Amor Prohibido
Francisco A. Baldarena
cuento
Creative Commons
1 pág. / 1 minuto / 543 visitas.
Publicado el 18 de julio de 2021 por Francisco A. Baldarena .
Mostrando 21 a 30 de 147 textos encontrados.
autor: Francisco A. Baldarena etiqueta: Cuento
Creative Commons
1 pág. / 1 minuto / 543 visitas.
Publicado el 18 de julio de 2021 por Francisco A. Baldarena .
Creative Commons
1 pág. / 1 minuto / 257 visitas.
Publicado el 18 de julio de 2021 por Francisco A. Baldarena .
Creative Commons
1 pág. / 1 minuto / 285 visitas.
Publicado el 19 de julio de 2021 por Francisco A. Baldarena .
Creative Commons
1 pág. / 1 minuto / 363 visitas.
Publicado el 20 de julio de 2021 por Francisco A. Baldarena .
Creative Commons
1 pág. / 1 minuto / 298 visitas.
Publicado el 21 de julio de 2021 por Francisco A. Baldarena .
Creative Commons
1 pág. / 1 minuto / 546 visitas.
Publicado el 27 de julio de 2021 por Francisco A. Baldarena .
Creative Commons
1 pág. / 1 minuto / 238 visitas.
Publicado el 29 de julio de 2021 por Francisco A. Baldarena .
Creative Commons
1 pág. / 1 minuto / 401 visitas.
Publicado el 29 de julio de 2021 por Francisco A. Baldarena .
Vuelve a llamarlo. La verdad es que: Zulema vuelve a intentar comunicarse con él; cosa que lleva haciendo, sin éxito, desde la mañana. Pero nuevamente el silencio…
“¿Con esta van cuántas, diez, quince, veinte veces?” Hace rato que ha perdido la cuenta.
“No está en el trabajo, ni en el club, ni en el bar y, claro, tampoco en el departamento. ¿Dónde está, entonces, ese hijo de mil puta?”
Enciende otro cigarrillo con la colilla del que acaba de consumir, y la humareda de las primeras bocanadas forman una niebla azulada que le cubre la cabeza y tras la cual larga una certeza:
“¡Con otra, seguro! Con una nueva conquista, como hasta el último día de su vida.”
Piensa en el cuello de Ramiro y aprieta los puños con todas sus fuerzas.
“¡Ese va a perder hasta el último pelo, pero no las mañas! Ya lo veo en un hospital, antes del último suspiro, agarrándole la mano a una enfermerita tonta; pero rubia y tetona, como al degenerado le gusta.”
Llena otro vaso con whisky, esta vez sin hielo y sin soda, y evita mirarse en el espejo del aparador, pues al contrario de la enfermera rubia y tetona de su imaginación, ella tiene senos pequeños. Y la sigue:
“¿Cuántas veces me prometió que era la última aventura? ¿Cuántas veces me dijo, mirándome a los ojos, el muy caradura, que yo soy la única? ¿Y cuántas veces me juró de manos juntas que ya no está para esos trotes? Y, sin embargo… cuando no es un cabello pegado al sobretodo, es la tapa de un lápiz labial debajo del asiento del auto, o las malditas tarjetitas perfumadas en la guantera del auto. Si hasta parece que el hijo de puta me las hace de propósito.”
Creative Commons
4 págs. / 7 minutos / 230 visitas.
Publicado el 29 de julio de 2021 por Francisco A. Baldarena .
Creative Commons
1 pág. / 1 minuto / 263 visitas.
Publicado el 6 de agosto de 2021 por Francisco A. Baldarena .