El Piojito y la Pulguita
Hermanos Grimm
Cuento infantil
Un piojito y una pulguita hacían vida en común y cocían su cerveza en una cáscara de huevo. He aquí que el piojito se cayó dentro y murió abrasado. Ante aquella desgracia, la pulguita se puso a llorar a voz en grito. Al oírla, preguntó la puerta de la habitación:
— ¿Por qué lloras, Pulguita?
— Porque Piojito se ha quemado.
Entonces se puso la puerta a rechinar. Y dijo Escobita desde el rincón:
— ¿Por qué rechinas, Puertecita?
— ¿Cómo quieres que no rechine?
«Piojito se ha abrasado,
Pulguita llora».
Y la escobita se puso a barrer desesperadamente. Llegó en esto un carrito y dijo:
— ¿Por qué barres, Escobita?
— ¿Cómo quieres que no barra?:
«Piojito se ha abrasado,
Pulguita llora,
Puertecita rechina».
Entonces exclamó Carrito:
— Pues voy a correr —y echó a correr desesperadamente. Y dijo Estercolillo, por delante del cual pasaba:
— ¿Por qué corres, Carrito?
— ¿Cómo quieres que no corra?:
«Piojito se ha abrasado,
Pulguita llora,
Puertecita rechina,
Escobita barre».
Y dijo entonces Estercolillo:
—Pues yo voy a arder desesperadamente —y se puso a arder en brillante llamarada. Había junto a Estercolillo un arbolillo, que preguntó:
— ¿Por qué ardes, Estercolillo?
— ¿Cómo quieres que no arda?:
«Piojito se ha abrasado,
Pulguita llora,
Puertecita rechina,
Escobita barre,
Carrito corre».
Y dijo Arbolillo:
— Pues yo me sacudiré —y empezó a sacudirse tan vigorosamente, que las hojas le cayeron. Violo una muchachita que acertaba a pasar con su jarrito de agua, y dijo:
— Arbolillo, ¿por qué te sacudes?
— ¿Cómo quieres que no me sacuda?
«Piojito se ha abrasado,
Pulguita llora,
Puertecita rechina,
Escobita barre,
Carrito corre,
Estercolillo arde».
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Publicado el 26 de agosto de 2016 por Edu Robsy.