedio, no deja nunca tras de sí nada salvo heridas y cicatrices, mientras que en las más de las veces, corona su empuñadura roja de vino y sangre en el pico de la paz de los cementerios que deja de recuerdo… y al final solo quedan los esqueletos insepultos en su rencor de perdones, durante largas generaciones a venir, de los vencedores y vencidos en el Monte de las Ánimas soriano… 


Leer / Descargar texto

Dominio público
1 pág. / 1 minuto / 35 visitas.

Publicado el 28 de mayo de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

Érase una vez Gustavo Adolfo Bécquer

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


De los ojos se dice que son el espejo del alma. Si así fuese, los ojos negros o marrones serían un alma oscura y tenebrosa, los azules puro aire libre, los verdes puro bosque y los ojos de Alfanhuí, amarillos como los de los alcaravanes, pura luz de sol matinal. En cierto modo, no hay nada más luminoso que la oscuridad, no hay nada que más atraiga. La noche es tentación, pecado, pero es vida y sexo, de burla de la muerte, amor carnal, una parte de la dualidad del todo, las ensoñaciones de un nuevo día al despertar, de una esperanza.

Los ojos son el lugar predilecto del encuentro de los amantes, el hogar de la chimenea de invierno, donde arde el candoroso leño, donde se hallan cuerpo y mente, latidos y espera imposible. Son la pesadilla imposible donde deseamos perdernos sin brújula y ceder al deseo, al norte de las dos bocas de rosa femeninas. Las pestañas son los labios que nos permiten e impiden el paso a la copa de champán del vergel de los ojos verdes que nos ahogan con deleite y angustia. No hay nada más humano, más mundano y más angelical al mismo tiempo que un par de ojos... algo tan esquivo y tan cercano, algo que nos mate con tortura tan dolorosa y deliciosa como la ausencia de la visión de las pupilas más amadas y deseadas.

Los ojos son el faro, el riachuelo y el océano abierto, el arroyo Guadalquivir, un minúsculo mundo de sol y luna, de universo, de estrellas y de brújula desnortada y de adorable locura. Nadie querría vivir sin ahogarse en el pozo del agua de la existencia de la llama que arde a través de la vista, y sin embargo nadie querría quemar vivo bajo su guillotina, tampoco. El combate del no querer por lo que moriría por gusto.


Leer / Descargar texto

Dominio público
1 pág. / 2 minutos / 91 visitas.

Publicado el 2 de abril de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

Incertidumbre

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


La rutina es el veneno de la vida, aunque la vida misma sigue un ciclo rutinario de nacimiento, crecimiento y muerte… y absolutamente nada se libra de tal ciclo de estaciones entre primavera e invierno. Ello implica que la vida se emponzoña a sí misma? No olvidemos que la vida no es algo sencillo, algo pacífico ni estable en sus pupilas rosadas ni azules en una danza uniforme, sino una sucesión de conflictos que la enriquecen en experiencias y conocimiento, ya sea en poco tiempo o a lo largo de un periodo más extenso. Y qué se podría entender como extenso? Y como breve? El día de 24 horas, al margen de la estabilización a partir de la Baja Edad Media en forma de horas, minutos y segundos, nunca ha dejado de ser como lo fuera en la Edad Media, libre del tambor del reloj. Una medianoche puede durar tres días si el tiempo transcurre lentamente mientras un día puede caducar en diez minutos si disfrutamos del momento. En consecuencia, lejos de lo que consideremos como hora standard, no hay nada más rebelde e indisciplinado que la Ciencia…ni nada que sea más eterno que esta finitud. La vida podría entenderse como una multiplicación de restas, en un proceso en el que el más, aunque no lo parezca, gana, al menos, por mayoría indudable. Las restas que nos inquietan, que constituyen nuestras pesadillas cotidianas, establecen hitos que, como las grandes batallas en el recuerdo popular, acaban transformando el mundo para bien en forma de lecciones existenciales, del mismo modo que las letales explosiones nucleares de Hiroshima y Nagasaki acabaron derivando en el uso de tal dinamita, de tal pólvora, para extraer energía beneficiosa para la Humanidad de esta terrible fusión del átomo. 


Leer / Descargar texto

Dominio público
1 pág. / 1 minuto / 52 visitas.

Publicado el 10 de mayo de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

Cartas desde el Tíber

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


Y nunca mejor dicho. Las cartas de amor son la piedra sobre la que edifica todo el mundo. Sin este sentimiento de unión, la vida decae y se muere en sombras. Pensemos en un pobre soldado en cualquier conflicto, desde las arenas del Nilo hasta los hielos del Ártico. Pensemos en ese hombre, si nos remitimos a la antigüedad, o mujer, si viajamos a tiempos actuales, a esa persona sola en una trinchera y con la vida en permanente riesgo: no sabe si vivirá otro día. Esa carta de su familia representa la vida, la esperanza de poder algún día volver a casa. La magia de las cartas de amor, la magia de las cartas desde el Capitolio de la Ciudad Eterna.

Realmente, el sentimiento de una carta de amor es el mismo a todas, solo cambia el léxico, desde un abrazo, un “os quiero mucho” o “eres el amor de mi vida”. Todo depende de a que círculo concéntrico del gran lago embravecido que es el amor pertenece la persona a quién se le envía esta misiva, pero en todos los casos, sin diferencia, es alguien especial. Puede ser un hermano de leche, amigo desde la infancia, un padre anciano o la pareja que te alegra cada mañana al despertarte a su lado y que añoras perderte en sus brazos algún día, solo por dar algunos ejemplos (faltan en la lista anterior los hijos, los hermanos, los abuelos, etcétera). Pero en todo caso, sea cual sea su nivel de cercanía con aquella persona, es algo que reconforta… y desvela.

Cartas desde el Tíber...y que desvela. Desvela la espera por esa carta, desvela el hecho de saber si ha llegado o no a destino, desvela el contenido de la carta de respuesta, qué dirá, si anuncia paz o tormenta, y calma hasta el peor Infierno, convirtiéndolo en Paraíso, el pensar en ella.


Leer / Descargar texto

Dominio público
1 pág. / 2 minutos / 51 visitas.

Publicado el 26 de febrero de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

12