La Semana de los 3 Jueves
Francisco Campos Coello
Cuento
I
—Caballero, os aseguro que vuestro discurso me ha probado que sois hombre de ciencia y hombre de mundo. Pero, al mismo tiempo, os digo también, que mi hija no se casará con vos.
—¡Pero si yo amo a Ernestina!
—No lo dudo. Ernestina, sin embargo, es muy joven, y por otra parte, yo tengo ofrecida mi palabra a otro.
—¡Es posible!
—Muy posible. De manera que, con harto sentimiento mío, me veo en la necesidad de no aceptaros por yerno.
—¿Es esa vuestra última resolución, señor don Pancracio?
—La última, amigo Luis. Esto no impedirá que seamos buenos amigos, y que vengáis con frecuencia a mi casa.
—No vendré más, don Pancracio. Por el contrario, pienso poner el diámetro de la Tierra, entre esta casa y mi persona.
—¿Partís?
—Al otro mundo.
—¿Vais a mataros?
—No, digo al otro mundo, refiriéndome al otro hemisferio. Voy a visitar a los senegaleses de Yolof, a los mandingas del Sudán, a los árabes del desierto, a los cafres y los hotentotes, a los enanos de las selvas del Congo, a los zelandeses y a los habitantes de Papuaria.
—¡Me traeréis un álbum con los retratos de todos aquellos tipos de pueblos raros!
—No volveré, don Pancracio. Mi pensamiento era casarme con Ernestina. Y como vos os oponéis, voy a dar la vuelta al mundo, una vez en cada paralelo, tanto al Norte como al Sur, y estar así viajando, constantemente, hasta que llegue la hora de pasar al…
—¿A dónde?
—Al gran cristalino.
—¿Qué es eso del gran cristalino?
—Es un círculo, una zona, un espacio, que se encuentra después del tercer móvil.
—¿Tercer móvil? ¿Sabe usted, que estas palabras son nuevas para mí?
Dominio público
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Publicado el 17 de febrero de 2024 por Edu Robsy.