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autor: Jesús Quintanilla Osorio etiqueta: monstruos textos disponibles


Axel Sodi atrapado en las sombras

Jesús Quintanilla Osorio.


Monstruos, Destino Final


Axel Sodi atrapado en las sombras.Jesús Quintanilla Osorio.ILas sombras fueron cubriéndolo todo, y en el auto, me entregué al sueño. 
Un descanso que necesitaba después de esas jornadas agotadoras, de lucha, de sobrevivencia, donde esperar el cambio de suerte, era creer en milagros.
Ahora, por fin, estaba libre. 
Nos detuvimos en un hotel. 
En el restaurante, suplí mi hambre con toda la comida que mi estómago aceptó. 
“¿Cómo supiste de mí, Alan?”, le inquirí. 
Sonrió. 
Su aspecto, aunque cansado, demostraba el gusto que le daba verme. 
“No fue difícil. Estabas cerca de San Gervasio, y la última vez, hacia allá te dirigías…¿Recuerdas?” 
Asentí no sé por qué, buscando olvidar, confiándome. 
“Lo bueno es que me rescataste de una muerte segura. Si hubiera caído en sus manos, sería historia”, comenté. 
“Pero no eres historia. Estás comiendo tu plato favorito, de comida mexicana, y sobretodo, estás vivo…¿Te das cuenta?” 
“Te lo agradezco” 
Lágrimas, gruesas, rodaron por mis mejillas. 
“No te preocupes. Debía salvarte, y lo hice”, explicó. 
“¿Sabes algo de Tass Zander, la del Centro de Salud Ambiental, que trabajaba conmigo?” Ignoraba porque le pregunté eso. 
No tenía motivo para conocerla. 
Sin embargo, esa noche se sentía crédulo, como si pudiera creer a todos y a todo. 
Estaba libre. 
Y la libertad, como dice un dicho, produce confianza.


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21 págs. / 36 minutos / 63 visitas.

Publicado el 18 de enero de 2021 por Jesús Quintanilla Osorio.

El misterio de Axel Sodi: Retrato de una realidad alterna.

Jesús Quintanilla Osorio


Místerio, Axel Sodi, ingeniería genética, monstruos, tóxicos, virus


Capítulo I

Un aguacero se batió indolente sobre la ciudad.

Cuando salí del trabajo, cerca de las cuatro de la tarde, el hambre se manifestó, y apenas con mucha dificultad, había logrado bosquejar algunos apuntes de mi reporte. Un ambiente gris en mi alma, como el de el encapotado cielo que se cernía en mi cabeza, me inundaba con exceso.

Me entretuve en una librería durante casi las dos horas que faltaban para la cita, tratando en los títulos de los libros y en una rápida hojeada, de borrar de mi mente, la idea de que una tragedia nos hubiera asestado un golpe mortal, y la Muerte estuviera riendo guadaña en ristre.


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30 págs. / 53 minutos / 57 visitas.

Publicado el 17 de enero de 2021 por Jesús Quintanilla Osorio.