La Novia del Conejillo
Hermanos Grimm
Cuento infantil
Érase una vez una mujer y su hija, las cuales vivían en un hermoso huerto plantado de coles. Y he aquí que, en invierno, viene un conejillo y se pone a comer las coles. Dijo entonces la mujer a su hija:
— Ve al huerto y echa al conejillo. Y dice la muchacha al conejillo:
— ¡Chú! ¡Chú! ¡Conejillo, acaba de comerte las coles!
Y dice el conejillo:
— ¡Ven, niña, súbete en mi colita y te llevaré a mi casita!
Pero la niña no quiere. Al día siguiente vuelve el conejillo y se come las coles; y dice la mujer a su hija:
— ¡Ve al huerto y echa al conejillo!
Y dice la muchacha al conejillo:
— ¡Chú! ¡Chú! ¡Conejillo, acaba de comerte las coles!
Dice el conejillo:
— ¡Ven, niña, súbete en mi colita y te llevaré a mi casita!
Pero la niña no quiere. Al tercer día vuelve aún el conejillo y se come las coles. Dice la mujer a su hija:
— ¡Ve al huerto y echa al conejillo!
Dice la muchacha:
— ¡Chú! ¡Chú!, ¡Conejillo, acaba de comerte las coles!
Dice el conejillo:
— ¡Ven, niña, súbete en mi colita y te llevaré a mi casita!
La muchacha monta en la colita del conejillo, y el conejillo la lleva lejos, lejos, a su casita y le dice:
— Ahora cuece berzas y mijo; invitaré a los que han de asistir a la boda.
Y llegaron todos los invitados. (¿Que quiénes eran los invitados? Tal como me lo dijeron, os lo diré: eran todos los conejos, y el grajo hacía de señor cura para casar a los novios, y la zorra hacía de sacristán, y el altar estaba debajo del arco iris.)
Pero la niña se sentía sola y estaba triste. Viene el conejillo y dice:
— ¡Vivo, vivo! ¡Los invitados están alegres!
La novia se calla y se echa a llorar. Conejillo se marcha, Conejillo vuelve, y dice:
— ¡Vivo, vivo! ¡Los invitados están hambrientos!
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Publicado el 30 de agosto de 2016 por Edu Robsy.