Un Drama Verdadero
Guy de Maupassant
Cuento
«Lo
verdadero puede a veces no ser verosímil»
Boileau,
Art poétique, III, 48
Decía yo el otro día, en este lugar, que la escuela literaria de ayer se servía, para sus novelas, de las aventuras o de las verdades excepcionales encontradas en la existencia; mientras que la escuela actual, al no preocuparse sino por la verosimilitud, establece una especie de media de los acontecimientos ordinarios.
Y hete aquí que me comunican toda una historia, ocurrida, al parecer, y que se diría inventada por algún novelista popular o algún dramaturgo delirante.
Es, en cualquier caso, pasmosa, bien urdida y muy interesante en su extrañeza.
En una propiedad rural, mitad granja y mitad quinta, vivía una familia que tenía una hija a la que cortejaban dos jóvenes, hermanos.
Éstos pertenecían a una antigua y excelente casa, y vivían juntos en una propiedad vecina.
El preferido fue el mayor. Y el pequeño, a quien un amor tumultuoso le trastornaba el corazón, se tornó sombrío, soñador, errabundo. Salía durante días enteros o bien se encerraba en su habitación, y leía o meditaba.
Cuanto más se acercaba la hora de la boda, más receloso se volvía.
Aproximadamente una semana antes de la fecha fijada, el novio, que regresaba una noche de su cotidiana visita a la joven, recibió un disparo a quemarropa, en un rincón del bosque. Unos campesinos, que lo encontraron al nacer el día, llevaron el cuerpo a su hogar. Su hermano se sumió en una fogosa desesperación que duró dos años. Se creyó incluso que se metería a cura o que se mataría.
Al cabo de esos dos años de desesperación, se casó con la novia de su hermano.
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Publicado el 17 de junio de 2016 por Edu Robsy.