Redburn
Herman Melville
Novela
Este libro está dedicado
a mi hermano pequeño
Thomas Melville
marinero en ruta a la China.
I. De cómo el gusto por el mar nació y creció en Wellingborough Redburn
—Wellingborough, ya que tienes intención de embarcarte, ¿por qué no te llevas mi chaqueta de caza?; es justo lo que necesitas… Llévatela, te ahorrarás tener que comprar una. Ya lo verás, es muy caliente; tiene los faldones largos, duros botones de cuerno y muchos bolsillos.
Así, con toda la bondad y sencillez de su corazón, me habló mi hermano mayor la víspera de mi partida hacia el puerto.
Y, Wellingborough —añadió—, ya que ambos andamos cortos de dinero, y te hace falta un equipo, y no tengo nada que darte, puedes llevarte también mi carabina y venderla en Nueva York por lo que te den. No, llévatela, a mí ya no me sirve; no me queda pólvora para cargarla.
Por aquel entonces yo no era más que un muchacho. No mucho tiempo antes mi madre se había trasladado desde Nueva York a un agradable pueblo junto al río Hudson, donde vivíamos muy tranquilos en una casita. Varios amargos desengaños en ciertos planes que había proyectado y la necesidad de hacer algo para ganarme la vida, unidos a mi natural disposición aventurera, habían conspirado en mi interior para enviarme al mar como marinero.
Llevaba varios meses leyendo con detenimiento periódicos atrasados neoyorquinos y estudiando encandilado las largas columnas de noticias marítimas, que ejercían un extraño y romántico encanto sobre mí. Una y otra vez, devoraba anuncios como el siguiente:
DESTINO: BREMEN
El bergantín Leda, forrado y remachado con cobre,
tras haber casi completado su estiba, zarpará rumbo al puerto arriba
mencionado el martes 20 de mayo.
Para cuestiones de carga o pasaje preguntar a bordo en el muelle de Coenties.
Protegido por copyright
363 págs. / 10 horas, 36 minutos / 93 visitas.
Publicado el 22 de marzo de 2017 por Edu Robsy.