Instintivo
Emilia Pardo Bazán
Cuento
Confiada en una promesa, llevaba tres años de trabajar en secreto para preparar su equipo de novia, cuando recibió una carta en que él se declaraba libre del compromiso. Habían sido sueños de niño, esas primeras ilusiones que todos se forman. La realidad surgía, apremiante: en la casa de comercio de Bilbao donde estaba colocado le asociarían, si se casaba con la hija del dueño; era todo su porvenir aquella boda, y tiraría por la ventana el porvenir si la rehusase. Que Elvira se hiciese cargo, y le perdonase, y creyese firmemente en el cariño que había de profesarle siempre. La misiva era franca, de un tono cordial, con ribetes de humilde. La prosa hablaba por boca del antiguo novio. Lo que decía era cierto; no había respuesta ni objeción posible. Elvira, sin embargo, encontraba algo que oponer. Toda su juventud, que había sacrificado: iba a cumplir veintinueve y no había conocido otro amor, ni otra esperanza… Coser aquel equipo modesto representaba cientos de noches de velar hasta el amanecer, con los ojos hinchados, la vista desvanecida. A cada puntada, se figuraba lo que la iba a suceder cuando estrenase la prenda, cuando Miguel se la alabase, cuando por ella se encandilase el amor… Y ahora, ¡una carta…, un pedazo de papel…, y todo acabado…!
Sus nervios respondieron al golpe: cayó sobre el sofá, retorciéndose, conteniéndose para no gritar. Un diluvio de lágrimas desenlazó la crisis. Lo demás lo hizo el hábito de la paciencia, contraído en ausencia tan larga. Una idea cruzó por su imaginación. ¿Sería una prueba a que Miguel la sometía? Acaso, porque él, se había mostrado a veces celoso, dudoso, como sucede cuando se está lejos… Recogió del suelo la carta, la releyó… Era el tono de la verdad, de la amarga verdad.
No cabía duda.
Dominio público
5 págs. / 9 minutos / 34 visitas.
Publicado el 27 de febrero de 2021 por Edu Robsy.