Las Minas del Rey Salomón
Henry Rider Haggard
Novela
Dedicatoria
Este registro fiel, pero sin pretensiones,
de una aventura extraordinaria,
es respetuosamente dedicado
por el narrador,
Allan Quatermain,
a todos los niños,
chicos y grandes,
que lo lean.
Nota del autor
El autor se aventura a tomar esta oportunidad para agradecer a sus lectores por el cálido acogimiento que se ha otorgado a las sucesivas ediciones de esta historia durante los últimos doce años. Él espera que en su forma presente caigan en las manos de un público aún más amplio, y que en los próximos tiempos pueda seguir proporcionando entretenimiento a los que aún mantienen el corazón lo suficientemente joven como para amar una historia sobre tesoros, sobre guerra y sobre aventuras salvajes.
Ditchingham, 11 de marzo de 1898.
Post scriptum
Ahora, en 1907, con motivo de la emisión de esta edición, sólo puedo añadir lo que me alegra que mi novela pueda seguir complaciendo a tantos lectores. La imaginación ha sido verificada por los hechos; las Minas del rey Salomón que soñé han sido descubiertas, y están produciendo oro una vez más, y, según los últimos informes, también diamantes, los kukuanas o, mejor dicho, los Matabele, han sido domados por las balas del hombre blanco, pero aún así parece que hay muchas personas que encuentran placer en estas sencillas páginas. El hecho de que pueda continuar agradándoles, inclusive a una tercera o cuarta generación, o quizás más aún, estoy seguro, será esperanzador para nuestro viejo y difunto amigo, Allan Quatermain.
H. Rider Haggard.
Ditchingham, 1907.
Protegido por copyright
253 págs. / 7 horas, 23 minutos / 303 visitas.
Publicado el 29 de diciembre de 2017 por Edu Robsy.