El Escarabajo Mendicante
Joan Carlos Vinent
relato corto
El escarabajo mendicante
El escarabajo seguía inmóvil, al igual que el mendigo que permanecía con la mano derecha abierta en acto pedigüeño. Sin embargo, el hieratismo del animal era eterno; había pasado a mejor vida, como suele decirse. Por su parte, el vagabundo en su inmovilidad escondía una gran actividad mental. Pensaba, reflexionaba acerca de tiempos acaso mejores y, a pesar de su andrajoso aspecto, mantenía sus ilusiones creadoras o creativas. En su mente garabateaba principios de novelas y relatos cortos, esbozaba poemas sin feliz final y se carcomía al pensar en el éxito de su obra literaria si hubiese gozado del momento de escribir negro sobre blanco. La pregunta, sin embargo, era evidente y quizás hasta retórica: ¿qué le impedía plasmar todo su bagaje creador y demiúrgico si de lo que no carecía era de tiempo? Llevaba medio siglo sin trabajar, dos partes de su agotadora vida; pedir limosna también cansa.
El escarabajo seguía inmóvil, al igual que el mendigo que permanecía con la mano derecha abierta en acto pedigüeño. Sin embargo, el hieratismo del animal era eterno; había pasado a mejor vida, como suele decirse. Por su parte, el vagabundo en su inmovilidad escondía una gran actividad mental. Pensaba, reflexionaba acerca de tiempos acaso mejores y, a pesar de su andrajoso aspecto, mantenía sus ilusiones creadoras o creativas. En su mente garabateaba principios de novelas y relatos cortos, esbozaba poemas sin feliz final y se carcomía al pensar en el éxito de su obra literaria si hubiese gozado del momento de escribir negro sobre blanco. La pregunta, sin embargo, era evidente y quizás hasta retórica: ¿qué le impedía plasmar todo su bagaje creador y demiúrgico si de lo que no carecía era de tiempo? Llevaba medio siglo sin trabajar, dos partes de su agotadora vida; pedir limosna también cansa.
Licencia limitada
2 págs. / 3 minutos / 38 visitas.
Publicado el 2 de octubre de 2020 por Juan Carlos Vinent Mercadal.